El cineasta salmantino Gabri Velázquez habla sobre el estreno de "Artico"

por © J.A.-NOTICINE.com
Gabriel Velázquez
"Artico", la nueva propuesta del salmantino Gabri Velázquez ("Sud Express", "Amateurs"), quien la filmó en 2012 en su ciudad natal y pueblos próximos, llegará la próxima semana a las salas españolas, casi cuatro meses después de lanzarse en la sección juvenil Generation del Festival de Berlín. De nuevo son jóvenes los protagonistas de "Artico", que cierra una trilogía centrada -según contó en exclusiva el cineasta español a NOTICINE.com- en el binomio antitético entre la soledad y la familia.

- ¿Qué cuenta "Artico"?

Trata sobre un conflicto que para mi existe entre la libertad y la compañía, o familia frente a la soledad. La película tiene el punto de vista de dos quinquis que se dedican a robar y estan en un momento de sus vidas en el que uno está rodeado de familia, es más, tiene un niño de tres años y está hasta las narices de estar en su casa con toda su familia de feriantes, y el otro vive sólo en una cabaña y lo que más anhela es llegar a tener una familia y un hogar, esa sensación de llegar a su casa y que alguien lo reciba. El resumen de la película puede ser: Cada uno quiere lo que no tiene.

- ¿Asume usted que con esta cinta cierra una trilogía en torno a la juventud?

Sí, "Artico" es la tercera parte de una trilogía no sólo juvenil , sino que trata de lo que antes comentaba de familia vs soledad, que es un tema que siempre me ha llamado mucho. Comencé con "Amateurs", que trata sobre una niña que se queda huérfana y viajaba a España desde Francia en la búsqueda de su posible padre, para encontrarse con un señor mayor que se hace pasar por su padre y, aunque los dos saben que es mentira, se agarran a creérselo por no estar solos. En "Iceberg" trataba de más niños, chavales de once años, que deambulan solos por el río porque estaban perdidos, ya que sus padres estaban ausentes en sus vidas. Con estos padres ausentes se enfrentaban a problemas que se tenían que tragar ellos solos porque estaban muy desprotegidos. Así crecían. Ahora estos personajes están crecidos, tienen veinte años y ya es la hora de la verdad, de decidir sus propias vidas. Uno tiene mucha familia y está harto de ella y el otro no tiene nada de familia y es lo que desea. Lo que quiero decir es que todo gira en torno a la familia y a la soledad, porque si tienes una familia tendrás siempre un amor eterno. Yo por ejemplo, cuando voy a Salamanca me sobran planes y soy super feliz pero en Madrid me siento más solo. Es algo que siento en mi corazón y he querido plasmar.

- Las figuras paternas en esas películas siempre están de una u otra forma, ¿no?
Sí. es el denominador común, es la ausencia de familia que hace que estos jóvenes no puedan solucionar sus problemas, se vuelvan más salvajes, más violentos, más ariscos. Cuando uno no tiene un protector, alguien que te quiere te vuelves un poco salvaje, estas al límite de la delincuencia, estás perdido, tienes un problema y se te hace enorme.

- Supongo que el hecho de que haya filmado esta trilogía en su ciudad y provincia, y no en Madrid u otra gran ciudad española es algo voluntariamente elegido, pero ¿le trae algún tipo de inconveniente?
Para mi son todo ventajas. Para empezar porque hago las películas desde mi corazón, mis emociones y mis recuerdos. Yo todo eso lo he tenido en Salamanca, por eso me voy allí. Luego allí tienes la Film Commission que te da muchas facilidades para todo y me conozco de memorieta los paisajes, los rincones, todas las localizaciones... Además me hacía mucha ilusión porque lo típico para esta película es haberla situado como una película de los 80, de esas de los quinquis, es decir, en el extrarradio de una gran ciudad. Yo dije "No, esto me lo voy a llevar a una barriada casi en el campo". Así, esta película transcurre entre una pequeña ciudad, el río y el campo. Era un valor añadido que yo quería darle, el diferenciarla.

- Su carrera también está muy vinculada al documental, al que vuelve de vez en cuando... ¿Por qué sintió la necesidad de hacer también ficción?
Empecé trabajando en el documental produciendo. Produje un documental y luego con Chema de La Peña ibamos a hacer un documental sobre el Sudexpress que es un tren que va desde Lisboa hasta París, pero cuando lo estábamos haciendo y estábamos viendo las localizaciones sentimos una necesidad de contar lo que nosotros queríamos y no lo que sucediese. Queríamos atrapar a esos personajes y meterlos en nuestras propias situaciones en vez de dejarlo al azar así que convertimos por arte de birlibirloque un documental en una película. Lo hicimos en cuatro meses y fue mágico. Además, incorporamos a los personajes de la vida real. Eran todo personas de la vida real y lo ficcionamos y fue un experimento tan mágico, tan libre y tan maravilloso que yo siempre desde entonces he trabajado con personajes de la vida real.  Entonces se crea una mezcla de documental y ficción aunque sea totalmente ficción, porque uso muchos elementos de la calle. Eso me gusta mucho.

- Acaba de rodar usted precisamente algo parecido, ¿no?

"Análisis de sangre azul" -que es mi próxima película- es una mezcla de thriller y falso documental. Se desarrolla en los Pirineos y en una estación de esquí moderna aparece un coche fúnebre, se baja un señor que es forense, la policía le hace hueco y descubre un esqueleto con un agujero en la cabeza. Entonces, a partir del análisis de ese esqueleto descubrimos a un personaje que era un aristócrata inglés que vivió en los años 30 del siglo pasado, descubrimos su historia y la de toda una comarca. Es un thriller pero tambien un falso documental porque vamos a salir el propio equipo y hacemos como que vamos descubriendo las cosas. Es otro elemento diferente.

- ¿Pero tiene una base real o el punto de partida es inventado?

Hay una leyenda sobre un inglés que era un aristócrata al que tiraron desde un puente. Hay una historia por ahí pero es leyenda. Nosotros lo queremos dejar un poco en el aire, pero es ficción.

- ¿Qué recuerda del estreno de la película en la Berlinale?

Fue precioso. En el estreno en un cine precioso que se llama "La Casa de las Culturas del Mundo" (Haus der Kulturen der Welt), que es un arco enorme que sale de un lago iluminado en rojo y estaba casi lleno -eran unas 1100 plazas-, cuando se acabó el pase aplaudieron muchísimo y luego cuando salí yo al coloquio se quedó más de media sala y nos lo pasamos… Yo tenía un día muy simpático y me aplaudió muchísimo la gente y se hicieron fotos conmigo y encantados. Fue muy bonito.

- Era su primer festival de Berlín...

Sí. He estado en sección oficial en San Sebastian un par de veces, he estado en Rotterdam, en Toronto, a Venezia fui sin película, representando a la Salamanca Film Commission. He ido por festivales de todo el mundo. Pero en cuanto a la proyección creo que ese fue el más grande hasta ahora de los que he ido o sea que estoy super feliz porque me pareció impresionante. Estaba encantado.

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