Eduardo Calcagno estrena su documental-homenaje al actor Ulises Dumont
- por © Juan Manuel Calvache-NOTICINE.com
El director, intérprete, productor y guionista argentino Eduardo Calcagno, rinde homenaje al gran actor Ulises Dumont ("Yepeto"), en su película documental "Ulises, un alma desbordada", que esta semana se estrena en salas. Se trata de un emocionado recuerdo como amigo íntimo y como cineasta que lo dirigió en los únicos cuatro papeles protagonistas de su carrera. La cinta fue presentada por primera vez en la décima edición del encuentro de cine argentino-europeo Pantalla Pinamar y ahora puede ser vista por todo el público.
En declaraciones a Télam, Calcagno ha manifestado su profunda admiración por el intérprete nacido en Buenos Aires en 1937: "Es un reconocimiento a Ulises, porque mi obra no habría sido lo que es sin el apoyo de su inconmensurable talento. Y mi vida tampoco lo hubiera sido sin la compañía de su ternura", dijo el cineasta.
Calcagno fue el realizador de las películas de Ulises Dumont "Nunca dejes de empujar a Antonio", "Los enemigos", "El censor" y "Yepeto". De ahí derivó el profundo respeto y amistad que el cineasta muestra por el actor, afirmando que "no sé si este documental es el reflejo de su alma desbordada o de la mía, pero creo que en definitiva es lo mismo. Ulises para mí era un tipo súper dotado. Los hombres inteligentes ven más lejos y por eso a veces él era un incomprendido".
Fallecido a los 71 años en 2008, Dumont fue una figura esencial de la escena argentina, ya que participó en más de 80 largometrajes, entre los que figuran "La parte del león", de Adolfo Aristarain, "Rosarigasinos", de Rodrigo Grande, y "Conversaciones con mamá", de Santiago Carlos Oves, además de poseer una prolífica carrera en teatro y televisión.
El film hace un emotivo retrato de Dumont que abarca desde una juventud agitada, hasta uno de sus últimos papeles en cine en "La Herencia" (2008), de Sergio Schmucler.
El documental lo muestra como un actor multifacético, dueño de un talento envidiable y de una técnica muy depurada, a pesar de aparentar lo contrario, por su personalidad avasallante y el hecho de ser un hombre impuntual y descuidado, volcado al alcohol, con un sentido del humor irónico y extraño.
Al hilo de esta particular personalidad, Calcagno relata en la película una curiosa anécdota, durante la cual Dumont, como era su costumbre, llegó 45 minutos tarde al ensayo de una obra de teatro. En lugar de pedir disculpas por la tardanza, el actor duplicó la apuesta y pidió ensayar sentado debido a que se sentía cansado, y fue así que, gracias a la casualidad o a la parodia armada por él para imponer sus propias ideas sobre la actuación, surgió una escena mucho mejor a la que estaba pautada, al punto tal que fue incorporada a la obra.
"Hay cosas que no se entienden, porque a pesar de su aparente descuido él parecía saber mucho más de lo que demostraba. Ulises era un tipo que entendía todo, como si fuera un gran filósofo, un existencialista profundo. La propuesta de él era ir siempre un poco más allá. Y le gustaba mucho complicar las cosas para poder desenredarlas luego y de ahí sacar la verdad", acaba recordando Calcagno, quién con este sentido homenaje hará que la figura de Ulises Dumont sea más grande aun si cabe.
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En declaraciones a Télam, Calcagno ha manifestado su profunda admiración por el intérprete nacido en Buenos Aires en 1937: "Es un reconocimiento a Ulises, porque mi obra no habría sido lo que es sin el apoyo de su inconmensurable talento. Y mi vida tampoco lo hubiera sido sin la compañía de su ternura", dijo el cineasta.
Calcagno fue el realizador de las películas de Ulises Dumont "Nunca dejes de empujar a Antonio", "Los enemigos", "El censor" y "Yepeto". De ahí derivó el profundo respeto y amistad que el cineasta muestra por el actor, afirmando que "no sé si este documental es el reflejo de su alma desbordada o de la mía, pero creo que en definitiva es lo mismo. Ulises para mí era un tipo súper dotado. Los hombres inteligentes ven más lejos y por eso a veces él era un incomprendido".
Fallecido a los 71 años en 2008, Dumont fue una figura esencial de la escena argentina, ya que participó en más de 80 largometrajes, entre los que figuran "La parte del león", de Adolfo Aristarain, "Rosarigasinos", de Rodrigo Grande, y "Conversaciones con mamá", de Santiago Carlos Oves, además de poseer una prolífica carrera en teatro y televisión.
El film hace un emotivo retrato de Dumont que abarca desde una juventud agitada, hasta uno de sus últimos papeles en cine en "La Herencia" (2008), de Sergio Schmucler.
El documental lo muestra como un actor multifacético, dueño de un talento envidiable y de una técnica muy depurada, a pesar de aparentar lo contrario, por su personalidad avasallante y el hecho de ser un hombre impuntual y descuidado, volcado al alcohol, con un sentido del humor irónico y extraño.
Al hilo de esta particular personalidad, Calcagno relata en la película una curiosa anécdota, durante la cual Dumont, como era su costumbre, llegó 45 minutos tarde al ensayo de una obra de teatro. En lugar de pedir disculpas por la tardanza, el actor duplicó la apuesta y pidió ensayar sentado debido a que se sentía cansado, y fue así que, gracias a la casualidad o a la parodia armada por él para imponer sus propias ideas sobre la actuación, surgió una escena mucho mejor a la que estaba pautada, al punto tal que fue incorporada a la obra.
"Hay cosas que no se entienden, porque a pesar de su aparente descuido él parecía saber mucho más de lo que demostraba. Ulises era un tipo que entendía todo, como si fuera un gran filósofo, un existencialista profundo. La propuesta de él era ir siempre un poco más allá. Y le gustaba mucho complicar las cosas para poder desenredarlas luego y de ahí sacar la verdad", acaba recordando Calcagno, quién con este sentido homenaje hará que la figura de Ulises Dumont sea más grande aun si cabe.
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