Festivales
Triunfal acogida para "Diarios de motocicleta" en Cannes
19-V-04
Una excelente respuesta tuvo el film "Diarios de motocicleta", de Walter Salles, en el 57 Festival Internacional de Cine de Cannes, que lo coloca en una posición inmejorable de cara a los premios que se entregarán el sábado, especialmente en los galardones destinados a la actuación, donde tanto el mexicano Gael García Bernal como el argentino Rodrigo de la Serna se presentan como serios candidatos.
"Diarios de motocicleta" recrea el viaje que emprendiera un joven Ernesto Guevara, antes de ser el "Che", y su amigo Alberto Granado por parte de Latinoamérica. Precisamente los libros que escribieron ambos sobre esta odisea, donde descubrieron una realidad que les resultaba desconocida, son la base de este largometraje del brasileño Salles, quien resaltó la actualidad de los relatos, ya que lo que "contaban en 1953 resulta describir la América Latina de hoy. Los problemas de pobreza, de injusticia, de propiedad de la tierra son los mismos hoy que entonces".
Salles también explicó en la presentación de la película que ésta experiencia resultó movilizadora para todos los que trabajaron en ella. "Empecé esta película considerándome un director brasileño, y la terminé sintiéndome brasileño, pero también, y sobre todo, latinoamericano", aseguró Salles. En la conferencia de prensa, que contó con sus actores principales, también estuvo presente Alberto Granado, quien con sus 82 años afirma que "todas las cosas de la vida me hacen pesar en aquel viaje".
El realizador brasileño logra con maestría relatar los cambios que evidencia un joven Guevara, totalmente alejado del mito, que poco a poco comienza a descubrir la injusticia, pobreza y desigualdad que azota a un continente, que luego se transformaría en la lucha de su vida. Pero también el personaje de Granado tiene un fuerte peso en esta historia, que se descubre como un relato sobre la amistad, la ideología y la identidad latinoamericana.
Otro film sobre un viaje narra "Exils", de Tony Gatlif. La cinta cuenta la historia de una pareja que vive en París y un día decide conocer la tierra de sus antepasados; de esta manera se embarcan en un periplo hasta Argelia. El film resulta básico, algo inverosímil, y tiene un fuerte componente musical, este resultado quizá se expliqué con la declaración de su director, nacido en Argelia, quien aseguró que la película no nació de una idea, sino del "deseo de mirar a mis propias cicatrices".
Por su parte, fuera de concurso se presentó el nuevo film de Zhang Yimou, "House of Flying Daggers", que continúa la misma línea de "Hero". Protagonizada por la hermosa y talentosa Zhang Ziyi ("Tigre y dragón"), esta producción de artes marciales épica sigue a tres personajes atrapados en una historia de amor. Visualmente bella, con sorprendentes escenas de lucha, sólo se le puede criticar cierta carencia de emotividad.
En la sección paralela Un certain regard se proyectó el largometraje uruguayo "Whisky", de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, que cuenta con el mismo equipo técnico de "25 Watts". La historia narra con humor la relación entre dos hermanos judíos y una mujer. "La película intenta retratar sutilmente cómo la torpeza y las pequeñas miserias de estos tres personajes tan distintos entre sí, se van evidenciando mientras intentan disimular resentimientos y asperezas", explican sus realizadores, quienes utilizaron la cámara fija como su recurso narrativo.
Una excelente respuesta tuvo el film "Diarios de motocicleta", de Walter Salles, en el 57 Festival Internacional de Cine de Cannes, que lo coloca en una posición inmejorable de cara a los premios que se entregarán el sábado, especialmente en los galardones destinados a la actuación, donde tanto el mexicano Gael García Bernal como el argentino Rodrigo de la Serna se presentan como serios candidatos.
