Festivales

Festival de la Habana: más allá de América Latina
13-XII-05
La 27 edición del Festival de Cine Latinoamericano de La Habana sigue regalando a sus muchos cinéfilos sorpresas gratas y...no tanto. Lo primero a señalar es la buena cantidad de desperfectos que están sufriendo algunas salas del proyecto 23 (incluyendo la sede principal de las exhibiciones, el Chaplin) pero a su vez, debe señalarse que los servicios técnicos del Festival actúan rápido y eficazmente, de manera que a las pocas horas se están solucionando los problemas, lo cual, eso sí, no excluye deficiencias en las proyecciones de varios cines (como el Yara o el Riviera).
Mas, entrando en lo propiamente esencial, los films, paneemos por algunas de las obras no competitivas. Tal como se esperaba, "Reinas", de la muestra española, resultó un acontecimiento. En un Riviera atestado desde mucho antes de la hora señalada para el estreno (algo que el personal del cine manejó a la perfección) uno de los actores de la cinta, Gustavo Salmerón declaró su satisfacción cada vez que se encuentra en nuestro país, y elogió esta cinta que celebra una de las grandes libertades civiles conquistadas por su país, Europa y el mundo entero en los últimos tiempos: el reconocimiento del derecho inalienable de los homosexuales a unirse legalmente. La primera boda de este tipo en España, como ya se ha dicho punto de partida de la cinta, permite al siempre exitoso Manuel Gómez Pereira ("Todos los hombres sois iguales") armar una de esas comedias de situaciones a las que tanto sabe: con muchos personajes, un guión repleto de accidentes que esta vez juega magistralmente con el tiempo y el espacio, un ritmo más que fluido indetenible y un equipo de actores todos estrellas, en la que uno se la pasa divertido todo el tiempo sin que deje de reflexionar un poco en torno a la complejidad de las relaciones humanas, concretamente en este caso, entre hijos y padres (sobre todo madres...y suegras) y dentro de las parejas con sus singularidades...claro que las verdaderas reinas aquí son ese cuarteto de primeras actrices que se “roban” literalmente el show: Verónica Forqué, Carmen Maura, Mercedes Sampietro y muy particularmente, la incalculable argentina Betiana Blum.
El cine suizo abrió muy en alto con "Tout un hiver sans feu" (Todo un invierno sin calor) de Grez Zglinski, que focaliza la soledad, el desarraigo y la ausencia desde dos conflictos: el de un matrimonio que ha perdido en un incendio a su hijita y el de unos refugiados del kosovo, particularmente una joven cuyo marido desapareció en la guerra de los Balcanes: estos destinos se entrecruzan, arrojando una película que, desmintiendo su título, aporta calidez en su sondeo por los sentimientos; cinta cuyo mérito mayor es el rejuego que efectúa con la ambigüedad de los mismos, para lo cual se apoya en una superlativa fotografía, justamente a base de claroscuros y estudiados contrastes, una eficaz banda sonora y actuaciones memorables...esas que también se encuentran en otra de ese país: "Cuando llegue mi hombre" (en realidad, en el original: Mi príncipe azul), de Oliver Paulus y Stefan Hillebrand, sobre todo en el caso de la actriz protagónica (Isolde Fischer) que encarna a una mujer, doméstica de oficio, capaz de viajar a la remota adana tratando de encontrar a un turco que conoció en Alemania y al cual no le une más que una ligera amistad. Manejando con admirable tino ese paso que media entre lo sublime y lo ridículo, el director arma un trayecto con visos tragicómicos donde la principal virtud es el equilibrio y la resolución de ambos registros, vehiculando una interesante reflexión en torno a los sueños y el tópico del “hombre ideal”.
Decepcionante, sin embargo, resultó la esperada "Nine Lives", de Rodrigo García ("Cosas que diría con sólo mirarla ") que tanto entusiasmo acarreara con su estimada ópera prima, sobre todo porque esta vez, fragmentando las historias, y focalizando más los detalles que los conjuntos, el colombiano no logra evitar que la trivialidad y en ocasiones, la banalidad, se apodere de casi todo el trayecto, aunque haya que extrapolar un par de episodios (como el del supermercado, o el que cierra el film) y varias actuaciones encomiables, como las siempre perfectas Holly Hunter o Glenn Close.
"Primavera, verano, otoño, invierno...y primavera", del célebre sudcoreano Kim Ki-duk, es el equivalente fílmico de una “novela de aprendizaje” donde, con mínimo de diálogo, se equiparan los ciclos de la naturaleza a los del ser humano, muy a tono con la filosofía oriental, dentro de un verdadero poema fílmico, de esos donde la poesía no se busca o impone, sino que brota de la propia diégesis, apoyada en un trabajo fotográfico y musical absolutamente impecable, adjetivo éste que puede aplicarse al film todo.
