Escenas de Paréntesis

"Paréntesis", cine chileno sobre la pareja, hecho en pareja

10-VIII-05

En "Paréntesis" cabe todo. Las referencias van desde "Los Simpsons" hasta el cine musical que se exhibía por las tardes en la televisión de las décadas pasadas. Las películas estadounidenses independientes, Martin Scorsese, Cristina Ricci y un largo etcétera. Es el primer largometraje de Pablo Solís y Francisca Schweitzer, dos jóvenes de la nueva generación de cineasta chilenos, salidos de las escuelas de cine, muy cinéfilos, con ganas de hacer cosas distintas y que no esperan fondos públicos para ponerse a filmar.

Protagonizada por Francisco Pérez Bannen y Sigrid Alegría (una de las parejas protagónicas de "Sexo con Amor"), junto a Luis Gnecco y la adolescente de 16 años Carolina Castro, la cinta cuenta la historia de un inmaduro dependiente de un club de video, cuya relación de pareja sufre un "paréntesis". Su pareja, profesional adicta al trabajo, le pide que se tomen un tiempo. En ese momento, conocerá una enigmática chica que le trastocará un poco su vida sin rumbo. Hablamos con sus autores.

- ¿Desde cuándo se conocen?
Pablo: Nos conocimos como compañeros de escuela, yo entré en el 96 y la Fran un año después. Primero nos hicimos amigos, después nos pusimos de novios y paralelamente empezamos a trabajar juntos, en los cortos que hacía ella yo la ayudaba; los que hacía yo, ella me ayudaba. Hasta que armamos una productora y llegó el momento de la película.

- ¿Cómo se plantearon la codirección?
P: Con la Francisca siempre hemos sido como súper distintos. No sé si opuestos, pero bastante complementarios. Nos gustan directores distintos, estilos distintos, ritmos distintos, pero teníamos match, cosas que nos juntaban.
F: Además que era obvio que teníamos que hacerla juntos, porque era el sueño de los dos, y ninguno iba a permitir que uno la hiciera antes que el otro. Siempre habíamos trabajado juntos, y a la hora de dirigir un largo, era lógico.

-¿Qué fue lo que encontraron en común?
F: Una historia de amor.
P: Una película que nos gustara ver dentro del cine chileno. Dijimos: "A ver, ¿qué película nos falta ver a nosotros, que yo pagaría para verla, por gusto, no porque es nacional?".
F: Lo otro es que los dos teníamos feeling con el cine independiente americano, entonces ese es el tono. Urbana, con personajes raros e inocentes. Marginados no social o económicamente, sino de manera de pensar, de manera de vivir. Queríamos una película con colores, fresca no encerrada.
P: Siempre nos gustaron las duplas en el cine. Como "Taxi Driver" (Robert De Niro y Jodie Foster). Parejas disparejas. "The Professional" (Jean Reno y Natalie Portman), "Buffalo 66" (Vincent Gallo y Cristina Ricci).

"Queríamos hacer una película honesta", dice Pablo, refiriéndose a que tenía que ser auténtica. No quisieron, dice, tener que ceder ninguno de los dos ante las cosas del otro, si no le gustaba. Solo llegaron a un acuerdo entre aquellas cosas que a ambos los convencían. De igual manera, tampoco querían tener que ceder ante lo que podía parecer atractivo para el público. "¿Por qué perder tres años de tu vida en hacer algo para agradarle a la gente?", dice Pablo. "Era nuestra oportunidad", acota Francisca, "teníamos que hacer algo que nos gustara, de los que nos sintiéramos orgullosos".

- ¿Qué tan difícil fue hacer el proyecto, sacarlo adelante?
Siempre pensamos que "Paréntesis" tenía una estrella, que más allá de los tiempos, tenía que ver con los resultados finales, porque los procesos se terminaban como queríamos y si había un problema, al final, de verdad, era para mejor.

Partieron el guión en junio del 2002 y filmaron en marzo del 2003. Consiguieron al actor que siempre pensaron, Francisco Pérez Bannen. Siempre tuvieron la premisa, que "estaban a un teléfono de todo el mundo". Las cosas se dieron. Y sin apoyos de ningún fondo concursable, sacaron el proyecto delante. Hasta el rodaje, se gastaron 25 millones, conseguidos entre plata de ellos, del ahorro de los trabajos de su productora y de amigos y familiares que se pusieron en la inversión.