"Diarios de motocicleta" recrea el viaje que emprendiera un joven Ernesto Guevara, antes de ser el "Che", y su amigo Alberto Granado por parte de Latinoamérica. Precisamente los libros que escribieron ambos sobre esta odisea, donde descubrieron una realidad que les resultaba desconocida, son la base de este largometraje del brasileño Salles, quien resaltó la actualidad de los relatos, ya que lo que "contaban en 1953 resulta describir la América Latina de hoy. Los problemas de pobreza, de injusticia, de propiedad de la tierra son los mismos hoy que entonces".
Salles también explicó en la presentación de la película que ésta experiencia resultó movilizadora para todos los que trabajaron en ella. "Empecé esta película considerándome un director brasileño, y la terminé sintiéndome brasileño, pero también, y sobre todo, latinoamericano", aseguró Salles. En la conferencia de prensa, que contó con sus actores principales, también estuvo presente Alberto Granado, quien con sus 82 años afirma que "todas las cosas de la vida me hacen pesar en aquel viaje".
El realizador brasileño logra con maestría relatar los cambios que evidencia un joven Guevara, totalmente alejado del mito, que poco a poco comienza a descubrir la injusticia, pobreza y desigualdad que azota a un continente, que luego se transformaría en la lucha de su vida. Pero también el personaje de Granado tiene un fuerte peso en esta historia, que se descubre como un relato sobre la amistad, la ideología y la identidad latinoamericana.
Otro film sobre un viaje narra "Exils", de Tony Gatlif. La cinta cuenta la historia de una pareja que vive en París y un día decide conocer la tierra de sus antepasados; de esta manera se embarcan en un periplo hasta Argelia. El film resulta básico, algo inverosímil, y tiene un fuerte componente musical, este resultado quizá se expliqué con la declaración de su director, nacido en Argelia, quien aseguró que la película no nació de una idea, sino del "deseo de mirar a mis propias cicatrices".
Por su parte, fuera de concurso se presentó el nuevo film de Zhang Yimou, "House of Flying Daggers", que continúa la misma línea de "Hero". Protagonizada por la hermosa y talentosa Zhang Ziyi ("Tigre y dragón"), esta producción de artes marciales épica sigue a tres personajes atrapados en una historia de amor. Visualmente bella, con sorprendentes escenas de lucha, sólo se le puede criticar cierta carencia de emotividad.
En la sección paralela Un certain regard se proyectó el largometraje uruguayo "Whisky", de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, que cuenta con el mismo equipo técnico de "25 Watts". La historia narra con humor la relación entre dos hermanos judíos y una mujer. "La película intenta retratar sutilmente cómo la torpeza y las pequeñas miserias de estos tres personajes tan distintos entre sí, se van evidenciando mientras intentan disimular resentimientos y asperezas", explican sus realizadores, quienes utilizaron la cámara fija como su recurso narrativo.
- © Enviado especial-NOTICINE.com
Tom Hanks debuta en Cannes con un remake
18-V-04
La participación de "The Ladykillers", de los hermanos Coen, en el 57º Festival Internacional de Cannes, le otorgó la oportunidad a Tom Hanks de competir por primera vez en el festival más importante del mundo; donde también Tailandia debutó en la carrera por la Palma de Oro con "Sud Pralad", de Apichatpong Weerasethakul, quien anteriormente participó en la sección Una cierta mirada con "Blissfully Yours".
Hanks capturó todos los flashes y fue el centro de las miradas de la nueva jornada de Cannes, donde se proyectó "The Ladykillers", el remake de la inglesa "El quinteto de la muerte", que lleva la firma de unos viejos conocidos de este festival, Joel y Ethan Coen, quienes se llevaron el premio mayor en 1991 por "Barton Fink". La historia del film sigue a cinco hombres, que se hacen pasar por músicos, con el objetivo de robar el dinero de un banco, a través de un túnel que cavarán desde la casa de una inocente anciana que les alquila una habitación para que realicen sus supuestos ensayos. Por supuesto, nada saldrá como ellos esperan y los problemas se irán multiplicando.