"Malas temporadas", del español Manuel Martín Cuenca, es una pieza coral con notable densidad dramática, interrelacionando historias cuyos personajes tienen sus propios conflictos pero se insertan de un modo u otro en los ajenos. A pesar de los encontronazos que tienen todos con la vida, a la vez se las ingenian para salir adelante. Puede que le sobre tiempo, pero el director arma una narración sólida, con distinguido montaje y unas soberanas actuaciones, donde brilla nuestro paisano Eman Xor Oña ("Bailando chachachá") junto a los hispanos Nathalie Poza, Leonor Waltling y Javier Cámara.
Muchos autógrafos firmó el joven actor Pierre Chatagny a su salida del cine donde se exhibía la suiza Garçon stupide, de Lionel Baier, el trayecto de un muchacho desorientado que busca dar sentido a su vida, pero más errático que el protagonista es la propia película, que inicia muy bien, con una fibra narrativa (echando mano a la pantalla dividida, el relato in off y el plano oculto, entre otros acertados recursos) que después extravía, empantanándose en situaciones forzadas y poco convincentes. Pretenciosa y desinflada, en fin, donde acaso lo único sobresaliente es el propio Chatagny.
"Frágil", que inauguró oficialmente la Muestra española del amigo Juanma Bajo Ulloa ("La madre muerta"), su nuevo film, tras casi una década alejado de la cámara, acarreó reacciones bien diversas: para unos es un desastre absoluto, para otros, una hermosa parodia de las telenovelas y el cine rosa. El crítico se sitúa en un justo medio, pues si bien considera queda por debajo de sus anteriores experiencias, reconoce que este cuento de hadas impugna con fuerzas a quienes viven “en las nubes” en detrimento de una realidad que se les viene encima, además de hacerlo a los entresijos monstruosos del sistema de estrellas y las fábricas de sueños, y de contar con actuaciones femeninas (la protagónica Muriel comandando) de primera.
Muy pronto, desde esta página, nuevos comentarios sobre el Festival de cine: noticia perenne en la Habana cultural, del 6 al 16 de este mes.
La 27 edición del Festival de Cine Latinoamericano de La Habana sigue regalando a sus muchos cinéfilos sorpresas gratas y...no tanto. Lo primero a señalar es la buena cantidad de desperfectos que están sufriendo algunas salas del proyecto 23 (incluyendo la sede principal de las exhibiciones, el Chaplin) pero a su vez, debe señalarse que los servicios técnicos del Festival actúan rápido y eficazmente, de manera que a las pocas horas se están solucionando los problemas, lo cual, eso sí, no excluye deficiencias en las proyecciones de varios cines (como el Yara o el Riviera).
Mas, entrando en lo propiamente esencial, los films, paneemos por algunas de las obras no competitivas. Tal como se esperaba, "Reinas", de la muestra española, resultó un acontecimiento. En un Riviera atestado desde mucho antes de la hora señalada para el estreno (algo que el personal del cine manejó a la perfección) uno de los actores de la cinta, Gustavo Salmerón declaró su satisfacción cada vez que se encuentra en nuestro país, y elogió esta cinta que celebra una de las grandes libertades civiles conquistadas por su país, Europa y el mundo entero en los últimos tiempos: el reconocimiento del derecho inalienable de los homosexuales a unirse legalmente. La primera boda de este tipo en España, como ya se ha dicho punto de partida de la cinta, permite al siempre exitoso Manuel Gómez Pereira ("Todos los hombres sois iguales") armar una de esas comedias de situaciones a las que tanto sabe: con muchos personajes, un guión repleto de accidentes que esta vez juega magistralmente con el tiempo y el espacio, un ritmo más que fluido indetenible y un equipo de actores todos estrellas, en la que uno se la pasa divertido todo el tiempo sin que deje de reflexionar un poco en torno a la complejidad de las relaciones humanas, concretamente en este caso, entre hijos y padres (sobre todo madres...y suegras) y dentro de las parejas con sus singularidades...claro que las verdaderas reinas aquí son ese cuarteto de primeras actrices que se “roban” literalmente el show: Verónica Forqué, Carmen Maura, Mercedes Sampietro y muy particularmente, la incalculable argentina Betiana Blum.
El cine suizo abrió muy en alto con "Tout un hiver sans feu" (Todo un invierno sin calor) de Grez Zglinski, que focaliza la soledad, el desarraigo y la ausencia desde dos conflictos: el de un matrimonio que ha perdido en un incendio a su hijita y el de unos refugiados del kosovo, particularmente una joven cuyo marido desapareció en la guerra de los Balcanes: estos destinos se entrecruzan, arrojando una película que, desmintiendo su título, aporta calidez en su sondeo por los sentimientos; cinta cuyo mérito mayor es el rejuego que efectúa con la ambigüedad de los mismos, para lo cual se apoya en una superlativa fotografía, justamente a base de claroscuros y estudiados contrastes, una eficaz banda sonora y actuaciones memorables...esas que también se encuentran en otra de ese país: "Cuando llegue mi hombre" (en realidad, en el original: Mi príncipe azul), de Oliver Paulus y Stefan Hillebrand, sobre todo en el caso de la actriz protagónica (Isolde Fischer) que encarna a una mujer, doméstica de oficio, capaz de viajar a la remota adana tratando de encontrar a un turco que conoció en Alemania y al cual no le une más que una ligera amistad. Manejando con admirable tino ese paso que media entre lo sublime y lo ridículo, el director arma un trayecto con visos tragicómicos donde la principal virtud es el equilibrio y la resolución de ambos registros, vehiculando una interesante reflexión en torno a los sueños y el tópico del “hombre ideal”.
