"The love witch" hechiza Sitges con su pócima de amor y feminismo
- por © Nilton Torres (Sitges)-NOTICINE.com
Vestuario, música y decorados que invocan a la década de los sesenta y filmada en Technicolor. Así es "The love witch", la película presentada este sábado en Sitges por su directora, Anna Biller, quien filmó en 35 mm no sólo para recrear un cine de textura de elegante satén y viaje lisérgico, sino para reivindicar con estos elementos a la mujer y el poder que ejerce sobre el mundo, y que mejor que usar a una elegante y seductora bruja para ello.
La directora dice que su película es un cuento de hadas, pero en un entorno de realismo psicológico, además de lanzar no solo un mensaje feminista en la historia sino que en sí misma la película es feminista, pero no militante.
"El cine está hecho desde una mirada masculina y creo que no debe ser así. Se puede crear un placer visual para las mujeres. Se ve el feminismo como algo serio y que no da cabida al placer, y si utilizas el placer ya no es serio. Yo quería reclamar ese placer para mí mismo y para mi película que sobre todo trata sobre la búsqueda del amor".
Elaine (Samantha Robinson), es una bruja a la que le han roto el corazón. Ella está en busca del hombre que por fin se le revele como el amor de su vida y para conseguirlo no escatima esfuerzos en probar uno tras otro pretendiente, aunque estos se queden muertos y enterrados por el camino.
A primera vista la película resulta un ejercicio de ironía, sobre todo porque que la estética del filme, atemporal y como si hubiese brotado de un viaje de LSD, marca un tono con toque de humor, pero la directora advierte que su trabajo es sincero antes que irónico.
Anna Biller asegura que hay muchas influencias en "The love witch", pero quizá la que más resalta es la de "Vértigo" y Alfred Hitchcock, a quien considera un director nada misógino como muchos señalan.
"Hitchcock no solo era un gran contador de historias. Él entendía mucho la psicología femenina. No veo misoginia en sus películas. Muestra personajes femeninos muy complejos de la manera que no lo hacían otros cineastas", asegura la realizadora.
Sobre la estética sesentera a la que apela la película, de esta dice que todo se lo debe a la iluminación, que es lo más retro del film.
Finalmente, Anna Biller se refirió al hecho de ser cineasta y mujer, y aseguró que lo más difícil de ello es conectar con los programadores y el público para que entiendan, en algunos casos, qué es lo que quiere contar en sus películas, ya que para ella sería muy fácil hacer un cine "más masculino", ya que conoce todas las técnicas para hacerlo.
"Tal vez lo más difícil de ser mujer y cineasta, es que te tomen en serio cuando no sigues los paradigmas de la industria", indicó.
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La directora dice que su película es un cuento de hadas, pero en un entorno de realismo psicológico, además de lanzar no solo un mensaje feminista en la historia sino que en sí misma la película es feminista, pero no militante.
"El cine está hecho desde una mirada masculina y creo que no debe ser así. Se puede crear un placer visual para las mujeres. Se ve el feminismo como algo serio y que no da cabida al placer, y si utilizas el placer ya no es serio. Yo quería reclamar ese placer para mí mismo y para mi película que sobre todo trata sobre la búsqueda del amor".
Elaine (Samantha Robinson), es una bruja a la que le han roto el corazón. Ella está en busca del hombre que por fin se le revele como el amor de su vida y para conseguirlo no escatima esfuerzos en probar uno tras otro pretendiente, aunque estos se queden muertos y enterrados por el camino.
A primera vista la película resulta un ejercicio de ironía, sobre todo porque que la estética del filme, atemporal y como si hubiese brotado de un viaje de LSD, marca un tono con toque de humor, pero la directora advierte que su trabajo es sincero antes que irónico.
Anna Biller asegura que hay muchas influencias en "The love witch", pero quizá la que más resalta es la de "Vértigo" y Alfred Hitchcock, a quien considera un director nada misógino como muchos señalan.
"Hitchcock no solo era un gran contador de historias. Él entendía mucho la psicología femenina. No veo misoginia en sus películas. Muestra personajes femeninos muy complejos de la manera que no lo hacían otros cineastas", asegura la realizadora.
Sobre la estética sesentera a la que apela la película, de esta dice que todo se lo debe a la iluminación, que es lo más retro del film.
Finalmente, Anna Biller se refirió al hecho de ser cineasta y mujer, y aseguró que lo más difícil de ello es conectar con los programadores y el público para que entiendan, en algunos casos, qué es lo que quiere contar en sus películas, ya que para ella sería muy fácil hacer un cine "más masculino", ya que conoce todas las técnicas para hacerlo.
"Tal vez lo más difícil de ser mujer y cineasta, es que te tomen en serio cuando no sigues los paradigmas de la industria", indicó.
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