"Nos gustaba la historia, la idea era buena y estábamos seguros de que la película original sobreviviría a nuestro pastiche. No fuimos muy respetuosos con ella", declaró Joel Coen en la conferencia de prensa que siguió a la primera proyección. Los Coen ambientan la acción de su versión en el sur de Estados Unidos y así cobra fuerza su banda sonora compuesta por piezas que mezclan el gospel con el hip hop. "La idea de localizar esta comedia en el sur de Estados Unidos y de hacer de la vieja dama una ferviente simpatizante de la Iglesia anabaptista fue nuestro punto de partida y eso redefinió todo el conjunto", aseguró el realizador.
Por su parte, Hanks tuvo que lidiar con las comparaciones con Alec Guiness, quien interpretó el mismo papel en el film de 1955. "Traté de ignorarlo lo más posible para no situarme en el territorio de otro", explicó Hanks acerca de su preparación para este rol que lo abordó como si fuera un personaje clásico. La película no provocó mayor interés, al igual que cuando debutó en los Estados Unidos unos meses atrás.
La tailandesa "Sud Pralad", de Apichatpong Weerasethakul, lejos de cualquier fórmula, causó desconcierto. "La gente tiene una confusión con respecto a lo que es real", explicó el director sobre su película que se inicia como una historia de amor entre dos hombres, para luego dar paso a la búsqueda de un animal místico que habita la selva. Esta cinta que descubre lentamente dos tramas diferentes que se complementan entre sí, provocó abandonos y silbidos en la sala de exhibición.
La participación de "The Ladykillers", de los hermanos Coen, en el 57º Festival Internacional de Cannes, le otorgó la oportunidad a Tom Hanks de competir por primera vez en el festival más importante del mundo; donde también Tailandia debutó en la carrera por la Palma de Oro con "Sud Pralad", de Apichatpong Weerasethakul, quien anteriormente participó en la sección Una cierta mirada con "Blissfully Yours".
Hanks capturó todos los flashes y fue el centro de las miradas de la nueva jornada de Cannes, donde se proyectó "The Ladykillers", el remake de la inglesa "El quinteto de la muerte", que lleva la firma de unos viejos conocidos de este festival, Joel y Ethan Coen, quienes se llevaron el premio mayor en 1991 por "Barton Fink". La historia del film sigue a cinco hombres, que se hacen pasar por músicos, con el objetivo de robar el dinero de un banco, a través de un túnel que cavarán desde la casa de una inocente anciana que les alquila una habitación para que realicen sus supuestos ensayos. Por supuesto, nada saldrá como ellos esperan y los problemas se irán multiplicando.
"Nos gustaba la historia, la idea era buena y estábamos seguros de que la película original sobreviviría a nuestro pastiche. No fuimos muy respetuosos con ella", declaró Joel Coen en la conferencia de prensa que siguió a la primera proyección. Los Coen ambientan la acción de su versión en el sur de Estados Unidos y así cobra fuerza su banda sonora compuesta por piezas que mezclan el gospel con el hip hop. "La idea de localizar esta comedia en el sur de Estados Unidos y de hacer de la vieja dama una ferviente simpatizante de la Iglesia anabaptista fue nuestro punto de partida y eso redefinió todo el conjunto", aseguró el realizador.
Por su parte, Hanks tuvo que lidiar con las comparaciones con Alec Guiness, quien interpretó el mismo papel en el film de 1955. "Traté de ignorarlo lo más posible para no situarme en el territorio de otro", explicó Hanks acerca de su preparación para este rol que lo abordó como si fuera un personaje clásico. La película no provocó mayor interés, al igual que cuando debutó en los Estados Unidos unos meses atrás.
La tailandesa "Sud Pralad", de Apichatpong Weerasethakul, lejos de cualquier fórmula, causó desconcierto. "La gente tiene una confusión con respecto a lo que es real", explicó el director sobre su película que se inicia como una historia de amor entre dos hombres, para luego dar paso a la búsqueda de un animal místico que habita la selva. Esta cinta que descubre lentamente dos tramas diferentes que se complementan entre sí, provocó abandonos y silbidos en la sala de exhibición.
