Victoria Galardi estrena en España su "Pensé que iba a haber fiesta"

por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
La talentosa cineasta argentina Victoria Galardi
Amistad y celos están en el alma de "Pensé que iba a haber fiesta", la última película de la elegante cineasta argentina Victoria Galardi, ya estrenada en su país de origen el año pasado, que esta semana se presenta en los cines de España, país coproductor, al aportar a la actriz Elena Anaya, quien comparte protagonismo con la argentina Valeria Bertuccelli, interpretando a dos amigas cuya relación cambia cuando una de ellas se plantea una relación con el "ex" de la otra. Hablamos en exclusiva con la también autora, como guionista y directora, de "Amorosa soledad" y "Cerro Bayo".

- ¿Qué quería contar con "Pensé que iba a haber fiesta"?
Es la historia de dos amigas. Una de ellas decide irse de viaje con su nueva pareja unos días a Uruguay, mientras que el personaje de Elena Anaya se queda en la casa de su amiga cuidando de su hogar y de su hija. Ese fin de semana llega el exmarido de su amiga a buscar a su hija. Y de alguna manera, casi accidental, terminan teniendo un encuentro amoroso. A partir de ahí, se desata toda una historia entre estas dos mujeres y el empezar a salir con el ex de una de ellas.

- Sus personajes centrales son dos mujeres. ¿Crée que ese choque entre amistad y celos se podría haber dado igual entre dos hombres?
Sí, creo que la situación se puede dar, claramente, entre dos hombres, es decir, la historia de que un hombre empiece a salir con la exmujer de un amigo. E incluso yo conozco casos en los que ha sucedido, es por ello que, no sólo puede ocurrirle a las mujeres. Pero la manera de cómo se cuenta en la película, cómo se desarrolla, cómo lleva adelante cada una su conflicto, sí que tiene que ver más con una visión femenina, porque no sé cómo reaccionarían los varones ante esta situación. O sí lo sé, pero no fue la manera en la que quise contarla. Por lo que he hablado con amigos varones me dijeron “a mí se me ocurre que podía haber pasado esto o lo otro”. Pero la cinta está tan inmersa en este mundo femenino, que es imposible correrme de esa mirada. Ellas llevan adelante toda la acción de toda la película.

- Llama la atención la naturalidad de sus diálogos, que aportan al film un lado casi documental. ¿Todo estaba en el guión o dejó a sus actrices improvisar?
Están todos escritos, no hemos improvisado en ese sentido. Una de las partes con las que más disfruto en el proceso del guion es dialogar. Me encanta dialogar las escenas y empezar a encontrar la musicalidad a los personajes. Es decir, saber que dicen, cómo y de qué manera hablan, quién es el que tiene humor y quién no, diferenciar a cada uno de la forma en la que dialogan, porque hay textos que funcionan en unos personajes y en otros no… La investigación de los diálogos me interesa mucho. Creo que cuando consigues buenos actores, que dan en la tecla, hacen que todo tenga una naturalidad increíble y esto es lo que sucede en la película. Los actores son realmente muy buenos diciendo los diálogos en el film.

- Chocó que a pesar de tener el respaldo de una distribuidora transnacional (UIP) su película tuviera una difusión bastante limitada en la Argentina el año pasado.
Claramente, yo nunca pensé que mi película iba a ser un suceso. Creo que no es una cinta para todo el mundo, no es criptica pero sí abierta. Pero, estoy contenta con el trabajo que desarrolló UIP en Argentina. Hice un lanzamiento acorde al largometraje que teníamos. Además, no había una televisión detrás de la película. Era difícil porque estaban ellos solos lanzando la cinta. De hecho, las copias, con las que salimos, fue un acuerdo entre ellos y yo. Ellos no tomaron una decisión de apoyarme menos, sino todo lo contrario. Cuando fue el momento del lanzamiento, juntos preparamos de qué manera se iba a distribuir el film y con cuántas copias.

- ¿En qué sentido cree que "no es para todo el mundo"?
No quiero contar mucho de la cinta, pero tiene un final no tan convencional para una película comercial. Teniendo en cuenta que, Elena Anaya no es muy conocida en Argentina y por tanto tenía una protagonista española que tampoco era muy masiva. Creo que estuvo acorde a la película que es. Es un cine más de autor. Lo difícil es que se quede en los cines. Y que ellos hayan apostado por el film es muy gratificante. La dificultad de la distribución, para este tipo de cine, no sólo existe en España, sino también en Argentina. En este sentido, no tengo queja. Quizás, si hubiésemos salido con 80 copias, hubiésemos tenido más espectadores, pero eso nunca lo sabemos. También pudo haber sido un fracaso estrepitoso. Estoy contenta con los espectadores que hemos hecho y con el recorrido que empieza a tener el largometraje, ya que de mis tres películas es la que más espectadores ha tenido.

- ¿Hay algún nuevo proyecto en marcha?
No. He empezado a escribir, pero todavía nada cómo para contar. Todavía está todo un poco verde. Tengo diez páginas de un boceto de una película, que probablemente sea otra historia de amor. Por ahora, estoy yo sola hasta tener la idea más clara, pero no descarto la idea de incorporar a alguien en la coescritura. Ya veré si más adelante me siento a escribir con alguien.

- ¿De nuevo una comedia dramática con personajes femeninos?
No, es de una pareja. La historia estará más centrada en el protagonista masculino.