Crítica: "Mi amiga del parque", maternidad responsable

por © NOTICINE.com
''Mi amiga del parque''


Por Edurne Sarriegui

La realizadora argentina Ana Katz estrenará esta semana en su país el film “Mi amiga del parque”. Se trata de una coproducción argentino-uruguaya, que escribió junto a Inés Bortagaray y de la cual también es coprotagonista, difícil de encuadrar en un género.  Subtitulada como “una comedia preocupante” y definida por su autora como una obra con “suspenso doméstico”, transita los vaivenes emocionales de una madre primeriza atrapada entre la felicidad que le proporciona la maternidad y la angustia de no alcanzar los estándares de idoneidad impuestos por la sociedad y por ella misma.

Liz (Julieta Zilberberg) es la madre reciente de Nicanor. Vive en Buenos Aires  y está temporalmente sola porque su marido, Gustavo (Daniel Hendler), se encuentra en Chile filmando un documental sobre un volcán. No es casual su ocupación. A muchos kilómetros, en su casa, el volcán de las emociones de su mujer amenaza con hacer erupción mientras él, durante las conversaciones que tienen por internet, no llega a darse cuenta del alcance de lo que le sucede a ella.

Liz acude todos los días a un parque cercano a su casa donde se reúne con otras madres que pasean con sus hijos. Allí conocerá a Rosa (Ana Katz) y a su hermana Renata (Maricel Álvarez). Las hermanas “R”, como las denominan las demás madres, no responden a los cánones de comportamiento del resto de concurrentes a ese parque donde cada una muestra su manera particular de entender la maternidad. En ese universo de individualidades también hay lugar para un padre dedicado a la crianza.

Entre ellas se establece un vínculo desparejo que oscila entre la amistad y la desconfianza, la responsabilidad de Liz y las actitudes más insensatas de la desprejuiciada Rosa que parece llevar la voz cantante en esta situación.

La autora pone en evidencia los miedos de esta madre en permanente zozobra porque no puede amamantar a su hijo, o porque lo deja al cuidado de otras personas, o porque quiere empezar a trabajar, o porque se siente sola…. Siempre tiene un motivo de inquietud y temor por no llegar a ser la madre perfecta que se espera que sea.
Irreverente, por momentos, trágica, a veces divertida, en ocasiones intrigante,

“Mi amiga del parque” muestra a las mujeres vistas por las mujeres. Lanza una mirada realista que desmitifica la experiencia de la maternidad. Presenta mujeres reales, tal vez un poco extremas, pero que contrastan con la estampa de felicidad permanente y desbordante con que se representa el vínculo madre-hijo muy a menudo. Muestra que se hace camino al andar y que hay tantas maneras de ser madre como madres. Un acierto de Ana Katz que lanza una mirada no exenta de ternura sobre estas madres al borde de un ataque de nervios.

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