Damian John Harper nos habla sobre su opera prima zapoteca "Los Angeles"

por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
'Los Angeles'
De cómo un "gringo" de Colorado, que vive actualmente en Alemania, debutó como guionista y director con una película, titulada "Los Angeles", hablada casi toda en zapoteco, daría sin duda para otro film. El caso es que el nuevo cineasta, que aprendió español en Euskadi, y ha vivido también en México y Brasil, tiene su opera prima recién estrenada con buena acogida en la Berlinale, y se prepara a pasearla por otros festivales en los próximo meses, como contó en entrevista exclusiva con NOTICINE.com.

- ¿Qué cuenta en "Los Angeles"?

Trata de un joven en un pueblo zapoteco que quiere emigrar a los Estados Unidos para mandar dinero a su familia, como lo han hecho desde hace años muchos habitantes del lugar. Ese chico, antes de irse, decide juntarse con una pandilla de la zona, para que cuando él cruce la frontera y esté ahí en un barrio de Los Ángeles, tenga una red de protección y un sentido familiar. Al entrar en esa pandilla, el joven tiene que hacer varios "trabajitos" para ganarse el respeto de los otros y eso le genera diferentes conflictos.

- Suena sorprendente que un estadounidense debute con un film hablado en zapoteco...
Yo nací en los Estados Unidos, en el estado de Colorado. Ahí crecí y estudié antropología y al final de mi carrera tuve la gran oportunidad de vivir un año en el País Vasco para aprender español, porque mi universidad tenía un acuerdo de intercambio con la de allá, y después en México. Viví en una aldea en el estado de Chihuahua y conocí bien la cultura norteña. Además, ahí había leído mucho sobre la cultura zapoteca, sobre el idioma y la emigración zapoteca hacia los Estados Unidos. Tuve un gran interés en conocer dicha cultura, en el lugar en el que ellos viven. Esto fue en el año 2000. Pasé casi un año en el pueblo de Santa Ana del Valle conociendo lo que es la cultura zapoteca, el idioma, sus tradiciones, su forma de gobernar, el pueblo… y unos años después, acá en Alemania, donde yo ahora vivo, descubrí el cine y eso encendió una luz para mí. Sabía que algún día quería contar las historias que las personas de Oaxaca me contaron a mí. Me formé como guionista y director. Quise hacer mi primer largometraje sobre esa temática. Volví a Oaxaca a pedir permiso de la autoridad comunal del pueblo. Me la brindaron. Me apoyaron y este pasado verano tuvimos la gran posibilidad de realizar la película en el pueblo.

- ¿Qué pretendía transmitir con su película y cómo pudo hacerla realidad?

Lo que yo quería hacer con la película era contar las historias que allá en el pueblo las personas me contaron. Allí, la gente me brindó la oportunidad de conocer bien cerca su cultura, su idioma, su felicidad, su tristeza, su batalla, su vida cotidiana… y eso es lo que quería contar. A través de los 14 años que conozco a ese pueblo y a través de la amistad que yo gozo allá en esa zona con los habitantes, escribí el guion. Con este libreto fui de puerta en puerta buscando productores en Alemania. Muchas personas tenían miedo de intentar financiar una película, que íbamos a rodar en México con actores no profesionales y dialogada en lengua zapoteca.  Hablé con varias compañías hasta que conocí a mis productores, quienes leyeron el guion y vieron mis otros trabajos, mi último cortometraje… Y ellos dijeron: 'nos da igual el riesgo  que vamos a correr en financiar esta película. Nos gusta el guión. Nos encanta el corto. Y vamos a tomar el riesgo'. En muy poco tiempo, ellos lograron financiar la cinta y pudimos filmarla el verano de 2013. Así que apenas estamos regresando de México, apenas estamos terminando la película… para estrenarla aquí en Berlín.

- Una buena mezcla de idéntidades para una película...

Sí. La mayoría del equipo es mexicano. Éramos 5-6 alemanes y el resto mexicanos.  La película tiene un corazón "gringo" de mi parte, alemán por parte de los productores y algún otro miembro del equipo, y mexicano, por la gran mayoría de nuestro equipo.

