Pelegrí-Harari: "Cocinamos juntos y a veces cocinamos y escribimos al mismo tiempo"

por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
Teresa de Pelegrí


Este viernes se estrena en las salas españolas la comedia romántico-gastronómica "Amor en su punto / The Food Guide to Love", una coproducción hispano-irlandesa, escrita y dirigida por Dominic Harari y Teresa de Pelegrí, pareja dentro y fuera del set, que tiene como protagonistas a Leonor Watling y el irlandés Richard Coyle. En ella, enfrentan a una joven relacionada con el mundo del arte pero imbuida de un gran espíritu humanitario, con un crítico gastronómico irlandés más inclinado al hedonismo que al altruismo. Aparentemente tienen poco en común, pero el amor puede surgir en el terreno más inhóspito... NOTICINE.com dialogó en exclusiva con esta pareja que se asume como más guionistas que realizadores, capaces de escribir... incluso mientras cocinan.

- ¿Pueden resumir la historia en pocas palabras?
Teresa Pelegri: "Amor en su punto / The Food Guide to Love" es una comedia romántica sobre los amores y los desamores entre un periodista gastronómico irlandés que piensa con el estómago y una española altruista y comprometida que piensa con el corazón.

- ¿Cuál fue el origen de la idea? ¿Fue la posibilidad de hacer una coproducción con Irlanda o eso surgió después de que se les ocurriera ubicar en ese país y con un personaje de allí la trama?
Do minic Harari: El origen de la película viene por el interés de hacer una comedia sobre la comida y las emociones y como uno afecta al otro. Desde el día en que nacimos y chupamos el pecho hay una gran conexión entre el amor y la comida. Y quisimos tratar esto en la película. Entonces escribimos la historia y nuestra productora española sugirió hacerla como coproducción irlandesa. Y encajó perfectamente la historia en Dublín porque el personaje principal tiene un trauma de una comida que odio desde niño y que también es el trauma de muchos irlandeses. Entonces la historia encajó perfectamente ahí.

- En el tráiler de la película se dice algo así como "La comida es como el sexo, lo puedes practicar todos los días, pero sólo lo haces bien si te gusta". ¿Es una especie de mensaje que querían dar? ¿Hay mucho paralelismo entre el sexo, el amor y la comida?
T.P.: Sí... Déjame pensar... (risas)... Lo que yo creo que decimos en la película es que, sobre todo en los países desarrollados en estos momentos, vivimos en un tiempo de lujo porque podemos elegir lo que queremos comer. Hemos pasado de un tiempo pasado en el que teníamos que comer lo que había y ahora podemos elegir lo que queremos comer, entonces lo que comemos se ha convertido en una marca de identidad. Lo que comes refleja lo que piensas desde el punto de vista ético, ecológico… y tu posición socio-económica, etc. Y entonces queríamos presentar esto en la comedia desde el punto de vista de cómo eres como persona y cómo amas, se refleja también en cómo comes. El es un personaje centrado en sí mismo, maduro, egoísta, incapaz de comprometerse. Entonces, su pasión es lo que se mete en el estómago. Sin embargo, para ella la comida representa algo más allá, refleja lo que piensas. Y ella cree que la vida es algo más que lo que hay en tu plato. Y esa es un poco la idea de la película.

D.H.: De la conexión del sexo y la comida, nuestro personaje dice algo en la película, que si cocinas mal o haces el sexo mal, disfrutas igualmente. Son las únicas dos cosas que puedes disfrutar aunque lo hagas mal.

- ¿Puedes disfrutar de la comida aunque esté mal hecha?
D.H.: No, puedes disfrutar de cocinar aunque no seas un buen cocinero, y puedes disfrutar del sexo aunque no seas buen amante.
T.P.: Él dice: "Cocinar es como hacer el amor, disfrutas aunque no sirvas"

- Han escrito unos cuantos guiones desde su última película ("Seres queridos"), pero no han conseguido dirigir otra durante nueve años…
D.H.:No era nuestra intención dirigir, porque nosotros principalmente somos guionistas y de vez en cuando hay un guión que "nos toca", que queremos dirigir. Pero es verdad, entre nuestra última película "Seres queridos" y ésta han pasado nueve años, pero hemos escrito para otros directores.

