Crónicas
Penélope Cruz: "El de 'Blow' es uno de los papeles más difíciles que he hecho"
8-VI-01
"Las drogas son el demonio vestido de una inocente niña de cuatro años". Esta es la sincera opinión que manifestaba este viernes Penélope Cruz sobre uno de los temas candentes de nuestro tiempo después de haberse tenido que convertir en una cocainómana colombiana en "Blow", su última película norteamericana que se estrena en España el próximo día 15, y en la que esta vez además de estar dirigida por Ted Demme ("Beautiful Girls") y compartir cartel con Johnny Deep, tiene como compañero en el reparto al español Jordi Mollá.
En "Blow", una cinta basada en hechos reales ocurridos en los años setenta, Cruz es una mujer excesiva y descontrolada que seduce al protagonista de "Eduardo Manostijeras", al que por su parte Mollá se encarga de introducir en el sucio pero lucrativo negocio del narcotráfico. Unos personajes que todavía viven y con los que, por ejemplo, Cruz se entrevistó para obtener más detalles para su papel, que considera "uno de los más difíciles, agradecidos y distintos a lo que había hecho antes, que he tenido".
Con este aprendizaje la actriz, que contó incluso con el asesoramiento de ex-toxicómanos para prepararse, asegura categoricamente que "mi experiencia con las drogas es la suficiente para insistir en que son el demonio. Personalmente tengo que tener mucho cuidado y no puedo tomar café ni Coca-Cola porque mi sistema nervioso lo nota todo muy rápido. Eso es una suerte porque lo difícil es cuando tu cuerpo no te avisa a tiempo", explica.
Penélope Cruz se muestra encantada de haber trabjado con Deep, "uno de los tíos más graciosos" con el que se ha topado "y del que la gente no conoce ese sentido del humor absurdo" que comparte con Mollá. La estrella española hace balance ahora -a los dos meses de su vuelta a España- de su camino en Hollywood, que no contempla como "una carrera diferente" a la que inició aquí. "Todo es parte de lo mismo aunque se continué en otro país. La verdad es que tenía ganas de volver a casa porque echaba de menos la comida y trabajar en mi idioma", continúa.
Cruz, que desvela no sentirse "acosada" en la península por su reciente fama internacional -"puedo llevar una vida bastante normal y no me siento agobiada para nada", aclara-, no rodará ninguna película más hasta enero, aunque está cargada de planes hasta entonces: "descansar, estudiar fotografía, aprender a cocinar, patinar, leer, dormir, estar con mi familia y con mis amigos. Necesitaba un tiempo para desconectar, unos momentos para mí", se justifica.
"Las drogas son el demonio vestido de una inocente niña de cuatro años". Esta es la sincera opinión que manifestaba este viernes Penélope Cruz sobre uno de los temas candentes de nuestro tiempo después de haberse tenido que convertir en una cocainómana colombiana en "Blow", su última película norteamericana que se estrena en España el próximo día 15, y en la que esta vez además de estar dirigida por Ted Demme ("Beautiful Girls") y compartir cartel con Johnny Deep, tiene como compañero en el reparto al español Jordi Mollá.
En "Blow", una cinta basada en hechos reales ocurridos en los años setenta, Cruz es una mujer excesiva y descontrolada que seduce al protagonista de "Eduardo Manostijeras", al que por su parte Mollá se encarga de introducir en el sucio pero lucrativo negocio del narcotráfico. Unos personajes que todavía viven y con los que, por ejemplo, Cruz se entrevistó para obtener más detalles para su papel, que considera "uno de los más difíciles, agradecidos y distintos a lo que había hecho antes, que he tenido".
Con este aprendizaje la actriz, que contó incluso con el asesoramiento de ex-toxicómanos para prepararse, asegura categoricamente que "mi experiencia con las drogas es la suficiente para insistir en que son el demonio. Personalmente tengo que tener mucho cuidado y no puedo tomar café ni Coca-Cola porque mi sistema nervioso lo nota todo muy rápido. Eso es una suerte porque lo difícil es cuando tu cuerpo no te avisa a tiempo", explica.