Para ellos, el hecho de tener los dos puntos de vista, de un hombre y una mujer, en una película sobre el tema de la pareja, enriquecía la mirada, porque podían tener la perspectiva de los que pensaban los dos personajes genuinamente.

Mientras escribían el guión eran pareja, pero antes de empezar a filmar, terminaron.

- ¿Eso los afectó?
P: No, nada.
F: De hecho la alivió. La tensión era tan grande mientras estábamos escribiendo y nosotros teníamos nuestros problemas, estaba todo mal, y de repente terminamos y fue "Ok, estamos trabajando".
P: Fue heavy. Durante el rodaje todos terminaban. Había muchas parejas, "pololeando", entre los actores, el equipo técnico, los asistentes de producción y todos terminaban o estaban en problemas.
F: Nosotros nos entendemos tan bien, éramos más uno no pololeando, que pololeando. Fuimos amigos mucho tiempo, así que era algo mucho más sólido.
P: Una vez se produjo un problema, pero fue de trabajo, no porque éramos ex pareja. Todo el mundo estaba asustado. El asistente de dirección y Pancho (Pérez Bannen), estaban asustadísimos. Pensaban: "estos dos se agarran y se acabó la película".
© Daniel Olave (Chile)-NOTICINE.com
Gael García

La seguridad, preocupación de González Iñárritu ante el rodaje mexicano de "Babel"

9-VIII-05

Con mucha discreción ante el miedo a un posible secuestro, según el diario La Jornada, el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu estuvo la pasada semana en Tijuana, donde a partir de octubre filmará su nueva película "Babel", con la que se cierra la trilogia que comenzó con "Amores perros" y prosiguió con "21 gramos", todas ellas películas escritas por su compatriota Guillermo Arriaga. El realizador se reunió con el alcalde de la ciudad, Jorge Hank Rhon (PRI), pero solicitó que no se avisara a la prensa, debido al clima de inseguridad que se vive en esta frontera, en particular los secuestros, y ante el temor de acabar en manos de delincuentes, dice La Jornada aludiendo a fuentes municipales.

González Iñárritu, quien también participó como invitado en el Foro Internacional de Corto Creativo 05 que se celebraba en Tijuana, dijo a Frontera de México que esa ciudad es "muy compleja, muy interesante, muy fascinante, muy eléctrica" y se negó a hacer mayores comentarios sobre el reparto de Babel, en el que estarán previsiblemente Brad Pitt, Cate Blanchett y el mexicano Gael García Bernal: "Estamos conformando el casting y en eso es en lo que estamos trabajando. Ahorita estamos en preproducción, estamos confirmando todo el talento, ya lo anunciaré con tiempo".

Nuevamente una historia coral con tramas que se entrelazan, como los anteriores guiones de Arriaga para Iñárritu, "Babel" cuenta con producción mayoritariamente norteamericana y se filmará en Marruecos, Japón y México (Tijuana, Tecate y San Felipe), en español, inglés, japonés y árabe. La preproducción se inició hace cuatro meses y se extenderá hasta que todo este listo para filmar, probablemente en octubre. Se ha publicado que en tierras mexicanas los intérpretes principales serán García Bernal y Adriana Barraza, mientras que Pitt y Blanchett filmarían en Marruecos.
© Redacción (México)-NOTICINE.com
Charo López

Proyectos y rodajes: "Cien años de soledad" resumidos en 26 minutos, acortan el "Método", Molina Foix escribió para Charo López, Patricia Arriaga aumenta "La nao de China"

9-VIII-05

- El clásico de García Márquez "Cien años de soledad" se convertirá en un film de menos de media hora, 26 minutos, que con destino a la TV húngara rodará en la ciudad de Cartagena de Indias un realizador de esa misma nacionalidad, Peter Gothar ("Milota", "Hungarian Beauty", "Passport"...). La filmación se desarrollará este mismo mes, según informa Pantalla Colombia, en los escenarios donde se desarrolla la historia, como son los poblados de la zona bananera del norteño departamento del Magdalena. Se trata de un proyecto de la Televisión del Estado de Hungría y MTV, y será presentado en el marco de la licencia de la BBC de Londres, en la exitosa serie de divulgación y entretenimiento literarios Big Read. En la primera fase de la versión húngara de esta serie, trasmitida ya por MTV, los lectores de ese país eligieron la novela de García Márquez entre las 12 más populares.

