Marie-Castille Mention-Schaar lleva a Gijón un segundo film sobre el islamismo radical y la juventud
- por © Ingrid Ortiz (Gijón)-NOTICINE.com
Poco a poco se siguen descubriendo las joyas que compiten en la Sección Oficial del Festival de Gijón. El lunes compareció ante la prensa la cineasta francesa Marie-Castille Mention-Schaar, que presenta su obra "Le ciel attendra" (El cielo esperará), segundo cinta proyectada en el certamen asturiano sobre jóvenes musulmanes tentados por el integrismo, tras "Layla M", de Mijke de Jong. La historia muestra el conflicto de captación de chicas jóvenes en Francia para convertirlas al islamismo radical. Si bien la temática no es original, se trata de un trabajo concienzudo que conecta inmediatamente con el espectador y donde la dirección adquiere un peso muy visible.
A través de Sonia y Melanie vivimos el proceso de radicalización y desradicalización de estas protagonistas adolescentes y los estragos que causan en ambas familias. Con un punto de vista deliberadamente femenino se entremezclan tres líneas temporales. La tercera es la de la madre de Melanie, que se presenta, en un principio, aislada y con una estructura no lineal, lo que nos permite empatizar profundamente con el sentimiento de incertidumbre y desolación de los progenitores.
La película que abría el certamen, "Layla M", de Mijke de Jong, ya nos introducía en el conflicto interior de una joven que se radicaliza con ‘libertad de conciencia’. Ahora la francesa nos muestra la cara b, cuando se produce una conversión con la ‘conciencia atrapada’. Y aunque la cineasta afirmó que la actualidad no determina el desarrollo de sus proyectos, confiesa usarla como base para sus historias. Como curiosidad, apuntó que el rodaje de "Le ciel attendra" comenzó tres días antes del atentado en la sala Bataclan.
Para el proceso de documentación, la cineasta siguió varios casos de jóvenes de entre 14 y 17 años que habían vivido un proceso similar al de los personajes del film, además de mantener el contacto con organismos oficiales franceses dedicados a la prevención del sectarismo. "Durante varios meses me convertí en la sombra de Dunia Buzzard, que era una de las asesoras en estos casos. Descubrí que esas chicas no eran particularmente frágiles, más allá de la fragilidad inherente a la adolescencia. Eran inteligentes, curiosas, altruistas" afirmó Mention-Schaar.
Y es que si hay algo que ha conseguido la directora con "Le ciel attendra" es alejar los tópicos mostrando las reacciones de familias de clase media que no saben cómo hacer frente a los cambios mentales de sus hijas. "Los recorridos de las chicas tratan de crear un efecto espejo. Me interesaba dar esa visión distorsionada y jugar con el concepto de que aunque las conozcamos en momentos distintos, en lugares diferentes, son similares", explicó.
La adolescencia es un tema que la directora francesa ya ha explorado en sus anteriores trabajos ("Les Héritiers", "Bowling" y "Ma Première fois"). "Me interesa mucho –aseveró Mention Schaar- Hoy en día es difícil ser adolescente y en Occidente no se gestionan bien la fragilidad ni los excesos de los adolescentes. Tengo el deber de soñar para comprender a la juventud".
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A través de Sonia y Melanie vivimos el proceso de radicalización y desradicalización de estas protagonistas adolescentes y los estragos que causan en ambas familias. Con un punto de vista deliberadamente femenino se entremezclan tres líneas temporales. La tercera es la de la madre de Melanie, que se presenta, en un principio, aislada y con una estructura no lineal, lo que nos permite empatizar profundamente con el sentimiento de incertidumbre y desolación de los progenitores.
La película que abría el certamen, "Layla M", de Mijke de Jong, ya nos introducía en el conflicto interior de una joven que se radicaliza con ‘libertad de conciencia’. Ahora la francesa nos muestra la cara b, cuando se produce una conversión con la ‘conciencia atrapada’. Y aunque la cineasta afirmó que la actualidad no determina el desarrollo de sus proyectos, confiesa usarla como base para sus historias. Como curiosidad, apuntó que el rodaje de "Le ciel attendra" comenzó tres días antes del atentado en la sala Bataclan.
Para el proceso de documentación, la cineasta siguió varios casos de jóvenes de entre 14 y 17 años que habían vivido un proceso similar al de los personajes del film, además de mantener el contacto con organismos oficiales franceses dedicados a la prevención del sectarismo. "Durante varios meses me convertí en la sombra de Dunia Buzzard, que era una de las asesoras en estos casos. Descubrí que esas chicas no eran particularmente frágiles, más allá de la fragilidad inherente a la adolescencia. Eran inteligentes, curiosas, altruistas" afirmó Mention-Schaar.
Y es que si hay algo que ha conseguido la directora con "Le ciel attendra" es alejar los tópicos mostrando las reacciones de familias de clase media que no saben cómo hacer frente a los cambios mentales de sus hijas. "Los recorridos de las chicas tratan de crear un efecto espejo. Me interesaba dar esa visión distorsionada y jugar con el concepto de que aunque las conozcamos en momentos distintos, en lugares diferentes, son similares", explicó.
La adolescencia es un tema que la directora francesa ya ha explorado en sus anteriores trabajos ("Les Héritiers", "Bowling" y "Ma Première fois"). "Me interesa mucho –aseveró Mention Schaar- Hoy en día es difícil ser adolescente y en Occidente no se gestionan bien la fragilidad ni los excesos de los adolescentes. Tengo el deber de soñar para comprender a la juventud".
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