Festivales

El Rally Malayerba se va de vacaciones a Acapulco
19-IV-06
En su cuarta edición, el Rally Malayerba se realizará en la playa, como parte de las actividades del segundo Festival Internacional de Cine Acapulco (FICA). Utilizando el lema "nos vamos de vacaciones a disfrutar el sol, el mar y la arena", los organizadores se trasladan desde Guanajuato -donde hicieron los tres primeros concursos- al paradisíaco puerto guerrerense. El rally sigue con la mecánica de hacer un cortometraje en menos de 24 horas, aunque en esta ocasión el tema es libre. Los guiones deberán estar escritos entre 3 y 5 cuartillas, además de contar con 6 locaciones que impliquen desplazamiento, dos exteriores de noche y una en la playa. También son necesarias escenas donde se reconozca la ciudad y puerto de Acapulco. La convocatoria cierra el 12 de mayo. Los interesados pueden encontrar la ficha de inscripción, así como más detalles del evento en el sitio www.malayerba.com.mx.
El jurado que designará a los seis guiones finalistas está compuesto por José Luis García Agraz, Silvia Pastranac e Ignacio Ortiz. Mientras que al jurado que elegirá el trabajo ganador lo integran Jorge Fons, Cecilia Suárez y el crítico Luis Tovar. Los cortometrajes contarán con el apoyo de actores reconocidos como Tiare Scanda, Verónica Segura, Pamela Trueba, Liliana Fox, Rocío Verdejo, Yuridia del Valle, Miguel Rodarte, Raúl Méndez y Luis Reynoso.
Los ganadores se llevarán los siguientes premios: En la categoría Premio del Jurado obtendrán una cámara Sony HVR-ZIN, un kit de luces LOWEL, kit de luces FLUOTEC, tape to film a 35 mm. y la regrabación en la sala THX. Este corto se proyectará durante la clausura del segundo festival internacional de Cine en Acapulco. Para el "premio del público" hay una MAC GS con Final Cut Pro Studio. Y el Premio Malayerba (el corto que acabe primero cumpliendo todas las reglas) se adjudicará 3 días de préstamos de equipo cinematográfico en 16 mm. y película.
A la par del Rally Malayerba, Kodak lanzó la convocatoria para el Primer Concurso de Guión Kodak-FICA. Y ya se dio a conocer el ganador, seleccionado por el jurado compuestos por los cineastas Julio César estrada, Juana Antonio de la Riva, el crítico Gustavo Moheno y Arturo Castelán. Se trata de José Manuel Romero Salgado con el proyecto "La mirada del adiós", quien tendrá como premio la producción de mismo en 35mm., además de la asesoría de profesionales para hacerlo. El corto deberá ser producido unos días antes del festival en Acapulco y postproducido en el DF, cuyo resultado será exhibido durante la clausura del festival. Romero Salgado contará con la ayuda de Arturo de la Rosa ("Elisa antes del fin del mundo", "La otra conquista") en la fotografía y Oscar Figueroa ("El gavilán de la sierra", "El crimen del padre Amaro") en la edición.
Por otra parte, productores, así como egresados de escuelas cine y comunicación tendrán la oportunidad de asistir al seminario "El cine acá", donde se trasmitirán experiencias y vivencias sobre diferentes temáticas relacionadas a la producción. Para esta primera edición el tema será el de la preproducción. Este seminario se realizará del 1 al 3 de junio, de 9:00 a 15:00 horas. Se está contemplando que asistan alrededor de 100 personas interesadas en su desarrollo profesional, quienes deberán preinscribirse para poder asistir a este evento.
En su cuarta edición, el Rally Malayerba se realizará en la playa, como parte de las actividades del segundo Festival Internacional de Cine Acapulco (FICA). Utilizando el lema "nos vamos de vacaciones a disfrutar el sol, el mar y la arena", los organizadores se trasladan desde Guanajuato -donde hicieron los tres primeros concursos- al paradisíaco puerto guerrerense. El rally sigue con la mecánica de hacer un cortometraje en menos de 24 horas, aunque en esta ocasión el tema es libre. Los guiones deberán estar escritos entre 3 y 5 cuartillas, además de contar con 6 locaciones que impliquen desplazamiento, dos exteriores de noche y una en la playa. También son necesarias escenas donde se reconozca la ciudad y puerto de Acapulco. La convocatoria cierra el 12 de mayo. Los interesados pueden encontrar la ficha de inscripción, así como más detalles del evento en el sitio www.malayerba.com.mx.
