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Por Jaqueline Tavera Martínez

"Machete Kills" es la segunda parte de la historia protagonizada por un exagente federal (Danny Trejo) quien recibe la misión del presidente de Estados Unidos (Carlos Estévez, a.k.a. Charlie Sheen) para atrapar a un traficante de armas en México (Demián Bichir), el cual intenta provocar una nueva Guerra Mundial.

Esta vez Machete tendrá que enfrentarse a un asesino que cambia de rostro constantemente (Walton Goggins, Cuba Gooding Jr., Antonio Banderas y Lady Gaga); al dueño de una empresa armamentísta llamado Luther Voz (Mel Gibson); a una matrona dueña de un prostíbulo en Acapulco (Sofía Vergara); y a una agente secreta disfrazada de Miss San Antonio (Amber Heart).

Este film de relativamente bajo presupuesto tiene una trama simple: un héroe lucha contra los villanos que planean destruir el mundo, topándose constantemente con mujeres hermosas. Eso sí, este héroe no es como cualquier otro de aquéllos que abundan en las cintas de superhéroes. Tiene un poco del enigma de James Bond, como bien lo dijo Rodríguez, y una personalidad fría, habla de manera cortante, y, pese a su poco agraciado rostro, termina por conquistar a mujeres atractivas.

Sin embargo el factor sorpresa que hizo de "Machete" una película entretenida y diferente, termina aquí. Se trata de las mismas bromas con escenas predecibles y rutinarias. El absurdo que sorprendió en la primera, aquí desaparece.

La película también cuenta con las  actuaciones de Michelle Rodríguez, Jessica Alba, Electra Avellán, Elise Avellán, William Sadler, Vanessa Hudgens y Marko Zaror; y pese a su reparto, integrado por actores de talla y personalidades estrafalarias, es un film que no arriesga, en el que prácticamente no hay ninguna sorpresa. Vuelan cabezas y balas, pero da la sensación de no pasar nada. Ni los cameos que se supondría debían aportar más a la película -otra vez factor sorpresa-, no asombran.

"Machete Kills" es un homenaje a las películas de series B,  no obstante a diferencia de éstas películas, es predecible y en cada siguiente escena ya se sabe lo que pasará. La trama no va más allá de tratar de "matar a los malos", como siempre, como en casi todas las películas de presupuestos millonarios hollywoodenses, de las que precisamente Rodríguez se intenta alejar (o caricaturizas).

Por momentos el único factor en el que Rodríguez intenta hacer énfasis es la relación entre México y Estados Unidos: sus migrantes, su narcotráfico y el ejército estadounidense. Aunque esta película perdió el chiste de la primera: un mexicano es el héroe de una cinta estadounidense.

Aunque la cinta comienza bien, pronto decae. Es demasiado larga, hay escenas innecesarias que vuelven lenta la trama y que sin ellas pudo haberse obtenido un mejor resultado. La película es mala a propósito, invita a burlase de lo ridículo con escenas ridículas muy al estilo Rodríguez.

Quién ve el cine de Rodríguez ya sabe a qué va. No se puede esperar un drama o una película tocando un tema de manera seria. Sus cintas están repletas de escenas bizarras y demás excentricidades.

"Machete Kills", secuela del film surgido de un tráiler cómico en un programa doble realizado por Quentin Tarantino y Rodríguez llamado "Grindhouse", en su estreno en Estados Unidos recibió malas críticas y menos entradas en taquilla de las esperadas.