Reportaje: Las 7 brujas más icónicas del cine

por © Alvaro Juanas-NOTICINE.com
Algunas de las brujas más icónicas de la pantalla
Algunas de las brujas más icónicas de la pantalla
Nos acercamos a la Noche de Brujas. El género de terror es uno de los más prolíficos del cine desde su aparición en 1896 de la mano de Georges Mèlies en "La mansión del diablo", desde entonces no ha dejado de cautivar a los espectadores. Esta clase de películas no se podrían entender sin uno de sus personajes más recurrentes: las brujas. Pero las brujas no se limitan a las películas de miedo, han sobrepasado su género y se pueden ver desde películas infantiles como "Blancanieves" hasta en comedias como "Las brujas de Eastwick", llegando a ser más recordadas que las de su género originario. Este personaje maléfico está muy vivo, y ahora podemos ver a Anne Hathaway interpretar a otra hechicera en "Las brujas", adaptación de la novela de Roahl Dahl, que ya fue llevada al cine en 1990. Estas son algunas de las brujas más recordadas de la gran pantalla:

- Reina Malvada ("Blancanieves y los siete enanitos / Blancanieves y los siete enanos / Snow White and the Seven Dwarfs", 1937)
Posiblemente la bruja más recordada de la historia del cine, la mayoría de las brujas que se han representado después se han basado en ella. En el imaginario colectivo quedan su nariz afilada, su verruga y su traje completamente negro, por encima de su imagen real antes de su transformación, que consiguió cautivar a Blancanieves pero también a los espectadores. No es una bruja cualquiera, representa el arquetipo de la bruja envidiosa. Su personaje ha sido tan recordado que se ha vuelto a llevar al cine en numerosas ocasiones, siendo interpretado por actrices de la talla de Julia Roberts ("Blancanieves / Mirror, Mirror / Espejito, Espejito") o Charlize Theron ("Blancanieves y la leyenda del cazador / Blancanieves y el cazador").

- Bruja Cruel del Oeste o Bruja Mala del Oeste ("El Mago de Oz / The Wizard of Oz", 1939)
La bruja verde por excelencia sólo se preocupaba por recuperar los zapatos de rubí de su fallecida hermana la Bruja Mala del Este, siendo su principal característica la avaricia. Se considera uno de los primeros largometrajes en los que se da importancia a la escoba del personaje, un rasgo característico de las brujas actuales del cine. En la película se perpetúa el argumento de la bruja malvada y controladora que tiene sometida a la población, y tiene que venir una persona externa, en este caso Dorothy, para poder liberarlos. Fue interpretada por Margaret Hamilton, quien pasó seis semanas en el hospital debido a quemaduras accidentales por interpretar el personaje, pero no fue debidamente reconocida por ello hasta pasados los años.

- Maléfica ("La bella durmiente / Sleeping Beauty", 1959)
La historia narra cómo la bruja Maléfica, al no ser invitada al bautizo de Aurora, le lanza una maldición por la cual a los dieciséis años se pincharía con una rueca y entraría en un profundo sueño del que solo podría despertar por el beso de su amor verdadero. Pese a ser la protagonista de la historia Aurora, Maléfica ha pasado a la historia con la misma intensidad que la princesa, por su aspecto gótico y su capacidad para convertirse en un dragón aterrador para el público infantil. En 2014 se decidió realizar una película centrándose en Maléfica, siendo interpretada por Angelina Jolie, en el que se da una vuelta al personaje mostrando su lado más humano, hasta llegar a presentarla como la heroína del cuento.

- Ursula ("La sirenita / The Little Mermaid", 1989)
La primera bruja submarina del cine, su apariencia era mitad bruja, para lo que se basó en la apariencia de la drag queen estadounidense Divine, mitad pulpo, en una narración que se desarrolla debajo del mar. Su objetivo es hacerse con el control de los mares, para lo que propondrá un trato a Ariel que difícilmente podrá cumplir. Además es la antítesis a las brujas usadas por Disney hasta entonces, su apariencia es horrenda pero se transforma en una bella adolescente, al contrario que en "Blancanieves". Su final, como el de las tres anteriores, es trágico.

- Bellatrix (Saga "Harry Potter", 1997-2011)
Desde su aparición en "Harry Potter y el cáliz de fuego" en 2005 se convirtió en un personaje carismático de la saga por su tenebrosidad y rasgos oscuros. La mortífaga, interpretada por Helena Bonham Carter, no es una bruja al uso pero cuenta con poderes mágicos al servicio del maligno. Los fans del joven mago le consiguieron coger asco debido a su forma de actuar y a la falta de empatía que reflejaba hacia los personajes principales, pero a su vez se convirtió en una de las villanas favoritas de la franquicia. Esta bruja tiene la peculiaridad de no actuar por voluntad propia, los intereses que persigue no son para ella misma sino para su señor de la oscuridad. Su relevancia viene dada por su carácter.

- Eva y otras brujas vascas ("Las brujas de Zugarramurdi", 2013)
La película "Las brujas de Zugarramurdi" basada en la leyenda de que en dicha comarca vasco-navarra  tienen lugar reuniones de hechiceras nos deja un personaje interesante: Eva. Joven y sexy, no cumple con el estereotipo de bruja dado hasta ahora, quiere pertenecer al mundo real apartado de la oscuridad, es rubia, viste provocativamente y de cuero, y para ello finalmente no se rebela contra la humanidad sino contra las de su propia estirpe, incluida la madre superiora. La actuación magistral de Carolina Bang en su papel hace que empatices con ella, y esto se suma a las soberbias interpretaciones de otras dos "brujas" en la cinta, Terele Pávez, que ganó el premio Goya a Mejor Actriz de Reparto, y Carmen Maura como Graciana.

- La bruja ("La bruja: Una leyenda de Nueva Inglaterra / La bruja / The Witch: A New-England Folktale", 2015)
Ni siquiera se conoce el nombre de la misma, pero tampoco es necesario, la historia consigue atrapar al espectador desde el inicio. Una bruja que basa su encanto en el suspense a través de una familia cristiana radical en el año 1630, que se manifiesta en numerosas ocasiones a través de un macho cabrío que tienen dentro de su granja. En gran parte del film no se ve a la bruja personificada, lo que confiere un halo de misterio a la misma, haciéndola más atractiva a medida que pasan los minutos. En esta ocasión la bruja consigue vencer a la familia, y convencer a la hija pequeña de que se una a ella. Es el clásico cuento de la bruja y la joven, pero con un final distinto debido a la fuerza del personaje de la arpía.

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