El jurado que designará a los seis guiones finalistas está compuesto por José Luis García Agraz, Silvia Pastranac e Ignacio Ortiz. Mientras que al jurado que elegirá el trabajo ganador lo integran Jorge Fons, Cecilia Suárez y el crítico Luis Tovar. Los cortometrajes contarán con el apoyo de actores reconocidos como Tiare Scanda, Verónica Segura, Pamela Trueba, Liliana Fox, Rocío Verdejo, Yuridia del Valle, Miguel Rodarte, Raúl Méndez y Luis Reynoso.
Los ganadores se llevarán los siguientes premios: En la categoría Premio del Jurado obtendrán una cámara Sony HVR-ZIN, un kit de luces LOWEL, kit de luces FLUOTEC, tape to film a 35 mm. y la regrabación en la sala THX. Este corto se proyectará durante la clausura del segundo festival internacional de Cine en Acapulco. Para el "premio del público" hay una MAC GS con Final Cut Pro Studio. Y el Premio Malayerba (el corto que acabe primero cumpliendo todas las reglas) se adjudicará 3 días de préstamos de equipo cinematográfico en 16 mm. y película.
A la par del Rally Malayerba, Kodak lanzó la convocatoria para el Primer Concurso de Guión Kodak-FICA. Y ya se dio a conocer el ganador, seleccionado por el jurado compuestos por los cineastas Julio César estrada, Juana Antonio de la Riva, el crítico Gustavo Moheno y Arturo Castelán. Se trata de José Manuel Romero Salgado con el proyecto "La mirada del adiós", quien tendrá como premio la producción de mismo en 35mm., además de la asesoría de profesionales para hacerlo. El corto deberá ser producido unos días antes del festival en Acapulco y postproducido en el DF, cuyo resultado será exhibido durante la clausura del festival. Romero Salgado contará con la ayuda de Arturo de la Rosa ("Elisa antes del fin del mundo", "La otra conquista") en la fotografía y Oscar Figueroa ("El gavilán de la sierra", "El crimen del padre Amaro") en la edición.
Por otra parte, productores, así como egresados de escuelas cine y comunicación tendrán la oportunidad de asistir al seminario "El cine acá", donde se trasmitirán experiencias y vivencias sobre diferentes temáticas relacionadas a la producción. Para esta primera edición el tema será el de la preproducción. Este seminario se realizará del 1 al 3 de junio, de 9:00 a 15:00 horas. Se está contemplando que asistan alrededor de 100 personas interesadas en su desarrollo profesional, quienes deberán preinscribirse para poder asistir a este evento.
- © Víctor Uribe (México)-NOTICINE.com

Colaboración: ¡Bienvenidos a la Utopía!
19-IV-06
Por Humberto Solás (*)
Abrimos una nueva edición del Festival Internacional de Cine Pobre convencidos de su utilidad y capaces de sorprender. Si bien estamos satisfechos con las consecuencias que en gran medida el Festival ha propiciado, tales como el incremento de la producción audiovisual en Cuba y el gradual desmoronamiento de prejuicios e incomprensiones entre quienes consideraban la obra audiovisual solo como privilegio de una elite, hemos introducido modificaciones que redundan en una mayor versatilidad de premios tanto en metálico como en tecnología.
Y todo ello sustentado en la divulgación de obras que destacan una posición de no subordinación a las reglas del juego que caracterizó hasta ahora a esta profesión, o sea, a la pasiva recepción de los dictámenes de mercaderes o instituciones, emitidas verticalmente y sin espacio a la polémica. En cambio, alentamos la ejecución de un cine legítimo, actuante y movilizador, altamente estético y ético, humilde en su elaboración, ajeno a todo proyecto de elitismo cultural, propiciador, en cambio, de una interacción con las diversas comunidades. Promocionamos también un cine despojado del cosmopolitismo que nos condena al claudicante mimetismo de los centros culturales y económicos que aún pretenden regentear la espiritualidad en todo el planeta. Es por ello que alentamos el espacio innovador y no somos complacientes con el desaliento inspirado en el fatalismo geo-histórico-político.
