"Gilda: No me arrepiento de este amor", película argentina del año
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Para nuestros compañeros de EscribiendoCine, "Gilda: No me arrepiento de este amor" (2016), que fue un éxito de público y crítica, merece el título de la película argentina de 2016. Consideran que por el casi millón de espectados y un promedio de 8.1 en Todas las Críticas, esta biopic de la popular cantante, fallecida en un trágico accidente en el mejor momento de su carrera, escrita y dirigida por Lorena Muñoz y protagonizada por Natalia Oreiro, ha representado el mayor hito de la producción nacional en el año que acaba.
Todos sabemos, en mayor o en menor medida, quién fue Gilda. Todos podemos aunque sea tararear alguna canción suya.
Todos alguna vez gritamos a coro: "Todo eso fuiste… pero perdiste", cantamos algún verso de "No me arrepiento de este amor", o nos emocionamos cada vez que escuchamos "No es mi despedida".
Todos alguna vez bailamos en algún casamiento o cumpleaños "Corazón Valiente".
Todos tenemos muy presente la imagen de Gilda, ya sea por haber asistido a algún show suyo, por haber visto sus videos musicales o por haber observado su icónica y mística foto con corona de flores y una mirada al cielo, considerada por muchos como una estampita de veneración.
Todos conocemos sobre el trágico hecho en el que Miriam Bianchi perdió la vida.
Precisamente porque todos llevamos en nosotros aunque sea un mínimo elemento de Gilda, es que tanto la directora de la película, Lorena Muñoz, como la intérprete de la cantante popular, Natalia Oreiro, y el resto del equipo del film, tuvieron un gran desafío: llevar a cabo una película sobre un ícono de la música tropical que fuera aceptada no solo por sus personas allegadas y fieles fanáticos sino también por el público en general.
Y este objetivo fue cumplido inmediatamente, "Gilda: No me arrepiento de este amor" fue elogiada por la crítica especializada en la industria cinematográfica y ovacionada por cada espectador que salía de ver una función de la película. En las salas se experimentaron múltiples emociones, desde la alegría y las ganas de bailar entre las butacas cada vez que Natalia Oreiro interpretaba las canciones más movidas de Gilda, hasta la tristeza al borde de las lágrimas en la tragedia que terminó con la adorada cantante, transitando por la tensión generada en cada una de las decisiones que debió afrontar Miriam Bianchi para pasar de ser una maestra jardinera a convertirse en un verdadero ícono de la música tropical, enfrentándose a los prejuicios existentes hacia la cumbia, a los negocios oscuros detrás del estilo musical y al machismo, entre tantos otros obstáculos.
Respecto a su paso por las boleterías, "Gilda: No me arrepiento de este amor" fue un verdadero éxito, quedando a pocas localidades del millón de espectadores, con un número final superior a los 920 000 tickets. En su primer fin de semana, (15 al 18 de septiembre) había conseguido ubicarse cómodamente en el primer puesto de la taquilla con más de 225 000 entradas vendidas en todo el país. Tuvo el segundo mejor arranque del año, después de "Me casé con un boludo" (con un primer fin de semana con 420 000 entradas vendidas); y se posicionó tercera entre las mejores aperturas del cine nacional, detrás de "El Clan" (670 000 entradas en 5 días, destacando que se trató de un fin de semana largo) y de "Relatos salvajes" (con 450 000 entradas vendidas en su primer fin de semana).
Si bien las positivas críticas y la gran campaña publicitaria encendieron los motores de la película, fue el boca en boca el que la puso en primera: no hubo mesa familiar o reunión de amigos en las que se hablara de cine y no se haya realizado la típica pregunta: "¿Viste la película de Gilda?", presentando respuestas favorables y alentadoras al film. Los análisis del público sobre la película surgían simultáneamente a la salida de las salas, todos comentaban el gran parecido de Natalia Oreiro con Miriam Bianchi, que no se trataba solamente de un complejo trabajo de maquillaje y vestuario, sino también del intenso ejercicio de composición que llevó a cabo para interpretar a Gilda, reflejando incluso gestos y movimientos particulares de la cantante tropical y sumergiéndose de lleno en las problemáticas que debió sortear la misma, sin dejar de lado el gran labor musical. Pero las canciones de Miriam Bianchi no fueron un éxito porque sí, sus letras son pura poesía, con amplia variedad de mensajes. La ubicación de cada tema en determinado momento de la cinta tiene un por qué y ese es un gran trabajo en la realización del film.
