Cine contemporáneo chileno en La Habana
- por © Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
4-IX-07
Una semana del más reciente cine chileno tiene lugar en la sala Chaplin de la Cinemateca de Cuba desde el sábado 1 de septiembre hasta el viernes 7, mediante cintas que han sido bien recibidas entre el público, la crítica y los más diversos jurados dentro y fuera del país austral, las cuales alternarán en las tres tandas de ese cine (2, 5 y 8 p.m).
La premiére estuvo ocupada por un film premiadísimo: “La sagrada familia”(2006), de Sebastián Lelio, triunfadora en un sinnúmero de ciudades sedes de festivales (desde Buenos Aires y el propio Santiago hasta Texas, Moscú y Bolvia), y que sigue a una familia clase alta que se reúne un feriado de semana Santa: las apariencias de armonía y normalidad se resquebrajan durante esos días.
También integran la semana: “El baño”, de Gregory Cohen (2005) que detecta, desde una cámara fija, los cambios culturales, sociales y domésticos acaecidos en Chile entre 1968 y 1988: hippies, amas de casa, maestros, profesionales, víctimas, victimarios, aparecen en este baño, con su humor, pasiones, y miedos, sin saber que siempre hay un ojo que los está observando. Receptor así mismo de varios lauros internacionales, uno de ellos de público, aquí en la Habana.
“El rey de San Gregorio”, de Alfonso Gazitúa ( 2004 – 2005), curiosa historia de amor entre dos discapacitados que impresionó en Viña del Mar y Milán; “Mi mejor enemigo” de Alex Bowen, una coproducción entre Chile-Argentina-España de 2004, enmarcado en un conflicto de armas entre los dos primeros países vecinos. Una de las más exitosas cintas latinas de los últimos tiempos, con galardones diversos como el Premio del Público al Mejor Largometraje Chileno en el Festival Internacional de Cine de Valdivia, Chile, 2006, igual precea en el Festival de Cine de Lima, Perú, 2005; Mejor Película Latinoamericana en el Festival de Cine de España y de América Latina de Bruselas, Bélgica, 2005; Mención Honrosa del Público, Festival Internacional de Cine Latino de Los Angeles, E.E.U.U, y otros tantos.
“Padre nuestro”( 2004), de Rodrigo Sepúlveda Urzúa, una comedia que también reúne a una familia, esta vez ante la posible muerte del padre, mas todo en clave de comedia; “Días de campo”, del mítico Raul Ruiz (ese extraordinario cineasta afincado hace años en Francia), que tiene como punto de partida el encuentro de dos hombres, aparentemente muertos, que en un bar comienzan a hablar del pasado.
Cerrará la semana el documental “La última luna” (2004), del conocido Miguel Littin (“El chacal de Nahueltoro”): una mañana de julio, Soliman, un joven palestino, y Jacob, su amigo judío, comienzan a construir una casa en Beit-Sajour, en las colinas de Judea, mientras la aparente quietud del lugar es interrumpida por ráfagas de violencia que anticipan los futuros días de la guerra.
Contemporaneidad, historia, comedia y drama se unen y/o alternan en estos siete días que nos permitirán actualizarnos y tomar la temperatura al nuevo cine chileno.
Una semana del más reciente cine chileno tiene lugar en la sala Chaplin de la Cinemateca de Cuba desde el sábado 1 de septiembre hasta el viernes 7, mediante cintas que han sido bien recibidas entre el público, la crítica y los más diversos jurados dentro y fuera del país austral, las cuales alternarán en las tres tandas de ese cine (2, 5 y 8 p.m).
La premiére estuvo ocupada por un film premiadísimo: “La sagrada familia”(2006), de Sebastián Lelio, triunfadora en un sinnúmero de ciudades sedes de festivales (desde Buenos Aires y el propio Santiago hasta Texas, Moscú y Bolvia), y que sigue a una familia clase alta que se reúne un feriado de semana Santa: las apariencias de armonía y normalidad se resquebrajan durante esos días.
También integran la semana: “El baño”, de Gregory Cohen (2005) que detecta, desde una cámara fija, los cambios culturales, sociales y domésticos acaecidos en Chile entre 1968 y 1988: hippies, amas de casa, maestros, profesionales, víctimas, victimarios, aparecen en este baño, con su humor, pasiones, y miedos, sin saber que siempre hay un ojo que los está observando. Receptor así mismo de varios lauros internacionales, uno de ellos de público, aquí en la Habana.
“El rey de San Gregorio”, de Alfonso Gazitúa ( 2004 – 2005), curiosa historia de amor entre dos discapacitados que impresionó en Viña del Mar y Milán; “Mi mejor enemigo” de Alex Bowen, una coproducción entre Chile-Argentina-España de 2004, enmarcado en un conflicto de armas entre los dos primeros países vecinos. Una de las más exitosas cintas latinas de los últimos tiempos, con galardones diversos como el Premio del Público al Mejor Largometraje Chileno en el Festival Internacional de Cine de Valdivia, Chile, 2006, igual precea en el Festival de Cine de Lima, Perú, 2005; Mejor Película Latinoamericana en el Festival de Cine de España y de América Latina de Bruselas, Bélgica, 2005; Mención Honrosa del Público, Festival Internacional de Cine Latino de Los Angeles, E.E.U.U, y otros tantos.
“Padre nuestro”( 2004), de Rodrigo Sepúlveda Urzúa, una comedia que también reúne a una familia, esta vez ante la posible muerte del padre, mas todo en clave de comedia; “Días de campo”, del mítico Raul Ruiz (ese extraordinario cineasta afincado hace años en Francia), que tiene como punto de partida el encuentro de dos hombres, aparentemente muertos, que en un bar comienzan a hablar del pasado.
Cerrará la semana el documental “La última luna” (2004), del conocido Miguel Littin (“El chacal de Nahueltoro”): una mañana de julio, Soliman, un joven palestino, y Jacob, su amigo judío, comienzan a construir una casa en Beit-Sajour, en las colinas de Judea, mientras la aparente quietud del lugar es interrumpida por ráfagas de violencia que anticipan los futuros días de la guerra.
Contemporaneidad, historia, comedia y drama se unen y/o alternan en estos siete días que nos permitirán actualizarnos y tomar la temperatura al nuevo cine chileno.