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Moore encabeza un politizado Cannes
17-V-04
Michael Moore fue la figura de la nueva jornada del 57º Festival Internacional de Cine de Cannes con la presentación de "Fahrenheit 9/11", documental que concursa por la Palma de Oro, y que había creado muchas expectativas con la reciente prohibición de los estudios Disney de estrenarla en Estados Unidos, por las críticas que el director realiza sobre la administración de George W. Bush.
"Fahrenheit 9/11" se centra en cómo Estados Unidos y la Casa Blanca respondieron al ataque a las torres gemelas, ocurrido el 11 de septiembre de 2001; y narra los vínculos que unen a la familia Bush con prominentes familias sauditas, incluyendo la de Osama Bin Laden. Para transmitir su visión, Moore compara con ironía las diferentes reacciones de los estadounidenses, como por ejemplo a una frívola Britney Spears expresando su apoyo al presidente, y a una mujer llorando por la muerte de su hijo en Irak. Como ya lo hiciera con "Bowling for Columbine", Moore vuelve a conquistar al público por la cruda crítica a su país, que suele ser inusual en el cine americano.
Como para reforzar la politizada competencia oficial llegó "The Edukators", el primer film alemán que compite en once años en Cannes. Dirigida por Hans Weingartner, de 28 años, la historia sigue a tres jóvenes que desean cambiar el mundo, y para ello quitan lo que es innecesario de los domiciolios de la gente que consideran que tiene demasiado. Cuando uno de los propietarios de una casa los descubre, deciden secuestrarlo y poner en práctica sus ideales.
"Estoy realmente feliz de presentar este film en el país donde nació la revolución", expresó Weingartner en la presentación del largometraje, que es protagonizado por Daniel Bruehl, actor de la exitosa "Good Bye, Lenin!". El realizador comentó que "The Edukators" nació a partir de su propia frustración por pertenecer a una generación que no pudo vencer al sistema, y su objetivo con esta película es generar un debate en la gente.
La tercera cinta en competencia del día fue la coreana "La mujer es el futuro del hombre", de Hong Sang-soo, que aportó una cruda visión sobre las relaciones sentimentales. La película narra el reencuentro entre dos amigos, distanciados durante mucho tiempo, que comienzan a relatarse sus respectivas vidas, hasta que ambos rememoran su relación con la mujer de la cual ambos estuvieron enamorados años atrás.
A tono con el tema que dominó la competencia, en la sección paralela Una cierta mirada se exhibió "The Assassination of Richard Nixon", coproducción entre Estados Unidos y México, que protagonizan Sean Penn y Naomi Watts. Con la dirección de Nils Mueller, el film está basado en la historia real de Sam Bicke (Penn), quien planeó asesinar al presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, en 1974.
Michael Moore fue la figura de la nueva jornada del 57º Festival Internacional de Cine de Cannes con la presentación de "Fahrenheit 9/11", documental que concursa por la Palma de Oro, y que había creado muchas expectativas con la reciente prohibición de los estudios Disney de estrenarla en Estados Unidos, por las críticas que el director realiza sobre la administración de George W. Bush.
"Fahrenheit 9/11" se centra en cómo Estados Unidos y la Casa Blanca respondieron al ataque a las torres gemelas, ocurrido el 11 de septiembre de 2001; y narra los vínculos que unen a la familia Bush con prominentes familias sauditas, incluyendo la de Osama Bin Laden. Para transmitir su visión, Moore compara con ironía las diferentes reacciones de los estadounidenses, como por ejemplo a una frívola Britney Spears expresando su apoyo al presidente, y a una mujer llorando por la muerte de su hijo en Irak. Como ya lo hiciera con "Bowling for Columbine", Moore vuelve a conquistar al público por la cruda crítica a su país, que suele ser inusual en el cine americano.
