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A diez días de su estreno en salas comerciales, el cineasta argentino Pablo Trapero, acompañado por sus actores, presentó en rueda de prensa su última película, "El clan", un thriller basado en hechos reales que el autor de "Leonera" llevará justo tras su lanzamiento en cines locales a competir el próximo mes de septiembre por el León de Oro en la Mostra de Venecia. La primera idea era tenerla terminada para Cannes, pero la posproducción se retrasó. "Tengo una relación personal con Venecia. Mi primera película ganó allí dos premios. Lo que más me alegra es que un film argentino vuelve a participar en la competencia después de varios años de ausencia. Por lo demás y más allá de los premios, lo que más deseo es que a la película le vaya bien para que tenga una vida larga", dijo.

Acompañado por Guillermo Francella y Peter Lanzani, sus protagonistas -que interpretan a Arquímedes y Alejandro Puccio respectivamente- el director de "Mundo Grúa, "Leonera", "Carancho" y "Elefante Blanco" dio detalles sobre la historia tomada de la crónica policial que conmovió a la sociedad argentina a mediados de los años 80. En ella relata los crímenes cometidos por Arquímedes Puccio y su familia, integrantes de una banda dedicada al secuestro extorsivo y  los posteriores asesinatos de sus víctimas luego de cobrados los rescates.

Trapero realizó una exhaustiva investigación sobre los hechos en base a los expedientes judiciales y a la colaboración de familiares de las víctimas y conocidos de la familia Puccio. "Fue una investigación bastante larga y a la antigua. De esa época no hay material digitalizado así que entrevistamos a mucha gente y nos centramos en los años del 82 al 85. Antes de esas fechas hay otros crímenes que se les atribuyen pero quedaron fuera de la causa judicial y de la película"- dijo el director.  

Agregó también que la idea de llevar al cine la truculenta historia surgió mientras filmaba "Leonera" (2008) pero que el proyecto se anunció después del estreno de "Elefante Blanco".

Contó que la intimidad de la familia fue el punto que más se prestó a la interpretación del director y guionista ya que no dispuso de relatos en primera persona. Tuvo que recurrir a los comentarios de gente cercana y a fotografías para reconstruir las relaciones familiares: "La película en cierto punto se centra en que las primeras víctimas de Arquímedes Puccio son los miembros de su propia familia. Lo extraño del caso es que todos están involucrados por silencio o participación y es muy difícil que todo esto haya ocurrido sin la complicidad de la madre".

Guillermo Francella, que interpreta por primera vez un malvado en el  cine, contó que le impactó la propuesta de Trapero porque siendo vecino de la misma localidad que los Puccio vivió muy de cerca los acontecimientos cuando estos tuvieron lugar. "Dar vida a este tipo de individuos requiere explorar cosas nuevas desde lo interpretativo. Dado que no hay registro filmográfico de la persona real, me apoyé en la guía del director y en todo el material que Pablo recopiló para construir el personaje". Y añadió: "Estoy muy orgulloso de no reconocer en el personaje ninguno de mis recursos habituales. Aquí fui despojado de todo lo mío para hacer algo completamente nuevo".

Peter Lanzani por su parte, que debuta en el cine con este largometraje, manifestó que fue un honor trabajar con Trapero y Francella. "Aprendí más que en el resto de mi vida. Aprendí de dos grandes." El astro juvenil televisivo dijo también que charló sobre su personaje con amigos de Alejandro Puccio y contó como anécdota personal que su padre le conoció y jugó al rugby contra él.

Acerca de sus proyectos futuros el realizador manifestó que tiene en mente llevar a la pantalla otros casos policiales resonantes, Guillermo Francella se propone dirigir en un futuro no muy lejano y Lanzani expresó que está en la búsqueda de nuevos personajes, no porque reniegue de lo hecho hasta ahora sino  porque busca nuevos desafíos y metas para su carrera.

La filmación fue un trabajo intenso que duró más de ocho semanas y buena parte de ella se realizó durante la noche. El montaje se prolongó varios meses. Esto provocó que la película no pudiera presentarse en el Festival de Cannes.

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