- El film del argentino Marcelo Piñeyro "El método Grönholm", rodado en España, acaba de perder su apellido. Debido a la coincidencia en el tiempo de la reposición de la obra teatral homónima en la que se basa, escrita por Jordi Galcerán Ferrer, y del previsto estreno (23 de septiembre) del film, las productoras Alquimia y Tornasol han acordado con el dramaturgo y los empresarios teatrales modificar el título oficial de la película, que ahora se llamará sólo "El método", con el objeto de "evitar perjuicios de explotación entre ellas debidos a la coincidencia de títulos", según explican en un comunicado.

- Charo López será la protagonista de la segunda cinta del escritor y crítico de cine levantino Vicente Molina Foix, "El dios de madera", que se rodará a finales de este año, a partir de un guión del propio cineasta que bebe de la actualidad, con el tema de la emigración y la llegada a España de miles de personas procedentes de América Latina, el Magreb o la Europa del Este como telón de fondo. Según ha explicado Molina Foix a Efe, escribió el personaje protagonista pensando en López, actriz de larga trayectoria en cine, teatro y TV, en una historia sobre "el choque entre dos mundos, el de la emigración y el de la familia española. Es una especie de triángulo amoroso con el problema de fondo de la inmigración de gente muy humilde en España".

- La mexicana Patricia Arriaga está enfrascada en la postproducción de "La nao de China", film surgido a partir de una historia que la misma autora desarrolló previamente en formato de cortometraje. Tras ganar con él varios premios y ayudas oficiales, Arriaga se planteó con sus protagonistas Arcelia Ramírez y el catalán Sergi Mateu volver al set y ampliarlo. "No fue nada difícil para mí alargar esta historia, por el contrario, me sobraba material para desarrollar cada personaje. Todo estaba ahí", afirmaba la realizadora y guionista al dar a conocer el final del rodaje. "La nao de China" cuenta la relación entre un pintor a punto de quedarse ciego y a una joven sirvienta que trabaja en un burdel. Marisol Centeno, Gina Moret, Enrique Arreola, Cristina Michaus, Martín Lasalle, y Pablo Astiazarán completan el reparto.
© Redacción / Corresponsales-NOTICINE.com
La actriz, junto al cartel

Leticia Gutiérrez, una mexicana en el cine de Jean Luc Godard

9-VIII-05

Su nombre es Leticia Gutiérrez y desde hace 10 años vive en París, Francia. Por aquel entonces se fue a estudiar arte dramático y comenzó a trabajar en teatro, ahora se encuentra de regreso aprovechando el estreno en México de "Nuestra Música" la más reciente cinta de Jean-Luc Godard, el cineasta radical con más de 80 obras en su haber, que ahora llega a las pantallas comerciales mexicanas.

Sobre su experiencia de haber trabajado con quien fuera cabeza principal de la Nueva Ola Francesa (Nouvelle Vague), Leticia Gutiérrez, nacida en el estado de Oaxaca y con rasgos indígenas, comenta: "Godard buscaba a estos 3 personajes indígenas y no los encontraba en Francia, de hecho no había, hasta llegó a pensar en buscarlos en Estados Unidos".

Con participaciones en cine tanto en México como en Europa en "La Milpa" (2002) de Patricia Rigen, "Cuento de hadas para dormir cocodrilos" (2002) de Ignacio Ortiz y "Blueberry" (2004) de Jan Kounen, lo que confirma su deseo de seguir trabajando en ambos lados del Atlántico, platica que su agente le hizo llegar sus datos a la persona encargada del elenco en las películas de Godard.

Sobre lo que le dejó haber trabajado con Godard en la película que se sitúa en el Sarajevo actual, comenta "fue un estimulo a varios niveles, me puse a leer muchas cosas, el encuentro con los escritores fue muy interesante, y la ciudad de Sarajevo me marcó mucho".

A Leticia se le puede identificar en la escena que ocurre dentro de una biblioteca que fue quemada donde aparece junto otros dos indios americanos de raza pura endonde se escuchan parte del texto del libro "El último grito del Piel Roja". Al hablar sobre las víctimas y los victimarios "Godard quería hacer el paralelo entre el pueblo de Sarajevo y los indígenas". Y aunque ella es mestiza considera que era muy fuerte la escena "con ese texto y ese lugar que esta cargado de historia".

