Daniel Guzmán dice que "A cambio de nada" ha llegado "más lejos que en mis mejores pensamientos"

por © Imanol Salaberría-NOTICINE.com
Daniel Guzman (FdM)
El actor, director y guionista español Daniel Guzmán, autor de "A cambio de nada", a punto de estrenarse esta semana tras triunfar en el Festival de Málaga, afirma que "ni en los mejores pensamientos me habría imaginado que llegaría hasta donde ha llegado, cada día me siento más feliz". Después de diez años intentando sacar adelante la película, su emoción es indescriptible; no sólo por los premios, siendo la ganadora de la Biznaga de Oro en Málaga, también por el recibimiento del público y de la crítica. Además del máximo premio del Festival, Guzmán fue galardonado con la Biznaga a la Mejor Dirección, el actor Antonio Bachiller premiado con la Biznaga al Mejor Actor de Reparto, y la cinta recibió el Premio Especial del Jurado.

Esta película, en parte autobiográfica, "intenta expresar lo importante que es la unión o la desestructuración de una familia para la vida de un niño". Cómo se es capaz de actuar de determinada manera, dependiendo de las circunstancias de cada uno, y "a través de la amistad y el humor, busca transmitir que un niño es capaz de hacer una serie de cosas, que podrían no ser correctas, pero son parte de la vida y su situación".

Guzmán es autor del guión, desde sus experiencias personales, para poder acercarse al público, y haberlo escrito le ha resultado revelador en varios aspectos de su vida, ya que en ese proceso, que duró cinco años, tuvo que hacer un trabajo de introspección muy importante, de cara a él mismo, y a su familia. De ahí nació la decisión de dedicar la cinta a sus padres, y así, de alguna forma, perdonarles, y perdonarse a sí mismo: "He sido muy inquieto y muy curioso, y he dado muchos disgustos, y eso a ellos les ha hecho sufrir mucho, pero yo quería dedicárselo a mis padres, porque en esas respuestas que he ido encontrando, en esas etapas que he ido cerrando, fui consciente de que si no fuera por ellos, primero, no estaría aquí, y segundo, no habría hecho esta película, y he entendido a mis padres haciéndola, así que ahí hay mucho más que una dedicatoria".

El cineasta afirma que su cinta es un buen ejemplo de lo difícil que es hacer cine en España, que además de un proceso largo y duro de escritura del guión, donde tuvo que abrirse psicológicamente, y también tapar una gran cantidad de aspectos de su vida, no tuvo el apoyo económico necesario para lanzar la producción desde un principio, carecía de una televisión que le financiara, tampoco el incentivo del Ministerio de Cultura, y afirma que el interés del sector privado es escaso ya que no suele compensar invertir en cine, además, el contexto social y económico español debido a la imponente crisis, durante los diez años en los que intentó sacar el proceso adelante, para él fue "El peor. La crisis más brutal que he vivido nunca".

El proyecto costó casi 2,8 millones de euros, y para financiarlo afirma que tuvieron que reinventarse, creando una agrupación de interés económico, donde tres de los inversores colocaron una gran suma de dinero, incluso uno de los socios invirtió su patrimonio con unas posibilidades de recuperarlo, en un principio, muy escasas. Por otro lado, durante dos años y medio, casi tres años, le resultó más difícil en especial levantar el proyecto, debido a que los rodajes tenían que ser en verano, y durante esos años, cada verano tuvo que posponerlo al siguiente. De todas formas, se siente muy agradecido, ya que una vez hecha, la cinta ha entrado en Canal +, Televisión Española, Telefónica Estudios, Canal Sur, y ahora Warner. "Estoy muy agradecido porque hayan creído en la película y hayan participado, que haya entrado Warner para mi es algo que me parecía impensable con este tipo de película", sentencia.

En cuanto a los actores, Guzmán, apostó por el actor principal Miguel Hernán desde un principio, a pesar de que intentaron convencerlo de no ser la mejor opción, decidió seguir adelante con su decisión, que resultó ser la correcta. Para ambos, a pesar de venir de lugares muy distintos, el cine ha supuesto un salvavidas, una vía de escape de "la calle". "Lo que le ha pasado a Miguel, es lo mismo que a mi, el cine nos ha dado una oportunidad, y por eso es tan mágico, y puede que por eso cuando le vi y le miré a los ojos, vi esa nobleza y quizá ese toque de sufrimiento en su mirada, que supe que podría transmitir", contó el director. Antonio Bachiller por otro lado, llegó a la película después de "clavar" todas las pruebas, al contrario que Miguel, que ni a los productores ni a la directora de casting les convenció, pero el director decidió trabajar duro con él y con todos, y se muestra muy orgulloso del resultado.

En la cinta, uno de los papeles más entrañables y carismáticos es el interpretado por la propia abuela del director, Antonia Guzmán. Con ella quiso mostrar una relación intergeneracional entre el niño y la anciana, esa figura de los abuelos que considera "muy rica e indispensable en nuestra sociedad". En su deseo de no hablar sólo de la adolescencia, e integrar distintas generaciones, consideró que no había nadie mejor que su abuela para "transmitir la verdad, la autenticidad, la emocionalidad y sentido del humor que quería mostrar y que ella transmite", y afirma que desde el primer instante en el que comenzó a escribir el guión, supo que ella estaría en la película. En definitiva, resultó ser una experiencia muy emocionante, y lo considera un homenaje también para su abuela. Por otro lado, Guzmán también afirma que le apasiona dirigir, y en especial dirigir a los actores, con los que durante cuatro meses de ensayos, trabajó hasta lograr la interpretación que él deseaba.

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