Decepcionante, sin embargo, resultó la esperada "Nine Lives", de Rodrigo García ("Cosas que diría con sólo mirarla ") que tanto entusiasmo acarreara con su estimada ópera prima, sobre todo porque esta vez, fragmentando las historias, y focalizando más los detalles que los conjuntos, el colombiano no logra evitar que la trivialidad y en ocasiones, la banalidad, se apodere de casi todo el trayecto, aunque haya que extrapolar un par de episodios (como el del supermercado, o el que cierra el film) y varias actuaciones encomiables, como las siempre perfectas Holly Hunter o Glenn Close.
"Primavera, verano, otoño, invierno...y primavera", del célebre sudcoreano Kim Ki-duk, es el equivalente fílmico de una “novela de aprendizaje” donde, con mínimo de diálogo, se equiparan los ciclos de la naturaleza a los del ser humano, muy a tono con la filosofía oriental, dentro de un verdadero poema fílmico, de esos donde la poesía no se busca o impone, sino que brota de la propia diégesis, apoyada en un trabajo fotográfico y musical absolutamente impecable, adjetivo éste que puede aplicarse al film todo.
"Malas temporadas", del español Manuel Martín Cuenca, es una pieza coral con notable densidad dramática, interrelacionando historias cuyos personajes tienen sus propios conflictos pero se insertan de un modo u otro en los ajenos. A pesar de los encontronazos que tienen todos con la vida, a la vez se las ingenian para salir adelante. Puede que le sobre tiempo, pero el director arma una narración sólida, con distinguido montaje y unas soberanas actuaciones, donde brilla nuestro paisano Eman Xor Oña ("Bailando chachachá") junto a los hispanos Nathalie Poza, Leonor Waltling y Javier Cámara.
Muchos autógrafos firmó el joven actor Pierre Chatagny a su salida del cine donde se exhibía la suiza Garçon stupide, de Lionel Baier, el trayecto de un muchacho desorientado que busca dar sentido a su vida, pero más errático que el protagonista es la propia película, que inicia muy bien, con una fibra narrativa (echando mano a la pantalla dividida, el relato in off y el plano oculto, entre otros acertados recursos) que después extravía, empantanándose en situaciones forzadas y poco convincentes. Pretenciosa y desinflada, en fin, donde acaso lo único sobresaliente es el propio Chatagny.
"Frágil", que inauguró oficialmente la Muestra española del amigo Juanma Bajo Ulloa ("La madre muerta"), su nuevo film, tras casi una década alejado de la cámara, acarreó reacciones bien diversas: para unos es un desastre absoluto, para otros, una hermosa parodia de las telenovelas y el cine rosa. El crítico se sitúa en un justo medio, pues si bien considera queda por debajo de sus anteriores experiencias, reconoce que este cuento de hadas impugna con fuerzas a quienes viven “en las nubes” en detrimento de una realidad que se les viene encima, además de hacerlo a los entresijos monstruosos del sistema de estrellas y las fábricas de sueños, y de contar con actuaciones femeninas (la protagónica Muriel comandando) de primera.
Muy pronto, desde esta página, nuevos comentarios sobre el Festival de cine: noticia perenne en la Habana cultural, del 6 al 16 de este mes.
- © Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
Comienza la búsqueda de nuevos talentos argentinos
13-XII-05
El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, con el firme propósito de apoyar a los nuevos y jóvenes talentos y profundizar los vínculos con la gente de cine de todo el país, imagina, diseña e implementa acciones coordinadas y proyectadas con una visión a largo plazo, que constituyen el Programa País.
En el marco de este Programa, coordinado por Nora Araujo, se realiza esta convocatoria nacional dirigida a realizadores audiovisuales (editores, productores, directores, y guionistas) que presenten un proyecto en curso en el cual puedan mostrar sus potencialidades creativas.
El Festival entiende que este tipo de espacios se vienen consolidando en todo el mundo como una alternativa para promover el trabajo de jóvenes artistas. En ese marco y considerando la excelente recepción y evaluación que tuvo la experiencia de la última edición, se reeditará y ampliará el proyecto de cara al próximo Festival.
En la edición anterior de la muestra se realizaron tres clínicas específicas: Clínica de Guión a cargo de Enrique Cortés, Clínica de Estructura y Edición a cargo de Jorge Prelorán junto a Fermín Rivera y Clínica de Producción, a cargo de Nicolás Batlle y Hugo Castro Fau, productores nacionales de gran prestigio. A estas tres Clínicas este año se suma una estadía de Dirección.