Como para reforzar la politizada competencia oficial llegó "The Edukators", el primer film alemán que compite en once años en Cannes. Dirigida por Hans Weingartner, de 28 años, la historia sigue a tres jóvenes que desean cambiar el mundo, y para ello quitan lo que es innecesario de los domiciolios de la gente que consideran que tiene demasiado. Cuando uno de los propietarios de una casa los descubre, deciden secuestrarlo y poner en práctica sus ideales.
"Estoy realmente feliz de presentar este film en el país donde nació la revolución", expresó Weingartner en la presentación del largometraje, que es protagonizado por Daniel Bruehl, actor de la exitosa "Good Bye, Lenin!". El realizador comentó que "The Edukators" nació a partir de su propia frustración por pertenecer a una generación que no pudo vencer al sistema, y su objetivo con esta película es generar un debate en la gente.
La tercera cinta en competencia del día fue la coreana "La mujer es el futuro del hombre", de Hong Sang-soo, que aportó una cruda visión sobre las relaciones sentimentales. La película narra el reencuentro entre dos amigos, distanciados durante mucho tiempo, que comienzan a relatarse sus respectivas vidas, hasta que ambos rememoran su relación con la mujer de la cual ambos estuvieron enamorados años atrás.
A tono con el tema que dominó la competencia, en la sección paralela Una cierta mirada se exhibió "The Assassination of Richard Nixon", coproducción entre Estados Unidos y México, que protagonizan Sean Penn y Naomi Watts. Con la dirección de Nils Mueller, el film está basado en la historia real de Sam Bicke (Penn), quien planeó asesinar al presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, en 1974.
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Tibia bendición para Lucrecia Martel en Cannes
16-V-04
Ya le pasó a Almodóvar en la apertura y le ha vuelto a ocurrir a su "pupila", la cineasta argentina Lucrecia Martel, a quien ha producido su segundo largo, "La niña santa", un film que como el almodovariano "La mala educación" mezcla religión y sexo. La acogida para ambas cintas en los respectivos pases de prensa estuvo lejos de las expectativas previas, aunque en las posteriores sesiones oficiales -ya sin críticos- los aplausos se hicieron menos esquivos. Junto a "La niña santa", en una jornada dominical llena de protagonismo femenino, concursó la francesa de Agnès Jaoui "Comme une image", y -fuera de concurso- el presidente del jurado Quentin Tarantino presentó "Kill Bill-Volumen 2", junto a su actriz Uma Thurman.
En otra jornada repleta de proyecciones y actividades paralelas, más tranquila que la víspera en cuanto a enfrentamientos entre "intermitentes" del espectáculo y policía, en Una Cierta Mirada, el ecuatoriano Sebastián Cordero lanzó internacionalmente su cinta "Crónicas", protagonizada por John Leguizamo y la española Leonor Watling, y Penélope Cruz hizo lo propio con la italo-española "No te muevas", de Sergio Castellitto. También se abrió el apartado dedicado al cine brasileiro.
Después de que su opera prima -"La ciénaga"- triunfara en Berlín, Cannes no ha querido dejar escapar por segunda vez a Lucrecia Martel. La directora salteña fue respaldada por el certamen galo en su "master" de la Cinefondation, y ahora muestra en la competencia su segunda película, "La niña santa". Respaldada por los principales miembros de su elenco, Maria Alché, Mercedes Morán, Mía Maestro y Alejandro Urdapilleta, y por sus productores, Pedro y Agustín Almodóvar de parte española y Lita Stantic de la Argentina, Martel ha dicho a los periodistas que no ha querido hacer un film directamente sobre el bien contra el mal, sino sobre la dificultad a veces de distinguir uno y otro. "Las nociones abstractas como inocencia y culpabilidad, el bien y el mal, no me influyen cuando escribo un guión, ya que concibo a los personajes como organismos vivos".
"La niña santa", estrenada hace semanas en Argentina y ya vendida a medio mundo gracias al respaldo de El Deseo, es la historia -de nuevo como en "La ciénaga" ubicada en Salta- de una adolescente con vocación religiosa que se propone "salvar" el alma de un médico de provincias necesitado de sexo, alojado en el hotel que regenta su madre.
