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La directora venezolana Patricia Ortega ya tiene nuevo proyecto, "Mamacruz", una mezcla de humor e intimidad resumidas a un film en el que, tras la migración de su hija, una abuela de mentalidad tradicional debe aprender a usar Internet. Sin embargo, un encuentro accidental con la pornografía la sumerge en un universo de fantasías y juegos eróticos con desconocidos. Lo que empieza como una diversión, poco a poco se convierte en una búsqueda interior que cambiará por completo su vida domesticada.

Todo comenzó cuando Ortega encontró una fotografía de su madre desnuda. "Ella posaba muy sensual para la cámara. Es una mujer católica y convencional. Nunca imaginé que podría hacer algo así. Me di cuenta de que yo solo la conocía como madre, pero que nunca la había visto como una mujer", comentó a La Prensa.

Con respecto a su argumento, explica que "`Mamacruz´ es la historia de una abuela convencional. Una ama de casa dedicada por completo a su esposo, hija y nieta. Cuando Carlota, su hija, decide emigrar para buscar un futuro mejor, Cruz se ve obligada a aprender a usar internet para comunicarse con ella. Se apasiona por este nuevo mundo. Le encanta hacer vídeos y fotografías con la tableta, como una niña con un juguete nuevo. Un día tiene un encuentro accidental con la pornografía virtual y su vida cambia por completo".

Es a raíz de ese descubrimiento cuando una mezcla de vergüenza y curiosidad remueve la cabeza de la protagonista. "Dispara deseos, fantasías y juegos eróticos con desconocidos. Su rutina comienza a transcurrir entre dos mundos: el de la abuela y la esposa dedicada, y el de la mujer que se atreve a experimentar a escondidas experiencias que jamás había imaginado. Lo que comienza como una travesura, poco a poco se transforma en una conversión íntima. Un día, su secreto se descubre. Su esposo y su hija la juzgan y señalan. En este momento, deberá tomar la decisión más difícil de su vida: seguir siendo lo que ellos esperan o tener la valentía de convertirse en la dueña de su propio destino", continúa la autora de otras obras como "Yo, imposible".

Así, el nuevo proyecto de la venezolana supone un largometraje en el que el humor y la intimidad convergen en un mismo género, ofreciendo la oportunidad de mirar a través del selfie de una abuela que se atreve a descubrir otra forma de ver y sentir la vida. "El erotismo es una excusa para hablar sobre la identidad y el derecho de ser nosotros mismos. La picardía es la punta de lanza para conectarnos con nuestra compleja y desafiante naturaleza humana".

Y para poner en marcha este proyecto, repitió el mismo mecanismo que el realizado con su anterior largometraje "Yo, imposible", una cinta que recrea la historia de una joven modista religiosa quien, tras una relación sexual fallida, descubre el secreto que su familia le ocultaba: es intersexual, pero tras una cirugía fue criada como una mujer. Así pues, pese a haberse visto obligada a retrasar su estreno a causa de la crisis económica de su país, participó con la Residencia de Guion Algo en Común, en Cali, Colombia, para terminar la versión definitiva de su guion, "un empuje fundamental para la película. Un año después la filmamos y hoy está viajando por festivales internacionales".

Ahora, con "Mamacruz", con el que quedó seleccionada en el Encuentro de Productores del Festival Internacional de Guadalajara 2019, está en conversaciones con productores de Colombia, España y Cuba con el fin de abrir todas las ventanas posibles para hacer alianzas, pues "de ellas depende la producción de la película", comentaba la venezolana.

Y para ello pensó nuevamente en la Residencia de Guion. "Vi la convocatoria justo cuando había terminado la primera versión del guion y sentí que era el momento indicado. Cuando recibí la noticia de la selección me contenté mucho. Estoy emocionada de tener un cupo en este evento iberoamericano: de 78 proyectos, solo 8 fuimos seleccionados", explica orgullosa.

Convencida de querer repetir la experiencia, optó por realizar una campaña de crowfunding con el objetivo de recolectar dinero y poder trasladarse a Cali del 8 de agosto al 9 de julio del año que viene, para de nuevo poder participar en este espacio dedicado a la escritura y producción cinematográfica.

"La idea es corregir las debilidades y enriquecer las fortalezas desde el punto narrativo y de diseño de producción. Son pocas las residencias que tienen tiempo de inmersión tan prolongado y profundo como esta. Los asesores se convierten en tus compañeros. La clase no se limita al espacio académico, sino que también se convierte en algo cotidiano: se rompen barreras académicas convencionales y el proceso se transforma en un trabajo creativo donde lo íntimo y lo colectivo se funden".

Y sobre este espacio, añadió también que su propósito consiste en dar una atención personalizada e intensiva a cada proyecto. "Una de las cosas más hermosas de esta residencia es la alianza con espacios coworking. Tienes la oportunidad de trabajar en lugares óptimos para la escritura. El sueño de todo director: 5 semanas para meterse de lleno en su historia olvidándose de todo lo demás. Entonces, no solo sales con un guion maduro y una carpeta de producción mejorada, también tienes la posibilidad de sumar un socio financiero a tu película", concluía.

Pese a que el proyecto está aún en sus primeras fases, ahora toca esperar para ver qué sale de esta experiencia cinematográfica que, sin duda, ofrecerá un profundo y completo proceso de creación, dejando unas expectativas muy altas para "Mamacruz".

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