En esta nueva edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, una vez más, se profundizará el desarrollo y perfeccionamiento de las obras de alrededor de 50 artistas que comienzan a destacarse en el campo cinematográfico, los cuales serán previamente seleccionados por un grupo de profesionales y expertos.
De esta manera se consolida el camino para que los jóvenes talentos puedan concretar y mostrar sus realizaciones tanto al público como a prestigiosos cineastas, productores, programadores nacionales e internacionales que nos visitan cada año en la ciudad de Mar del Plata.
Las bases de esta convocatoria se encuentran disponibles en el sitio Web del Festival: www.mardelplatafilmfest.com. El cierre de recepción de materiales es el 6 de febrero de 2006.
El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, con el firme propósito de apoyar a los nuevos y jóvenes talentos y profundizar los vínculos con la gente de cine de todo el país, imagina, diseña e implementa acciones coordinadas y proyectadas con una visión a largo plazo, que constituyen el Programa País.
En el marco de este Programa, coordinado por Nora Araujo, se realiza esta convocatoria nacional dirigida a realizadores audiovisuales (editores, productores, directores, y guionistas) que presenten un proyecto en curso en el cual puedan mostrar sus potencialidades creativas.
El Festival entiende que este tipo de espacios se vienen consolidando en todo el mundo como una alternativa para promover el trabajo de jóvenes artistas. En ese marco y considerando la excelente recepción y evaluación que tuvo la experiencia de la última edición, se reeditará y ampliará el proyecto de cara al próximo Festival.
En la edición anterior de la muestra se realizaron tres clínicas específicas: Clínica de Guión a cargo de Enrique Cortés, Clínica de Estructura y Edición a cargo de Jorge Prelorán junto a Fermín Rivera y Clínica de Producción, a cargo de Nicolás Batlle y Hugo Castro Fau, productores nacionales de gran prestigio. A estas tres Clínicas este año se suma una estadía de Dirección.
En esta nueva edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, una vez más, se profundizará el desarrollo y perfeccionamiento de las obras de alrededor de 50 artistas que comienzan a destacarse en el campo cinematográfico, los cuales serán previamente seleccionados por un grupo de profesionales y expertos.
De esta manera se consolida el camino para que los jóvenes talentos puedan concretar y mostrar sus realizaciones tanto al público como a prestigiosos cineastas, productores, programadores nacionales e internacionales que nos visitan cada año en la ciudad de Mar del Plata.
Las bases de esta convocatoria se encuentran disponibles en el sitio Web del Festival: www.mardelplatafilmfest.com. El cierre de recepción de materiales es el 6 de febrero de 2006.
- © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com

Pinamar adelanta la nueva película de Cecilia Roth
12-XII-05
Una madre con tres hijos que viven en total armonía. Una desconocida es acogida en el hogar. Los hijos comienzan a ganar en complicidad con la recién llegada. El hijo adolescente inicia una fuerte atracción por la intrusa. La realidad que reinaba de pronto se quiebra y la madre estalla...Esas son las primeras imágenes que se han desvelado de "Sofá cama", el retorno al cine argentino de Cecilia Roth luego de "Kamchatka", del que pudo verse su trailer y algunas secuencias en la sección Work in Progress de Pantalla Pinamar.
"Sofá cama" es la tercera película del joven Ulises Rosell ("El descanso", "Bonanza"), a la que anteriormente se conoció como "La intrusa", título que decidió modificar porque consideraba que "tenía una carga llena de connotaciones" y prefirió simplificarlo haciendo alusión directa al lugar que ocupa donde duerme esa intrusa, a la que interpreta María Fernanda Callejón. Las alentadoras primeras imágenes dan cuenta de una comedia con buen ritmo e inteligencia, llevado por un sólido reparto.
"Para mí es el mismo humor que intenté poner en "Bonanza". No intencional en el sentido de decir: 'Voy a hacer una comedia', sino que tiene que ver con la idea de bordar una historia con cierto humor", explicó el director durante la conferencia posterior a la exhibición, donde también se hizo presente Callejón, quizá una de las revelaciones del próximo año. A pesar de su ausencia, Roth fue una presencia omnipresente gracias a los elogios de su compañera y director. "Trabajar al lado de Cecilia es un gusto para mí, un honor, porque es una de las actrices que más admiro", sintetizó Callejón, mientras que Rosell subrayó: "Cecilia era como el armador del equipo, el que siempre estaba atento a todo y haciendo partipar a todos. Era muy bueno apoyarse en ella como para darle dinamismo a todo el elenco".
Rodada con un presupuesto de 1.300.000 pesos a lo largo de cinco semanas, a las que antecedieron dos meses de ensayo para lograr que el elenco consiguiera ese nivel de intimidad correspondiente a una familia, la cinta se encuentra en proceso de posproducción con el objetivo de presentarla en el próximo Festival Internacional de Cine de Cannes.