Para la francesa Agnès Jaoui, conocida sobre todo por su faceta de actriz, que aqui también exhibe, "Comme une image" es también su segunda realización. Esta comedia sobre una joven veinteañera aspirante a cantante lírica acomplejada por su físico y con problemáticas relaciones con su padre y profesores, tuvo una aceptable respuesta de la prensa, sobre todo de la nacional.
Lógicamente, buena parte de la atención mediática del día se la llevaron Tarantino y Uma Thurman, pareja muy bien avenida que se reunió de nuevo con David Carradine y Daryl Hannah para mostrar en Sección Oficial -pero fuera de competición- la segunda mitad de su violenta "Kill Bill", un guiño agradecido a quien preside este año el jurado internacional. Tarantino se mostró muy orgulloso de su obra, dijo no querer sustraerse a la categoría de permanente espectador -incluso de sus propias películas- y aseguró que la violencia de su historia está más que justificada, añadiendo que está dispuesto a hacer sin complejo alguno "la película más sangrienta o violenta de la historia del cine".
En Un Certain Regard, el principal apartado paralelo del festival, el ecuatoriano Cordero estrenó mundialmente "Crónicas", una coproducción con México, protagonizada por el colombiano-norteamericano John Leguizamo, la española Leonor Watling y el mexicano Damián Alcázar. Basada en hechos reales, la nueva obra del autor de "Ratas, ratones, rateros" cuenta la historia de la cobertura mediática de una gran cadena de TV latina radicada en Miami sobre una serie de crímenes en serie en una zona deprimida de un país latinoamericano. Sebastián Cordero ha explicado que "Crónicas" habla de arrogancia e intolerancia, y de las dos Latinoaméricas que conviven hoy en día: "La de los periodistas, que son una élite, una burbuja, un mundo un poco ideal, un porcentaje pequeñito de la Latinoamérica con recursos, de la Latinoamérica globalizada cuya capital es Miami y que convive con la otra Latinoamérica del sur, mucho más cruda, mucho más dura, mucho más real...".
Este lunes el gran protagonista será Michael Moore, con su documental sobre la política de Bush y las consecuencias del 11-S, "Fahrenheit 911".
Ya le pasó a Almodóvar en la apertura y le ha vuelto a ocurrir a su "pupila", la cineasta argentina Lucrecia Martel, a quien ha producido su segundo largo, "La niña santa", un film que como el almodovariano "La mala educación" mezcla religión y sexo. La acogida para ambas cintas en los respectivos pases de prensa estuvo lejos de las expectativas previas, aunque en las posteriores sesiones oficiales -ya sin críticos- los aplausos se hicieron menos esquivos. Junto a "La niña santa", en una jornada dominical llena de protagonismo femenino, concursó la francesa de Agnès Jaoui "Comme une image", y -fuera de concurso- el presidente del jurado Quentin Tarantino presentó "Kill Bill-Volumen 2", junto a su actriz Uma Thurman.
En otra jornada repleta de proyecciones y actividades paralelas, más tranquila que la víspera en cuanto a enfrentamientos entre "intermitentes" del espectáculo y policía, en Una Cierta Mirada, el ecuatoriano Sebastián Cordero lanzó internacionalmente su cinta "Crónicas", protagonizada por John Leguizamo y la española Leonor Watling, y Penélope Cruz hizo lo propio con la italo-española "No te muevas", de Sergio Castellitto. También se abrió el apartado dedicado al cine brasileiro.
Después de que su opera prima -"La ciénaga"- triunfara en Berlín, Cannes no ha querido dejar escapar por segunda vez a Lucrecia Martel. La directora salteña fue respaldada por el certamen galo en su "master" de la Cinefondation, y ahora muestra en la competencia su segunda película, "La niña santa". Respaldada por los principales miembros de su elenco, Maria Alché, Mercedes Morán, Mía Maestro y Alejandro Urdapilleta, y por sus productores, Pedro y Agustín Almodóvar de parte española y Lita Stantic de la Argentina, Martel ha dicho a los periodistas que no ha querido hacer un film directamente sobre el bien contra el mal, sino sobre la dificultad a veces de distinguir uno y otro. "Las nociones abstractas como inocencia y culpabilidad, el bien y el mal, no me influyen cuando escribo un guión, ya que concibo a los personajes como organismos vivos".
