Crónicas
Escalofríos contra el calor habanero, en el ciclo de Cine Negro y de suspense de la Cinemateca cubana
19-VII-07
Parece que la Cinemateca de Cuba ha decidido que lo mejor para el calor es asustarse un poco, y aunque la excelentemente refrigerada sala Chaplin siempre genera un agradable clima, ese tipo de películas donde el miedo, la intriga policíaca y el crimen constituyen ingredientes esenciales, señorea durante lo más fuerte del verano aquí: al ciclo "Ayer y hoy del cine negro", que desde los primeros días de julio se presenta mediante las tres habituales tandas en la céntrica localidad de 23 y 12, seguirá "El thriller en todos sus estilos", en agosto.
Pero de ese hablaremos más adelante, cuando se acerque la fecha, pues quiero referirme ahora al también llamado "noir" que en el mes corriente está permitiendo revisitar (y a veces apreciar por primera vez) títulos significativos de tan importante tendencia fílmica.
Como se sabe, la llamada "serie negra" en la literatura y el "expresionismo alemán" en cine, pero sobre todo el ambiente de frustración y desengaño que la Primera Guerra Mundial sembró en no pocos sectores sociales (fundamentalmente, pequeña burguesía y proletariado), generó una clase de filme a mediados de los años 40 donde lo turbio de las relaciones humanas, los lados más oscuros y hasta siniestros del hombre (y claro, la mujer) ofrecen la médula de sus relatos, casi siempre marcados por el crimen y por ende, una intriga policíaca.
Sin embargo, no por ello debe confundirse, como hacen algunos, el mero suspense o el llamado thriller (de ahí lo útil de separar ambos ciclos) con el cine negro (bautizado por los franceses como "noir" en 1946); tampoco, aunque el esplendor del género tuvo lugar en los años 40 y se filmó en blanco y negro, debe pensarse, por supuesto, que todo el cine registrado en estas cromas clasifica dentro de aquel: incluso, mucho de lo conocido como "posnoir" o "neonoir" y que algunos extienden a hoy mismo (algo bastante discutible) es realizado, como se sabe, en colores.
"El cine negro –escribe el colega Rufo Caballero en su significativo ensayo sobre el tema - es todo el tiempo un cine cifrado, un lenguaje doblemente figurado que apela a la tropología en cada gesto de elaboración, por más que no siempre provenga del manejo consciente de un repertorio de ascendencias (...) Si la expectativa se contenta con reflejos directos en la textura misma de los mismos, el negro pareciera un cine de evasión que más que referir, opone alternativas al conflicto bélico y social de los 40"
El abarcador y muy completo ciclo que ahora ofrece la Cinemateca habanera, permite acercarse a la amplitud del espectro: precursores, clásicos, epígonos, modernos, posmodernos...al punto de que se pudiera incluso polemizar acerca de si tal o más cual título integraría realmente el canon.
Estamos hablando, entonces, de los padres (John Huston, Howard Hawks, Orson Welles, el germano Fritz Lang), los no menos imprescindibles continuadores (Elia Kazan, Raoul Walsh, Robert Siodmak, Anatole Litvak, Otto Preminger, Michael Curtiz, William Dieterle , Charles Vidor...) y esos más cercanos en el tiempo (de fines de los 60 a este instante) que, a mi juicio, representan ya un "noir" estilizado (y no precisamente porque usen el color) pero que sin lugar a dudas, re-semantizan, reelaboran, procesan claves y códigos del género, con los que juegan o dialogan: Siegel, Polanski, Altman, Benton, Rafelson, De Palma...
De modo que en el panorama que finalizará justo el último día de julio, se están viendo y podrá seguirse haciendo títulos como "El Halcón Maltés" (John Huston, 1941), el cual conserva impecable la salud a más de 60 años, no sólo desde esa tan respetable impronta fundacional, sino por la multiplicidad de lecturas y la vigencia de sus propuestas ideoestéticas, o la muy reciente y gratuitamente enrevesada "La Dalia negra", de un Brian de Palma que quizá heredó la exuberancia visual del género, pero extravió indefectiblemente su encantadora sencillez escritural.
