Alex de la Iglesia en Argentina: "Crees que dirigir unicamente es dirigir, pero sólo es una parte"

por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Alex de la Iglesia
Alex de la Iglesia estuvo en Argentina para promocionar "El bar" (2017), estrenada en España hace meses, una película con coproducción minoritaria argentina y que analiza el comportamiento de un grupo de personajes ante una situación límite. Nuestros compañeros de EscribiendoCine hablaron con el cineasta vasco, quien asegura que un director tiene que implicarse en sus películas mucho más allá de simplemente rodar: “Primero es conseguir sacar adelante la historia que quieres contar, segundo convencer a los demás que esa historia merece ser contada, tercero que no te la destrocen”.

- En sus últimas películas "La chispa de la vida", "Mi gran noche" y "El bar" hay una mirada reflexiva sobre la sociedad y el egoísmo que impera ¿cómo surgió esta conexión? ¿es algo que le preocupa?
Me encanta que digas eso y a la vez me sorprende porque como profesional de contar historias el verte desde fuera no forma parte de la disciplina, sino todo lo contrario, me preocuparía un director que lo hiciera, que diga hay una historia, hay una estructura, haremos hincapié en esta de este tema, en esta otra de esto, sería absolutamente enfermo, sería un individuo que yo temería. Hay que mantener el interés en contar lo que el cuerpo te pide, aunque suene excesivamente cotidiano. Básicamente es así, contar con el máximo rigor y honestidad algo que te apetece o angustia, en definitiva, sino no lo harás posible, el tiempo de preparación, búsqueda de financiación, la promoción, el lanzamiento, exhibición, rodaje, ventas en el mundo, es todo tremendamente agotador, que no sería capaz de llevarlo si no creo fervientemente en lo que hago, en cada fotograma. Todo está medido y sopesado, y el criterio es precisamente eso, esto es lo que tengo hacer, me sale natural, no por un proceso de reflexión, sino no me saldría, el instinto es así.

- ¿Confía en su instinto?
Una vez leí un libro de David Mamet que se hacía acompañar por el equipo para ver copión, es decir el material en bruto, y decías eh, nos equivocamos en esto, vean el vestuario, etc., y comenta que de pronto el equipo opinaba de manera libre y feliz, todos tenían su opinión y le pareció que no era una buena idea de compartir así con los demás, y se dio cuenta que no debía preguntar a los demás cómo lo ven, porque tu labor es la de tomar esa decisión y tomar una decisión automática y constante porque sino generas dudas, principalmente contigo mismo.

- ¿Es muy exigente con su trabajo?
Compulsivo, no me basta con que la idea se parezca a lo que rodamos, pero me gusta sorprenderme y sorprender a los productores y en ese sentido hay una obsesión.

- ¿Cuántas horas duerme por día?
Cuatro, hoy me desperté a las siete y me ha dado rabia no tener un ordenador.

- ¿Hubiera escrito algo?
Claro, no sé a dónde conduce esto, digamos, pero probablemente haga una crisis nerviosa, pero es que soy mucho más feliz, a mí lo que me aterra una tarde de domingo, si hiciera una película de terror se desarrollaría un domingo a las tres, ese momento de mucho calor, de siesta, haber comido un arroz, te sube el calorazo, piensas que dices qué hago aquí, estoy conmigo mismo, oh dios mío... Estoy consigo mismo, esa es la clave.

- En el último tiempo ha impulsado la carrera de jóvenes realizadores, pienso en películas como "Musarañas" (2014) o "Pieles" (2017), que ahora se estrena…
"Pieles", de Eduardo Casanova, es una película que hicimos sin subvención del estado y televisoras, fue financiada por plataformas digitales y a nuestro riesgo personal, sino no existiría o no se hubiera hecho, y el solo dato de decir esto está aquí, y acompañarlo, y decir el niño quiere esto y callaos todos porque el niño quiere esto, ese punto de maestra de colegio que defiende a su alumno me encanta porque nadie lo ha hecho conmigo, o si lo han hecho, pero algunos no.

- ¿Por qué quería contar la historia de "El bar"?
A mí lo que me atrajo fue algo muy difícil y poco común de encontrar hoy en día en el cine, me atraía que fuera una película intermedia, ni totalmente independiente, alejada de las pretensiones de entretenimiento y disfrute de las personas que van a la sala o de las palomitas de maíz, ni tampoco mainstream, una cosa rara en medio, a eso llamábamos cine, a ese montón de películas que no son ni un grupo de amigos haciendo una película sin una industria ni tampoco un producto de mercado, es una película algo extraña ahora, un tipo de cine que me asusta que esté en peligro de extinción, historias diferentes, no habituales en el mercado “tradicional”, que quieren gustar y entretener pero sin las canciones de la fiesta que quieren poner los estudios.

- ¿Es difícil?
No, o sí, pero creo que si tienes fuerza y empeño y no te dejas amilanar se consigue, hay que tener una cierta estrategia y una manera de contar la historia y sobre todo de venderla, cuando eres pequeño, yo ya he hecho catorce películas, crees que dirigir sólo es dirigir, y con el tiempo te das cuenta que sólo es una parte, muy pequeña de la labor del director, primero es conseguir sacar adelante la historia que quieres contar, segundo convencer a los demás que esa historia merece ser contada, tercero que no te la destrocen, no te la cambien, después dejar que entre, que respire, que haya buenas ideas de los demás que la hagan crecer y enriquecerse y conseguir el entorno para que la película sea posible, y poder rodarla como quieres dentro de lo que cabe, en este caso la producción ha sido fantástica.

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