"La niña santa", estrenada hace semanas en Argentina y ya vendida a medio mundo gracias al respaldo de El Deseo, es la historia -de nuevo como en "La ciénaga" ubicada en Salta- de una adolescente con vocación religiosa que se propone "salvar" el alma de un médico de provincias necesitado de sexo, alojado en el hotel que regenta su madre.
Para la francesa Agnès Jaoui, conocida sobre todo por su faceta de actriz, que aqui también exhibe, "Comme une image" es también su segunda realización. Esta comedia sobre una joven veinteañera aspirante a cantante lírica acomplejada por su físico y con problemáticas relaciones con su padre y profesores, tuvo una aceptable respuesta de la prensa, sobre todo de la nacional.
Lógicamente, buena parte de la atención mediática del día se la llevaron Tarantino y Uma Thurman, pareja muy bien avenida que se reunió de nuevo con David Carradine y Daryl Hannah para mostrar en Sección Oficial -pero fuera de competición- la segunda mitad de su violenta "Kill Bill", un guiño agradecido a quien preside este año el jurado internacional. Tarantino se mostró muy orgulloso de su obra, dijo no querer sustraerse a la categoría de permanente espectador -incluso de sus propias películas- y aseguró que la violencia de su historia está más que justificada, añadiendo que está dispuesto a hacer sin complejo alguno "la película más sangrienta o violenta de la historia del cine".
En Un Certain Regard, el principal apartado paralelo del festival, el ecuatoriano Cordero estrenó mundialmente "Crónicas", una coproducción con México, protagonizada por el colombiano-norteamericano John Leguizamo, la española Leonor Watling y el mexicano Damián Alcázar. Basada en hechos reales, la nueva obra del autor de "Ratas, ratones, rateros" cuenta la historia de la cobertura mediática de una gran cadena de TV latina radicada en Miami sobre una serie de crímenes en serie en una zona deprimida de un país latinoamericano. Sebastián Cordero ha explicado que "Crónicas" habla de arrogancia e intolerancia, y de las dos Latinoaméricas que conviven hoy en día: "La de los periodistas, que son una élite, una burbuja, un mundo un poco ideal, un porcentaje pequeñito de la Latinoamérica con recursos, de la Latinoamérica globalizada cuya capital es Miami y que convive con la otra Latinoamérica del sur, mucho más cruda, mucho más dura, mucho más real...".
Este lunes el gran protagonista será Michael Moore, con su documental sobre la política de Bush y las consecuencias del 11-S, "Fahrenheit 911".
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Disturbios y estrellas en Cannes
15-V-04
Una jornada convulsionada se vivió este sábado en el 57º Festival Internacional de Cine de Cannes, que tuvo un saldo de tres heridos como consecuencia de la acción de la policía cuando evacuó a varios manifestantes que habían ocupado un cine; en tanto que en la competencia oficial la presentación de "Shrek 2" trajo un aluvión de estrellas, y una buena dosis de irreverente humor.
Entre quinientos y mil "intermitentes", denominación dada a los trabajadores que son contratados por obra, participaron el sábado de una manifestación, que contó con el apoyo de Michael Moore, miembros de partidos de extrema izquierda y el líder antiglobalización francés, José Bové. Debido a esta movilización las puertas del Palacio de Festivales -donde se proyectan las películas del festival- debieron cerrarse por media hora, hasta que los manifestantes se alejaron; aunque un choque con la policía dejó tres heridos -algunos indican cinco- cuando varias personas fueron forzadas a dejar un cine que habían tomado. Más tarde, varios periodistas fueron maltratados cuando cubrían el reclamo de los trabajadores, que solicitaban que soltaran a sus compañeros detenidos en dicho episodio.