Otro interesante film que participó de este Work in Progress fue "Agua", segundo largometraje de Verónica Chen, que tras "Vagón fumador" subió la apuesta y rodó una ambiciosa producción sobre el competitivo mundo de la natación, a través de la historia de un antiguo campeón de aguas abiertas que ha abandonado todo para refugiarse en el desierto después de haber sido acusado, injustamente, de doping en una reconocida competencia. Tiempo después decide retornar por su honor, pero debe enfrentarse a su pasado. En su camino se cruzará con un joven nadador, en quien se reconoce.
"Es la historia de un sacrificio muy grande que hace una persona, cuando entiende que algo va más allá de la competencia y quizá eso afecta a todos", resumió Chen. Este universo particular atrajo a Chen por su propia experiencia como nadadora y lo que representa el agua. "Era un tema que me tocaba y me interesaba eso de las personas que están tan encerradas en su propio mundo, primero porque es mundo de competencia y de elite pero específicamente por lo que significa el agua. Cuando uno esta ahí, no ve, no oye, está realmente aislado. Cómo hacen después de horas y horas de estar inmersos en este mundo para conectarse con la familia, con amigos...afectivamente".
Una madre con tres hijos que viven en total armonía. Una desconocida es acogida en el hogar. Los hijos comienzan a ganar en complicidad con la recién llegada. El hijo adolescente inicia una fuerte atracción por la intrusa. La realidad que reinaba de pronto se quiebra y la madre estalla...Esas son las primeras imágenes que se han desvelado de "Sofá cama", el retorno al cine argentino de Cecilia Roth luego de "Kamchatka", del que pudo verse su trailer y algunas secuencias en la sección Work in Progress de Pantalla Pinamar.
"Sofá cama" es la tercera película del joven Ulises Rosell ("El descanso", "Bonanza"), a la que anteriormente se conoció como "La intrusa", título que decidió modificar porque consideraba que "tenía una carga llena de connotaciones" y prefirió simplificarlo haciendo alusión directa al lugar que ocupa donde duerme esa intrusa, a la que interpreta María Fernanda Callejón. Las alentadoras primeras imágenes dan cuenta de una comedia con buen ritmo e inteligencia, llevado por un sólido reparto.
"Para mí es el mismo humor que intenté poner en "Bonanza". No intencional en el sentido de decir: 'Voy a hacer una comedia', sino que tiene que ver con la idea de bordar una historia con cierto humor", explicó el director durante la conferencia posterior a la exhibición, donde también se hizo presente Callejón, quizá una de las revelaciones del próximo año. A pesar de su ausencia, Roth fue una presencia omnipresente gracias a los elogios de su compañera y director. "Trabajar al lado de Cecilia es un gusto para mí, un honor, porque es una de las actrices que más admiro", sintetizó Callejón, mientras que Rosell subrayó: "Cecilia era como el armador del equipo, el que siempre estaba atento a todo y haciendo partipar a todos. Era muy bueno apoyarse en ella como para darle dinamismo a todo el elenco".
Rodada con un presupuesto de 1.300.000 pesos a lo largo de cinco semanas, a las que antecedieron dos meses de ensayo para lograr que el elenco consiguiera ese nivel de intimidad correspondiente a una familia, la cinta se encuentra en proceso de posproducción con el objetivo de presentarla en el próximo Festival Internacional de Cine de Cannes.
Otro interesante film que participó de este Work in Progress fue "Agua", segundo largometraje de Verónica Chen, que tras "Vagón fumador" subió la apuesta y rodó una ambiciosa producción sobre el competitivo mundo de la natación, a través de la historia de un antiguo campeón de aguas abiertas que ha abandonado todo para refugiarse en el desierto después de haber sido acusado, injustamente, de doping en una reconocida competencia. Tiempo después decide retornar por su honor, pero debe enfrentarse a su pasado. En su camino se cruzará con un joven nadador, en quien se reconoce.
"Es la historia de un sacrificio muy grande que hace una persona, cuando entiende que algo va más allá de la competencia y quizá eso afecta a todos", resumió Chen. Este universo particular atrajo a Chen por su propia experiencia como nadadora y lo que representa el agua. "Era un tema que me tocaba y me interesaba eso de las personas que están tan encerradas en su propio mundo, primero porque es mundo de competencia y de elite pero específicamente por lo que significa el agua. Cuando uno esta ahí, no ve, no oye, está realmente aislado. Cómo hacen después de horas y horas de estar inmersos en este mundo para conectarse con la familia, con amigos...afectivamente".
- © Cynthia M. García (Pinamar)-NOTICINE.com

Yoima Valdés, profeta en su tierra cubana
12-XII-05
A la actriz cubana afincada en España desde los 10 años, Yoima Valdés, aún le tiemblan las manos al recordar la presentación de su último film, "Agua con sal", coproducción hispano puertorriqueña que le valió el premio de interpretación femenina en Huelva hace pocas semanas, en el cine Yara de La Habana, su ciudad natal, dentro del 27 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. "Es la primera vez que vengo a mi país con una película, y estaba atemorizada, temblando y sin hablar desde la mañana", afirma la actriz, casada con su colega Vladimir Cruz, protagonista de la famosa "Fresa y chocolate".