En medio de esos extremos temporales y estilísticos, repasar, repensar (y a veces, como decía, hasta descubrir) "Un alma torturada" (1942, Frank Tuttle), "Pacto de sangre" (1944, Billy Wilder), "Laura" (1944, Otto Preminger), "Gilda" (1946, Charles Vidor), "El cartero siempre llama dos veces" (1946, Ray Garnett), "Pasión diabólica" (1946, Roy William Neill, uno de esos "estrenos" considerado hoy cine de culto) , "Poseída (1947, Curtis Bernhardt) o "La dama de Shangai" (1948, Orson Welles) entre otros muchos, es asistir, por otra parte, a estilos de dirección y actuación que sentaron cátedra, y sembraron semillas que después germinaron en piezas como "Secreto oculto en el mar" (1975, Arthur Penn), "Cuerpos ardientes" (1981, Laurence Kasdan), "Cabo del miedo" (1991, Martin Scorsese, remake del original, 1962) y "Sospechosos habituales" (1995, Bryan Singer).
Cine negro, espeso, denso y alimenticio, que regala Cinemateca de Cuba para el mes más caluroso (que según los meteorólogos, no es agosto como afirma la tradición popular, sino julio) del verano.
Parece que la Cinemateca de Cuba ha decidido que lo mejor para el calor es asustarse un poco, y aunque la excelentemente refrigerada sala Chaplin siempre genera un agradable clima, ese tipo de películas donde el miedo, la intriga policíaca y el crimen constituyen ingredientes esenciales, señorea durante lo más fuerte del verano aquí: al ciclo "Ayer y hoy del cine negro", que desde los primeros días de julio se presenta mediante las tres habituales tandas en la céntrica localidad de 23 y 12, seguirá "El thriller en todos sus estilos", en agosto.
Pero de ese hablaremos más adelante, cuando se acerque la fecha, pues quiero referirme ahora al también llamado "noir" que en el mes corriente está permitiendo revisitar (y a veces apreciar por primera vez) títulos significativos de tan importante tendencia fílmica.
Como se sabe, la llamada "serie negra" en la literatura y el "expresionismo alemán" en cine, pero sobre todo el ambiente de frustración y desengaño que la Primera Guerra Mundial sembró en no pocos sectores sociales (fundamentalmente, pequeña burguesía y proletariado), generó una clase de filme a mediados de los años 40 donde lo turbio de las relaciones humanas, los lados más oscuros y hasta siniestros del hombre (y claro, la mujer) ofrecen la médula de sus relatos, casi siempre marcados por el crimen y por ende, una intriga policíaca.
Sin embargo, no por ello debe confundirse, como hacen algunos, el mero suspense o el llamado thriller (de ahí lo útil de separar ambos ciclos) con el cine negro (bautizado por los franceses como "noir" en 1946); tampoco, aunque el esplendor del género tuvo lugar en los años 40 y se filmó en blanco y negro, debe pensarse, por supuesto, que todo el cine registrado en estas cromas clasifica dentro de aquel: incluso, mucho de lo conocido como "posnoir" o "neonoir" y que algunos extienden a hoy mismo (algo bastante discutible) es realizado, como se sabe, en colores.
"El cine negro –escribe el colega Rufo Caballero en su significativo ensayo sobre el tema - es todo el tiempo un cine cifrado, un lenguaje doblemente figurado que apela a la tropología en cada gesto de elaboración, por más que no siempre provenga del manejo consciente de un repertorio de ascendencias (...) Si la expectativa se contenta con reflejos directos en la textura misma de los mismos, el negro pareciera un cine de evasión que más que referir, opone alternativas al conflicto bélico y social de los 40"
El abarcador y muy completo ciclo que ahora ofrece la Cinemateca habanera, permite acercarse a la amplitud del espectro: precursores, clásicos, epígonos, modernos, posmodernos...al punto de que se pudiera incluso polemizar acerca de si tal o más cual título integraría realmente el canon.
Estamos hablando, entonces, de los padres (John Huston, Howard Hawks, Orson Welles, el germano Fritz Lang), los no menos imprescindibles continuadores (Elia Kazan, Raoul Walsh, Robert Siodmak, Anatole Litvak, Otto Preminger, Michael Curtiz, William Dieterle , Charles Vidor...) y esos más cercanos en el tiempo (de fines de los 60 a este instante) que, a mi juicio, representan ya un "noir" estilizado (y no precisamente porque usen el color) pero que sin lugar a dudas, re-semantizan, reelaboran, procesan claves y códigos del género, con los que juegan o dialogan: Siegel, Polanski, Altman, Benton, Rafelson, De Palma...
