Héctor Noguera estrena "Mr. Kaplan" en España: "Es un trabajo que me enorgullece mucho"

por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
Héctor Noguera
El reputado actor chileno Héctor Noguera (Santiago, 1937) se convierte en emigrante judío superviviente del Holocausto en "Mr. Kaplan", la película uruguaya de Alvaro Brechner que tras un primer retraso se estrena por fin en las salas españolas este día de Navidad. Seria candidata a  la nominación al Goya, esta comedia que le valió a Noguera el premio de interpretación en Biarritz (junto a su compañero de elenco Néstor Guzzini) y concursó en Huelva, ya tiene una candidatura al premio Forqué de los productores españoles. Dialogamos en exclusiva con el intérprete chileno, que aparte de ser considerado como uno de los grandes del teatro chileno, es conocido internacionalmente por sus papeles en "El Chacal de Nahueltoro", "La Frontera" y "Subterra".

- ¿Cómo es su señor Kaplan?
Bueno, mi personaje es el propio Mr. Kaplan, que es un emigrante que llegó desde pequeño a Montevideo y ahí ha formado familia hasta que ve llegar el final de sus días. Quiere hacer algo que deje alguna huella de todos estos años que ha vivido, y fundamentalmente por esa razón se lanza en una aventura junto con un socio que encuentra, que es un antiguo policía, al que convierte en su chofer, Wilson, y ambos se lanzan a la aventura, que es cazar a un supuesto nazi.

- Se dice que el cine en todo el mundo es cosa de jóvenes, con personajes jóvenes. No abundan los protagonistas ancianos, como su personaje...
Claro que en ese sentido "Mr. Kaplan" ha sido una gran oportunidad, imagínate. Es algo que para un actor de mi edad es un sueño, que un día estés en tu casa y recibas una llamada telefónica y te dice alguien: “soy director de cine, quiero hacer una película con usted, quiero que usted sea un protagonista”. Bueno, imagínate la sorpresa, el entusiasmo. Bueno, cuando me llamó el director, Alvaro (Brechner), fue muy medido. Se presento con mucha modestia, me envió su curriculum, me envió su película anterior, me envió el guión, para preguntarme si yo me interesaba, y las tres cosas realmente me encantaron. Muy rápidamente contesté que sí, que estaba muy dispuesto. Bueno, claro, después de ver sus antecedentes, tanto la película, como el curriculum, como el guión. El guión me entusiasmó mucho desde un primer momento.

- Es inevitable ver a esa pareja que usted forma con Guzzini como unos modernos Quijote y Sancho...

Yo creo que fundamentalmente la película es la relación entre los dos personajes. Es -efectivamente- una historia muy quijotesca, es muy parecida a la de Cervantes, y yo creo que podríamos hacer la misma relación con la novela, qué es lo más importante, si es la aventura o si es esa relación el Quijote y Sancho. Yo creo que es esa relación entre los personajes, y sobre todo, considero que lo decisivo es esa necesidad que tenemos, sobre todo cuando ya somos mayores, de hacer una revisión atrás en nuestras vidas y decir: “Bueno, ¿estamos dejando algo o no?”. Creo que son puntos muy importantes.

- ¿Cuál sería el peso del Judaísmo en la historia?
Creo que no es tan relevante. El es un emigrante, pudo haber sido un emigrante italiano, pudo haber sido un emigrante checoslovaco o cualquier cosa ¿verdad? Creo que no se trata del Judaísmo. En este caso es  un inmigrante judío y tiene, indudablemente, continuas referencias de lo que es la vida judía en Latinoamérica. Como son estas comunidades de inmigrantes, pero fundamentalmente es eso. No es una película sobre el judaísmo, ni mucho menos.

- ... ¿Pero sí toca el tema de los nazis ocultos y protegidos en el Cono Sur?
Indudablemente, si, tanto en Uruguay, Argentina y Chile, en los tres países fueron muy protegidos. Muchos nazis derrotados trataron de huir lo más lejos posible, y lo más lejos precisamente, lo eran estos países, y ahí por lo general encontraron mucha protección. Yo soy chileno y en el sur de Chile fueron muy protegidos, quizá no nazis tan connotados como Eichmann, pero sí habían tenido una participación en todo el genocidio judío. Pero yo creo que esta historia solamente puede ocurrir en Latinoamérica y por un emigrante que viva Latinoamérica. Yo no me imagino esa historia en Europa o en los Estados Unidos. Creo que en ese sentido es una película muy latinoamericana, porque solo puede ocurrir allí, que un emigrante, que en este caso es un emigrante judío, tenga esta ansia de dejar una huella en su vida y que este sea un motivo, y el motivo sea la cacería de un nazi. Solamente esto se puede provocar en Latinoamérica y en estos países: Uruguay, Chile o Argentina.

- ¿Ha podido acompañar a la película en su participación en festivales?

No, no. El de Huelva fue el primer festival en el que pude acudir con la película. Estuve muy feliz, feliz de estar allá, de estar apoyando a la película, puesto que para mí es un trabajo que me enorgullece mucho y me hace muy feliz y por lo tanto mostrar, estar mostrando lo que uno quiere, que está contento del resultado, que quiere que sea vista… Ese es realmente un privilegio para un actor y yo me siento en esa situación, estoy feliz indudablemente.

- ¿En "Mr. Kaplan" usted trabajó para el cine uruguayo. ¿Cree que es viable pensar en una mayor circulación de actores entre países vecinos?
Yo creo que está empezando a ser así. A mí ya me han llamado de Argentina, también la posibilidad de un casting, me han llamado de Brasil. Ojalá que comience a ocurrir esa circulación, ese circuito de actores, sería muy bueno, muy bueno para todos nosotros. Un trabajo mejor todavía, más gratificante. Es muy gratificante que te llamen de otro país.

- En Chile se están haciendo muchas películas y muy diferentes...
Sí, se están haciendo muchas películas en los últimos cinco años, seis años, ha habido un auge del cine. Está comenzando a salir, comenzando a haber una variedad de géneros. Yo creo que eso habla muy bien de una creación cinematográfica, un país que empieza a diversificar sus géneros representa un buen síntoma de que va a crecer el cine.

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