Crítica: "Sweet Home", terror inmobiliario

por © NOTICINE.com
Víctimas de la especulación criminal


Por Eduardo Larrocha

Cuando escuchamos la palabra hogar evocamos la sensación de refugio amable. Aquello de "Hogar, dulce hogar …" al que el título en inglés, "Sweet Home" (2015), hace referencia. En el desarrollo de la película veremos que es sólo un sarcasmo. Si pasamos el término del dulce al amargo o al violento la sensación que nos invade es el horror. Con esta idea de hacer de lo doméstico y cotidiano el sustento del miedo, Rafa Martínez construyó junto a Teresa Rosendo y Ángel Agudo el guión de esta coproducción hispano polaca que pretende aprovechar el tirón de "[REC]" para  hacer un comercial algo manido en las estrategias de asustar al espectador. Al menos no hay monstruos ni fantasmas aterradores, como ocurre en las distintas entregas de la saga citada. Los malvados en "Sweet Home" aparecen a cara descubierta o encapuchados, pero son de carne y hueso.

El primer  largometraje que estrena Rafa Martínez  - tiene alguno anterior sin exhibirse- se instala en los interiores de un edificio dejado de la mano del dios inmobiliario para pasar una noche de lluvia y espanto. El acoso a base de terror es parte de la estrategia de los dueños de los apartamentos para quitarse de en medio a sus inquilinos y especular con el edificio. Lo ya sabido en este mundo nuestro de valores distorsionados. Recordemos la estafa de la burbuja en "Cinco Metros Cuadrados". Hasta ahí la película resulta original en sus planteamientos, aparece como una historia de denuncia de la injusticia y  abusos domésticos. Cuando se rompe el hechizo de lo social, se convierte en una de miedo al uso  con una violencia explícita, repetitiva y facilona. Más que de sobra sus ochenta minutos de metraje.

No ponemos pegas al trabajo de dirección de los actores. A Ingrid García-Jonsson la conocimos  en "Hermosa Juventud" de Jaime Rosales. Las dotes emocionales de esta actriz hispano sueca se reafirman en "Sweet Home" a las órdenes de Rafa Martínez. Ella es Alicia, agente social del municipio encargada de conocer la situación  real de inquilinos en estado precario. No se le ocurre mejor idea que celebrar el cumpleaños de su novio Simón, Bruno Sevilla -actor también de doble nacionalidad - en un inmueble ruinoso. Una llave olvidada es su reclamo. Nada que ver con el apartamento picadero multiusos de Billy Wilder que Jack Lemmon debía prestar a sus jefes a cambio de favores laborales.

Sólo para degustadores del susto fácil llega ahora a los cines "Sweet Home" película aún sin recorrido comercial. Por algo será que no han esperado al otoño para estrenar en las pantallas del Festival de Sitges, como sus predecesoras de la saga "[REC]".

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