Leo Damario hace balance de su experimento de rodar y estrenar -simultáneamente- una película
- por © Sergio R. Tena-NOTICINE.com
Un momento y un lugar, la fugacidad de los instantes que se viven y el recuerdo como uno testigo de lo que ocurrió. Algo así es lo que presentaba el director argentino Leo Damario en su obra "Hermosa gravedad", estrenada el 13 de marzo en el mismo momento en el que era rodada en la icónica mansión del bistró Milion, uno de los recorridos obligados de la cultura y la noche porteña. Damario, poco amigo de lo convencional, venía de estrenar en las salas comerciales "Resentimental" en 2016.
Esta heterodoxa manera de rodar y estrenar, que nos aproxima a una especie de teatro emitido en vivo, parece querer romper con los cánones establecidos que obligan a la gente a hacer cine con una estructura y procedimientos encorsetados, asumiendo los problemas que esto conlleva, no recibir dinero por parte del gobierno para financiar su proyecto: "Más bien, la película es una postura política. En plena era Macri, salgo con una propuesta artística conceptual y moderna sin ningún tipo de subsidio", aseguró el director en una entrevista con el medio argentino La Voz, añadiendo al respecto: "Vengo de hacer una peli ultra comercial y eventera en su cast ("Resentimental"), que se estrenó en salas y fue una rara avis desde el abordaje de comunicación que tomaron sus productores. Noté que se puede ahorrar tiempo y darle al público la frescura que uno tiene y salirse de la estructura comercial. "Hermosa gravedad" viene a dar esas respuestas. También me demuestro a mí mismo que no dejo de filmar una película año tras año contra viento y marea. Tengo 30 y ya hice seis largos. Siempre tratando de gestar un dogma para liberar el pensamiento de los futuros directores. Con toda esa división que genera mi obra", explicó Damario.
Durante la grabación / estreno de "Hermosa gravedad", los espectadores asistentes podían visitar sin reparo cualquiera de los procesos que se dan durante la grabación, el maquillaje de los actores, la creación de la banda sonora en vivo o la sala de edición, además de poder sentarse en la sala de cine para poder disfrutar de la película, todo ello realizado al unísono.
Muchos podrían pensar que es una peculiar obra de teatro por la posibilidad de ver a los actores trabajando en vivo, pero el director negó en la misma entrevista que su creación tuviera alguna similitud con una obra teatral: "No lo veo. La cinta es una instalación, una película decidida a convertirse en un happening. Nada de lo que se vio está relacionado al teatro. De hecho, en un momento se sumó un director de actores que venía del teatro y fue un estorbo. Tomamos técnica de cine con una puesta fotográfica que hacía una luz día. Dividí la narración en tres capítulos con fundidos, saltos de tiempo y cambios de lentes y puesta. Fuimos del color al blanco y negro. De luz día a luz noche. Todo eso en vivo".
Damario, admitió durante su entrevista con La Voz su gusto por las mujeres: "Andy Fogwill me dijo una vez que padezco de bellozofilia. Me gustan mucho las mujeres desde muy chico. Hoy parece raro porque a la mayoría de los hombres les interesan más los teléfonos celulares que levantarse a una mina. Y a mí eso no me pasa. Me gusta lo carnal de la mujer y no la tecnología. Hago locuras por conquistar. Me gustan las mujeres finas. Difíciles. De belleza sobrenatural. Me gustan sus rostros y desnudez. Me gusta el cine porque me gustan las mujeres, no al revés".
Todo tipo de mujeres tienen cabida en la obra de Damario: "Igualmente, mi obra también hace foco en la high class. En el lado B de las chicas ricas. Estas hermanas pudientes son incestuosas, drogadictas, ultra violentas. Ahí hay algo de justicia poética".
