Damián Alcázar no acepta papeles en Hollywood que denigren a los mexicanos
- por © Sandra Tapia-NOTICINE.com
El actor mexicano Damián Alcázar ha logrado una trayectoria exitosa en el mundo del cine de su país, pero también a nivel internacional, y sus casi casi 30 años en el mundo de la actuación, tanto en obras teatrales como en películas lo avalan. Pero en esta etapa de su vida, en el momento de regresar a los escenarios con "El Profesor (Yepeto)", todavía se mantiene constante en su decisión de que Hollywood no entra en sus planes prioritarios, porque prefiere darle presencia al cine mexicano antes que aceptar personajes inferiores ante los gringos.
A lo largo de su carrera como actor, Damián se ha enfocado en ser selectivo a la hora de elegir los papeles que le ofrecen y dice que no irá a otro país a denigrar su cultura. "Si me invitan hacer alguna cosa interesante en Estados Unidos o en España, o dónde sea, voy y lo hago por supuesto; pero normalmente a lo que me invitan es en donde los mexicanos y los latinos son los narcos y los maldosos y donde los gringos son los héroes; entonces prefiero decir gracias, que lo haga otro, que se chupe el dedo otro", dijo contundente en declaraciones a Excelsior.
Alcázar también enfatizó en que hay excelentes historias por realizar, y si en ese sentido se coopera para que el cine mexicano tenga más presencia a nivel internacional, y más incidencia en el público mexicano, pues él sería parte de ellas. "Yo puedo decir que regresamos al público mexicano a ver cine mexicano, porque hace 16 años no querían ver cine mexicano. Claro que ahora tenemos el problema, ya conocido, gravísimo; que si los dueños de los cines no quieren, no pasan la película y se acabó, o la quitan rapidísimo. Es desleal el asunto ¿no? Y por otro lado, prácticamente del cien por ciento de las películas que van a festivales internacionales, por lo menos el 80% de ellas se traen premios. O sea, que tenemos grandes cineastas y me refiero a todos, actores compañeros míos, son excelentes directores, fotógrafos y para muestra los cinco botones que estuvieron en los Oscars", agregó
Con respecto a los cineastas mexicanos que han recibido apoyo en el extranjero, como Del Toro, Cuarón o Iñárritu, Alcázar dijo que ellos tuvieron que ir allá y trabajar duro para que se les reconozca en esa industria. Además expresó: "Es una pena que la industria mexicana esté siempre quebradiza, porque no tiene el respaldo de los exhibidores, si tuviéramos como antes nuestros cines, que ahora son de unas familias que se hicieron multimillonarios gracias al TLC y al Neoliberalismo, pero perdió el cine mexicano".
El actor refirió que de ser él responsable de dar las concesiones de las películas en los cines de México, de 8 cines, uno sería para las películas netamente mexicanas y otro para las películas de calidad de todo el mundo y los demás, para lo que quieran presentar. "Porque ahora a los dueños de los cines lo que les importa es el negocio y lo tienen muy claro con los gringos. Porque nos traen 8 películas buenas y 80 pésimas, pero es negocio", puntualizó.
Damián Alcázar tiene una larga trayectoria y ha aparecido en seis películas extranjeras y en casi una treintena de películas nacionales. Fue premiado con el Ariel al Mejor Actor en 1999 y en el 2000, por las cintas "Bajo California: El límite del tiempo", de Carlos Bolado, y en "La ley de Herodes", de Luis Estrada. Ganó también el premio al mejor actor en el Festival de Valladolid (España), por esta última. Además, recibió el Ariel al Mejor Actor de Reparto por "El anzuelo", de Ernesto Rimoch; por "Lolo", de Francisco Athié, y por el éxito de Carlos Carrera, "El crimen del padre Amaro".
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A lo largo de su carrera como actor, Damián se ha enfocado en ser selectivo a la hora de elegir los papeles que le ofrecen y dice que no irá a otro país a denigrar su cultura. "Si me invitan hacer alguna cosa interesante en Estados Unidos o en España, o dónde sea, voy y lo hago por supuesto; pero normalmente a lo que me invitan es en donde los mexicanos y los latinos son los narcos y los maldosos y donde los gringos son los héroes; entonces prefiero decir gracias, que lo haga otro, que se chupe el dedo otro", dijo contundente en declaraciones a Excelsior.
Alcázar también enfatizó en que hay excelentes historias por realizar, y si en ese sentido se coopera para que el cine mexicano tenga más presencia a nivel internacional, y más incidencia en el público mexicano, pues él sería parte de ellas. "Yo puedo decir que regresamos al público mexicano a ver cine mexicano, porque hace 16 años no querían ver cine mexicano. Claro que ahora tenemos el problema, ya conocido, gravísimo; que si los dueños de los cines no quieren, no pasan la película y se acabó, o la quitan rapidísimo. Es desleal el asunto ¿no? Y por otro lado, prácticamente del cien por ciento de las películas que van a festivales internacionales, por lo menos el 80% de ellas se traen premios. O sea, que tenemos grandes cineastas y me refiero a todos, actores compañeros míos, son excelentes directores, fotógrafos y para muestra los cinco botones que estuvieron en los Oscars", agregó
Con respecto a los cineastas mexicanos que han recibido apoyo en el extranjero, como Del Toro, Cuarón o Iñárritu, Alcázar dijo que ellos tuvieron que ir allá y trabajar duro para que se les reconozca en esa industria. Además expresó: "Es una pena que la industria mexicana esté siempre quebradiza, porque no tiene el respaldo de los exhibidores, si tuviéramos como antes nuestros cines, que ahora son de unas familias que se hicieron multimillonarios gracias al TLC y al Neoliberalismo, pero perdió el cine mexicano".
El actor refirió que de ser él responsable de dar las concesiones de las películas en los cines de México, de 8 cines, uno sería para las películas netamente mexicanas y otro para las películas de calidad de todo el mundo y los demás, para lo que quieran presentar. "Porque ahora a los dueños de los cines lo que les importa es el negocio y lo tienen muy claro con los gringos. Porque nos traen 8 películas buenas y 80 pésimas, pero es negocio", puntualizó.
Damián Alcázar tiene una larga trayectoria y ha aparecido en seis películas extranjeras y en casi una treintena de películas nacionales. Fue premiado con el Ariel al Mejor Actor en 1999 y en el 2000, por las cintas "Bajo California: El límite del tiempo", de Carlos Bolado, y en "La ley de Herodes", de Luis Estrada. Ganó también el premio al mejor actor en el Festival de Valladolid (España), por esta última. Además, recibió el Ariel al Mejor Actor de Reparto por "El anzuelo", de Ernesto Rimoch; por "Lolo", de Francisco Athié, y por el éxito de Carlos Carrera, "El crimen del padre Amaro".
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