De modo que en el panorama que finalizará justo el último día de julio, se están viendo y podrá seguirse haciendo títulos como "El Halcón Maltés" (John Huston, 1941), el cual conserva impecable la salud a más de 60 años, no sólo desde esa tan respetable impronta fundacional, sino por la multiplicidad de lecturas y la vigencia de sus propuestas ideoestéticas, o la muy reciente y gratuitamente enrevesada "La Dalia negra", de un Brian de Palma que quizá heredó la exuberancia visual del género, pero extravió indefectiblemente su encantadora sencillez escritural.
En medio de esos extremos temporales y estilísticos, repasar, repensar (y a veces, como decía, hasta descubrir) "Un alma torturada" (1942, Frank Tuttle), "Pacto de sangre" (1944, Billy Wilder), "Laura" (1944, Otto Preminger), "Gilda" (1946, Charles Vidor), "El cartero siempre llama dos veces" (1946, Ray Garnett), "Pasión diabólica" (1946, Roy William Neill, uno de esos "estrenos" considerado hoy cine de culto) , "Poseída (1947, Curtis Bernhardt) o "La dama de Shangai" (1948, Orson Welles) entre otros muchos, es asistir, por otra parte, a estilos de dirección y actuación que sentaron cátedra, y sembraron semillas que después germinaron en piezas como "Secreto oculto en el mar" (1975, Arthur Penn), "Cuerpos ardientes" (1981, Laurence Kasdan), "Cabo del miedo" (1991, Martin Scorsese, remake del original, 1962) y "Sospechosos habituales" (1995, Bryan Singer).
Cine negro, espeso, denso y alimenticio, que regala Cinemateca de Cuba para el mes más caluroso (que según los meteorólogos, no es agosto como afirma la tradición popular, sino julio) del verano.
- © Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
La cantante Thalía, entre los compradores en la polémica subasta de María Félix
18-VII-07
A los 5 años de su muerte, el mito de la estrella mexicana María Félix sigue muy vivo. Ello explica el éxito de la subasta de cuadros, muebles y vestidos de la actriz y cantante que se celebró el martes y continúa este miércoles en la casa Christie's de Nueva York. La cantante Thalía, que asistió en persona y embarazada al acto, adquirió por 66.000 dólares el cuadro "Amazona", que se encuentra enmarcado en plata. Pertenece a la colección de retratos de la diva realizados por diversos artistas contemporáneos. En concreto, muestra a Félix montada en un animal. Su autor fue amante de "María Bonita", el franco-ruso Antoine Tzapoff.
En general resultaron precisamente esos cuadros los mejor recibidos en la subasta neoyorquina. "La Maja del Tarot", doble retrato de la estrella mexicana realizado por Leonora Carrington, fue el que alcanzó un mayor precio, 430.400 dólares, según una portavoz de Christie's, que no difundió el nombre del comprador. Muebles y jarrones europeos XVIII y XIX y una colección de porcelana francesa de Jacob Petit tuvieron igualmente una excelente acogida.
Sin embargo, no todo el mundo aplaude la venta, que incluye objetos más propiamente cinematográficos, como la estatuilla del Ariel que María Félix ganó en 1946 por su papel de Beatriz Peñafiel en "Enamorada", de Emilio "Indio" Fernández. El diplomático Manuel Ávila Camacho, amigo de la estrella, dijo que se está contradiciendo la voluntad de Félix, quien deseaba convertir su casa de Cuernavaca en un museo. "María siempre quiso tener su propio museo. De hecho ella quería que su casa en Cuernavaca, la cual está convertida en ruinas... se convirtiera en museo donde se albergaran todas sus pertenencias, sus obras de arte, sus cuadros", declaró al diario Milenio.
Incluso el hecho de que la colección subastada incluyera obras de Diego Rivera podría rozar la ilegalidad. Así lo ven tanto Avila Camacho como Guadalupe Rivera, hija del muralista, quien ha destacado que existe una ley que impide la venta de las obras de su padre fuera de México, al igual que sucede con otros famosos artistas del patrimonio nacional. Entre los lotes de la puja estaba el cuadro "Maternidad", un retrato de gran formato en carbón sobre tela que el célebre mexicano hizo en el set de la película "Río escondido", en el que la actriz aparece con un bebé en brazos, así como una litografía de un autorretrato suyo, autografiada y dedicada a Félix. Christie's aclaró por su parte que el comprador de esas obras está obligado -en efecto- a mantenerlas por ley dentro de territorio mexicano.