Penélope Cruz se muestra encantada de haber trabjado con Deep, "uno de los tíos más graciosos" con el que se ha topado "y del que la gente no conoce ese sentido del humor absurdo" que comparte con Mollá. La estrella española hace balance ahora -a los dos meses de su vuelta a España- de su camino en Hollywood, que no contempla como "una carrera diferente" a la que inició aquí. "Todo es parte de lo mismo aunque se continué en otro país. La verdad es que tenía ganas de volver a casa porque echaba de menos la comida y trabajar en mi idioma", continúa.
Cruz, que desvela no sentirse "acosada" en la península por su reciente fama internacional -"puedo llevar una vida bastante normal y no me siento agobiada para nada", aclara-, no rodará ninguna película más hasta enero, aunque está cargada de planes hasta entonces: "descansar, estudiar fotografía, aprender a cocinar, patinar, leer, dormir, estar con mi familia y con mis amigos. Necesitaba un tiempo para desconectar, unos momentos para mí", se justifica.
- © FP / Redacción-NOTICINE.com
Jordi Mollà: "Creí que nunca haría cine en EEUU porque no parezco latino"
8-VI-01
Jordi Mollà, que este viernes presentó "Blow" a la prensa española en unión de su compañera Penélope Cruz, le pone ironía al asunto de las drogas, cuando afirma que "yo no tomo drogas, no entiendo nada de ellas, y para mí la droga es el centollo y las angulas, la jalea real que me manda mi madre y el ajo", bromea. Al intérprete no le hacen falta sustancias ilegales pero sí le fueron necesarias "tres 'Coronitas'" (la popular cerveza mejicana) el primer día que tuvo que rodar una escena en su estreno en la industria americana.
"Me las bebí porque no me llegaba la sangre a los dedos y ante la cara de enfermo que ponía se las tuve que pedir a Johny Deep, quien me ayudó bastante". Y no es que las cosas del cine sean muy diferentes entre Estados Unidos y España. Según Mollá, la mecánica "es la misma" aunque él no pudo impedir sentirse "muy asustado" incluso cuando preparaba el casting para "Blow".
"Yo pensaba que nunca haría películas en EE.UU. porque no tengo pinta de latino, pero a la vez creía que debía intentarlo, aunque fuese para volverme sin nada. Surgió tan rápido este personaje que me sentía encarcelado en una situación que no sabía si quería vivir y me propuse hacer las pruebas lo peor posible. Pero es más difícil hacer las cosas mal...", señala.
Mollá comenta haber ganado con su bautizo americano un amigo, Johnny Deep, en quien encontró "un alma gemela con el mismo sentimiento de sentirse desubicado y no saber quién es él, y las mismas bromas que mis colegas de Madrid". La conexión entre ambos ha sido tan intensa que el propio intérprete norteamericano se ofreció a participar en la ópera prima que el español rueda actualmente, una propuesta que rechazó "porque me parecía un souvenir demasiado caro, a no ser que hubiera aparecido disfrazado o figurase en los títulos como "Juan Profundo" (la traducción de su nombre al castellano)".
Jordi Mollà, que este viernes presentó "Blow" a la prensa española en unión de su compañera Penélope Cruz, le pone ironía al asunto de las drogas, cuando afirma que "yo no tomo drogas, no entiendo nada de ellas, y para mí la droga es el centollo y las angulas, la jalea real que me manda mi madre y el ajo", bromea. Al intérprete no le hacen falta sustancias ilegales pero sí le fueron necesarias "tres 'Coronitas'" (la popular cerveza mejicana) el primer día que tuvo que rodar una escena en su estreno en la industria americana.
"Me las bebí porque no me llegaba la sangre a los dedos y ante la cara de enfermo que ponía se las tuve que pedir a Johny Deep, quien me ayudó bastante". Y no es que las cosas del cine sean muy diferentes entre Estados Unidos y España. Según Mollá, la mecánica "es la misma" aunque él no pudo impedir sentirse "muy asustado" incluso cuando preparaba el casting para "Blow".
"Yo pensaba que nunca haría películas en EE.UU. porque no tengo pinta de latino, pero a la vez creía que debía intentarlo, aunque fuese para volverme sin nada. Surgió tan rápido este personaje que me sentía encarcelado en una situación que no sabía si quería vivir y me propuse hacer las pruebas lo peor posible. Pero es más difícil hacer las cosas mal...", señala.