Valdés, quien previamente intervino en "800 balas", de Alex de la Iglesia, y "Un rey en La Habana", de Alexis Valdés, tiene su primera gran oportunidad en esta cinta que se desarrolla en tierras valencianas, y en la que interpreta a Olga, una universitaria cubana que se enfrenta a la supervivencia y la nostalgia en la desarrollada España. "Ella encarna -explica- el sueño europeo de muchos emigrantes latinos, y como ese sueño se convierte en pesadilla, tenía cierto miedo a que el público no la aceptara aquí en La Habana, pero sí lo hizo, y reaccionó muy bien. Yo dediqué la película a mis padres, que fueron emigrantes, y a todos los cubanos allá donde se encuentren".
"Viví tras la proyección unos momentos muy felices, ya relajada, y lo más bonito que me dijeron fue por parte de un señor mayor, quien me dijo: 'Te felicito por tu cubanía'. También estuvo entre el público el realizador Fernando Pérez ("Suite Habana") y le gustó. Es un orgullo, porque él encarna el tipo de cine que me gustaría hacer", añade la joven actriz cubana.
Reconoce Yoima Valdés que el de "Agua con sal" es su primer papel sólido en España, donde se crió y estudió interpretación, tras personajes "florero" (en sus propias palabras). "Hay un cierto prejuicio en los directores que me gustan, que hacen un cine inteligente, hacia las mujeres atractivas. Creen que no podemos además ser actrices", dice. Sin embargo, con el apoyo de la guionista del film, Lilian Rosado, logró que el realizador Pedro Pérez-Rosado le hiciera una prueba y finalmente asumió el personaje de Olga. "Tuve que engañarle, callándome que llevaba más de una década en España, porque pienso que ellos buscaban a una cubana recién llegada", cuenta con una sonrisa traviesa.
Plenamente integrada en la sociedad española pero muy consciente de sus raíces e identidad cubanas, Valdés va a grabar próximamente una 'TV movie' para la TV valenciana Canal 9 y el año próximo encara otro ambicioso proyecto que la hará crecer como actriz, un film basado en la inolvidable cantante cubana La Lupe, que será coproducido por España, Cuba y Puerto Rico, a través de la historia de una joven santiaguera que quiere emular a la intérprete de "Puro teatro".
A la actriz cubana afincada en España desde los 10 años, Yoima Valdés, aún le tiemblan las manos al recordar la presentación de su último film, "Agua con sal", coproducción hispano puertorriqueña que le valió el premio de interpretación femenina en Huelva hace pocas semanas, en el cine Yara de La Habana, su ciudad natal, dentro del 27 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. "Es la primera vez que vengo a mi país con una película, y estaba atemorizada, temblando y sin hablar desde la mañana", afirma la actriz, casada con su colega Vladimir Cruz, protagonista de la famosa "Fresa y chocolate".
Valdés, quien previamente intervino en "800 balas", de Alex de la Iglesia, y "Un rey en La Habana", de Alexis Valdés, tiene su primera gran oportunidad en esta cinta que se desarrolla en tierras valencianas, y en la que interpreta a Olga, una universitaria cubana que se enfrenta a la supervivencia y la nostalgia en la desarrollada España. "Ella encarna -explica- el sueño europeo de muchos emigrantes latinos, y como ese sueño se convierte en pesadilla, tenía cierto miedo a que el público no la aceptara aquí en La Habana, pero sí lo hizo, y reaccionó muy bien. Yo dediqué la película a mis padres, que fueron emigrantes, y a todos los cubanos allá donde se encuentren".
"Viví tras la proyección unos momentos muy felices, ya relajada, y lo más bonito que me dijeron fue por parte de un señor mayor, quien me dijo: 'Te felicito por tu cubanía'. También estuvo entre el público el realizador Fernando Pérez ("Suite Habana") y le gustó. Es un orgullo, porque él encarna el tipo de cine que me gustaría hacer", añade la joven actriz cubana.
Reconoce Yoima Valdés que el de "Agua con sal" es su primer papel sólido en España, donde se crió y estudió interpretación, tras personajes "florero" (en sus propias palabras). "Hay un cierto prejuicio en los directores que me gustan, que hacen un cine inteligente, hacia las mujeres atractivas. Creen que no podemos además ser actrices", dice. Sin embargo, con el apoyo de la guionista del film, Lilian Rosado, logró que el realizador Pedro Pérez-Rosado le hiciera una prueba y finalmente asumió el personaje de Olga. "Tuve que engañarle, callándome que llevaba más de una década en España, porque pienso que ellos buscaban a una cubana recién llegada", cuenta con una sonrisa traviesa.
