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Muchos de los fans de Alex de la Iglesia siguen considerando a "El día de la bestia" como su película nunca superada. Tras probar en otros registros de la comedia, el esperpento y la intriga, el cineasta vasco regresa al germen de aquella obra con "Las brujas de Zugarramurdi", calurosamente aplaudida este domingo en el Festival de San Sebastián, donde se presentó fuera de concurso, dentro del homenaje a Carmen Maura, primer Premio Donostia de esta edición, acaparando la atención de una jornada en la que compitieron la cinta británica "Le week-end", de Roger Mitchel, bien recibida, y la francesa "Mon ame par toi guerie", de François Dupeyron, aún más aplaudida.

La actriz madrileña Carmen Maura, que este domingo recibe el Premio Donostia, puede presumir de una de las carreras más dilatadas, variadas y premiadas del cine español. Desde los tiempos heroicos del Café Teatro, a su actual labor a caballo de los Pirineos, tanto en España como en Francia, han pasado más de cuatro décadas en las que ha podido brillar sobre escenarios, platós de televisión y sets de cine, sin abandonar la sonrisa ni el espíritu crítico, que empieza por el análisis de su propia vida.

La tercera película de la argentina Lucía Puenzo, “Wakolda / El médico alemán”, coproducida por España, se alzó como la gran ganadora de la noche de premiación de la segunda edición de UNASUR Cine, y fue precisamente su padre -el también cineasta y ganador del Oscar- Luis Puenzo (“La historia oficial”),  quien se encargó de recoger los premios mayores ya que la directora se encontraba en la capital acompañando el estreno local de su película, que podría ser la postulante argentina para los premios Oscar. Luis Puenzo parece atraer la suerte en este festival, sino recordemos que hace un año, su producción “Infancia clandestina”, opera prima de Benjamín Ávila, fue la ganadora máxima de la primera edición de este certamen.

En el segundo día del festival, primero competitivo, se presentaron la cinta canadiense-española de Denis Villeneuve "Enemy" y la venezolana "Pelo malo", de Mariana Rondón, dos cintas incómodas que sobre todo la primera parece reservada a paladares especializados. La segunda sí generó algunos aplausos. Fuera de las salas, protagonizaron la jornada el ministro español de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, quien entregó el Premio Nacional de Cinematografía a un reivindicativo Juan Antonio Bayona, al que le hubiera gustado mejor compañía.