Lorena Muñoz no hizo una película musical superficial de Gilda, que era el camino más sencillo, sino que corrió los riesgos de ir más allá y contar quién estaba detrás de la figura de la famosa cantante, nada más ni nada menos que Miriam Bianchi, una mujer cuya vida no fue nada fácil. Muchos directores intentaron llevar a cabo el film de la cantante tropical a lo largo de las décadas, pero todos caían ante la concesión de los derechos, algo que Lorena Muñoz pudo conseguir y demostró por qué era quien merecía concretar esta película.
Sin embargo, si bien Muñoz y Oreiro son las figuras más visibles del film, el resto del equipo actoral y técnico se lució por sus respectivos trabajos. Las escenas en las que participó el resto del reparto, integrado por: Javier Drolas (interpretando a Toti Gimenez), Lautaro Delgado (como Raúl), Susana Pampín (como Tita), Roly Serrano (como El Tigre Almada), Daniel Valenzuela (como Waldo), Daniel Melingo (como Omar), Ángela Torres (como Gilda adolescente), Vanesa Weinberg (como Susana) o los miembros de la banda Jordán Otero (como Raúl Larrosa) o Edwin Manrique (interpretando a él mismo), se convierten también en pilares fundamentales para el fluir de la historia que transita desde momentos de suma alegría logrando sacar sonrisas y alguna que otra carcajada entre los espectadores hasta los momentos más tristes en los que la caja de pañuelitos no puede faltar.
El impacto social de la película también se vio reflejado en el retorno de muchos elementos característicos de la cantante tropical como las vinchas de flores que volvieron a ser utilizadas no sólo en el ámbito de la moda sino también en la vida cotidiana por muchas mujeres y niñas. El CD con la banda sonora de la película fue adquirido por un número importante de personas, además de la gran cantidad de reproducciones que tuvieron las canciones en otras plataformas digitales como Youtube o Spotify. En cuanto a datos recientes, es importante destacar, que la película fue la más googleada del año en nuestro país, siendo la única nacional que integra el top ten, y superando a tanques hollywoodenses como "Deadpool", "El conjuro 2", "Escuadrón Suicida" y "Batman vs Superman".
Por todos los factores mencionados es que "Gilda: No me arrepiento de este amor" es considerada una de las películas más importantes del año. Los potentes números de espectadores son tan solo uno de los factores por los que el film se posiciona entre los favoritos del 2016, ya que las charlas de la vida diaria, con sus consiguientes elogios, que involucran a la película dirigida por Lorena Muñoz y protagonizada por Natalia Oreiro dan cuenta del verdadero motivo por el que puede ser catalogada como la película nacional del año.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.
Todos sabemos, en mayor o en menor medida, quién fue Gilda. Todos podemos aunque sea tararear alguna canción suya.
Todos alguna vez gritamos a coro: "Todo eso fuiste… pero perdiste", cantamos algún verso de "No me arrepiento de este amor", o nos emocionamos cada vez que escuchamos "No es mi despedida".
Todos alguna vez bailamos en algún casamiento o cumpleaños "Corazón Valiente".
Todos tenemos muy presente la imagen de Gilda, ya sea por haber asistido a algún show suyo, por haber visto sus videos musicales o por haber observado su icónica y mística foto con corona de flores y una mirada al cielo, considerada por muchos como una estampita de veneración.
Todos conocemos sobre el trágico hecho en el que Miriam Bianchi perdió la vida.
Precisamente porque todos llevamos en nosotros aunque sea un mínimo elemento de Gilda, es que tanto la directora de la película, Lorena Muñoz, como la intérprete de la cantante popular, Natalia Oreiro, y el resto del equipo del film, tuvieron un gran desafío: llevar a cabo una película sobre un ícono de la música tropical que fuera aceptada no solo por sus personas allegadas y fieles fanáticos sino también por el público en general.
Y este objetivo fue cumplido inmediatamente, "Gilda: No me arrepiento de este amor" fue elogiada por la crítica especializada en la industria cinematográfica y ovacionada por cada espectador que salía de ver una función de la película. En las salas se experimentaron múltiples emociones, desde la alegría y las ganas de bailar entre las butacas cada vez que Natalia Oreiro interpretaba las canciones más movidas de Gilda, hasta la tristeza al borde de las lágrimas en la tragedia que terminó con la adorada cantante, transitando por la tensión generada en cada una de las decisiones que debió afrontar Miriam Bianchi para pasar de ser una maestra jardinera a convertirse en un verdadero ícono de la música tropical, enfrentándose a los prejuicios existentes hacia la cumbia, a los negocios oscuros detrás del estilo musical y al machismo, entre tantos otros obstáculos.