Somos de los que creen inveteradamente en el futuro protagonismo de las comunidades, porque solo ellas paliarán la inevitable evolución globalizadora, con su irrefrenable madeja de políticas paternalistas y donde el actuar de las comunidades, como desalineada estructura realmente participativa, serán las que generen, aún precariamente, cierto equilibrio.
Si a la consolidación de los grupos de real identidad se une el deseo vivo y honesto de su extensión cultural, entonces sí podremos hablar de una épica de gnoseología colectiva que derrumbará, al menos parcialmente, los muros del planetario negocio de la distribución y le devolverá al cine y a las demás profesiones artísticas, su verdadero lugar y real compromiso.
Una elite artística deberá desaparecer, así como desaparecerá la injusticia en el marco general de la sociedad comunitaria en todos los órdenes y profesiones.
(*): El cineasta cubano Humberto Solás, autor de films como "Lucía", "Cecilia", "El siglo de las luces" o "Barrio Cuba", es presidente del Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara (Holguín, Cuba).
Por Humberto Solás (*)
Abrimos una nueva edición del Festival Internacional de Cine Pobre convencidos de su utilidad y capaces de sorprender. Si bien estamos satisfechos con las consecuencias que en gran medida el Festival ha propiciado, tales como el incremento de la producción audiovisual en Cuba y el gradual desmoronamiento de prejuicios e incomprensiones entre quienes consideraban la obra audiovisual solo como privilegio de una elite, hemos introducido modificaciones que redundan en una mayor versatilidad de premios tanto en metálico como en tecnología.
Y todo ello sustentado en la divulgación de obras que destacan una posición de no subordinación a las reglas del juego que caracterizó hasta ahora a esta profesión, o sea, a la pasiva recepción de los dictámenes de mercaderes o instituciones, emitidas verticalmente y sin espacio a la polémica. En cambio, alentamos la ejecución de un cine legítimo, actuante y movilizador, altamente estético y ético, humilde en su elaboración, ajeno a todo proyecto de elitismo cultural, propiciador, en cambio, de una interacción con las diversas comunidades. Promocionamos también un cine despojado del cosmopolitismo que nos condena al claudicante mimetismo de los centros culturales y económicos que aún pretenden regentear la espiritualidad en todo el planeta. Es por ello que alentamos el espacio innovador y no somos complacientes con el desaliento inspirado en el fatalismo geo-histórico-político.
Somos de los que creen inveteradamente en el futuro protagonismo de las comunidades, porque solo ellas paliarán la inevitable evolución globalizadora, con su irrefrenable madeja de políticas paternalistas y donde el actuar de las comunidades, como desalineada estructura realmente participativa, serán las que generen, aún precariamente, cierto equilibrio.
Si a la consolidación de los grupos de real identidad se une el deseo vivo y honesto de su extensión cultural, entonces sí podremos hablar de una épica de gnoseología colectiva que derrumbará, al menos parcialmente, los muros del planetario negocio de la distribución y le devolverá al cine y a las demás profesiones artísticas, su verdadero lugar y real compromiso.
Una elite artística deberá desaparecer, así como desaparecerá la injusticia en el marco general de la sociedad comunitaria en todos los órdenes y profesiones.
(*): El cineasta cubano Humberto Solás, autor de films como "Lucía", "Cecilia", "El siglo de las luces" o "Barrio Cuba", es presidente del Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara (Holguín, Cuba).
- © FICP-NOTICINE.com

En Buenos Aires, los más y los menos del cine independiente
18-IV-06
Tras su primera semana, el Bafici (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente), que se desarrolla en la capital argentina desde el día 11, ha permitido llegar no sólo a conclusiones puntuales sobre los muchos films exhibidos en cualesquiera de sus secciones, sino a algunas de carácter más general, que engloban esta importante manera de hacer que tanta fuerza cobra hoy en el mundo entero.