Aparte de Thalía, otras famosas que acudieron a la primera jornada de la subasta fueron la puertorriqueña Chita Rivera, la venezolana Lupita Ferrer, y la colombiana Flora Martínez. Se espera que el total de los objetos puestos en venta llegue a alcanzar entre 4 y 6 millones de dólares. El principal beneficiario sería el asistente personal de María Félix, Luis Martínez de Anda, declarado por ella heredero universal de sus propiedades.
A los 5 años de su muerte, el mito de la estrella mexicana María Félix sigue muy vivo. Ello explica el éxito de la subasta de cuadros, muebles y vestidos de la actriz y cantante que se celebró el martes y continúa este miércoles en la casa Christie's de Nueva York. La cantante Thalía, que asistió en persona y embarazada al acto, adquirió por 66.000 dólares el cuadro "Amazona", que se encuentra enmarcado en plata. Pertenece a la colección de retratos de la diva realizados por diversos artistas contemporáneos. En concreto, muestra a Félix montada en un animal. Su autor fue amante de "María Bonita", el franco-ruso Antoine Tzapoff.
En general resultaron precisamente esos cuadros los mejor recibidos en la subasta neoyorquina. "La Maja del Tarot", doble retrato de la estrella mexicana realizado por Leonora Carrington, fue el que alcanzó un mayor precio, 430.400 dólares, según una portavoz de Christie's, que no difundió el nombre del comprador. Muebles y jarrones europeos XVIII y XIX y una colección de porcelana francesa de Jacob Petit tuvieron igualmente una excelente acogida.
Sin embargo, no todo el mundo aplaude la venta, que incluye objetos más propiamente cinematográficos, como la estatuilla del Ariel que María Félix ganó en 1946 por su papel de Beatriz Peñafiel en "Enamorada", de Emilio "Indio" Fernández. El diplomático Manuel Ávila Camacho, amigo de la estrella, dijo que se está contradiciendo la voluntad de Félix, quien deseaba convertir su casa de Cuernavaca en un museo. "María siempre quiso tener su propio museo. De hecho ella quería que su casa en Cuernavaca, la cual está convertida en ruinas... se convirtiera en museo donde se albergaran todas sus pertenencias, sus obras de arte, sus cuadros", declaró al diario Milenio.
Incluso el hecho de que la colección subastada incluyera obras de Diego Rivera podría rozar la ilegalidad. Así lo ven tanto Avila Camacho como Guadalupe Rivera, hija del muralista, quien ha destacado que existe una ley que impide la venta de las obras de su padre fuera de México, al igual que sucede con otros famosos artistas del patrimonio nacional. Entre los lotes de la puja estaba el cuadro "Maternidad", un retrato de gran formato en carbón sobre tela que el célebre mexicano hizo en el set de la película "Río escondido", en el que la actriz aparece con un bebé en brazos, así como una litografía de un autorretrato suyo, autografiada y dedicada a Félix. Christie's aclaró por su parte que el comprador de esas obras está obligado -en efecto- a mantenerlas por ley dentro de territorio mexicano.
Aparte de Thalía, otras famosas que acudieron a la primera jornada de la subasta fueron la puertorriqueña Chita Rivera, la venezolana Lupita Ferrer, y la colombiana Flora Martínez. Se espera que el total de los objetos puestos en venta llegue a alcanzar entre 4 y 6 millones de dólares. El principal beneficiario sería el asistente personal de María Félix, Luis Martínez de Anda, declarado por ella heredero universal de sus propiedades.
- © Redacción-NOTICINE.com
El colombiano John Leguizamo se incorpora al elenco de lo nuevo de M. Night Shyamalan
18-VII-07
El cineasta de origen indio M. Night Shyamalan ha elegido al actor nacido en Colombia John Leguizamo para interpretar al mejor amigo del protagonista, Mark Wahlberg, en su próximo film, enclavado en el género del "cine de desastres". A partir de agosto, en Philadelphia, se iniciará el rodaje de "The Happening", que sucede a la decepcionante "La joven del agua / La dama en el agua" en la carrera del autor de "El sexto sentido".
