Recordando a Oscar Chávez, actor
- por © Correcamara.com-NOTICINE.com
El pasado jueves falleció el querido cantante y actor Oscar Chávez, según dio a conocer mediante un Tweet Alejandra Frausto, secretaria de Cultura del Gobierno Federal. Un día antes había sido internado con síntomas del COVID-19, según se divulgó en Twitter. Chávez será recordado en el cine por su papel en "Los Caifanes" como "El Estilos", pero sobre todo por sus numerosas canciones que lo hicieron muy popular en el México de los años sesentas y setentas.
Cantante, actor y compositor, Chávez nació en la Ciudad de México, el 30 de marzo de 1935. Realizó sus estudios en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en la academia de Seki Sano. Reconocido como intérprete y actor desde los inicios de la década de los sesenta, debutó en el cine en la cinta "Los Caifanes" (1966), de Juan Ibáñez, por la que recibió la Diosa de Plata y El Heraldo de Plata (lo llamaban "El Caifán mayor"), y más tarde intervino en títulos como "Santa" (1968), "El oficio más antiguo del mundo" (1968), "Flor de durazno" (1969), "La Generala" (1970), "Las cautivas" (1971), "México nocturno" (A fuego lento, 1977) y "María de mi corazón" (1980), "Rompe el alba" (1988), entre otros.
Sobre su primer trabajo, al que llegó -según él- "por casualidad", contó en Cine Toma, hace tres años: “Fue un estupendo equipo, de lo más cordial. Y eso se nota en la película, que trabajamos con una gran armonía. Las dificultades que se dieron, más bien, fueron de otro orden…”.
Reconoció Chávez que hacer "Los Caifanes" fue una experiencia difícil: "La filmación resultó muy accidentada. Y muy complicada. Para empezar, estaban peleados los dos sindicatos, pero agarrados de la greña, ¿eh?, como suele suceder en este país. Por un lado el STIC (el Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica) y, por el otro, la sección de Técnicos y Manuales del STPC. El primero fue el encargado de realizar la película, lo cual desató la ira del segundo”.
“Pero al estar -añadió- con el STIC, que eran los Estudios América, no se podía hacer un largometraje; ellos no tenían derecho a realizar largos… Así que Juan tuvo que filmarla en partes, como pequeños cortometrajes. Por eso está subtitulada en cinco episodios… ¡Solamente así se pudo filmar! Ya te imaginarás las broncas, ¿no? De hecho, el día en el que comenzó el rodaje llegó la gente del STPC para intentar detener la filmación…”
"Tuvimos que suspender el rodaje unas 15 veces, por lo menos. Las broncas gremiales eran de una violencia impresionante. Un verdadero desmadre, tremendo. Eso sí, suspendían la filmación sin decir agua va. Llegaban, y te decían: ‘¡Aquí no se filma!’. Entonces, ¿qué te puedo decir? Ja-ja. ¡Fue increíble el esfuerzo!”, agregó Chávez, quien sin embargo siempre estuvo orgulloso del resultado: "La película ha resistido el paso del tiempo. Ha envejecido con dignidad. La cantidad de generaciones que la han visto es interesante y enorme, y además le sigue gustando a los chavos… Qué satisfacción, ¿no?".
Los factores del éxito de "Los Caifanes", para Oscar Chávez, fueron "Primero, el tema: la temática se salía de los cartabones establecidos. Ya sabes, del charro y el supuesto cine de la Época de Oro. ¿Cuál Época de Oro, tú? Eran como zarzuelas mal hechas, con charros y muchachitas que, muchas veces, nada ofrecían… ¡Tantas cosas que se dicen de la Época de Oro del Cine Mexicano!… Entonces, nuestra película se salió de lo común del tema, que no es tan complicado: chavos de barrio que se enfrentan con dos chavos popis y ya. Y todo sucede en una noche… Sorprendió mucho a la gente, mucho. Fue un hito en lo que se refiere al concepto cinematográfico y a la temática que aborda la cinta. Hasta la fecha, como dices, la gente la sigue viendo. Todas las navidades la programan en televisión, según sé, porque se desarrolla justamente en esa época del año. Se filmó en diciembre de 1966, y se estrenó unos meses después, ya en 1967. ¡Ah! Y todo se filmó en unas cuatro semanas"
"Trabajamos con mucha libertad. Y creo que eso se nota en el film. Claro, sin perder el rigor. Juan era muy buen director de actores. Así que nos apoyaba todo el tiempo… Recuerda, además, que Juan había hecho ya un mediometraje, también para un concurso; fue uno de los bien logrados trabajos de él, llamado Un alma pura… Incluso, había hecho varios comerciales. Entonces, estaba preparado… Ahora bien, yo fui muy amigo de Juan, todos éramos muy amigos de él; habíamos hecho muchas cosas juntos. Contrario a lo que mucha gente piensa, Juan no nos eligió por ser sus cuates; nada de eso. A la hora de trabajar, siempre fue otro asunto. Para el film, todos hicimos casting para los personajes, Juan nos probó a todos".
Arreglista y compositor prolífico, Oscar Chávez fue autor de corridos y canciones que tuvieron gran aceptación, entre los que se cuentan "Por ti", "La niña de Guatemala", "Los hombres no se mueren", "Corrido del 75", "Caña", "Sin decir nada", "Mundo triste", "Corrido a la gatita blanca" y "Mi paloma", e igualmente realizó los arreglos de El tecolote, La casita y Nuevas coplas de La Llorona, por mencionar algunos títulos ampliamente conocidos.
