Crónicas
El drama real del actor colombiano Lillo Brancato impresiona a la comunidad latina en USA
3-I-06
El actor de origen colombiano Lillo Brancato Jr., adoptado por una familia estadounidense, y que saltó a la fama trabajando con Robert De Niro en "Una historia del Bronx", está detenido en Nueva York acusado del homicidio de un policía, también de origen latino, Daniel Enchautegui, acaecido a mediados de diciembre. Brancato, de 29 años, arrastraba graves problemas con el alcohol y las drogas, y junto a un amigo, Steven Armento, entró en busca de pastillas a un domicilio del Bronx, donde fueron sorprendidos por un agente policial fuera de servicio y vecino del lugar, pereciendo éste en el tiroteo posterior.
El actor ha declarado al New York Post que ignoraba que su compañero iba armado, y se muestra abatido por los acontecimientos y sus consecuencias. “Si tuviera la oportunidad, me reuniría con su familia, los miraría a la cara y les diría cuánto lamento lo que sucedió”, afirma al comentar como vio por televisión a la familia del policía en sus exequias.
En una información de AP difundida esta semana, se retrata la vida de Brancato desde que hace 12 años transcurridos entre su ingreso a Hollywood y la mañana en que se produjo el incidente que ahora puede costarle una cadena perpetua.
En 1993, un responsable de casting coincidió con el adolescente de origen colombiano en una playa y quedó impresionado por las imitaciones que era capaz de hacer de Robert De Niro (con quien tenía un notable parecido físico), Pacino o Joe Pesci. De esta forma, fue contratado para interpretar al hijo de De Niro en "Una historia del Bronx", cuyo guión ha acabado teniendo un dramático paralelismo con la vida real.
En aquella película, que dirigió el propio De Niro a partir de una obra teatral y guión escrito por Chazz Palminteri, quien también actuaba ante la cámara como el capo mafioso del barrio, Brancato era el hijo de un honrado conductor de camión, seducido por la vida facil que le ofrecía la delincuencia.
"Es una noticia muy perturbadora, una tragedia incomprensible”, dijo Robert De Niro en un comunicado tras los acontecimientos.
Nacido en Bogotá en 1976, Lillo Brancato no logró el estrellato, pero al menos sí papeles secundarios con cierta regularidad, participando en películas y producciones televisivas (entre ellas "Un poeta entre reclutas", "Enemigo público", "Marea roja", "Un cuento de Navidad" o "Los Sopranos"). Paralelamente, el actor sucumbió a las adicciones. Fue arrestado dos veces por posesión y consumo, y su físico revelaba esos hábitos.
En la madrugada del 10 de diciembre pasado, el actor estuvo bebiendo con Steven Armento, un conocido delincuente de 48 años, en el Crazy Horse Cabaret del Bronx, y juntos decidieron entrar en un apartamento cercano donde pensaban encontrar Valium. La policía admite que Brancato iba desarmado y que la pistola que provocó la muerte del agente era de Armento. Pero Brancato deberá tras la muerte del policía enfrentar una posible condena por homicidio en segundo grado, penada desde 25 años de cárcel a cadena perpetua.
El "sueño americano" de este colombiano criado en Yonkers puede así terminar entre las cuatro paredes de una celda.
El actor de origen colombiano Lillo Brancato Jr., adoptado por una familia estadounidense, y que saltó a la fama trabajando con Robert De Niro en "Una historia del Bronx", está detenido en Nueva York acusado del homicidio de un policía, también de origen latino, Daniel Enchautegui, acaecido a mediados de diciembre. Brancato, de 29 años, arrastraba graves problemas con el alcohol y las drogas, y junto a un amigo, Steven Armento, entró en busca de pastillas a un domicilio del Bronx, donde fueron sorprendidos por un agente policial fuera de servicio y vecino del lugar, pereciendo éste en el tiroteo posterior.
El actor ha declarado al New York Post que ignoraba que su compañero iba armado, y se muestra abatido por los acontecimientos y sus consecuencias. “Si tuviera la oportunidad, me reuniría con su familia, los miraría a la cara y les diría cuánto lamento lo que sucedió”, afirma al comentar como vio por televisión a la familia del policía en sus exequias.
En una información de AP difundida esta semana, se retrata la vida de Brancato desde que hace 12 años transcurridos entre su ingreso a Hollywood y la mañana en que se produjo el incidente que ahora puede costarle una cadena perpetua.
En 1993, un responsable de casting coincidió con el adolescente de origen colombiano en una playa y quedó impresionado por las imitaciones que era capaz de hacer de Robert De Niro (con quien tenía un notable parecido físico), Pacino o Joe Pesci. De esta forma, fue contratado para interpretar al hijo de De Niro en "Una historia del Bronx", cuyo guión ha acabado teniendo un dramático paralelismo con la vida real.