No se conocen muchos detalles sobre este "thriller apocalíptico", cuyo primer título era "The Green Effect". Sólo que se trata de la historia de un hombre que intenta huir junto a sus más próximos de un desastre natural que amenaza con destruir el planeta entero, y que aparte de Wahlberg ya ha sido contratada como protagonista femenina Zooey Deschanel. La Fox, estudio que aceptó financiarlo con 57 millones de dólares después de que el realizador y guionista dejara la Warner por el fracaso de "La joven del agua", ha puesto como fecha de estreno el 13 de junio del año que viene.
Leguizamo está a punto de estrenar (a partir del domingo) una mini serie televisiva, "The Kill Point", y tras el verano -ya en pantalla grande- se le verá en "El amor en los tiempos del cólera", la versión de la famosa novela de García Márquez rodada por Mike Newell en el país donde el actor y humorista nació hace 43 años.
La carrera fílmica de este bogotano afincado en EEUU desde la infancia, oscila entre producciones de Hollywood como "The Happening", "La era de hielo" o "Daño colateral" con cintas independientes, dentro y fuera de los Estados Unidos. Tiene pendiente de estreno, así, "Where God Left His Shoes", una "indie" de Salvatore Stabile que fue estrenada en el último festival de Tribeca, y otras dos le esperan tras el rodaje de Shyamalan, "The Take", de Brad Furman, y "The Babysitters", de David Ross. Por otro lado, ha expresado -tras hacer "Crónicas", de Sebastián Cordero, su interés en participar en otras producciones iberoamericanas.
El cineasta de origen indio M. Night Shyamalan ha elegido al actor nacido en Colombia John Leguizamo para interpretar al mejor amigo del protagonista, Mark Wahlberg, en su próximo film, enclavado en el género del "cine de desastres". A partir de agosto, en Philadelphia, se iniciará el rodaje de "The Happening", que sucede a la decepcionante "La joven del agua / La dama en el agua" en la carrera del autor de "El sexto sentido".
No se conocen muchos detalles sobre este "thriller apocalíptico", cuyo primer título era "The Green Effect". Sólo que se trata de la historia de un hombre que intenta huir junto a sus más próximos de un desastre natural que amenaza con destruir el planeta entero, y que aparte de Wahlberg ya ha sido contratada como protagonista femenina Zooey Deschanel. La Fox, estudio que aceptó financiarlo con 57 millones de dólares después de que el realizador y guionista dejara la Warner por el fracaso de "La joven del agua", ha puesto como fecha de estreno el 13 de junio del año que viene.
Leguizamo está a punto de estrenar (a partir del domingo) una mini serie televisiva, "The Kill Point", y tras el verano -ya en pantalla grande- se le verá en "El amor en los tiempos del cólera", la versión de la famosa novela de García Márquez rodada por Mike Newell en el país donde el actor y humorista nació hace 43 años.
La carrera fílmica de este bogotano afincado en EEUU desde la infancia, oscila entre producciones de Hollywood como "The Happening", "La era de hielo" o "Daño colateral" con cintas independientes, dentro y fuera de los Estados Unidos. Tiene pendiente de estreno, así, "Where God Left His Shoes", una "indie" de Salvatore Stabile que fue estrenada en el último festival de Tribeca, y otras dos le esperan tras el rodaje de Shyamalan, "The Take", de Brad Furman, y "The Babysitters", de David Ross. Por otro lado, ha expresado -tras hacer "Crónicas", de Sebastián Cordero, su interés en participar en otras producciones iberoamericanas.
- © Redacción-NOTICINE.com
"El día que me quieras", de Alfonso Arau, sigue acaparando figuras
18-VII-07
Bailan los nombres en el proyecto del siempre ambicioso Alfonso Arau para narrar una etapa en la vida del cantante Carlos Gardel. Ahora es su compatriota Jaime Camil ("Puños rosas") quien se plantea dejar por algunas semanas sus actuaciones en el musical "El Diluvio que Viene" para poder acudir a Europa y rodar "Dare to Love me" (título en inglés del film), que en Iberoamérica se llamará "El dia que me quieras". Los españoles Paz Vega, Jordi Mollà, y Carmen Maura parecen confirmados, pero el brasileiro Rodrigo Santoro y la colombiana Shakira han dejado de sonar en las informaciones de prensa. La última incorporación -dicen otras fuentes- sería la "juerguista" norteamericana Lindsay Lohan, quien recientemente dejaba un centro de rehabilitación para abandonar los hábitos de la coca y el alcohol. Su país y España son los principales coproductores de este film, que se rodará en Rumanía a partir de octubre.
