El cine alemán regresa a la Cinemateca Cubana

por © Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
Angustia
Angustia
Contra la paredAngustia26-VI-07

Hasta este jueves 28 la sala Chaplin de la Cinemateca de Cuba acoge una nueva semana de cine alemán, sin dudas de las más singulares y motivadoras producciones dentro de las que ahora mismo se desarrollan en Europa; la muestra continúa después (hasta el 6 de julio) en la sala Conrado Benítez, de Sancti Spíritu, y finaliza en el Praga (11 al 17 de julio) de Pinar del Río.

“Status Yo!”(2004), ópera prima de Till Hastreiter, fue elegida como première, aunque se repite varias veces durante la semana. El film, coproducido con Suiza, se mueve en el convulso mundo del hip-hop en el Berlín contemporáneo, y para el mismo, el realizador trabajó con actores no profesionales: son jóvenes que se ganan la vida “rapeando” en los pasillos del metro, organizan fiestas o sueñan con volver la inmensa y agitada urbe en un inmenso grafitti; procedentes de países latinos o árabes, tienen que enfrentarse a las costumbres retardatarias de padres y al desprecio de locales (lo mismo organizaciones fascistoides que a gerentes de firmas discográficas, a “padrinos” de drogas o a familiares intransigentes); lo cierto es que la contracultura hip hop en un Berlín excluyente y frío (en todo sentido) sirve de plataforma a esta cinta coral donde, como mérito inicial, sobresale una banda sonora riquísima, para escuchar a ojos cerrados, y que presta su fibra, nervio y energía a los diversos casos que van sucediéndose y alternando en la pantalla (y que, en las excelentes condiciones técnicas del Chaplin, llega en toda su nitidez y precisión).

Ahora bien, como ocurre con toda pieza coral, hay que mantener un pulso narrativo que, a decir verdad, no siempre logra el debutante Hastreiter, pagando así la novatada: el filme se resiente por una desigual labor de montaje, un irregular tratamiento de las diferentes historias que no se plasman con la misma felicidad ni se integran coherentemente al discurso.
A persar de lo cual, “Status yo!” logra más de un momento de altísima concentración dramática y estimable fuerza en las imágenes, como mismo consigue hallar un justo equilibrio entre pasajes humorísticos y otros muy graves; la pericia aludida en el diseño y plasmación de la banda sonora, se consigue también en la dirección de esos actores amateurs que, en términos generales, logran desenvolverse con una espontaneidad y una gracia que trasciende el plano danzario-musical para abarcar todo el nivel histriónico, y ello, a pesar de que casi todos los personajes sobresalen por una acertada y nada superficial construcción sicológica.

Pero las expectativas de la semana no finalizan, ni con mucho, con éste, su satisfactorio inicio; al parecer, los cinéfilos tendrán más de un motivo para el recocijo cuando se enfrenten a títulos que “pintan” muy bien, como “Perdido y encontrado” (2004 –2005), que contó con una extensa nómina de países participantes además de Alemania (Estonia, Bulgaria, Rumanía, Hungría, Bosnia-Herzegovina, etc) y que enlaza varios cuentos, desarrollados en alguno de esos sitios, mediante un animado; fue producida por una compañía germana que fomenta y acoge proyectos artÍsticos procedentes de Europa del Este y Central, y ya compitió en Mar del Plata, Argentina.

También se incluye una pieza de Fatih Akin (“Al otro lado”) que viene avalada por importantes premios en Berlín (nada menos que el Oso de Oro entre ellos) y España (Goya al mejor filme europeo): “Contra la pared”, que describe una atormentada historia de amor entre un alemán recluído en una clínica siquiátrica y una joven de ascendientes turcos que necesita huir de su conservadora familia.

Otra sobre parejas disfuncionales y raras es “Angustia” (2002), de Oskar Roehler, esta vez entre un egocéntrico dramaturgo teatral, su despreciada mujer y una prostituta a la que acude el primero; cinta que compitió oficialmente en Berlín y confirió a Marie Bäumer, la elección de mejor actriz del año por los críticos alemanes.

“Fantasmas” (2005), de Christian Petzold, “habla esencialmente –según el crítico Hans Günter Pflaum- de la pérdida y la añoranza: la pérdida de personas y de la realidad y la añoranza de que las cosas sean diferentes...” mediante las aventuras de dos amigas de conductas antisociales, mientras “Kebab Connection”(2005), de Anno Soul, mezcla el mundo de la publicidad con el cine de kung-fu, y “El juego de Zucker”, del mismo año, se anuncia como una comedia de humor negro que relaciona a un jugador empedernido y experiodista deportivo con la familia de su hijo y su madre, recien fallecida.