Mientras en las calles se vivía un clima de tensión, en la alfombra roja todo era una fiesta con la presencia de Cameron Diaz, Eddie Murphy, Antonio Banderas -con su mujer Melanie Griffith-, Mike Myers y Rupert Everett, presentes para la función de "Shrek 2", segunda parte de la historia del ogro que encontraba el amor verdadero, que recibió entusiastas críticas por parte de la prensa especializada. El productor Jeffrey Katzenberg aprovechó tan buena recepción para asegurar que ya se estaba trabajando en una tercera y cuarta película de la saga.
Con menos promoción, se exhibió "Old Boy", del coreano Park Chan-wook, que es la segunda parte de la trilogía que inició con "Sympathy for Mr. Vengeance". Visualmente sorprendente, el film está inspirado en un cómic japonés, que cuenta la historia de un hombre que es secuestrado y es mantenido prisionero por quince años. Cuando queda en libertad, debe descubrir quién es la persona que ideó esta operación. Consultado por la violencia de su largometraje, que bien ha podido hacer las delicias del presidente del jurado, Quentin Tarantino, Park señaló que "la violencia posee un atractivo visual, momentos hermosos y un cierto aspecto placentero". Este trabajo, comparado con "Kill Bill: Vol I", parece haber interesado a los productores de Hollywood, quienes ya planean el remake de esta película.
Una jornada convulsionada se vivió este sábado en el 57º Festival Internacional de Cine de Cannes, que tuvo un saldo de tres heridos como consecuencia de la acción de la policía cuando evacuó a varios manifestantes que habían ocupado un cine; en tanto que en la competencia oficial la presentación de "Shrek 2" trajo un aluvión de estrellas, y una buena dosis de irreverente humor.
Entre quinientos y mil "intermitentes", denominación dada a los trabajadores que son contratados por obra, participaron el sábado de una manifestación, que contó con el apoyo de Michael Moore, miembros de partidos de extrema izquierda y el líder antiglobalización francés, José Bové. Debido a esta movilización las puertas del Palacio de Festivales -donde se proyectan las películas del festival- debieron cerrarse por media hora, hasta que los manifestantes se alejaron; aunque un choque con la policía dejó tres heridos -algunos indican cinco- cuando varias personas fueron forzadas a dejar un cine que habían tomado. Más tarde, varios periodistas fueron maltratados cuando cubrían el reclamo de los trabajadores, que solicitaban que soltaran a sus compañeros detenidos en dicho episodio.
Mientras en las calles se vivía un clima de tensión, en la alfombra roja todo era una fiesta con la presencia de Cameron Diaz, Eddie Murphy, Antonio Banderas -con su mujer Melanie Griffith-, Mike Myers y Rupert Everett, presentes para la función de "Shrek 2", segunda parte de la historia del ogro que encontraba el amor verdadero, que recibió entusiastas críticas por parte de la prensa especializada. El productor Jeffrey Katzenberg aprovechó tan buena recepción para asegurar que ya se estaba trabajando en una tercera y cuarta película de la saga.
Con menos promoción, se exhibió "Old Boy", del coreano Park Chan-wook, que es la segunda parte de la trilogía que inició con "Sympathy for Mr. Vengeance". Visualmente sorprendente, el film está inspirado en un cómic japonés, que cuenta la historia de un hombre que es secuestrado y es mantenido prisionero por quince años. Cuando queda en libertad, debe descubrir quién es la persona que ideó esta operación. Consultado por la violencia de su largometraje, que bien ha podido hacer las delicias del presidente del jurado, Quentin Tarantino, Park señaló que "la violencia posee un atractivo visual, momentos hermosos y un cierto aspecto placentero". Este trabajo, comparado con "Kill Bill: Vol I", parece haber interesado a los productores de Hollywood, quienes ya planean el remake de esta película.
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