Entrevista con Andrés Gertrudix: "No creo que deba perseguir la fama sino hacer el trabajo que me gusta"

por © Cristian Moure-NOTICINE.com
'10 000 noches en ninguna parte'
Tan como dice Nawja Nimri en la película que acaban de estrenar en España, Andrés Gertrudix, el protagonista de "10 000 noches en ninguna parte", de Ramón Salazar, tiene unos ojos enormes, expresivos. El actor de "La herida" sigue trabajando día a día en los proyectos que más le interesan y así entiende el trabajo que ha realizado aquí. Con varias películas -tanto españolas como latinoamericanas- a punto de estrenarse y tras sus trabajos tan notorios como "El orfanato" de J. A. Bayona, el actor madrileño habló con NOTICINE.com sobre su personajes, los que vendrán y el futuro del cine en España.

- Ha dado vida a un personaje que no tiene nombre y que tampoco ha tenido vida. Lleva estancado sin madurar desde su niñez. ¿Cómo es para ti este personaje sin identidad?
Al no tener nombre yo lo llamo "El hijo", que es una personaje que está anclada por un trauma infantil completamente ligado a su madre. Además, su madre no desaparece de su vida. Así que llega un momento en el que decide salir a buscar, o no, esa vida que no ha tenido. Con los viajes a París y Berlín que, sin saber si son reales, representan la infancia y la adolescencia. Y así, a los 27 años, consigue empezar a evolucionar como persona.

- El rodaje ha durado tres años y la información sobre su personaje le ha sido entregada con cuentagotas. No sabía lo que iba a pasar en el futuro. ¿Cómo afronta un actor un trabajo bajo estas circunstancias?
En realidad no fue difícil. Estuvimos mucho tiempo creando al personaje de Madrid y, aunque la película se ha rodado a la inversa, primero fuimos a Berlín, luego a París y por último rodamos en Madrid; el personaje sólo podía crecer de una manera natural. Crece como un niño que se reencuentra con su infancia en París, una infancia que no tuvo y luego tiene su adolescencia en Berlín, el despertar sexual. Además, yo confiaba mucho en Ramón y creamos una base para luego bucear dentro de su personalidad.

- Durante estos tres años de rodaje, ha estado trabajando en otros proyectos. Indudablemente, ha crecido como actor y ha adquirido nuevos conocimientos. ¿Cómo afecta eso a su trabajo en la película?
No afecta mucho ya que teníamos mucho ensayo detrás. Como he dicho, yo confiaba mucho en Ramón y conocía muy bien cual era mi personaje. Así que de esa manera, el parar muchas veces y el involucrarme en otro personajes no me afecta para poder volver a meterme en la piel del Hijo. No tengo una sensación de haber perdido con otros trabajos.

- Ha participado en películas muy conocidas como "La herida" de Fernando Franco o "El orfanato" de Bayona. Aparte ha intervenido en varias series de televisión, sin embargo su nombre y su rostro no están dentro de la primera plana interpretativa de cara al público. ¿Esto se debe a una huida de la fama por su parte o a otros motivos que no controla?
Sí. A ver, no es una huída pero la fama no me come mucho la cabeza. Y creo que es algo que no me va a llegar a preocupar nunca. Yo lo que quiero es seguir trabajando y haciendo cine. Y hay películas que son aclamadas y tuviste la suerte de trabajar en ellas y otras que no llegan nunca al público, que las hay. Entonces, no creo que deba perseguir la fama sino hacer el trabajo que me gusta en los proyectos que me gustan.

- Además de "10 000 noches en ninguna parte" se ha estrenado recientemente la película "Purgatorio" en la que actúa junto con Oona Chaplin. Estas dos películas, aunque son muy diferentes entre sí han tenido un elemento común: la dificultad para sacarlas adelante economicamente ¿Cree que estas nuevas formas de producir son sólo una aparición casual derivada de la crisis o por el contrario se convertirá en un nuevo sistema para hacer realidad proyectos?
Creo que no se debe a la casualidad sino a la causalidad. Quiero decir, esta claro que estas maneras de sacar una película adelante han aparecido justo ahora coincidiendo por la crisis, pero creo que se debe a que la gente se ha dado cuenta de que se puede conseguir otro tipo de cine al que se vendía hasta ahora, para otro tipo de público que lo esta apoyando. Y sobre todo, se debe a que la gente sigue necesitando contar sus historias y, al no obtener dinero por los canales establecidos, se las ingenian para conseguir sacarlo adelante por otras vías. Ahora lo importante es que la gente apoye estas iniciativas. Si la gente responde, si el público demuestra que este cine le gusta, no creo que vayan a desaparecer cuando la situación económica esté mejor.

- Ha trabajado junto con J. A. Bayona, Oona Chaplin, Juan Diego Botto; profesionales que en su posición tienen una trayectoria internacional no sólo en Latinoamérica, sino en el resto de Europa y Estados Unidos. ¿Cuales son sus pretensiones en el cine fuera de nuestras fronteras, no sólo en los países de habla hispana sino con proyectos en otra lengua?
¡Me encantaría poder trabajar en otras cinematografías! Pero soy realista. Tengo bastante trabajo aquí y me siento cómodo. Sin embargo, para irte fuera tienes que irte siendo alguien, con un nombre. Puedes irte sin que nadie te conozca, pero eso supone estar un tiempo parado, dedicandote a otras cosas y cuando tienes un trabajo vocacional como el mío ni te lo planteas. Si algún día llega un proyecto internacional en el que estén interesados en mí, estaré encantado de participar, pero por el momento soy feliz haciendo las películas que hago y los personajes a los que me enfrento. Hollywood no es mi meta.

- Pero no sólo se hace cine en Hollywood...
Sí, claro. Pero es esa idea de Hollywood que esta en la cabeza de todo el mundo. Muchísimos profesionales se han ido allí a probar suerte, desde técnicos hasta actores, y por eso parece el único sitio al que puedes ir. En realidad a mi me llaman la atención otros países, me gustaría mucho poder trabajar en la cinematografía francesa.

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