Alfredo Montero escribe sobre su thriller "La Cueva"

por © Morena Films-NOTICINE.com
Alfredo Montero
Por Alfredo Montero *

"La Cueva" es un thriller de supervivencia extrema, sin Aliens, sin golpes de efecto de sonido ni musicales. Es una película de Zombies sin Zombies. En "La Cueva", todo lo que sucede “te podría pasar a tí” por ese motivo hace que sea una película más terrorífica aún. Es la historia de cinco jóvenes amigos que viajan de vacaciones de Madrid a Formentera y uno ellos graba todo lo que les sucede para incorporarlo a su blog. Es una historia de contrastes extremos, de luz y color a sombras y oscuridad. Los personajes pasan en pocos días de bailar borrachos y nadar desnudos en las aguas cristalinas y arenas blancas de Formentera, a verse obligados a recurrir a sus instintos más básicos y salvajes para sobrevivir en las entrañas de una profundísima y laberíntica cueva que se los ha tragado.

La cámara subjetiva no solo es el instrumento que yo utilizo para narrar esta historia en primera persona y de forma expresamente realista para que el espectador viva una experiencia muy intensa tal y como la viven los personajes, sino que estos, los propios personajes, la utilizan como un elemento más de supervivencia dentro de "La Cueva".

La visión nocturna les permite ver en la oscuridad absoluta sin ser vistos y una pequeña carcasa sumergible protege la antorcha que les ayuda a ver en el interior de las cuevas submarinas.

El concepto es muy sencillo y en él está su fuerza, los cinco amigos se pierden en una cueva laberíntica, nadie sabe que están ahí. No tienen agua, no tienen alimento. La degradación física y mental que sufren les obliga a recurrir a actos inimaginables. El ser humano está diseñado para sobrevivir a toda costa, es ahí donde los instintos más salvajes florecen, cuando pierden su humanidad aparece el miedo y cuando pierden la razón, sobreviene el terror.

Mis referentes para escribir y rodar esta historia han sido "[Rec]" y "El proyecto de la bruja de Blair / The Blair Witch Project", por la forma en que se ha rodado, pero "La Cueva" se diferencia de estas en el sentido de que en mi película no hay elementos paranormales, no hay brujas ni fantasmas, todo se basa en el realismo de la historia y para eso lo más importante era que los actores firmasen actuaciones naturales y creíbles, de manera que por momentos el espectador olvide de vez en cuando que lo que está viendo es una película, y crea que es real.

Les pasé el guión a los actores para que reescribiesen sus frases de la manera en que ellos las dirían, y luego yo volvía a homogeneizarlo todo. La cueva, como localización, también nos servía para aportar elementos a los personajes y a la propia historia.

"La Cueva" está formada por incontables galerías largas y estrechas, de roca maciza negra, que se entrecruzan formando un extenso laberinto de más de 1200 metros de pasillos transitables o casi intransitables. Una vez pierdes de vista la luz que entra por la boca de la cueva, te invade una sensación de desasosiego y desorientación que aumenta a medida que avanzas hacia la profundidad. Crees que todas esas toneladas de roca te van a aplastar.

Pasadizos estrechos, charcos, humedad, calor, estalactitas clavándose en nuestra cabeza y espalda, estalagmitas cortándonos las manos y rodillas, silencio y oscuridad absolutas en jornadas de 10 o 12 horas. Todo ello ayudaba a la construcción de las escenas y a hacerlas verdaderas.

Pero si rodar en una cueva y en estas condiciones, hacen que sea una película particular en sí misma, no es menos curiosa la forma en que una película de bajo presupuesto rodada casi de manera familiar se convirtió en una gran película gracias a Morena Films.

Rodamos la primera versión de "La Cueva" en marzo de 2012 en 17 días. Contábamos con un presupuesto reducido pero estuvimos preproduciendo durante un año y lo teníamos todo previsto, teníamos varias soluciones para cada problema que se nos pudiese plantear. Nunca echamos de menos tener una producción más fuerte, el trabajo y el tiempo dedicados superaban cualquier handicap económico. Todo estaba controlado al milímetro, pero debía hacerse todo en 17 días. El rodaje fue un éxito y nos apresuramos a montar la película para mandarla a Sitges donde gracias a la valentía de Ángel Sala y su equipo fue seleccionada para participar en la Sección Panorama. En Sitges 2012 Juan Gordon la ve y nos propone a Marcos Ortiz (Actor protagonista y coproductor) y a mí rodar material nuevo a cargo de Morena a fin de mejorar las partes más flojas de la película y potenciar las fuertes. Rodar para Morena Films: un sueño, volver a la cueva: una pesadilla.

Después de unos días de asimilación llamé a los actores para proponerles el nuevo reto con la convicción de que mandarían (en plata) a la mierda, sin embargo les fascinó la idea de volver a rodar para mejorar el metraje, (la experiencia tan extraordinaria que fue para todos nosotros ese rodaje y la comunión con la que lo hicimos superaba la desgana de volver a partirnos la crisma contra las paredes de la cueva, más si cabe teniendo una productora detrás como Morena).

Así fuimos mejorando la película poco a poco, en rodajes de 10 días, de 2 semanas. Escribí a las escenas nuevas con la ayuda de Javier Gullón, las rodábamos y las montaba junto a Nacho Ruiz Capillas, veíamos el resultado y decidíamos si incorporar nuevo material o no. Fue un proceso largo y extenuante porque rodar en la cueva es duro, muy duro, pero muy bonito y creativo; y la satisfacción de los resultados que obteníamos mantenía viva la pasión original con la que nació este proyecto. Pasión y trabajo.

La versión proyectada en Sitges tenía 80 minutos, los cuales comprimimos a 40, y rodamos 40 minutos nuevos. Mejoramos la presentación de los personajes y sus relaciones. Añadimos un prólogo y epílogo nuevos que le dan otra dimensión a la película y cambiamos el final. Rodamos una escena submarina en cuyo rodaje nos jugamos la vida y pulimos detalles a fin de dar más ritmo y tensión. Esta nueva versión es la misma "La Cueva", pero muy mejorada, su concepto original nunca se violó ya que tanto Juan Gordon como Javier Gullón entendieron y respetaron las reglas con las que se nació.

"La Cueva" ha sido un viaje salvaje y maravilloso.

(*): Alfredo Montero, guionista y director ("Niñ@s"), firma una segunda película cuanto menos peculiar, filmada dos veces, la segunda con ayuda de un segundo guionista, agregando nuevas escenas, y con una productora asentada, para mejorar su primera producción independiente, que pasó por Sitges. La nueva, premiada en los festivales de Málaga y Madrid (Nocturna), tiene como protagonistas a Marcos Ortiz, Marta Castellote, Jorge Páez, Eva García y Xoel Fernández. Esta semana se estrena en España.

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