Plenamente integrada en la sociedad española pero muy consciente de sus raíces e identidad cubanas, Valdés va a grabar próximamente una 'TV movie' para la TV valenciana Canal 9 y el año próximo encara otro ambicioso proyecto que la hará crecer como actriz, un film basado en la inolvidable cantante cubana La Lupe, que será coproducido por España, Cuba y Puerto Rico, a través de la historia de una joven santiaguera que quiere emular a la intérprete de "Puro teatro".
- © NOTICINE.com

Festival habanero: dentro y fuera del concurso
9-XII-05
Ya sean aspirantes a los corales (palmarés del Festival cubano) como las que se muestran mediante el Panorama latinoamericano, las películas de esta parte del mundo, esencia y razón de ser del Festival de Cine Latinoamericano de La Habana, acarrean siempre entusiasmo y expectativa.
He aquí algunas consideraciones de lo nuevo visto: Argentina presenta, en competencia, "El aura", segundo largo de Fabián Bielinski ("Nueve reinas"). Claro que después de esa, su triunfal arrancada, los ojos estaban puestos en el joven realizador que, lamentablemente, decepciona con su más reciente obra y es que, al margen de las intenciones (esta vez se eleva a cuestiones metafísicas, por tanto más complejas que los simpáticos jueguitos de su ópera prima) un thriller no puede darse el lujo de ser aburrido, y este lo es. De qué manera se dilatan esos planos-secuencia innecesariamente, cuánta gratuidad en esos paseos, esas miradas del chofer intruso que padece de epilepsia. Ni Ricardo Darín, actor concentrado y dúctil, puede hacer nada por sacar a flote este híbrido desangelado y anémico.
Y hablando de primeras obras, en ese apartado concursa "Hermanas", de Julia Somonoff. El sempiterno ítem argentino de la dictadura, los desaparecidos y la represión de los militares en los 70, vuelve con trasfondo familiar en las dos posturas políticas que ante el suceso afrontan antes y después dos hermanas; pasado y presente alternan en la diégesis de un modo bastante plano y gris, sin que por otra parte se diga nada nuevo sobre tan recurrido tema. Notable el diseño de personajes, las diferencias de personalidades de ambas mujeres respecto a sí mismas, la familia, la vida en general, pero lamentablemente no encuentra en las actrices protagónicas, desempeños complementarios.
Chile trae (también concursando) "En la cama", de Matías Bize, que es, sin ambages, de lo mejor visto hasta ahora en los días que lleva el Festival. Una pareja, cuatro paredes, claro que sexo abundante pero éste, además, como motor de reflexiones, confesiones, acercamientos y tiranteces. El guión detenta una energía y una enjundia admirables, mientras la puesta (con una cámara de proyección godardiana) explota y explora tanto los cuerpos como un poco lo que encierran y descubren (o no), pasando de los primeros y medios planos a los generales en una inteligente y funcional alternancia. Para una película literalmente de cámara, la labor de los dos únicos actores es vital, y así la asumen y proyectan: Blanca Lewin y Gonzalo Valenzuela se meten en la piel de sus personajes, y claro que salen de ellas para tocar otras esferas de la compenetración humana: así lo recibe el espectador dentro de una película erótica de alta definición.
No concursa (por suerte para los jurados) y también de ese país, "El huésped", de Coke Hidalgo: suerte de "Alien" en un hospital, con suspense y gore de pacotilla, lugares comunes para regalar y situaciones forzadas, abuso de rejuegos cromáticos (desde la subjetiva que emite el monstruo) y actuaciones de quinta. Sólo recomendable a los incondicionales del género.
Uno de los títulos que representa al país anfitrión en el concurso es "Bailando chachachá", cuyo director Manuel Herrera ("Zafiros, locura azul") en declaraciones previas al estreno, habló de su fe en el melodrama como expresión. El problema aquí estriba en ciertos excesos, que dan al traste con la legitimidad de la tendencia genérica: situaciones que fuerzan el curso normal de la trama (ergo: la discusión de los hermanos bajo la lluvia, la cual sabemos en qué derivará; la novia bailarina del músico abandonada frente al cabaret o el secreto de las cartas guardado hasta el final, típico y tópico de la telenovela) o diálogos que se sienten harto retóricos y por tanto no fluyen. Si de fluidez se trata, a propósito, tampoco la narración va por esa vía, culpa en buena medida de una edición (Enrique Ríos y Julia Yip) que no ha mezclado las abundantes subtramas y accidentes argumentales con la suficiente pericia como para hacernos asimilable el trayecto; la historia, que “arranca” bien, se traba con frecuencia a través de reiteraciones y cambios de ritmo que afectan la diégesis. A ello se suma un narrador omnisciente absolutamente prescindible: la anécdota, a pesar de las aludidas complicaciones, es bien clara, de modo que esa voz in off detallando y precisando sólo adiciona un elemento enturbiador del decursar narrativo. La dirección de actores delata, sin embargo, mano certera en el director, quien no logra esta vez armar una historia convincente por cuanto no consiguió desarrollar coherentemente ni la trama ni las abundosas subtramas que penden de ella y por tanto, no se integran.
