Los videoclubes a la vanguardia veraniega

por © Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
8-VIII-06

Hay una solución en Cuba a la falta de modernos equipamientos en las salas tradicionales de cine, las de pantalla grande y 35 milímetros: los videoclubes han suplido de manera admirable la ausencia de los más recientes estrenos hollywoodienses, al menos en su formato habitual, con la existencia de cómodas y climatizadas salas de video donde se lleva a cabo una programación atractiva, instructiva y variada.

Comandadas desde que surgieron, hace varios años, por la UJC (Unión de Jóvenes Comunistas) en coordinación con la AHS (Asociación Hermanos Saíz) y los Centros Provinciales de Cine, todas las provincias cuentan con más de uno en todos los municipios y hasta los barrios.

Ellos, unidos a las salas Caracol de la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba) desde sus filiales provinciales, impulsan la (in)formación cinematográfica del pueblo a todos los niveles, no sólo de los jóvenes sino de todos, acorde con sus intereses y gustos fílmicos.

El maratón cultural que implica entre nosotros el verano (julio y agosto) refuerza tal gestión con atractivos estrenos, reposiciones de títulos importantes de la historia del cine, ciclos caracterizados (entre los cuales sobresalen los de cine cubano) a los cuales responde el público de manera masiva y entusiasta, lo cual, unido a la sustanciosa programación de la TV en estos meses de generalizado asueto nacional, recoloca el séptimo arte en el lugar privilegiado en que lo tiene el cubano, uno de los espectadores más conscientes y sistemáticos del mundo, al punto de no importarle que el film no posea todas las de la ley en cuanto a condiciones técnicas para disfrutarlo a plenitud.

Felicitaciones a los organismos e instituciones relacionados con estas actividades, a los trabajadores de los videoclubes a lo largo y ancho del país por hacer del verano cubano, también, un cálido verano cinematográfico.