El hecho de que los cineastas que deciden asumir la gestión fílmica alejados de la tiranía de los estudios y los productores al uso, logren una libertad creadora y expresiva considerable, conlleva en sí mismo esa incuestionable virtud, pero que a la vez puede devenir defecto, o al menos, peligroso riesgo: el querer decir tanto, sin la presión de los cortes, el regodearse en un tempo ajeno a las prisas hollywoodenses, desemboca en algunos de los problemas que se detectan en muchas de las obras aquí presentadas.
Tomemos por caso tres de la competencia internacional: "Longing", de la alemana Valesa Grisebach (un triángulo amoroso en clave tragicómica), "Los estados nórdicos", del canadiense Denis Coté (un hombre que ha practicado la eutanasia a la madre encuentra la redención en un apartado paraje) o "Reflections", del surcoreano Yao Hung (otro trío, esta vez de gente más joven y con un punto lésbico): temas de interés, tratamientos incluso con rubros técnicos motivadores, historias que podrían haber resultado si los circunloquios de la cámara, los motivos superfluos, los estiramientos absolutamente prescindibles, no las hubieran lastrado, algunas de modo irremediable.
Aspiren o no los premios, lo más novedoso e interesante se está hallando en el documental, a veces con un empaque más o menos tradicional (es el caso de "Cero grados de separación", de Elle Flanders; el conflicto palestino-israelí visto a través de dos parejas gays, de ambos sexos, e integrada por sendas etnias, o "Meninas", de la brasileña Sandra Werneck, en torno a adolescentes embarazadas en las favelas cariocas); otras enriquecido por elementos ficticios ("El ojo salvaje", de los estadounidenses Madows, Meyers y Strick, en la cuerda dialógica y dialogada de "Hiroshina, mon amour") o hasta pulsando la tan de moda cuerda del "falso documental" (como la rusa "First on the Moon", de Alexei Ferdochencko, historia alternativa de las presencias soviética y yanqui en la carrera espacial, o una variante, especie de "seudo-remake" en la argentina "Porno", de Homero Cirelli: cómo se hizo un film de este tipo, y donde interesa más el contexto y los costados que la obra en sí).
A propósito de esta última, la nutrida competencia argentina sigue demostrando que los linderos des-narrativos, el snobismo y la poses seudointelectuales, pueden llevar las conquistas de este grupo a un despeñadero: una cinta tan bien recibida aquí como "Puto", de Pablo Oliveiro, sobre un par de chicos que protagonizan una relación aparentemente profunda, que desemboca en otra cosa, es un ejemplo de cómo puede arruinarse una propuesta interesante cuando el tratamiento es, como decimos en buen cubano, "más rollo que película".
Así andan las cosas por el Bafici, del que seguiremos hablando.
Tras su primera semana, el Bafici (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente), que se desarrolla en la capital argentina desde el día 11, ha permitido llegar no sólo a conclusiones puntuales sobre los muchos films exhibidos en cualesquiera de sus secciones, sino a algunas de carácter más general, que engloban esta importante manera de hacer que tanta fuerza cobra hoy en el mundo entero.
El hecho de que los cineastas que deciden asumir la gestión fílmica alejados de la tiranía de los estudios y los productores al uso, logren una libertad creadora y expresiva considerable, conlleva en sí mismo esa incuestionable virtud, pero que a la vez puede devenir defecto, o al menos, peligroso riesgo: el querer decir tanto, sin la presión de los cortes, el regodearse en un tempo ajeno a las prisas hollywoodenses, desemboca en algunos de los problemas que se detectan en muchas de las obras aquí presentadas.
Tomemos por caso tres de la competencia internacional: "Longing", de la alemana Valesa Grisebach (un triángulo amoroso en clave tragicómica), "Los estados nórdicos", del canadiense Denis Coté (un hombre que ha practicado la eutanasia a la madre encuentra la redención en un apartado paraje) o "Reflections", del surcoreano Yao Hung (otro trío, esta vez de gente más joven y con un punto lésbico): temas de interés, tratamientos incluso con rubros técnicos motivadores, historias que podrían haber resultado si los circunloquios de la cámara, los motivos superfluos, los estiramientos absolutamente prescindibles, no las hubieran lastrado, algunas de modo irremediable.
