Opinión Goyas 2006: Los mensajes de la Academia

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Viggo, la deportividad de Alatriste
Viggo, la deportividad de Alatriste
Guillermo del ToroViggo, la deportividad de Alatriste29-I-07

Por Jon Apaolaza

La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España es en teoría -nada por el momento nos indica que no lo sea en la práctica- una organización democrática en la que los Goyas se eligen en votación individual y secreta. Y sin embargo... como puede deducirse de la lista de premiados de la XXI edición, hablar de "compromiso" no es descabellado. No ha habido sin duda dirigismo, pero de existir, el resultado no hubiese sido muy diferente.

Aunque "Volver" no está entre lo mejor de Almodóvar, había que mandar un mensaje conciliador a Pedro, quien tras los pobres réditos de su precedente film "La mala educación" (aún peor, dicho sea de paso) dió una "espantá" a sus colegas de profesión. La venganza del manchego ha sido no acudir a la gala. Aunque el desprecio de otra Academia, la de Hollywood, puede ser una explicación "oficial", creemos que Almodóvar conocía el resultado y sin embargo eligió no ir, lo cual puede interpretarse como no sólo un feo a los académicos que le votaron, sino a sus compañeros premiados: Penélope, Carmen o Alberto Iglesias. En fin... si todo esto sirve para que en el futuro próximo Pedro se reconcilie con la Academia, se reintegre en ella y haya paz y gloria, maravilloso...

Aunque "Volver" haya conseguido cuatro premios claves (película, director, actriz protagonista y secundaria), este XXI entrega de los premios del cine español ha tenido una triunfadora numérica -y si me apuran hasta moral...- llamada "El laberinto del fauno", que ha dejado un racimo de recompensas para talentos mexicanos y españoles. El film es economicamente sobre todo español y artisticamente un equilibrado reparto de funciones entre profesionales aztecas e ibéricos. Sería simple decir que ha tenido honores mayoritariamente técnicos, porque ese Goya al mejor guión original resulta esclarecedor.

Hacia ahí apunta el futuro. Nuestro modelo debe ser el mundo anglosajón, donde el mercado norteamericano acoge con generosidad a los talentos británicos o australianos. El cine español debe mostrar una mayor receptividad ante las ideas que llegan del otro lado del océano. Hablamos el mismo idioma y sentimos igual. Un mexicano como Guillermo del Toro ha sabido interpretar el terror del franquismo mejor que muchos cineastas españoles. Un buen motivo para reflexionar y sacar conclusiones.

El tercer mensaje de los academicos ha sido hacia "Alatriste", que a pesar de arrasar en nominaciones sólo ha tenido tres Goyas técnicos, poca cosecha para una superproducción en la que han trabajado al menos decenas de potenciales votantes. Es inevitable recordar como sus pares norteamericanos han dado con frecuencia la espalda a grandiosos proyectos de no menos espectaculares presupuestos. Honestamente, tampoco era esa la mejor película española del año, pero al menos ha sido la más taquillera, que es un premio nada desdeñable.

En una gala en la que hemos echado de menos un poco de autocrítica -ni la nueva presidenta aludió en su discurso al descenso de espectadores del cine nacional- ha quedado de manifiesto la variedad de propuestas de la producción española de 2006, lo cual no deja de ser una garantía de futuro... Aunque sea en la tele, en copias legales o bajadas de internet, las películas españolas siguen teniendo un hueco en el corazón del espectador.