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9-V-02

Fulgurante es un buen calificativo para la carrera de Jordi Mollà, quien estrena -tras inaugurar el pasado abril el Festival de Málaga- su primer largometraje, "No somos nadie". Sin abandonar el trabajo como actor, en el que le espera un futuro internacional, después de la experiencia junto a Johnny Depp en "Blow", este catalán nacido en L'Hospitalet de Llobregat en 1968 ha debutado en el largometraje, inspirado -dice- por su amigo Bigas Luna, y después de realizar dos cortos, "Walter Peralta" (1994) y "No me importaría irme contigo" (1998).

Sin embargo, para el gran público, Mollà está asociado a sus interpretaciones como amante de Javier Bardem en "Segunda piel", como Godoy en "Volavérunt", o en papel de macarra recogido por Maribel Verdú en "La buena estrella".

Actor de teatro y TV antes de iniciarse en la gran pantalla, Jordi empezó a destacar de la mano de Bigas Luna y al lado de Bardem y Penélope Cruz en "Jamón, jamón". Aunque se dice que es el terreno del drama donde sus cualidades salen mejor a la superficie, ha sabido alternar géneros, desde la comedia ("Alegre ma non troppo", "Perdona, bonita, pero Lucas me quería a mí", "Los años bárbaros"...) al suspense de "Nadie conoce a nadie", pasando por dramas como "Son de mar", "Historias del Kronen" o "Mi hermano del alma", y sin olvidar una breve presencia en "La flor de mi secreto", de Almodóvar.

Recientemente la prensa norteamericana elogió su participación -de nuevo con Penélope Cruz- en la norteamericana "Blow". El muchacho ha ido muy rápido y no quiere perderse ningún tren, incluído el de la realización.