Respecto a su paso por las boleterías, "Gilda: No me arrepiento de este amor" fue un verdadero éxito, quedando a pocas localidades del millón de espectadores, con un número final superior a los 920 000 tickets. En su primer fin de semana, (15 al 18 de septiembre) había conseguido ubicarse cómodamente en el primer puesto de la taquilla con más de 225 000 entradas vendidas en todo el país. Tuvo el segundo mejor arranque del año, después de "Me casé con un boludo" (con un primer fin de semana con 420 000 entradas vendidas); y se posicionó tercera entre las mejores aperturas del cine nacional, detrás de "El Clan" (670 000 entradas en 5 días, destacando que se trató de un fin de semana largo) y de "Relatos salvajes" (con 450 000 entradas vendidas en su primer fin de semana).
Si bien las positivas críticas y la gran campaña publicitaria encendieron los motores de la película, fue el boca en boca el que la puso en primera: no hubo mesa familiar o reunión de amigos en las que se hablara de cine y no se haya realizado la típica pregunta: "¿Viste la película de Gilda?", presentando respuestas favorables y alentadoras al film. Los análisis del público sobre la película surgían simultáneamente a la salida de las salas, todos comentaban el gran parecido de Natalia Oreiro con Miriam Bianchi, que no se trataba solamente de un complejo trabajo de maquillaje y vestuario, sino también del intenso ejercicio de composición que llevó a cabo para interpretar a Gilda, reflejando incluso gestos y movimientos particulares de la cantante tropical y sumergiéndose de lleno en las problemáticas que debió sortear la misma, sin dejar de lado el gran labor musical. Pero las canciones de Miriam Bianchi no fueron un éxito porque sí, sus letras son pura poesía, con amplia variedad de mensajes. La ubicación de cada tema en determinado momento de la cinta tiene un por qué y ese es un gran trabajo en la realización del film.
Lorena Muñoz no hizo una película musical superficial de Gilda, que era el camino más sencillo, sino que corrió los riesgos de ir más allá y contar quién estaba detrás de la figura de la famosa cantante, nada más ni nada menos que Miriam Bianchi, una mujer cuya vida no fue nada fácil. Muchos directores intentaron llevar a cabo el film de la cantante tropical a lo largo de las décadas, pero todos caían ante la concesión de los derechos, algo que Lorena Muñoz pudo conseguir y demostró por qué era quien merecía concretar esta película.
Sin embargo, si bien Muñoz y Oreiro son las figuras más visibles del film, el resto del equipo actoral y técnico se lució por sus respectivos trabajos. Las escenas en las que participó el resto del reparto, integrado por: Javier Drolas (interpretando a Toti Gimenez), Lautaro Delgado (como Raúl), Susana Pampín (como Tita), Roly Serrano (como El Tigre Almada), Daniel Valenzuela (como Waldo), Daniel Melingo (como Omar), Ángela Torres (como Gilda adolescente), Vanesa Weinberg (como Susana) o los miembros de la banda Jordán Otero (como Raúl Larrosa) o Edwin Manrique (interpretando a él mismo), se convierten también en pilares fundamentales para el fluir de la historia que transita desde momentos de suma alegría logrando sacar sonrisas y alguna que otra carcajada entre los espectadores hasta los momentos más tristes en los que la caja de pañuelitos no puede faltar.
El impacto social de la película también se vio reflejado en el retorno de muchos elementos característicos de la cantante tropical como las vinchas de flores que volvieron a ser utilizadas no sólo en el ámbito de la moda sino también en la vida cotidiana por muchas mujeres y niñas. El CD con la banda sonora de la película fue adquirido por un número importante de personas, además de la gran cantidad de reproducciones que tuvieron las canciones en otras plataformas digitales como Youtube o Spotify. En cuanto a datos recientes, es importante destacar, que la película fue la más googleada del año en nuestro país, siendo la única nacional que integra el top ten, y superando a tanques hollywoodenses como "Deadpool", "El conjuro 2", "Escuadrón Suicida" y "Batman vs Superman".
Por todos los factores mencionados es que "Gilda: No me arrepiento de este amor" es considerada una de las películas más importantes del año. Los potentes números de espectadores son tan solo uno de los factores por los que el film se posiciona entre los favoritos del 2016, ya que las charlas de la vida diaria, con sus consiguientes elogios, que involucran a la película dirigida por Lorena Muñoz y protagonizada por Natalia Oreiro dan cuenta del verdadero motivo por el que puede ser catalogada como la película nacional del año.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.