El Personaje: Miguel Albaladejo, historias del barrio
- por © NOTICINE.com
31-V-02
Por Angel L.Esteban
Con sólo cinco películas se ha convertido en uno de esos nombres imprescindibles para conocer los derroteros del nuevo-nuevo cine español. Albaladejo, cuyo nombre tantas confusiones crea, no necesita para ello de grandes efectos especiales, chistes irreverentes o atmósferas claustrofóbicas, le basta con buenas historias y personajes de carne y hueso.
Así fueron desde un principio, allá por el año 1998, los primeros seres que poblaron las autopistas periféricas de Madrid en "La primera noche de mi vida", un experimento europeo sobre el advenimiento del nuevo milenio que pretendía dar un reflejo de las personas que se mueven como fantasmas en los alrededores de una gran ciudad, buscando un rumbo que quizás nunca lleguen a encontrar.
La historia de entonces, como las que le han sucedido, tenía ecos de Berlanga y de Azcona, fruto de la devoción y el talento de su - hasta ahora - inseparable socia en las faenas de la escritura del guión: Elvira Lindo. La creadora de Manolito Gafotas le ha servido a Albaladejo en bandeja su humor de Moratalaz, ingenuamente gamberro, e incluso su mejor y más conocida criatura. Las primeras aventuras cinematográficas del niño radiofónico vinieron de la mano de esta extraña pareja, que puebla su particular universo de criaturas en busca de respuestas, que trata a los adultos como si fueran niños y a los niños como si fueran extraterrestres.
"Manolito Gafotas" ha sido quizás la más familiar de las películas de Albaladejo, aunque se trata de una familia tan común y tan singular al mismo tiempo como la del camionero de Carabanchel Alto, que ha conquista premios y corazones fuera de nuestras fronteras a golpe de carcajadas.
Con "Ataque verbal", una reunión de cortas historias entorno a la incomunicación por más que los personajes no dejen de hablar sin descanso, la sociedad Albaladejo-Lindo atina su pincel de retratista y rescata historias imposibles en ambientes cercanos para intentar dar una nueva vuelta de tuerca a las relaciones sentimentales y emocionales de un puñado de seres desorientados, como si siguieran dando vueltas alrededor de la misma ciudad sin encontrar el camino a casa.
Como prueba de ello, para su siguiente proyecto "El cielo abierto", recupera uno de los personajes descolgados de su primera película, Jasmina, una peluquera de barrio que viene a enamorarse de un psiquiatra, ejemplo del esfuerzo de director y guionista por comprender lo incomprensible, la imprevisible condición humana, a través de la singular y desternillante galería de personajes que desfila por su consulta. El resultado es una de las historias de amor más naïf y contundentes del cine español reciente que, a pesar de los habituales discretos resultados en taquilla, se ha mantenido en cartel durante un año en Madrid, gracias a todos aquellos que han ido descubriendo mediante el efecto boca-oreja esta deliciosa historia de amor y esperanza. Ya se sabe, cuanto más negro lo ves, más fácil es empezar a ver la luz.
Ahora nos llega "Rencor", que en cierta medida supone un punto y aparte pues se trata de la primera película de Albaladejo sin su otra mitad. Que nadie piense mal, se trata sólo de la voluntad por explorar nuevos caminos y ya se habla de posibles nuevos proyectos con Elvira Lindo. El caso es que con "Rencor" la acción se traslada a la costa mediterránea para contar una historia recuerdos e ilusiones, de promesas y frustraciones, siempre con una amarga sonrisa en la boca que provoca la lágrima y que encima recupera para el cine - después del frustrado intento de Almodóvar con Rosario en "Hable con ella" - la fuerza y la raza del clan Flores de la mano de su actual matriarca, Lolita.
Por Angel L.Esteban
Con sólo cinco películas se ha convertido en uno de esos nombres imprescindibles para conocer los derroteros del nuevo-nuevo cine español. Albaladejo, cuyo nombre tantas confusiones crea, no necesita para ello de grandes efectos especiales, chistes irreverentes o atmósferas claustrofóbicas, le basta con buenas historias y personajes de carne y hueso.
Así fueron desde un principio, allá por el año 1998, los primeros seres que poblaron las autopistas periféricas de Madrid en "La primera noche de mi vida", un experimento europeo sobre el advenimiento del nuevo milenio que pretendía dar un reflejo de las personas que se mueven como fantasmas en los alrededores de una gran ciudad, buscando un rumbo que quizás nunca lleguen a encontrar.
La historia de entonces, como las que le han sucedido, tenía ecos de Berlanga y de Azcona, fruto de la devoción y el talento de su - hasta ahora - inseparable socia en las faenas de la escritura del guión: Elvira Lindo. La creadora de Manolito Gafotas le ha servido a Albaladejo en bandeja su humor de Moratalaz, ingenuamente gamberro, e incluso su mejor y más conocida criatura. Las primeras aventuras cinematográficas del niño radiofónico vinieron de la mano de esta extraña pareja, que puebla su particular universo de criaturas en busca de respuestas, que trata a los adultos como si fueran niños y a los niños como si fueran extraterrestres.
"Manolito Gafotas" ha sido quizás la más familiar de las películas de Albaladejo, aunque se trata de una familia tan común y tan singular al mismo tiempo como la del camionero de Carabanchel Alto, que ha conquista premios y corazones fuera de nuestras fronteras a golpe de carcajadas.
Con "Ataque verbal", una reunión de cortas historias entorno a la incomunicación por más que los personajes no dejen de hablar sin descanso, la sociedad Albaladejo-Lindo atina su pincel de retratista y rescata historias imposibles en ambientes cercanos para intentar dar una nueva vuelta de tuerca a las relaciones sentimentales y emocionales de un puñado de seres desorientados, como si siguieran dando vueltas alrededor de la misma ciudad sin encontrar el camino a casa.
Como prueba de ello, para su siguiente proyecto "El cielo abierto", recupera uno de los personajes descolgados de su primera película, Jasmina, una peluquera de barrio que viene a enamorarse de un psiquiatra, ejemplo del esfuerzo de director y guionista por comprender lo incomprensible, la imprevisible condición humana, a través de la singular y desternillante galería de personajes que desfila por su consulta. El resultado es una de las historias de amor más naïf y contundentes del cine español reciente que, a pesar de los habituales discretos resultados en taquilla, se ha mantenido en cartel durante un año en Madrid, gracias a todos aquellos que han ido descubriendo mediante el efecto boca-oreja esta deliciosa historia de amor y esperanza. Ya se sabe, cuanto más negro lo ves, más fácil es empezar a ver la luz.
Ahora nos llega "Rencor", que en cierta medida supone un punto y aparte pues se trata de la primera película de Albaladejo sin su otra mitad. Que nadie piense mal, se trata sólo de la voluntad por explorar nuevos caminos y ya se habla de posibles nuevos proyectos con Elvira Lindo. El caso es que con "Rencor" la acción se traslada a la costa mediterránea para contar una historia recuerdos e ilusiones, de promesas y frustraciones, siempre con una amarga sonrisa en la boca que provoca la lágrima y que encima recupera para el cine - después del frustrado intento de Almodóvar con Rosario en "Hable con ella" - la fuerza y la raza del clan Flores de la mano de su actual matriarca, Lolita.