Joaquín Furriel habla sobre "Un paraíso para los malditos"

por © J.Díaz/EscribiendoCine-NOTICINE.com
Joaquín Furriel, en el cartel de 'Un paraíso para los malditos'
Cuando todos apuntaban a él como un actor más de telenovelas, Joaquín Furriel empezó a alejarse cada más de la pequeña pantalla y a encarar proyectos con cierto riesgo artístico y en muchos casos alejados del circuito comercial. Este año protagonizó "Final de partida", en teatro, con Alfredo Alcón y rodó "El Patrón: Radiografía de un crimen", de Sebastián Schindel, pero ahora se apresta a estrenar "Un paraíso para los malditos" (2013), película de Alejandro Montiel, que este jueves llega a los cines argentinos. El atractivo actor argentino charló con nuestros compañeros de EscribiendoCine.

-¿Cómo vivió el rodaje de la película?

Fueron cinco semanas. La película se rodó de 8 a 6 de la mañana porque ocurre de noche, y entonces había que generar ese clima. Creo que sirvió mucho para entrar en la atmósfera de la película, porque habla de la soledad y me parece que la noche es un espacio donde todo se silencia y uno está un poco con uno mismo. Marcial es un personaje taciturno, un hombre que de noche hace toda la logística en su trabajo y es interesante porque las veces que aparece el día es muy significativo. Se podría decir que son los momentos donde Marcial se corre un poco más de lo que estaba acostumbrado en su vida.

- ¿Qué fue lo más interesante de los tres personajes que interpretó este año en "Un paraíso para los malditos", "El Patrón: Radiografía de un crimen" y "Final de partida"?
Me parece que fui eligiendo diferentes desafíos, como buscar en un punto un lugar de crecimiento. Quizás lo novedoso para mí fue que en "Final de partida" Alfredo Alcón me llevó mucho a un lugar expresivo que en general a algunos actores les da inseguridad, que es el de la síntesis de la expresión: en vez de vos avasallar al público con muchos recursos, confiar en que haciendo lo mínimo, pero de manera muy certera, el público se va a acercar a ver lo que te pasa a vos.

- ¿Logró también sentir eso en "Un paraíso para los malditos"?

Es un personaje que dice mucho más sin las palabras que con las palabras. Entonces había que crear ese universo humano para que el espectador no vea a un hombre que está mirando por la ventana, sino que vea toda su historia, su humanidad, su soledad, su violencia, su incapacidad.

- ¿Todos los gestos de Marcial estaban establecidos en el guión o los trabajó junto al director?

En el guión estaban claras las acciones que él hacía que despiertan algún tipo de empatía, seguramente. Después con el director fuimos eligiendo en qué momento modificar ese gesto pequeño porque el personaje es muy sutil en ese sentido; de hecho había algunas escenas de las que teníamos tres tomas diferentes. Y luego en la edición eligió dónde mostrar qué de Marcial. Es una película muy del director, él tenía claro lo que quería contar y estaba mucho más seguro que yo de que yo iba a poder hacer bien lo que él quería contar. Simplemente me puse a su disposición, confié y me dejé llevar, entiendo que él tenía la película en su cabeza.

- ¿Qué fue lo que primero le atrajo del film?

Me interesó que era un policial, que es un género que a mí me gusta mucho como espectador de cine y, como me gusta verlo, me dieron ganas de hacerlo como actor. Y después me interesó esa zona donde no hay moralidad en la película, donde hay personajes que no se pueden definir; hasta los personajes de reparto tienen algo torcido. No hay ningún personaje que esté porque sí, fue un casting muy elegido para ver físicamente cómo tenía que ser cada uno. Eso me gustó del guión y cuando me reuní con el director me dio mucha tranquilidad. El elenco que estaba pensando también, quería que la película seamos los tres que estamos, y cuando me dijo que estaba Alejandro Urdapilleta y Maricel Álvarez, me pareció que era la garantía de que, por lo menos, la experiencia iba a estar buena. Después ya el resultado no depende de nosotros sino del público, como siempre.

- ¿La definiría concretamente como un policial negro?

No la definiría como un solo género, me parece que hay subgéneros. Eso me resultó interesante. Cuando vos creés que es un policial entra en una zona de mucha intimidad donde los personajes se van conociendo y pasa algo, después es suspenso, luego un thriller, por momentos parece un western porque el protagonista está preparando la logística para un ataque. En definitiva son los géneros que al director le gustan. Pero sí la película habla del amor y de la violencia. Se hace cargo de eso.