Sobre la personalidad del director de "Sin aliento", la actriz califica a Godard como"una persona extremadamente inteligente y culta, tiene un mirada muy penetrante, sabe mirar a través de ti. De repente te puede dejar sin contestar una pregunta o bien se puede despedir dándote un beso en la frente".

"Como actriz me pedía que platicara con él" y es que Godard "trabaja con un guión estructurado pero acepta proposiciones". Leticia confesó que contrariamente a la fama de tener carácter amargo, para esta realización el cineasta se mostró muy ligero.
© Víctor Bustos (México)-NOTICINE.com
Crimen y castigo

Estreno: "Rosario Tijeras", sexo, pistolas y droga, con cierto caos

8-VIII-05

Los jóvenes pandilleros de Medellín, Colombia, también llamados sicarios, son profundamente religiosos y todos los días, antes de salir a matar por encargo o por gusto ofrecen sus balas hervidas en agua bendita a una imagen de la Virgen mientras cargan sus pistolas, encienden un cirio y musitan una oración temblorosa para protegerse de sus enemigos, una oración elevada al Santo Juez: "Si ojos tienen que no me vean; si manos tienen que no me agarren; no permitas que me sorprendan por la espalda; no permitas que mi muerte sea violenta; no permitas que mi sangre se derrame. Tú, que todo lo conoces, sabes de mis pecados, pero tambien sabes de mi fe. No me desampares, Amén". Muchas veces el Santo Juez se hace el sordo, ciego y mudo, y los desampara, pero a ellos no les importa.

Los muchachos matones de Medellín, Colombia, regresan al cine luego de espantar y provocar en numerosos festivales del mundo con historias como "La virgen de los sicarios", de Barbet Schroeder, "Rodrigo D", "La vendedora de rosas" y, a su manera, "Sumas y Restas" de Víctor Gaviria. El regreso ofrece una negra y terrible novedad. Ahora quien reza y mata y se prostituye y agoniza es una joven, hermosa y sensual, ingenua y misteriosa, malvada e inalcanzable protagonista de una historia de amor entre tres.

En "Rosario Tijeras", una de las escenas más conmovedoras, surrealistas, violentas e insoportables de la primera película del mexicano Emilio Maillé sobre la novela del colombiano Jorge Franco, hubiera podido ser firmada y filmada por Brian de Palma.

Johnefe., el hermano de la muchacha, el centro de su vida, la razón de sobrevivir en esas calles de Medellín llenas de policías, pandilleros y enemigos dispuestos a acribillarla, su lazo con la sinrazón, el hilo con la misma muerte y la violencia que la han sostenido durante los pocos años de su accidentada vida, ese muchacho que lidera una de las bandas más peligrosas, es asesinado.

Ella enloquece de dolor, sabe quién lo mató (varios días después en una acción suicida acompañada por su ex novio, irá hasta la comuna donde velan el cuerpo del culpable y en un ritual macabro que solo cabe en esa cultura de la violencia y la muerte, a la colombiana, acribilla el cadáver, despedaza el altar, espanta el funeral, atemoriza el cortejo y deja la firma de su venganza, aunque el otro ya no lo sienta pero los parientes nunca podrán olvidar esa escena delirante), se pasa varias horas abrazada al cuerpo del hermano tendido en una cama y vestido con sus mejores ropas, mimándole, hablándole como cuando compartían un apartamento de clase media, lejos del fango y las calles empinadas del gueto en las colinas de Medellín.

Entonces, reacciona y con los mejores amigos del muerto, toma el cuerpo que tiene las gafas puestas para que las luces de la noche no lo deslumbren y lo lleva a su discoteca favorita donde lo sienta en un lugar privilegiado, como siempre, y le ofrece licor y droga y el cuerpo desnudo y sudoroso de una muchacha que se contorsiona, quizás esperando que su cercanía lo despierte a la vida. Esa escena terrible solo es posible en el universo violento, macabro, sangriento, doloroso e insoportable de Brian de Palma, con quien el debutante director mexicano tiene varias deudas.

La novela, escrita por el joven Jorge Franco y convertida en éxito de librerías gracias al entusiasta comentario del más leído de los columnistas de la prensa colombiana, está narrada por Antonio, el mejor amigo de Emilio, el amante de la joven. Muchachos adinerados, viciosos e irresponsables, comparten los mismos sitios de los pobres que ya no son pobres porque el narcotráfico los ha envilecido y llenado sus bolsillos. Descubren a Rosario una noche de discoteca y la novela, sostenida por las escenas de la clínica donde la muchacha es atendida después de ser acribillada (en la película, por su ex amante) en esa misma discoteca, alterna la pesadilla de esa noche y el recuento de sus relaciones tormentosas.

