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La Oficina del Fiscal del Distrito del condado de Los Angeles presentó el martes una acusación formal contra Nick Reiner, de 32 años, por dos cargos de asesinato en primer grado, cuyas víctimas fueron sus padres, el director y actor Rob Reiner, de 78 años, y su esposa, Michele Reiner, de 68. El acusado, quien ha tenido problemas de drogas desde la adolescencia, se enfrenta por los crímenes a cadena perpetua sin libertad condicional o la pena de muerte. "Enjuiciar estos casos que involucran a miembros de la familia son algunos de los casos más desafiantes y desgarradores a los que se enfrenta esta oficina debido a la naturaleza íntima y a menudo brutal de los crímenes involucrados", dijo el fiscal del distrito, Nathan Hochman, en una conferencia de prensa. La acusación alega que se utilizó un cuchillo para cometer los asesinatos.

Los cuerpos de Rob y Michele Reiner fueron encontrados el domingo por la tarde, alrededor de las 3,40 de la tarde, dentro de su residencia en Brentwood. Su hija, Romy, fue quien los descubrió. El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) confirmó que habían sido apuñalados. El jefe de policía, Jim McDonnell, admitió este martes que aún no se ha determinado la hora exacta de la muerte, pero las autoridades creen que podrían haber sido asesinados desde la noche del sábado o la madrugada del domingo.

Precisamente en esa misma madrugada, alrededor de las 4, Nick Reiner se registró solo en el hotel Pierside Santa Monica. Personal del lugar encontró posteriormente una ducha "llena de sangre" y sábanas colgando de la ventana de la habitación. Su rastro llevó, horas más tarde, a la estación de metro en Exposition Park, cerca del campus de la USC, a unas 15 millas de Brentwood. Allí fue arrestado sin incidentes el domingo por la noche, y fue ingresado en la Instalación Correccional Twin Towers en Los Angeles, sin fianza.

Se esperaba que Nick Reiner compareciera ante un juez por primera vez el martes, pero su abogado defensor, Alan Jackson, informó a los periodistas que su cliente no había sido "autorizado médicamente" para ser trasladado a la corte. Jackson, un exfiscal del condado de Los Angeles, ha representado a varios acusados de alto perfil, incluidos Harvey Weinstein y Karen Read.



Los medios apuntan a que el desencadenante del doble parricidio pudo estar en una fiesta navideña en la casa del presentador Conan O'Brien en Pacific Palisades. Según personas con conocimiento de los hechos, Nick Reiner, que acompañó a sus padres, tuvo un comportamiento descrito como errático y perturbador. Interrumpía conversaciones, preguntaba de manera insistente a los invitados si eran famosos, y en un momento mantuvo una mirada prolongada e incómoda hacia el actor Bill Hader. Más tarde, se escucharon gritos provenientes de una discusión entre Rob Reiner y su hijo, visiblemente alterados por el comportamiento de Nick. La familia, consternada, se disculpó con O'Brien y abandonó la fiesta. No está claro si Nick se fue con ellos.

La historia personal de Nick Reiner con la adicción y la falta de vivienda se conoce desde hace años. En 2015, coescribió con su padre la película "Being Charlie", dirigida por Rob, que dramatizaba sus propias luchas contra las drogas. Esa politoxicomanía que nunca le abandonó del todo pese a decenas de ingresos en clínicas de desintoxicación, y que le condujo a vivir en la calle en diferente ocasiones, habría llevado a crecientes problemas mentales. En las últimas semanas, según informes, había estado viviendo nuevamente con sus padres en la casa de Brentwood.

La noticia de las muertes conmocionó a Hollywood y al mundo, desencadenando un torrente de homenajes a Rob Reiner, una figura querida y respetada, conocido por papeles como Meathead en "All in the Family" y por dirigir películas icónicas como "Stand by Me", "Misery", "When Harry Met Sally" y "A Few Good Men". Quien no pareció muy afectado fue el presidente Donald Trump, al que Reiner -activista demócrata de siempre- no le tenía especial simpatía. Ya es conocida la nula empatía del líder de MAGA con los que discrepan de su política, pero generó indignación en Hollywood, incluidos algunos republicanos de siempre, como el actor James Woods, que Trump dijera el mismo domingo que los crímenes se produjeron "debido a la ira que causó en otros a través de su enorme, inflexible e incurable aflicción con una enfermedad mental paralizante conocida como SÍNDROME DE DEMENCIA DE TRUMP, a veces referida como TDS. Se sabía que había vuelto loca a la GENTE con su furiosa obsesión por el Presidente Donald J. Trump, con su obvia paranoia alcanzando nuevas alturas mientras la Administración Trump superaba todas las metas y expectativas de grandeza, y con la Edad de Oro de América sobre nosotros, quizás como nunca antes. ¡Que Rob y Michele descansen en paz!".

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