Recta final para "El último traje", segunda realización del guionista argentino Pablo Solarz
- por © Redacción-NOTICINE.com
Pablo Solarz ha sido sobre todo reconocido por su faceta como guionista, en la que ha brillado como autor o coautor de algunos de los mayores éxitos recientes del cine argentino, entre ellos "Me casé con un boludo", "Sin hijos", "Un novio para mi mujer" o "Historias mínimas". Ahora, filma en Canarias las últimas secuencias de "El último traje", en la que se aleja del género que le demandan los productores, la comedia romántica, para narrar un drama relacionado con el Holocausto.
Descendiente de una familia judía, Solarz ha contado para esta su segunda película como director, seis años después de su opera prima, "Juntos para siempre", con tres actores populares en los dos países coproductores, Argentina y España, Los argentinos Miguel Ángel Solá y Natalia Verbeke han residido y trabajado buena parte de su vida al otro lado del océano, y la española Angela Molina tiene una carrera internacional que la ha hecho actuar a las órdenes de Buñuel, Almodóvar o Ridley Scott.
"Crecí sintiendo que mi vida estaba de alguna manera marcada por lo que había pasado en Polonia en la II Guerra Mundial. Un día, mientras desayunaba en una confitería, escuché a un hombre de setenta años contarle a otro la historia de su padre, que se había ido, contra viento y marea, en los noventa a Hungría. El objetivo de ese anciano, que su hijo describió como muy débil y enfermo, era encontrar a un amigo católico que lo escondió en su casa y lo salvó de los nazis".
"El último traje" narra la historia de Abraham Bursztein, un anciano sastre judío (Miguel Angel Solá), huye de Buenos Aires rumbo a Polonia, donde se propone encontrar a un amigo que lo salvó de una muerte segura en el final de la II Guerra Mundial. Contra todo pronóstico, y después de más de siete décadas sin tener ningún contacto con él, Abraham intentará encontrar a su viejo amigo y cumplir su promesa de volver un día y contarle la vida que vivió gracias a él.
La película llegará al final de su rodaje a principios de la próxima semana en Las Palmas de Gran Canaria, tras pasar por Buenos Aires, Madrid, París y Lodz (Polonia). En la capital canaria han filmado en el clásico hotel Madrid, que conserva gran parte de la decoración de la primera mitad del pasado siglo. En la ficción, será una pensión del centro de Madrid en la que se hospeda Abraham y en el que conoce al personaje de Angela Molina.
El establecimiento hotelero, reservado por semana y media en exclusiva para la producción, tiene una larga relación con el cine, ya que se convirtió en oficina de contratación de extras para cintas internacionales rodadas en Las Palmas y alrededores hace más de medio siglo, como la "Moby Dick" de John Huston. Mucho más recientemente, el Madrid ha sido escenario de películas españolas y extranjeras, como "Palmeras en la nieve", "Wild Oats" y "Allied".
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Descendiente de una familia judía, Solarz ha contado para esta su segunda película como director, seis años después de su opera prima, "Juntos para siempre", con tres actores populares en los dos países coproductores, Argentina y España, Los argentinos Miguel Ángel Solá y Natalia Verbeke han residido y trabajado buena parte de su vida al otro lado del océano, y la española Angela Molina tiene una carrera internacional que la ha hecho actuar a las órdenes de Buñuel, Almodóvar o Ridley Scott.
"Crecí sintiendo que mi vida estaba de alguna manera marcada por lo que había pasado en Polonia en la II Guerra Mundial. Un día, mientras desayunaba en una confitería, escuché a un hombre de setenta años contarle a otro la historia de su padre, que se había ido, contra viento y marea, en los noventa a Hungría. El objetivo de ese anciano, que su hijo describió como muy débil y enfermo, era encontrar a un amigo católico que lo escondió en su casa y lo salvó de los nazis".
"El último traje" narra la historia de Abraham Bursztein, un anciano sastre judío (Miguel Angel Solá), huye de Buenos Aires rumbo a Polonia, donde se propone encontrar a un amigo que lo salvó de una muerte segura en el final de la II Guerra Mundial. Contra todo pronóstico, y después de más de siete décadas sin tener ningún contacto con él, Abraham intentará encontrar a su viejo amigo y cumplir su promesa de volver un día y contarle la vida que vivió gracias a él.
La película llegará al final de su rodaje a principios de la próxima semana en Las Palmas de Gran Canaria, tras pasar por Buenos Aires, Madrid, París y Lodz (Polonia). En la capital canaria han filmado en el clásico hotel Madrid, que conserva gran parte de la decoración de la primera mitad del pasado siglo. En la ficción, será una pensión del centro de Madrid en la que se hospeda Abraham y en el que conoce al personaje de Angela Molina.
El establecimiento hotelero, reservado por semana y media en exclusiva para la producción, tiene una larga relación con el cine, ya que se convirtió en oficina de contratación de extras para cintas internacionales rodadas en Las Palmas y alrededores hace más de medio siglo, como la "Moby Dick" de John Huston. Mucho más recientemente, el Madrid ha sido escenario de películas españolas y extranjeras, como "Palmeras en la nieve", "Wild Oats" y "Allied".
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