- "Los Angeles" habla de emigración, de cómo empieza. Siendo estadounidense, me interesa su opinión sobre la reforma migratoria en su país.
Yo pienso que tiene que haber una reforma migratoria. Lo que muchos estadounidenses no saben es que nosotros iniciamos esa cultura de la migración, con programas como el “Brasero”. Conociendo los pueblos mexicanos, llegas a conocer a algunos abuelitos que decían 'por aquel entonces venían los estadounidenses acá para ofrecernos trabajo'. Así que nosotros comenzamos con dicha cultura de la migración. Y opino que ahora no es justo construir muros en la frontera, hacerlo ilegal y crear una situación tan peligrosa, ya que las personas que vienen a trabajar a nuestro país tienen que arriesgar sus vidas, nada más para venir y mantener a sus familias. Yo en mi película no propongo ninguna solución. No soy político. No puedo decidir sobre esas cosas. Yo lo que quiero mostrar es cómo es la vida diaria en los pueblos de donde vienen las personas. Lo que yo quiero es que mis paisanos en los Estados Unidos, que vean cómo es la vida en aquellos pueblos, ¿quiénes son los migrantes que vienen, de dónde vienen, cuáles son sus motivos?… para que en Estados Unidos se tenga conciencia de quién es esa gente, de dónde vienen y por qué vienen.

- ¿Cree que existe una solución viable para ese problema de la emigración?

Para ser honesto con usted, yo no tengo solución. Yo no me puedo meter ahí, porque seguro que es complicadísimo. Yo sólo sé lo que sufren mis amigos y cuál es el trayecto peligroso para cruzar la frontera. Es muy difícil llegar a los Estados Unidos como inmigrante, encontrar trabajo como inmigrante y sufrir el racismo. Yo lo único que quiero es que mis amigos no tengan que sufrir así.

- ¿Cómo logró ser seleccionado para Berlín?
La oportunidad de mostrar mi película en la gran pantalla en el Festival de Berlín ha sido un regalo enorme. Yo no esperaba poder proyectar mi cinta en un certamen así tan grande como éste. El film trata de un pueblo zapoteco. Y aquí en Alemania nadie sabe qué es la cultura zapoteca. No hay mucho interés por los pueblos indígenas latinoamericanos. Por habernos invitado a contar la historia en la pantalla, les agradezco, en el fondo de mi corazón, a todas aquellas personas de la Berlinale por esa oportunidad.

- ¿Qué tal resultó el estreno?
Para ser honesto con usted, yo estaba muy nervioso. Esperaba que, el pueblo mexicano acá en Alemania, en la sala de cine, me gritara y me acusara de mostrar su país de una forma falsa. Pensé que iban a ser muy críticos sobre la película. Pero ocurrió justo lo opuesto. Las personas se identificaban. 'Oiga, yo soy mexicano y sólo quería decirle que yo vine a ver este film porque yo conozco varias cintas con directores y equipos norteamericanos se meten en el país a contar una historia falsa y por tanto no auténtica'. Las personas me agradecieron por contar esa historia con mucho amor y respeto hacia mis protagonistas y hacia la temática. Al screening vinieron varios miembros de la embajada mexicana, después del film, me abrazaron y eso no lo esperaba. Fue un honor recibir sus comentarios y felicitaciones.

- Bueno, y ahora que ya hizo la película sobre ese tema aparentemente tan lejano a usted, ¿Cómo piensa seguir?
El hecho es que tengo otro guion y hace varios días recibimos la luz verde de la compañía de televisión ZDF en conjunto con Arte. La película trata de un joven estadounidense, de un pueblo indígena norteamericano, que intenta mejorar la vida allá de su pueblo. Es una temática similar a la de mi trabajo de “Los Angeles”, desde mi punto de vista. Se trata de otro pueblo, de otra cultura y de otro conflicto, pero en su raíz se trata de una familia, de una persona que quiere confrontarse con el racismo, una injusticia. Y por tanto es parecida la lucha.

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