Seguiremos hablando del Festival, que ya entra en su segunda y final semana.
Ya sean aspirantes a los corales (palmarés del Festival cubano) como las que se muestran mediante el Panorama latinoamericano, las películas de esta parte del mundo, esencia y razón de ser del Festival de Cine Latinoamericano de La Habana, acarrean siempre entusiasmo y expectativa.
He aquí algunas consideraciones de lo nuevo visto: Argentina presenta, en competencia, "El aura", segundo largo de Fabián Bielinski ("Nueve reinas"). Claro que después de esa, su triunfal arrancada, los ojos estaban puestos en el joven realizador que, lamentablemente, decepciona con su más reciente obra y es que, al margen de las intenciones (esta vez se eleva a cuestiones metafísicas, por tanto más complejas que los simpáticos jueguitos de su ópera prima) un thriller no puede darse el lujo de ser aburrido, y este lo es. De qué manera se dilatan esos planos-secuencia innecesariamente, cuánta gratuidad en esos paseos, esas miradas del chofer intruso que padece de epilepsia. Ni Ricardo Darín, actor concentrado y dúctil, puede hacer nada por sacar a flote este híbrido desangelado y anémico.
Y hablando de primeras obras, en ese apartado concursa "Hermanas", de Julia Somonoff. El sempiterno ítem argentino de la dictadura, los desaparecidos y la represión de los militares en los 70, vuelve con trasfondo familiar en las dos posturas políticas que ante el suceso afrontan antes y después dos hermanas; pasado y presente alternan en la diégesis de un modo bastante plano y gris, sin que por otra parte se diga nada nuevo sobre tan recurrido tema. Notable el diseño de personajes, las diferencias de personalidades de ambas mujeres respecto a sí mismas, la familia, la vida en general, pero lamentablemente no encuentra en las actrices protagónicas, desempeños complementarios.
Chile trae (también concursando) "En la cama", de Matías Bize, que es, sin ambages, de lo mejor visto hasta ahora en los días que lleva el Festival. Una pareja, cuatro paredes, claro que sexo abundante pero éste, además, como motor de reflexiones, confesiones, acercamientos y tiranteces. El guión detenta una energía y una enjundia admirables, mientras la puesta (con una cámara de proyección godardiana) explota y explora tanto los cuerpos como un poco lo que encierran y descubren (o no), pasando de los primeros y medios planos a los generales en una inteligente y funcional alternancia. Para una película literalmente de cámara, la labor de los dos únicos actores es vital, y así la asumen y proyectan: Blanca Lewin y Gonzalo Valenzuela se meten en la piel de sus personajes, y claro que salen de ellas para tocar otras esferas de la compenetración humana: así lo recibe el espectador dentro de una película erótica de alta definición.
No concursa (por suerte para los jurados) y también de ese país, "El huésped", de Coke Hidalgo: suerte de "Alien" en un hospital, con suspense y gore de pacotilla, lugares comunes para regalar y situaciones forzadas, abuso de rejuegos cromáticos (desde la subjetiva que emite el monstruo) y actuaciones de quinta. Sólo recomendable a los incondicionales del género.
Uno de los títulos que representa al país anfitrión en el concurso es "Bailando chachachá", cuyo director Manuel Herrera ("Zafiros, locura azul") en declaraciones previas al estreno, habló de su fe en el melodrama como expresión. El problema aquí estriba en ciertos excesos, que dan al traste con la legitimidad de la tendencia genérica: situaciones que fuerzan el curso normal de la trama (ergo: la discusión de los hermanos bajo la lluvia, la cual sabemos en qué derivará; la novia bailarina del músico abandonada frente al cabaret o el secreto de las cartas guardado hasta el final, típico y tópico de la telenovela) o diálogos que se sienten harto retóricos y por tanto no fluyen. Si de fluidez se trata, a propósito, tampoco la narración va por esa vía, culpa en buena medida de una edición (Enrique Ríos y Julia Yip) que no ha mezclado las abundantes subtramas y accidentes argumentales con la suficiente pericia como para hacernos asimilable el trayecto; la historia, que “arranca” bien, se traba con frecuencia a través de reiteraciones y cambios de ritmo que afectan la diégesis. A ello se suma un narrador omnisciente absolutamente prescindible: la anécdota, a pesar de las aludidas complicaciones, es bien clara, de modo que esa voz in off detallando y precisando sólo adiciona un elemento enturbiador del decursar narrativo. La dirección de actores delata, sin embargo, mano certera en el director, quien no logra esta vez armar una historia convincente por cuanto no consiguió desarrollar coherentemente ni la trama ni las abundosas subtramas que penden de ella y por tanto, no se integran.
Seguiremos hablando del Festival, que ya entra en su segunda y final semana.
- © Frank Padrón (La Habana)-NOTICINE.com