Camil, quien estrenará en agosto "El Diluvio..." en el DF, ha contado a Notimex que interpretará a Alfredo Le Pera, el mejor amigo y colaborador en la composición de tangos de Carlos Gardel. Este mismo personaje central, que iba a estar en manos de Santoro cuando la filmación se preveía para la pasada primavera, sería ahora para el mucho menos conocido italiano Raoul Bova ("La ventana de enfrente", "Bajo el sol de Toscana").
El actor mexicano, quien ya había colaborado con Arau en su "Zapata", ha intervenido recientemente en varias cintas nacionales aún inéditas, como "A propósito de Alexa", de René Bueno, y "All inclusive", de Rodrigo Ortúzar, así como en telenovela "La fea más bella".
Luis de Val, de Manga Films, ejerce como coproductor español de "El día que me quieras", al lado del propio Arau. El guión es de Lucas Jarach, Oliver Mayer y Nicolas Veinberg, con el italiano Vittorio Storaro como director de fotografía y el argentino Luis Enríquez Bacalov como compositor de la banda sonora, la cual -lógicamente- recogerá recreaciones de los más famosos tangos de Gardel. La mayor parte de la acción se desarrollará en el París de los años 30, reconstruído por motivos económicos en estudios rumanos. El presupuesto publicado llega a los 15 millones de dólares.
Bailan los nombres en el proyecto del siempre ambicioso Alfonso Arau para narrar una etapa en la vida del cantante Carlos Gardel. Ahora es su compatriota Jaime Camil ("Puños rosas") quien se plantea dejar por algunas semanas sus actuaciones en el musical "El Diluvio que Viene" para poder acudir a Europa y rodar "Dare to Love me" (título en inglés del film), que en Iberoamérica se llamará "El dia que me quieras". Los españoles Paz Vega, Jordi Mollà, y Carmen Maura parecen confirmados, pero el brasileiro Rodrigo Santoro y la colombiana Shakira han dejado de sonar en las informaciones de prensa. La última incorporación -dicen otras fuentes- sería la "juerguista" norteamericana Lindsay Lohan, quien recientemente dejaba un centro de rehabilitación para abandonar los hábitos de la coca y el alcohol. Su país y España son los principales coproductores de este film, que se rodará en Rumanía a partir de octubre.
Camil, quien estrenará en agosto "El Diluvio..." en el DF, ha contado a Notimex que interpretará a Alfredo Le Pera, el mejor amigo y colaborador en la composición de tangos de Carlos Gardel. Este mismo personaje central, que iba a estar en manos de Santoro cuando la filmación se preveía para la pasada primavera, sería ahora para el mucho menos conocido italiano Raoul Bova ("La ventana de enfrente", "Bajo el sol de Toscana").
El actor mexicano, quien ya había colaborado con Arau en su "Zapata", ha intervenido recientemente en varias cintas nacionales aún inéditas, como "A propósito de Alexa", de René Bueno, y "All inclusive", de Rodrigo Ortúzar, así como en telenovela "La fea más bella".
Luis de Val, de Manga Films, ejerce como coproductor español de "El día que me quieras", al lado del propio Arau. El guión es de Lucas Jarach, Oliver Mayer y Nicolas Veinberg, con el italiano Vittorio Storaro como director de fotografía y el argentino Luis Enríquez Bacalov como compositor de la banda sonora, la cual -lógicamente- recogerá recreaciones de los más famosos tangos de Gardel. La mayor parte de la acción se desarrollará en el París de los años 30, reconstruído por motivos económicos en estudios rumanos. El presupuesto publicado llega a los 15 millones de dólares.
- © Redacción (México)-NOTICINE.com
Estreno español: Carlos Ameglio lanza "La cáscara" antes que en Uruguay
18-VII-07
Un par de meses antes de verse en su nativa Uruguay y en la Argentina, Carlos Ameglio estrena este fin de semana en España su opera prima, "La cáscara", en la que trata, como en su previo mediometraje "El hombre de Walter", sobre la identidad. "Uruguay es una mezcla de culturas donde cuesta diferenciar una identidad propia en cine, música o literatura, y la película refleja de alguna manera esa búsqueda de una identidad local", decía este miércoles en Madrid el cineasta suramericano, cuya película, como la cubana "Barrio Cuba" o la colombiana "Soñar no cuesta nada", han aprovechado las lagunas dejadas por las multinacionales en la cartelera estival española para "colarse" en terrenos no siempre tan propicios.