Mentirosa que altera su pasado (hija de una empleada adicta a las telenovelas de sirvientas que se casan con millonarios y que quiere triunfar como modista; abandonadas por el padre, violada a los 8 años, poseída luego por uno de tantos maridos con el consentimiento de la madre que busca retenerlo), abandona el hogar a los 11 años, se convierte pronto en asesina a sueldo (en Colombia las mujeres que matan son pocas y cuando se conoce el caso de atractivas jóvenes contratadas como sicarias, todos se sorprenden o hacen como si se sorprendieran), prostituta favorita de los dueños de la droga, es la nueva adicción de estos dos jóvenes que agonizan por ella. Veneno y antídoto que empeora el mal, Rosario copula desesperadamente con Emilio, mientras habla y se ríe con Antonio. Como si alternara las dos caras de la vida. La misma que a los 13 años le permitió adquirir su apodo porque, seis meses después de ser violada por un pandillero, lo sedujo en casa de su madre y cuando lo tuvo desnudo y vulnerable en la cama, lo atacó con unas tijeras, lo emasculó y dejó moribundo. La misma vida que la obliga a besar a sus víctimas antes de matarlas. Los besos que a Emilio le saben a muerto. La vida que se le escapa a lo largo de la novela publicada por Seix Barral.

El guionista, periodista y novelista Marcelo Figueras (tiene grandes éxitos como "Kamchatka" y "Plata Quemada" con el director Marcelo Piñeyro), con la asesoría de Jorge Franco escribió el guiòn de "Rosario Tijeras" y es el responsable original del caos y la indecisión que pesan tanto en las manos del director. Lo que en la novela es una narración tranquila, sostenida por el monólogo del amante frustrado en la clínica e intercalada con los recuerdos, en la película es una mezcolanza de tiempos, lugares, situaciones y personajes que no ayudan al espectador, lo obligan a adivinar lo que está pasando, sin que los caracteres profundicen, ni el trasfondo social y económico asome lo suficiente. Sin embargo, los tres actores (especialmente el vasco Unax Ugalde y la colombiana Flora Martínez), logran unos papeles tan redondos, tan verìdicos que uno le perdona a la película que está tan mal contada y pretenda que el público sepa lo que no le dicen.

La película tiene su éxito asegurado. No por la historia de estos tres personajes arrastrados por el amor, el sexo, la droga, la muerte, la violencia, la soledad y el desarraigo. No por su narración desordenada. No por su excelente fotografía (Pascal Martí) y sus elementos técnicos muy cuidados. No, la película será vista por miles de espectadores, ávidos de explorar el hermoso cuerpo de Flora Martínez, expuesto impùdica y excesivamente al ojo voyeurista de la cámara que no pierde ocasión para enseñarla copulando en todas las formas.

Para el cine colombiano y latinoamericano "Rosario Tijeras" es un gran paso adelante, sobre todo con el formato de una coproducción en la que intervienen talentos y capitales de México, Francia, España, Brasil y Colombia. En medio del caos de su narración, quedan escenas memorables: la pelea de la madre y la hija junto a la tumba de Johnefe; el sepelio del muchacho con mariachis; la venganza de Rosario sobre el cadáver del asesino de su hermano; la fiesta en la discoteca con el cuerpo de Johnefe, rodeado de pandilleros y prostitutas; los distintos asesinatos cometidos por la joven y, como homenaje a la sensibilidad del escritor, la escena que reproducimos del libro: "La mayoría de las veces se fumaba su cigarrillo en silencio y después se iba para la ducha. Y yo siempre, después de verla salir, buscaba el sitio de la sábana donde se había sentado para encontrar el regalo inmenso que siempre me dejaba: una manchita húmeda que pegaba a mi nariz, a mi boca, para saber a qué sabía Rosario por dentro".

Como dice Antonio, tìmido y obsesionado con ella, eso es todo, Rosario. Se nos acabó todo. Te vamos a querer siempre. Tus siete escapularios no te sirvieron de nada. Te gastaste tus siete vidas. No sabemos qué vamos a hacer con todas las pregundas que seguirán apareciendo a partir de ahora, Rosario Tijeras.
© Alberto Duque (Colombia)-NOTICINE.com