Fernando Pérez reivindica el derecho a pensar y actuar libremente en "Ultimos días en La Habana"
- por © Corresponsal (Cuba)-NOTICINE.com
El más reconocido de los cineastas cubanos contemporáneos, Fernando Pérez, esta filmando en su ciudad "Ultimos días en La Habana", cuando aún está reciente el estreno de su anterior trabajo, "La pared de las palabras", donde recuperó a dos de sus actores fetiches, Jorge Perugorría e Isabel Santos. Ahora, son Jorge Martínez y Patricio Wood los protagonistas de una comedia dramática sobre dos hombres que conviven en un pequeño apartamento en el Barrio de los Sitios, en Centro Habana. Se trata de una coproducción hispano-cubana, en la que participa el ICAIC, y que terminará de filmarse el próximo julio.
La historia se desarrolla en el corazón de la Habana de hoy. Miguel (45 años) sueña con huir a New York. Mientras espera una visa que nunca llega, trabaja como lavaplatos en un restaurante particular. Diego (45 años), postrado e inmóvil en su cama por el sida, libera toda su energía desde el estrecho camastro del cuarto más pequeño del solar, y sólo sueña con seguir viviendo. Diego y Miguel viven juntos como si fueran la noche y el día. Miguel se refugia en sí mismo, Diego se abre a los demás. Diego es gay, positivo, luminoso; Miguel es....... ¿qué? Una galería de sugestivos personajes rodea a la pareja de amigos, pero solo Diego conoce el enigma de Miguel. Cuando al fin llega una sorprendente visa, el destino coloca a los protagonistas y a sus amigos ante una inusitada decisión.
"Trata de ser -ha dicho el autor de "Suite Habana" y "La vida es silbar"- un film sobre la amistad, sobre el derecho de cada individuo a expresarse a su manera: un film sobre la diversidad. No trataremos de hacer una película demasiado conceptual, sino una película que sea un pedazo de vida. Hay una guaracha cubana que termina con el contagioso estribillo: 'Pa´que haya mundo y humanidá, tiene que haber de tó...'. La película aspira a expresarse con el ritmo contagioso de esa guaracha. Es por eso que la defino como un drama, pero un drama alegre, porque sus personajes "sobreviven" sin perder nunca la avidez de vivir".
Parece que Fernando Pérez ha decidido espaciar menos sus películas, y esta es la segunda que rueda en años consecutivos. Esta historia la coescribió con el joven Abel Rodríguez, quien en su faceta de actor es conocido también por sus trabajos fuera de Cuba, como galán, en Colombia, y tuvo como primer título tentativo "Chupa pirulí". Con este guión concursaron en el XXXV Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
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La historia se desarrolla en el corazón de la Habana de hoy. Miguel (45 años) sueña con huir a New York. Mientras espera una visa que nunca llega, trabaja como lavaplatos en un restaurante particular. Diego (45 años), postrado e inmóvil en su cama por el sida, libera toda su energía desde el estrecho camastro del cuarto más pequeño del solar, y sólo sueña con seguir viviendo. Diego y Miguel viven juntos como si fueran la noche y el día. Miguel se refugia en sí mismo, Diego se abre a los demás. Diego es gay, positivo, luminoso; Miguel es....... ¿qué? Una galería de sugestivos personajes rodea a la pareja de amigos, pero solo Diego conoce el enigma de Miguel. Cuando al fin llega una sorprendente visa, el destino coloca a los protagonistas y a sus amigos ante una inusitada decisión.
"Trata de ser -ha dicho el autor de "Suite Habana" y "La vida es silbar"- un film sobre la amistad, sobre el derecho de cada individuo a expresarse a su manera: un film sobre la diversidad. No trataremos de hacer una película demasiado conceptual, sino una película que sea un pedazo de vida. Hay una guaracha cubana que termina con el contagioso estribillo: 'Pa´que haya mundo y humanidá, tiene que haber de tó...'. La película aspira a expresarse con el ritmo contagioso de esa guaracha. Es por eso que la defino como un drama, pero un drama alegre, porque sus personajes "sobreviven" sin perder nunca la avidez de vivir".
Parece que Fernando Pérez ha decidido espaciar menos sus películas, y esta es la segunda que rueda en años consecutivos. Esta historia la coescribió con el joven Abel Rodríguez, quien en su faceta de actor es conocido también por sus trabajos fuera de Cuba, como galán, en Colombia, y tuvo como primer título tentativo "Chupa pirulí". Con este guión concursaron en el XXXV Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
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