Aspiren o no los premios, lo más novedoso e interesante se está hallando en el documental, a veces con un empaque más o menos tradicional (es el caso de "Cero grados de separación", de Elle Flanders; el conflicto palestino-israelí visto a través de dos parejas gays, de ambos sexos, e integrada por sendas etnias, o "Meninas", de la brasileña Sandra Werneck, en torno a adolescentes embarazadas en las favelas cariocas); otras enriquecido por elementos ficticios ("El ojo salvaje", de los estadounidenses Madows, Meyers y Strick, en la cuerda dialógica y dialogada de "Hiroshina, mon amour") o hasta pulsando la tan de moda cuerda del "falso documental" (como la rusa "First on the Moon", de Alexei Ferdochencko, historia alternativa de las presencias soviética y yanqui en la carrera espacial, o una variante, especie de "seudo-remake" en la argentina "Porno", de Homero Cirelli: cómo se hizo un film de este tipo, y donde interesa más el contexto y los costados que la obra en sí).
A propósito de esta última, la nutrida competencia argentina sigue demostrando que los linderos des-narrativos, el snobismo y la poses seudointelectuales, pueden llevar las conquistas de este grupo a un despeñadero: una cinta tan bien recibida aquí como "Puto", de Pablo Oliveiro, sobre un par de chicos que protagonizan una relación aparentemente profunda, que desemboca en otra cosa, es un ejemplo de cómo puede arruinarse una propuesta interesante cuando el tratamiento es, como decimos en buen cubano, "más rollo que película".
Así andan las cosas por el Bafici, del que seguiremos hablando.
- © Frank Padrón (Buenos Aires)-NOTICINE.com

Recuerdan a Rossellini en el Festival de Cine Pobre de Gibara
18-IV-06
Con la presencia de su hijo Renzo, el IV Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara, en la provincia cubana de Holguin, recuerda desde este lunes al fundador del neorrealismo italiano Roberto Rossellini, del que se proyecta un amplio ciclo. EL certamen cubano cuenta no sólo con una competición de largometrajes de ficción, sino también otras de documentales, obras experimentales y video arte, maquetas y guiones inéditos.
Una quincena de largometrajes y 27 cortos de América Latina y Europa, optan a premios en el primer apartado, de un total de 305 producciones recibidas. El jurado está integrado por el director de fotografía Jacques Loiseleux (Francia), la periodista italiana Alexandra Riccio y la actriz cubana Coralia Veloz.
Según el Boletín ICAIC Digital, este año las cifras de trabajos presentados demuestran el nivel de convocatoria alcanzado por el festival, con la mayor concurrencia de films en toda la historia del evento y la incorporación como subsede de Santiago de Cuba.
El festival, que preside el cineasta cubano Humberto Solás ("Barrio Cuba") y dirige Sergio Benvenuto, cuenta con apoyos de instituciones y empresas de todo el mundo. La firma suiza Swiss Effects otorga 15.000 euros al gran premio a la Mejor Maqueta de Largometraje de Ficción. La empresa GBM Inc., radicada en Cuba, entregará al ganador del premio a la Mejor Obra de Ficción el equivalente a 5.000 dólares en tecnología audiovisual. El premio al Mejor Documental, Obra Experimental o Videoarte es de 3.000 euros en tecnología audiovisual y será otorgado por el Instituto Roberto Rossellini.
Además de sus apartados competitivos y del homenaje a Rossellini, Gibara brinda otros apartados informativos, con trabajos respaldados por la UNESCO, la EICTV de San Antonio de los Baños, la madrileña escuela ECAM, el Festival de Cine Experimental de Benalmádena, eventos teóricos, exposiciones, obras de teatros y espectáculos musicales y circenses.
Con la presencia de su hijo Renzo, el IV Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara, en la provincia cubana de Holguin, recuerda desde este lunes al fundador del neorrealismo italiano Roberto Rossellini, del que se proyecta un amplio ciclo. EL certamen cubano cuenta no sólo con una competición de largometrajes de ficción, sino también otras de documentales, obras experimentales y video arte, maquetas y guiones inéditos.
Una quincena de largometrajes y 27 cortos de América Latina y Europa, optan a premios en el primer apartado, de un total de 305 producciones recibidas. El jurado está integrado por el director de fotografía Jacques Loiseleux (Francia), la periodista italiana Alexandra Riccio y la actriz cubana Coralia Veloz.