El director ha trabajado en varias ocasiones con Andrés Calamaro, su último trabajo con el cantante ha sido el videoclip para el tema "Rock y juventud", tomando como referencias, "Le samourai" con Delon y esas películas de Alan Pakula, atmosféricas y políticas, como Klute: "Sabemos cuándo nos castigan por independientes y rebeldes. Acá queríamos exponer en mid tempo la conspiración de las multinacionales por exterminar las ideas propias. Hoy por hoy, la juventud ya no es joven y ocupa un lugar en empresas", sentenció Damario en su conversación con La Voz.
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Esta heterodoxa manera de rodar y estrenar, que nos aproxima a una especie de teatro emitido en vivo, parece querer romper con los cánones establecidos que obligan a la gente a hacer cine con una estructura y procedimientos encorsetados, asumiendo los problemas que esto conlleva, no recibir dinero por parte del gobierno para financiar su proyecto: "Más bien, la película es una postura política. En plena era Macri, salgo con una propuesta artística conceptual y moderna sin ningún tipo de subsidio", aseguró el director en una entrevista con el medio argentino La Voz, añadiendo al respecto: "Vengo de hacer una peli ultra comercial y eventera en su cast ("Resentimental"), que se estrenó en salas y fue una rara avis desde el abordaje de comunicación que tomaron sus productores. Noté que se puede ahorrar tiempo y darle al público la frescura que uno tiene y salirse de la estructura comercial. "Hermosa gravedad" viene a dar esas respuestas. También me demuestro a mí mismo que no dejo de filmar una película año tras año contra viento y marea. Tengo 30 y ya hice seis largos. Siempre tratando de gestar un dogma para liberar el pensamiento de los futuros directores. Con toda esa división que genera mi obra", explicó Damario.
Durante la grabación / estreno de "Hermosa gravedad", los espectadores asistentes podían visitar sin reparo cualquiera de los procesos que se dan durante la grabación, el maquillaje de los actores, la creación de la banda sonora en vivo o la sala de edición, además de poder sentarse en la sala de cine para poder disfrutar de la película, todo ello realizado al unísono.
Muchos podrían pensar que es una peculiar obra de teatro por la posibilidad de ver a los actores trabajando en vivo, pero el director negó en la misma entrevista que su creación tuviera alguna similitud con una obra teatral: "No lo veo. La cinta es una instalación, una película decidida a convertirse en un happening. Nada de lo que se vio está relacionado al teatro. De hecho, en un momento se sumó un director de actores que venía del teatro y fue un estorbo. Tomamos técnica de cine con una puesta fotográfica que hacía una luz día. Dividí la narración en tres capítulos con fundidos, saltos de tiempo y cambios de lentes y puesta. Fuimos del color al blanco y negro. De luz día a luz noche. Todo eso en vivo".
Damario, admitió durante su entrevista con La Voz su gusto por las mujeres: "Andy Fogwill me dijo una vez que padezco de bellozofilia. Me gustan mucho las mujeres desde muy chico. Hoy parece raro porque a la mayoría de los hombres les interesan más los teléfonos celulares que levantarse a una mina. Y a mí eso no me pasa. Me gusta lo carnal de la mujer y no la tecnología. Hago locuras por conquistar. Me gustan las mujeres finas. Difíciles. De belleza sobrenatural. Me gustan sus rostros y desnudez. Me gusta el cine porque me gustan las mujeres, no al revés".
Todo tipo de mujeres tienen cabida en la obra de Damario: "Igualmente, mi obra también hace foco en la high class. En el lado B de las chicas ricas. Estas hermanas pudientes son incestuosas, drogadictas, ultra violentas. Ahí hay algo de justicia poética".
El director ha trabajado en varias ocasiones con Andrés Calamaro, su último trabajo con el cantante ha sido el videoclip para el tema "Rock y juventud", tomando como referencias, "Le samourai" con Delon y esas películas de Alan Pakula, atmosféricas y políticas, como Klute: "Sabemos cuándo nos castigan por independientes y rebeldes. Acá queríamos exponer en mid tempo la conspiración de las multinacionales por exterminar las ideas propias. Hoy por hoy, la juventud ya no es joven y ocupa un lugar en empresas", sentenció Damario en su conversación con La Voz.
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