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La semana del 9 al 13 de febrero, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de España dedicará su ciclo Joyas del cine español a Gonzalo Suárez, Premio Nacional de Cinematografía y uno de los protagonistas más heterodoxos del mundo del cine y de las letras. Director de cine –"Remando al viento", "Epílogo", "Don Juan en los infiernos", "El portero"- y escritor –"Rocabruno bate a Ditirambo", "Ciudadano Sade" o "El hombre que soñaba demasiado"-, su obra es reconocida por su imaginación e independencia.

La primera encuesta mundial sobre los 100 mejores títulos del cine iberoamericano, convocada por el portal de información cinematográfica NOTICINE.com, ha elegido a la cubana "Memorias del subdesarrollo", dirigida en 1968 por Tomás Gutiérrez Alea, como la cinta latina más destacada de la historia, seguida por la hispano-mexicana "El laberinto del fauno" (2006), de Guillermo del Toro, y la mexicana "Los olvidados" (1950), de Luis Buñuel.

Desde esta semana se filma en la ciudad mexicana de Puebla la nueva película de Juan Carlos Carrasco (“Santos peregrinos”), que protagonizan veteranas figuras del cine y la escena nacional, como Carmen Salinas, Diana Bracho, y Manuel Ojeda, junto al popular Adal Ramones. "Martín al amanecer" es un drama sobre un hombre que llega a su pueblo con las cenizas de su madre, y allí conoce a la joven pupila de un burdel, de quien se enamora.

La ex-reina de belleza por el estado de Sinaloa y Reina Hispanoamericana Laura Zúñiga, quien fue detenida junto a un grupo de "narcos" a finales del pasado año, tendría las puertas abiertas de la gran pantalla, según el diario El Universal, que asegura que varios productores de cine y teatro buscan establecer contacto con ella para ofrecerle trabajo, con la esperanza de que sea un "imán de taquilla".

Por Joaquín Oristrell*
 
Ésta es una comedia con amor, sexo, familia y cocina. Es una idea que me persigue hace años. Empezó a “seducirme” cuando comprendí que España se dirigía irremediablemente a ocupar uno de los primeros puestos de la gastronomía internacional. Fue cuando los restaurantes empezaron a cuidar su imagen, los platos menguaron, los cocineros tuvieron de pronto nombre y apellidos y la mayoría de mis amigos se hicieron forofos del tofu, la tempura y el sushi.