Mollá comenta haber ganado con su bautizo americano un amigo, Johnny Deep, en quien encontró "un alma gemela con el mismo sentimiento de sentirse desubicado y no saber quién es él, y las mismas bromas que mis colegas de Madrid". La conexión entre ambos ha sido tan intensa que el propio intérprete norteamericano se ofreció a participar en la ópera prima que el español rueda actualmente, una propuesta que rechazó "porque me parecía un souvenir demasiado caro, a no ser que hubiera aparecido disfrazado o figurase en los títulos como "Juan Profundo" (la traducción de su nombre al castellano)".
- © FP / Redacción-NOTICINE.com
Salma Hayek es más sexy que Jennifer López
7-VI-01
Según una encuesta realizada por la revista People en Español entre lectores hispanos residentes en Estados Unidos, Salma Hayek es la personalidad latina más sexy, sustituyendo a la designada el pasado año, su colega y tradicional competidora Jennifer López. La pérdida de popularidad de la curvilínea estrella de raíces boricuas la lleva al tercer lugar, ya que la segunda más sexy es la modelo colombiana Sofía Vergara. Los gustos del público también cambiaron en el apartado masculino, ya que el cantante Ricky Martin ha perdido su cetro de más atractivo en favor del actor Fernando Colunga.
La encuesta de People, en la que participaron 1.600 lectores de la edición en español del semanario, aporta resultados en muchas otras categorías. Así, la cantante y ocasional actriz cubano-americana Gloria Estefan fue nombrada en cinco categorías, destacando "la más querida" y "La más digna de confianza".
En el capítulo concreto de los actores favoritos, fueron elegidos el español Antonio Banderas, que acaba de rodar en la película de Salma "Frida", y la norteamericana Julia Roberts. Entre los cantantes, los que más gustan son la canadiense Celine Dion y el puertorriqueño Marc Anthony. Y, para terminar, el deporte: el boxeador Oscar de la Hoya mantiene su carácter de favorito entre los latinos de Estados Unidos.
Según una encuesta realizada por la revista People en Español entre lectores hispanos residentes en Estados Unidos, Salma Hayek es la personalidad latina más sexy, sustituyendo a la designada el pasado año, su colega y tradicional competidora Jennifer López. La pérdida de popularidad de la curvilínea estrella de raíces boricuas la lleva al tercer lugar, ya que la segunda más sexy es la modelo colombiana Sofía Vergara. Los gustos del público también cambiaron en el apartado masculino, ya que el cantante Ricky Martin ha perdido su cetro de más atractivo en favor del actor Fernando Colunga.
La encuesta de People, en la que participaron 1.600 lectores de la edición en español del semanario, aporta resultados en muchas otras categorías. Así, la cantante y ocasional actriz cubano-americana Gloria Estefan fue nombrada en cinco categorías, destacando "la más querida" y "La más digna de confianza".
En el capítulo concreto de los actores favoritos, fueron elegidos el español Antonio Banderas, que acaba de rodar en la película de Salma "Frida", y la norteamericana Julia Roberts. Entre los cantantes, los que más gustan son la canadiense Celine Dion y el puertorriqueño Marc Anthony. Y, para terminar, el deporte: el boxeador Oscar de la Hoya mantiene su carácter de favorito entre los latinos de Estados Unidos.
- © Corresponsal-NOTICINE.com
Bigas Luna: "Las grandes pasiones terminan con la muerte"
7-VI-01
Bigas Luna cuenta las horas para el estreno de "Son de mar", este viernes, y conocer sus resultados de taquilla, después de que los críticos esta vez hayan sido mucho más benevolentes que con su anterior trabajo, "Volaverunt". La nueva obra del autor de "Jamón, jamón" tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine Español de Málaga, aunque no quiso concursar, y después en Valencia, en honor de la región donde se rodó este drama apasionado profundamente mediterráneo. "Esta historia conecta mucho conmigo, no porque yo sea un hombre de mar, que soy más de costa, sino porque la sensualidad que respira también está en "Jamón, jamón", "Huevos de oro" y "La teta y la luna". También tiene una proximidad con "La camarera del Titanic", en su parte romántica", ha dicho este jueves el realizador catalán al presentar su película en Madrid.