Según el Boletín ICAIC Digital, este año las cifras de trabajos presentados demuestran el nivel de convocatoria alcanzado por el festival, con la mayor concurrencia de films en toda la historia del evento y la incorporación como subsede de Santiago de Cuba.
El festival, que preside el cineasta cubano Humberto Solás ("Barrio Cuba") y dirige Sergio Benvenuto, cuenta con apoyos de instituciones y empresas de todo el mundo. La firma suiza Swiss Effects otorga 15.000 euros al gran premio a la Mejor Maqueta de Largometraje de Ficción. La empresa GBM Inc., radicada en Cuba, entregará al ganador del premio a la Mejor Obra de Ficción el equivalente a 5.000 dólares en tecnología audiovisual. El premio al Mejor Documental, Obra Experimental o Videoarte es de 3.000 euros en tecnología audiovisual y será otorgado por el Instituto Roberto Rossellini.
Además de sus apartados competitivos y del homenaje a Rossellini, Gibara brinda otros apartados informativos, con trabajos respaldados por la UNESCO, la EICTV de San Antonio de los Baños, la madrileña escuela ECAM, el Festival de Cine Experimental de Benalmádena, eventos teóricos, exposiciones, obras de teatros y espectáculos musicales y circenses.
- © Corresponsal (Cuba)-NOTICINE.com

"El acorazado...", restaurado y sinfónico en Buenos Aires
17-IV-06
Por Frank Padrón
Hay acontecimientos que trascienden el marco donde se insertan, y ello ocurrió justamente en el BAFICI, Festival
Internacional de cine independiente que tiene lugar en Buenos Aires desde el pasado día 11, cuando en el mítico teatro Colón (uno de los más antiguos y hermosos no ya de Argentina, sino de América Latina) ocurrió el que nos ocupa. Como una de las actividades especiales del mismo, se programó durante dos noches la presentación de una copia restaurada de "El acorazado Potemkin", el clásico del cine soviético realizado en 1925 por Serguéi M. Einsentein acompañada musicalmente por la Orquesta Sinfónica del gran coliseo.
Si fue todo un suceso ver emerger imponente y desafiante el inmenso barco (todo un símbolo de las conquistas fílmicas debidas al maestro ruso en el montaje, la composición de la imagen y la caligrafía fílmica) no menos lo fue escuchar el organismo musical sonando como si brotara de la misma pantalla, algo que sólo ocurrió cuando a partir de 1926, el alemán Edmund Meisei concibió la partitura que desde entonces acompañó el filme, sobre la cual trabajó el director orquestal Phil Jutzi.
Aún siendo originalmente soviética, la trayectoria del buque cinematográfico oscila entre la antigua Unión y Alemania, pues en realidad su éxito comenzó en el segundo país, donde sufrió tantas censuras y mutilaciones como en su patria (algunos intertítulos, por ejemplo, citaban explícitamente a Trotski). Lo cierto es que Einsenstein consideraba éste su “primer trabajo para el cine sonoro” (aun cuando originalmente nació mudo) y hablaba de su labor junto al músico con entusiasmo (“trabajamos en cooperación amistosa y comunidad creativa”, decía).
Un artista de la restauración cinematográfica como Enno Patalas, a quien se deben verdaderos milagros en este campo sobre otros clásicos ("Metrópolis" o "Los nibelungos") también se responsabilizó con la de Potemkin, y presente en las funciones argentinas, declaró sentirse impresionado al ver repleta la enorme capacidad del teatro porteño, “sobre todo de jóvenes”.
Las imágenes en realidad parecen de ahora mismo, no sólo por la nitidez lograda, sino por la fuerza de las mismas , por todo su vigor; restando el comprensible discurso triunfalista e hiperbólico, asombra que en la infancia del cine, se haya logrado esa estructura impecable, grandiosa, en narración y dramaturgia, sobre todo ahora que emergieron, como del fondo del mar (léase gavetas y archivos) tantas escenas que habían sido cercenadas y que por primera vez apreciamos, devolviendo al gigante su entereza, coherencia y dimensión.
