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Por Sergio Berrocal  

Los europeos somos así. Aplaudimos de perfil, sin emplear todas las palmas de la mano. Nos entusiasmamos más por una bailarina que por una nación. Y como un día dijo alguien que éramos la reserva del mundo o alguna cursilería parecida, seguimos mirando a los demás por encima del hombro.

- La actriz y cantante Selena Gómez ha vuelto al trabajo tras ser operada para recibir un nuevo riñón, dentro de su personal lucha contra la enfermedad de Lupus que sufre. La descendiente de mexicanos se encuentra en Nueva York esta semana para participar en la nueva película de Woody Allen, aún sin título, en la que participan muchos rostros conocidos, entre ellos el del mexicano Diego Luna, y ha sido fotografiada por primera vez desde su paso por el hospital.

- En la gloria gracias al amor inusual entre una limpiadora sordomuda y una criatura anfibia humanoide en "La forma del agua / The Shape of Water", el cineasta mexicano Guillermo del Toro ha pasado tras su triunfo en la Mostra de Venecia al otro lado del océano, para mostrar su film en el Festival de Toronto, donde ha hablado de política, no sólo la de su película, que la tiene, sino de la mexicana. "No, no me gusta cuando el presidente Peña Nieto me felicita. No me gusta, porque México es un país que ha tenido grandes personas en todo: atletas, artistas, científicos, filántropos, etc. pero no hay grandes políticos", dijo.

A partir del próximo lunes, estará disponible en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco de Ciudad de México la instalación de Realidad Virtual que creó el mexicano ganador del Oscar Alejandro González Iñárritu, "Carne y arena", la cual se estrenó en el Festival de Cannes, en Italia y posteriomente en Los Angeles. "El Negro" se reunió con la prensa chilanga para anticipar esta experiencia sensorial sobre la inmigración ilegal, "que habla de una realidad humana a nivel mundial".

Por Sergio Berrocal     

Mosquitos entrenados en el infierno de la taberna de la esquina. Cuando Satanás era obrero de la construcción y paraba allí para tragarse una copa de aguardiente perruno, atacaban al mismo tiempo a todos aquellos y aquellas que tuviesen carnes al aire libre aunque fuese en verano bochornoso.