Director, guionista y actor, Ameglio cuenta en "La cáscara" la historia de un creativo publicitario mediocre quien aprovecha la muerte repentina de un colega, que trabajaba en la idea para el lanzamiento de un poderoso antigripal, en beneficio propio. Pedro (Juan Manuel Alari) comienza una complicada búsqueda tratando de dar con la idea del muerto, usurpando su lugar y haciendo uso de apuntes e ideas dejadas por el otro. En el camino se encuentra con un huérfano, un niño de la calle que paulatinamente lo irá guiando de forma inconsciente a una nueva y singular idea propia.
Según ha explicado Ameglio, esta trama aparentemente simple se convierte en una especie de cebolla "con más y más capas", que enclava en el género de la comedia negra, "muy típico del cine uruguayo, más negro, cínico y sutil que el argentino".
Carlos Ameglio sabe de qué está hablando, de ese mundo de la publicidad que pretende desmitificar, y donde "conviven genios con absolutos idiotas". El cineasta fue antes batería de jazz y a los 21 años montó su primera productora, dedicada esencialmente al cine publicitario, obteniendo premios en los festivales de Cannes, New York, San Sebastián y Londres, entre otros. Dos veces Mejor Director en el Ojo de Iberoamérica, fue el más laureado en los premios de la revista neoyorquina AdAge y de los mejores de 2005 para Saatchi & Saatchi Londres. Dirigió tres mediometrajes: "La fruta en el fondo del tazón", "Los últimos Vermicellis" y "El Hombre de Walter". Su próximo largometraje, "Resurrectores", una comedia de terror, se rodará en 2008.
"La cáscara" ha tenido ya una amplia trayectoria en festivales: el Independiente de Buenos Aires, Shanghai, Sao Paulo, New York Independent o el de Las Palmas en España.
Un par de meses antes de verse en su nativa Uruguay y en la Argentina, Carlos Ameglio estrena este fin de semana en España su opera prima, "La cáscara", en la que trata, como en su previo mediometraje "El hombre de Walter", sobre la identidad. "Uruguay es una mezcla de culturas donde cuesta diferenciar una identidad propia en cine, música o literatura, y la película refleja de alguna manera esa búsqueda de una identidad local", decía este miércoles en Madrid el cineasta suramericano, cuya película, como la cubana "Barrio Cuba" o la colombiana "Soñar no cuesta nada", han aprovechado las lagunas dejadas por las multinacionales en la cartelera estival española para "colarse" en terrenos no siempre tan propicios.
Director, guionista y actor, Ameglio cuenta en "La cáscara" la historia de un creativo publicitario mediocre quien aprovecha la muerte repentina de un colega, que trabajaba en la idea para el lanzamiento de un poderoso antigripal, en beneficio propio. Pedro (Juan Manuel Alari) comienza una complicada búsqueda tratando de dar con la idea del muerto, usurpando su lugar y haciendo uso de apuntes e ideas dejadas por el otro. En el camino se encuentra con un huérfano, un niño de la calle que paulatinamente lo irá guiando de forma inconsciente a una nueva y singular idea propia.
Según ha explicado Ameglio, esta trama aparentemente simple se convierte en una especie de cebolla "con más y más capas", que enclava en el género de la comedia negra, "muy típico del cine uruguayo, más negro, cínico y sutil que el argentino".
Carlos Ameglio sabe de qué está hablando, de ese mundo de la publicidad que pretende desmitificar, y donde "conviven genios con absolutos idiotas". El cineasta fue antes batería de jazz y a los 21 años montó su primera productora, dedicada esencialmente al cine publicitario, obteniendo premios en los festivales de Cannes, New York, San Sebastián y Londres, entre otros. Dos veces Mejor Director en el Ojo de Iberoamérica, fue el más laureado en los premios de la revista neoyorquina AdAge y de los mejores de 2005 para Saatchi & Saatchi Londres. Dirigió tres mediometrajes: "La fruta en el fondo del tazón", "Los últimos Vermicellis" y "El Hombre de Walter". Su próximo largometraje, "Resurrectores", una comedia de terror, se rodará en 2008.
"La cáscara" ha tenido ya una amplia trayectoria en festivales: el Independiente de Buenos Aires, Shanghai, Sao Paulo, New York Independent o el de Las Palmas en España.
- © Redacción (España)-NOTICINE.com