Asimismo, fue representante de México ante el Comité Internacional Permanente de la Nueva Canción y destacó como activista gremial, al tiempo que diversificó su presencia en muy diversos foros, pues trabajó reiteradamente en obras teatrales, centros nocturnos, programas de radio y televisión, y fungió como director de diversas puestas en escena y radioteatros.
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Cantante, actor y compositor, Chávez nació en la Ciudad de México, el 30 de marzo de 1935. Realizó sus estudios en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en la academia de Seki Sano. Reconocido como intérprete y actor desde los inicios de la década de los sesenta, debutó en el cine en la cinta "Los Caifanes" (1966), de Juan Ibáñez, por la que recibió la Diosa de Plata y El Heraldo de Plata (lo llamaban "El Caifán mayor"), y más tarde intervino en títulos como "Santa" (1968), "El oficio más antiguo del mundo" (1968), "Flor de durazno" (1969), "La Generala" (1970), "Las cautivas" (1971), "México nocturno" (A fuego lento, 1977) y "María de mi corazón" (1980), "Rompe el alba" (1988), entre otros.
Sobre su primer trabajo, al que llegó -según él- "por casualidad", contó en Cine Toma, hace tres años: “Fue un estupendo equipo, de lo más cordial. Y eso se nota en la película, que trabajamos con una gran armonía. Las dificultades que se dieron, más bien, fueron de otro orden…”.
Reconoció Chávez que hacer "Los Caifanes" fue una experiencia difícil: "La filmación resultó muy accidentada. Y muy complicada. Para empezar, estaban peleados los dos sindicatos, pero agarrados de la greña, ¿eh?, como suele suceder en este país. Por un lado el STIC (el Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica) y, por el otro, la sección de Técnicos y Manuales del STPC. El primero fue el encargado de realizar la película, lo cual desató la ira del segundo”.
“Pero al estar -añadió- con el STIC, que eran los Estudios América, no se podía hacer un largometraje; ellos no tenían derecho a realizar largos… Así que Juan tuvo que filmarla en partes, como pequeños cortometrajes. Por eso está subtitulada en cinco episodios… ¡Solamente así se pudo filmar! Ya te imaginarás las broncas, ¿no? De hecho, el día en el que comenzó el rodaje llegó la gente del STPC para intentar detener la filmación…”
"Tuvimos que suspender el rodaje unas 15 veces, por lo menos. Las broncas gremiales eran de una violencia impresionante. Un verdadero desmadre, tremendo. Eso sí, suspendían la filmación sin decir agua va. Llegaban, y te decían: ‘¡Aquí no se filma!’. Entonces, ¿qué te puedo decir? Ja-ja. ¡Fue increíble el esfuerzo!”, agregó Chávez, quien sin embargo siempre estuvo orgulloso del resultado: "La película ha resistido el paso del tiempo. Ha envejecido con dignidad. La cantidad de generaciones que la han visto es interesante y enorme, y además le sigue gustando a los chavos… Qué satisfacción, ¿no?".
Los factores del éxito de "Los Caifanes", para Oscar Chávez, fueron "Primero, el tema: la temática se salía de los cartabones establecidos. Ya sabes, del charro y el supuesto cine de la Época de Oro. ¿Cuál Época de Oro, tú? Eran como zarzuelas mal hechas, con charros y muchachitas que, muchas veces, nada ofrecían… ¡Tantas cosas que se dicen de la Época de Oro del Cine Mexicano!… Entonces, nuestra película se salió de lo común del tema, que no es tan complicado: chavos de barrio que se enfrentan con dos chavos popis y ya. Y todo sucede en una noche… Sorprendió mucho a la gente, mucho. Fue un hito en lo que se refiere al concepto cinematográfico y a la temática que aborda la cinta. Hasta la fecha, como dices, la gente la sigue viendo. Todas las navidades la programan en televisión, según sé, porque se desarrolla justamente en esa época del año. Se filmó en diciembre de 1966, y se estrenó unos meses después, ya en 1967. ¡Ah! Y todo se filmó en unas cuatro semanas"
"Trabajamos con mucha libertad. Y creo que eso se nota en el film. Claro, sin perder el rigor. Juan era muy buen director de actores. Así que nos apoyaba todo el tiempo… Recuerda, además, que Juan había hecho ya un mediometraje, también para un concurso; fue uno de los bien logrados trabajos de él, llamado Un alma pura… Incluso, había hecho varios comerciales. Entonces, estaba preparado… Ahora bien, yo fui muy amigo de Juan, todos éramos muy amigos de él; habíamos hecho muchas cosas juntos. Contrario a lo que mucha gente piensa, Juan no nos eligió por ser sus cuates; nada de eso. A la hora de trabajar, siempre fue otro asunto. Para el film, todos hicimos casting para los personajes, Juan nos probó a todos".
Arreglista y compositor prolífico, Oscar Chávez fue autor de corridos y canciones que tuvieron gran aceptación, entre los que se cuentan "Por ti", "La niña de Guatemala", "Los hombres no se mueren", "Corrido del 75", "Caña", "Sin decir nada", "Mundo triste", "Corrido a la gatita blanca" y "Mi paloma", e igualmente realizó los arreglos de El tecolote, La casita y Nuevas coplas de La Llorona, por mencionar algunos títulos ampliamente conocidos.
Asimismo, fue representante de México ante el Comité Internacional Permanente de la Nueva Canción y destacó como activista gremial, al tiempo que diversificó su presencia en muy diversos foros, pues trabajó reiteradamente en obras teatrales, centros nocturnos, programas de radio y televisión, y fungió como director de diversas puestas en escena y radioteatros.
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