- Pero también es curioso porque en "Seres queridos" había algo de comida, una sopa tiene mucho que ver con la historia.
D.H.: Tienes razón. Estos temas: la familia, el amor, el sexo y la comida están muy presentes en nuestras mentes y subconscientes. También, los conflictos y las relaciones se juegan a través de la comida, y eso nos interesa mucho. No hacemos películas de acción, pero digamos, en nuestras películas una comida o una cena es el tren de la acción.
T.P.: También es cierto que al estar casados pasamos muchos momentos de cotidianidad juntos en la cocina. Cocinamos juntos y a veces cocinamos y trabajamos al mismo tiempo. Entonces quizás la presencia de la cocina y la comida siempre…

- ¿Son capaces de cocinar y escribir guiones juntos a la vez?

T.P.: Sí, entonces las dos cosas acaban mezclándose.

- Hay quien dice que las parejas que viven y trabajan juntos es como si duplicaran su tiempo juntos, respecto de otra pareja en la que cada uno trabaja en su oficio y pasan diez horas por ejemplo sin verse. ¿Es muy difícil aguantar a alguien las 24 horas del día? ¿Es difícil de sobrellevar en su caso?
T.P.: Nosotros lo llevamos bien. Llevamos muchísimos años juntos y trabajando juntos. Yo me acuerdo de que hubo una instancia en la que nosotros dirigimos una tv-movie y el productor puso una apuesta al principio del rodaje, de que al final del rodaje estaríamos separados. No se lo creía, que fuéramos a sobrevivir al rodaje.
D.H.: Porque él no podía trabajar con su mujer. Entonces, pensaba que en general sería imposible. Y es verdad, es individual, pero el cine de hecho es muy colaborativo y hacerlo solo es más triste. Y el sexo también, hacer sexo solo es un poco triste (risas), pero es naturalmente colaborativo. Entonces, el hecho de que somos marido y mujer, podríamos ser hermanos como los hermanos Coen. También si eres un director solo, colaboras con tu equipo, entonces lo encontramos bastante natural.

- ¿Cómo se dividen las tareas en el set de rodaje? ¿Hay quien se encarga más de la parte técnica y el otro de la parte del trabajo con los actores o es indistinto?
T.P.: Preparamos con mucho detalle, muy bien y juntos, para que cuando lleguemos al set, uno siempre está abierto a improvisar, pero tenemos la misma película en la cabeza y lo que queremos hacer. Entonces, en el set tomamos todas las decisiones que podemos juntos. Como siempre aprieta el tiempo, lo que hacemos es que, si después de una toma hay que hablar con los actores y hablar con cámara, Dominic irá a hablar con los actores y yo con cámara. Yo me encargo un poco más de todo lo que es aspecto visual y técnico y él sería más el director de los actores. Y lo distribuimos así.

- Me ha sorprendido un poco eso de que son más guionistas que directores porque hay quien dice un guionista de larga trayectoria es al que aún no han dejado dirigir sus películas. En su caso no es así.
D.H.: No, nosotros estamos en la rama Billy Wilder, que él siempre se definió como un guionista que protegía sus guiones. Por eso dirigió. Y la verdad es que no somos sólo guionistas, nos gusta mucho dirigir. Es más social, tienes que tratar con otra gente. Nos gusta dirigir pero sí, también nos gusta crear historias con la metáfora de la cocina. En algún sentido el guionista hace la receta y el director es el chef, el cocinero. Y los dos son interesantes.

- ¿Tienen algún proyecto en camino?
Como guionistas sí, hay un thriller que lo escribimos nosotros y que está en estos momentos en manos de una productora americana. Y hemos participado en un guión para una productora inglesa, un thriller político.

- Ahora no hay más remedio que buscarse la vida fuera de España, ¿no?
T.P.: Sí, bueno nosotros vivimos en Londres desde hace mucho años. Nos fuimos allí y la verdad es que estamos muy bien. Y en España están las cosas muy difíciles y tenemos muchos amigos que están sin trabajo.

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