La palabra clave que define el film que hace el número 15 en su filmografía es pasión, el sentimiento irracional del amor y el deseo, que implica dolor. "Yo siempre he querido vivir historias pasionales, pero la pasión me ha hecho mucho daño, y por eso tengo con ella ese relación de amor y odio. Con "Son de mar" he intentado explicar el binomio entre la pasión y el tiempo, ya que las grandes pasiones terminan con la muerte, las otras las mata el tiempo. La pasión es lo que más daño nos hace".
Reconoce Bigas Luna que el resultado final de su nuevo trabajo tiene que ver con la materia prima, el libro de Manuel Vicent, y con la adaptación que como co-guionista hizo el veterano Rafael Azcona: "Los tres tenemos un fondo común, que es el amor por la vida, la humanidad y nuestras tierras, a pesar de que seamos de mundos distintos".
El realizador barcelonés estuvo acompañado por sus tres principales protagonistas: Leonor Watling, Jordi Mollà (que llegó medio dormido por estar rodando la noche anterior su opera prima como director) y Eduard Fernández, aunque él llevó la mayor parte del protagonismo de la presentación. Mollà hzi reir a los periodistas cuando explicó los detallados movimientos que Bigas le describía y que debía hacer sobre el cuerpo desnudo de su amante en la ficción, una espléndida Leonor Watling.
Bigas Luna cuenta las horas para el estreno de "Son de mar", este viernes, y conocer sus resultados de taquilla, después de que los críticos esta vez hayan sido mucho más benevolentes que con su anterior trabajo, "Volaverunt". La nueva obra del autor de "Jamón, jamón" tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine Español de Málaga, aunque no quiso concursar, y después en Valencia, en honor de la región donde se rodó este drama apasionado profundamente mediterráneo. "Esta historia conecta mucho conmigo, no porque yo sea un hombre de mar, que soy más de costa, sino porque la sensualidad que respira también está en "Jamón, jamón", "Huevos de oro" y "La teta y la luna". También tiene una proximidad con "La camarera del Titanic", en su parte romántica", ha dicho este jueves el realizador catalán al presentar su película en Madrid.
La palabra clave que define el film que hace el número 15 en su filmografía es pasión, el sentimiento irracional del amor y el deseo, que implica dolor. "Yo siempre he querido vivir historias pasionales, pero la pasión me ha hecho mucho daño, y por eso tengo con ella ese relación de amor y odio. Con "Son de mar" he intentado explicar el binomio entre la pasión y el tiempo, ya que las grandes pasiones terminan con la muerte, las otras las mata el tiempo. La pasión es lo que más daño nos hace".
Reconoce Bigas Luna que el resultado final de su nuevo trabajo tiene que ver con la materia prima, el libro de Manuel Vicent, y con la adaptación que como co-guionista hizo el veterano Rafael Azcona: "Los tres tenemos un fondo común, que es el amor por la vida, la humanidad y nuestras tierras, a pesar de que seamos de mundos distintos".
El realizador barcelonés estuvo acompañado por sus tres principales protagonistas: Leonor Watling, Jordi Mollà (que llegó medio dormido por estar rodando la noche anterior su opera prima como director) y Eduard Fernández, aunque él llevó la mayor parte del protagonismo de la presentación. Mollà hzi reir a los periodistas cuando explicó los detallados movimientos que Bigas le describía y que debía hacer sobre el cuerpo desnudo de su amante en la ficción, una espléndida Leonor Watling.
- © Redacción-NOTICINE.com
"La espalda de Dios": afortunado en el juego...
7-VI-01
"Mi película cuenta una historia de amor que conduce a la autodestrucción, una historia de auténtico amor verdadero, de esos que, vistos desde fuera, se califican fácilmente de tontería, sin tener en cuenta su dimensión irracional". Con estas palabras describía el director Pablo Llorca, en la mañana del seis de junio, el espíritu de su cuarto largometraje, "La espalda de Dios". El director presentó la película en Madrid acompañado por los actores protagonistas, Isabel Ampudia (Premio Fernando Rey del Festival de Cine de San Sebastián 1996 a la mejor actriz de reparto por "Taxi" de Carlos Saura), Alberto Jiménez (visto en "El bola") y Pedro Casablanc (rostro conocido de series de televisión como "Policías" o "El comisario").