Bajo la batuta del maestro Guillermo Brizzio, la Orquesta Estable del Colón brilló de principio a fin: el difícil e imprescindible empaste entre percusión y cuerdas, los complejos crescendos melódico-orquestales en momentos clímax (la célebre Masacre de Odessa y, sobre todo, el enfrentamiento final de los dos buques, que requiere de un dinámico sostenido en el tutti) demostraron no sólo la alta profesionalidad y el talento de estos músicos, cuya ejecución prolongaba la fuerza y precisión del director, sino la interiorización que todos lograron de una partitura donde laten aires románticos de la mejor tradición europea.
Gran suceso éste de la cultura toda, que hermana Europa y Latinoamérica, que sale de la pantalla o el foso sinfónico, que salta del recinto casi sacro del coliseo bonaerense, para proseguir la travesía azarosa y exitosa del invencible acorazado fílmico.
Por Frank Padrón
Hay acontecimientos que trascienden el marco donde se insertan, y ello ocurrió justamente en el BAFICI, Festival
Internacional de cine independiente que tiene lugar en Buenos Aires desde el pasado día 11, cuando en el mítico teatro Colón (uno de los más antiguos y hermosos no ya de Argentina, sino de América Latina) ocurrió el que nos ocupa. Como una de las actividades especiales del mismo, se programó durante dos noches la presentación de una copia restaurada de "El acorazado Potemkin", el clásico del cine soviético realizado en 1925 por Serguéi M. Einsentein acompañada musicalmente por la Orquesta Sinfónica del gran coliseo.
Si fue todo un suceso ver emerger imponente y desafiante el inmenso barco (todo un símbolo de las conquistas fílmicas debidas al maestro ruso en el montaje, la composición de la imagen y la caligrafía fílmica) no menos lo fue escuchar el organismo musical sonando como si brotara de la misma pantalla, algo que sólo ocurrió cuando a partir de 1926, el alemán Edmund Meisei concibió la partitura que desde entonces acompañó el filme, sobre la cual trabajó el director orquestal Phil Jutzi.
Aún siendo originalmente soviética, la trayectoria del buque cinematográfico oscila entre la antigua Unión y Alemania, pues en realidad su éxito comenzó en el segundo país, donde sufrió tantas censuras y mutilaciones como en su patria (algunos intertítulos, por ejemplo, citaban explícitamente a Trotski). Lo cierto es que Einsenstein consideraba éste su “primer trabajo para el cine sonoro” (aun cuando originalmente nació mudo) y hablaba de su labor junto al músico con entusiasmo (“trabajamos en cooperación amistosa y comunidad creativa”, decía).
Un artista de la restauración cinematográfica como Enno Patalas, a quien se deben verdaderos milagros en este campo sobre otros clásicos ("Metrópolis" o "Los nibelungos") también se responsabilizó con la de Potemkin, y presente en las funciones argentinas, declaró sentirse impresionado al ver repleta la enorme capacidad del teatro porteño, “sobre todo de jóvenes”.
Las imágenes en realidad parecen de ahora mismo, no sólo por la nitidez lograda, sino por la fuerza de las mismas , por todo su vigor; restando el comprensible discurso triunfalista e hiperbólico, asombra que en la infancia del cine, se haya logrado esa estructura impecable, grandiosa, en narración y dramaturgia, sobre todo ahora que emergieron, como del fondo del mar (léase gavetas y archivos) tantas escenas que habían sido cercenadas y que por primera vez apreciamos, devolviendo al gigante su entereza, coherencia y dimensión.
Bajo la batuta del maestro Guillermo Brizzio, la Orquesta Estable del Colón brilló de principio a fin: el difícil e imprescindible empaste entre percusión y cuerdas, los complejos crescendos melódico-orquestales en momentos clímax (la célebre Masacre de Odessa y, sobre todo, el enfrentamiento final de los dos buques, que requiere de un dinámico sostenido en el tutti) demostraron no sólo la alta profesionalidad y el talento de estos músicos, cuya ejecución prolongaba la fuerza y precisión del director, sino la interiorización que todos lograron de una partitura donde laten aires románticos de la mejor tradición europea.
Gran suceso éste de la cultura toda, que hermana Europa y Latinoamérica, que sale de la pantalla o el foso sinfónico, que salta del recinto casi sacro del coliseo bonaerense, para proseguir la travesía azarosa y exitosa del invencible acorazado fílmico.
- © NOTICINE.com