Rinden homenajes a Leonardo Favio en vísperas del aniversario de su fallecimiento
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
El cantante y cineasta Leonardo Favio sigue siendo recordado en la Argentina, donde supo dejar su sello propio en el séptimo arte nacional y generó un fenómeno de culto en torno a sus películas. Este jueves se estrena en salas el documental que le ha dedicado Alejandro Venturini, y en el Festival Tres Fronteras se acaba de de realizar un homenaje que aparte de incluir el mismo film ha proyectado otros trabajos suyos y a él dedicados.
Reflexivo y verborrágico, decía que no le gustaba mirar sus trabajos una vez estrenados. "Uno tiene que hacer las cosas y dejarlas volar. No hay que quedarse pegado. Eso te empequeñece. Siento envidia por los realizadores que tienen en su casa los afiches de sus películas. Pero, para mí, guardarlas sería como quedar prisionero de algo...", dijo una vez.
Favio nació el 28 de mayo de 1938, en Luján de Cuyo, Mendoza, y recibió el nombre de Fuad Jorge Jury, que luego cambió para dedicarse al arte. Sus primeros pasos los dio en el radioteatro, como joven actor. Desde el momento en que comenzó a formarse en este rubro supo que seguiría por ese camino y comenzó a buscar la manera de destacarse en varias artes.
Fue cantante y compositor, uno de los grandes precursores de la balada romántica argentina que hacía furor en las décadas del 60 y 70. Grandes hits como "Fuiste mía un verano" y "Ella ya me olvidó", nacieron con su voz. A lo largo de su vida, lanzó 25 discos. El último, en 2011, una colección de sus máximos hits.
Sin embargo, desde el comienzo y a pesar de su éxito como músico, quiso seguir investigando otras aristas del mundo artístico y comenzó a escribir guiones. Así fue como llegó a convertirse en uno de los directores de cine de culto del país. Su primera producción cinematográfica fue el cortometraje "El amigo", estrenado en 1960.
Sus creaciones más destacadas fueron "Crónica de un niño solo" y "Éste es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más...", consideradas como las mejores de la historia del cine nacional, según la crítica, "Gatica, el mono", "Juan Moreira", "Soñar, soñar", "El dependiente", "Aniceto; Nazareno Cruz y el lobo", "Perón, sinfonía de un sentimiento", con una duración de 6 horas. Obtuvo los Premios Goya y el de la Asociación de Críticos Cinematográficos, entre otras distinciones.
El homenaje en el Festival Tres Fronteras comenzó con la proyección de una entrevista que el director Eduardo Pinto (Caño Dorado) realizó con Leonardo Favio durante el rodaje de Aniceto en 2007. En la misma el director de "Gatica, el mono" y "Nazareno Cruz y el lobo" aborda temas como sus inicios en el cine, sus motivaciones y la importancia que la actriz María Vaner tuvo en la decisión de convertirse en director. El material de dos horas, que en un principio daría origen a un documental sobre su vida, se encontraba perdido y en pésimas condiciones de mantenimiento, fue comprimido a 15 minutos, y pese a las deficiencias técnicas (sobre todo en el sonido y la calidad visual) logra mostrar la sensibilidad artística y creativa de Favio en una faceta intimista.
Seguidamente, se exhibió "Favio: Crónica de un director", ópera prima de Alejandro Venturini, película que nace a raíz de una entrevista que el joven cineasta le realizó a Favio cuando aún era un estudiante de cine. Esa charla, que al igual que la primera duraría dos horas, originó lo que sería el primer film en explorar la obra del director argentino por excelencia.
Venturini toma como punto de partida la charla para crear un retrato sincero y sin demagogia que atraviesa su vida como cineasta con testimonios de Graciela Borges, su hermano Zuhair Jury, el músico Iván Wyszogrod o el actor Edgardo Nieva, presente en el 2 Festival Internacional de Cine de las Tres Fronteras. "Favio: Crónica de un director", que llega a los cines este jueves, es un sentido homenaje desde la propia fascinación pero también un documento historico que acercará a nuevas y viejas generaciones a la obra del mejor director argentino de todos los tiempos.
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Reflexivo y verborrágico, decía que no le gustaba mirar sus trabajos una vez estrenados. "Uno tiene que hacer las cosas y dejarlas volar. No hay que quedarse pegado. Eso te empequeñece. Siento envidia por los realizadores que tienen en su casa los afiches de sus películas. Pero, para mí, guardarlas sería como quedar prisionero de algo...", dijo una vez.
Favio nació el 28 de mayo de 1938, en Luján de Cuyo, Mendoza, y recibió el nombre de Fuad Jorge Jury, que luego cambió para dedicarse al arte. Sus primeros pasos los dio en el radioteatro, como joven actor. Desde el momento en que comenzó a formarse en este rubro supo que seguiría por ese camino y comenzó a buscar la manera de destacarse en varias artes.
Fue cantante y compositor, uno de los grandes precursores de la balada romántica argentina que hacía furor en las décadas del 60 y 70. Grandes hits como "Fuiste mía un verano" y "Ella ya me olvidó", nacieron con su voz. A lo largo de su vida, lanzó 25 discos. El último, en 2011, una colección de sus máximos hits.
Sin embargo, desde el comienzo y a pesar de su éxito como músico, quiso seguir investigando otras aristas del mundo artístico y comenzó a escribir guiones. Así fue como llegó a convertirse en uno de los directores de cine de culto del país. Su primera producción cinematográfica fue el cortometraje "El amigo", estrenado en 1960.
Sus creaciones más destacadas fueron "Crónica de un niño solo" y "Éste es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más...", consideradas como las mejores de la historia del cine nacional, según la crítica, "Gatica, el mono", "Juan Moreira", "Soñar, soñar", "El dependiente", "Aniceto; Nazareno Cruz y el lobo", "Perón, sinfonía de un sentimiento", con una duración de 6 horas. Obtuvo los Premios Goya y el de la Asociación de Críticos Cinematográficos, entre otras distinciones.
El homenaje en el Festival Tres Fronteras comenzó con la proyección de una entrevista que el director Eduardo Pinto (Caño Dorado) realizó con Leonardo Favio durante el rodaje de Aniceto en 2007. En la misma el director de "Gatica, el mono" y "Nazareno Cruz y el lobo" aborda temas como sus inicios en el cine, sus motivaciones y la importancia que la actriz María Vaner tuvo en la decisión de convertirse en director. El material de dos horas, que en un principio daría origen a un documental sobre su vida, se encontraba perdido y en pésimas condiciones de mantenimiento, fue comprimido a 15 minutos, y pese a las deficiencias técnicas (sobre todo en el sonido y la calidad visual) logra mostrar la sensibilidad artística y creativa de Favio en una faceta intimista.
Seguidamente, se exhibió "Favio: Crónica de un director", ópera prima de Alejandro Venturini, película que nace a raíz de una entrevista que el joven cineasta le realizó a Favio cuando aún era un estudiante de cine. Esa charla, que al igual que la primera duraría dos horas, originó lo que sería el primer film en explorar la obra del director argentino por excelencia.
Venturini toma como punto de partida la charla para crear un retrato sincero y sin demagogia que atraviesa su vida como cineasta con testimonios de Graciela Borges, su hermano Zuhair Jury, el músico Iván Wyszogrod o el actor Edgardo Nieva, presente en el 2 Festival Internacional de Cine de las Tres Fronteras. "Favio: Crónica de un director", que llega a los cines este jueves, es un sentido homenaje desde la propia fascinación pero también un documento historico que acercará a nuevas y viejas generaciones a la obra del mejor director argentino de todos los tiempos.
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