En "La espalda de Dios", Rosa (Ampudia) se enamora de manera obsesiva de Iván (Jiménez), un hombre adicto al juego. Ambos montan un bar y sostienen durante años una relación conflictiva, alterada por las constantes infidelidades de Iván y las deudas provocadas por su ludopatía. Según Llorca, "la película parte de la historia real que sucedió a una amiga que se enamoró del hombre equivocado, iniciando una relación perjudicial que la condujo hacia el precipicio; me interesaba mostrar la transformación que sufre una mujer equilibrada y sociable por amor".
Para Isabel Ampudia, sin embargo, su personaje "no es una mujer víctima ni sumisa, ella es coherente con lo que siente y consciente de lo que está ocurriendo en cada momento; es, más que nada, una adicta a Iván, igual que Iván es adicto al juego". En cuanto al personaje de Iván, su intérprete, Alberto Jiménez, comentó que "se trata de un hombre poco consciente de sus actos, que quiere a Rosa pero a su manera". Para preparar mejor su papel, Jiménez habló con ludópata reales y visitó salas clandestinas de juego.
Lo más llamativo del aspecto visual de "La espalda de Dios" radica en el uso de cámaras de vídeo digital en lugar de las clásicas y poco manejables cámaras de cine. La utilización del vídeo digital no responde necesariamente, según Llorca, a una cuestión de abaratamiento de costes. "Es cierto que se abarata algo el presupuesto", comentó el director, "pero lo que más me atraía de las cámaras digitales era su ligereza, la posibilidad de reducir el equipo, contar con más localizaciones, colocar la cámara en la calle y pasar casi desapercibidos, pudiendo utilizar a los transeúntes como extras improvisados".
"Mi película cuenta una historia de amor que conduce a la autodestrucción, una historia de auténtico amor verdadero, de esos que, vistos desde fuera, se califican fácilmente de tontería, sin tener en cuenta su dimensión irracional". Con estas palabras describía el director Pablo Llorca, en la mañana del seis de junio, el espíritu de su cuarto largometraje, "La espalda de Dios". El director presentó la película en Madrid acompañado por los actores protagonistas, Isabel Ampudia (Premio Fernando Rey del Festival de Cine de San Sebastián 1996 a la mejor actriz de reparto por "Taxi" de Carlos Saura), Alberto Jiménez (visto en "El bola") y Pedro Casablanc (rostro conocido de series de televisión como "Policías" o "El comisario").
En "La espalda de Dios", Rosa (Ampudia) se enamora de manera obsesiva de Iván (Jiménez), un hombre adicto al juego. Ambos montan un bar y sostienen durante años una relación conflictiva, alterada por las constantes infidelidades de Iván y las deudas provocadas por su ludopatía. Según Llorca, "la película parte de la historia real que sucedió a una amiga que se enamoró del hombre equivocado, iniciando una relación perjudicial que la condujo hacia el precipicio; me interesaba mostrar la transformación que sufre una mujer equilibrada y sociable por amor".
Para Isabel Ampudia, sin embargo, su personaje "no es una mujer víctima ni sumisa, ella es coherente con lo que siente y consciente de lo que está ocurriendo en cada momento; es, más que nada, una adicta a Iván, igual que Iván es adicto al juego". En cuanto al personaje de Iván, su intérprete, Alberto Jiménez, comentó que "se trata de un hombre poco consciente de sus actos, que quiere a Rosa pero a su manera". Para preparar mejor su papel, Jiménez habló con ludópata reales y visitó salas clandestinas de juego.
Lo más llamativo del aspecto visual de "La espalda de Dios" radica en el uso de cámaras de vídeo digital en lugar de las clásicas y poco manejables cámaras de cine. La utilización del vídeo digital no responde necesariamente, según Llorca, a una cuestión de abaratamiento de costes. "Es cierto que se abarata algo el presupuesto", comentó el director, "pero lo que más me atraía de las cámaras digitales era su ligereza, la posibilidad de reducir el equipo, contar con más localizaciones, colocar la cámara en la calle y pasar casi desapercibidos, pudiendo utilizar a los transeúntes como extras improvisados".
- © Roberto Pérez Toledo-NOTICINE.com