En aquella película, que dirigió el propio De Niro a partir de una obra teatral y guión escrito por Chazz Palminteri, quien también actuaba ante la cámara como el capo mafioso del barrio, Brancato era el hijo de un honrado conductor de camión, seducido por la vida facil que le ofrecía la delincuencia.
"Es una noticia muy perturbadora, una tragedia incomprensible”, dijo Robert De Niro en un comunicado tras los acontecimientos.
Nacido en Bogotá en 1976, Lillo Brancato no logró el estrellato, pero al menos sí papeles secundarios con cierta regularidad, participando en películas y producciones televisivas (entre ellas "Un poeta entre reclutas", "Enemigo público", "Marea roja", "Un cuento de Navidad" o "Los Sopranos"). Paralelamente, el actor sucumbió a las adicciones. Fue arrestado dos veces por posesión y consumo, y su físico revelaba esos hábitos.
En la madrugada del 10 de diciembre pasado, el actor estuvo bebiendo con Steven Armento, un conocido delincuente de 48 años, en el Crazy Horse Cabaret del Bronx, y juntos decidieron entrar en un apartamento cercano donde pensaban encontrar Valium. La policía admite que Brancato iba desarmado y que la pistola que provocó la muerte del agente era de Armento. Pero Brancato deberá tras la muerte del policía enfrentar una posible condena por homicidio en segundo grado, penada desde 25 años de cárcel a cadena perpetua.
El "sueño americano" de este colombiano criado en Yonkers puede así terminar entre las cuatro paredes de una celda.
- © Redacción-NOTICINE.com
Juan Minujín, del sadomasoquismo al sacerdocio
3-I-06
El actor argentino Juan Minujín se sigue afianzando dentro de la cinematografía de su país, y tras sorprender con su interpretación de un escritor con VIH que encuentra en el sadomasoquismo una respuesta a su búsqueda existencial en "Un año sin amor", se pone en la piel de un sacerdote que se cuestiona su fe en "El cielo elegido".
Víctor Kino González es el realizador de "El cielo elegido", cuyo rodaje acaba de iniciarse con Minujín en el rol principal y Osmar Nuñez, Jimena Anganuzzi y Osvaldo Bonet en su elenco. Esta película cuenta la historia de Pablo, un joven sacerdote católico cuya fe es desafiada al verse involucrado en un violento episodio carcelario. A partir de allí, él deberá cuidar de un cura anciano quien lo llevará por un camino de dudas, engaños y situaciones peligrosas.
Minujín, quien es candidato al Cóndor de Plata a revelación masculina por "Un año sin amor", será una presencia constante de las pantallas nacionales en este año, ya que además de esta nueva cinta estrenará "Sofá cama", donde comparte créditos con Cecilia Roth, y "Stephanie", la historia de cinco hombres enamorados de la misma mujer.
El actor argentino Juan Minujín se sigue afianzando dentro de la cinematografía de su país, y tras sorprender con su interpretación de un escritor con VIH que encuentra en el sadomasoquismo una respuesta a su búsqueda existencial en "Un año sin amor", se pone en la piel de un sacerdote que se cuestiona su fe en "El cielo elegido".
Víctor Kino González es el realizador de "El cielo elegido", cuyo rodaje acaba de iniciarse con Minujín en el rol principal y Osmar Nuñez, Jimena Anganuzzi y Osvaldo Bonet en su elenco. Esta película cuenta la historia de Pablo, un joven sacerdote católico cuya fe es desafiada al verse involucrado en un violento episodio carcelario. A partir de allí, él deberá cuidar de un cura anciano quien lo llevará por un camino de dudas, engaños y situaciones peligrosas.
Minujín, quien es candidato al Cóndor de Plata a revelación masculina por "Un año sin amor", será una presencia constante de las pantallas nacionales en este año, ya que además de esta nueva cinta estrenará "Sofá cama", donde comparte créditos con Cecilia Roth, y "Stephanie", la historia de cinco hombres enamorados de la misma mujer.
- © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
Una docena de films colombianos verán la luz en 2006
2-I-06
Gracias al apoyo de la Ley de Cine, la producción colombiana se asentará en este nuevo año con al menos una docena de nuevas películas, tanto obras de cineastas conocidos como operas primas. El pasado 2005 llegaron a las pantallas nacionales ocho largometrajes, de los que el más exitoso fue "Rosario Tijeras", una coproducción con México y España, dirigida por Emilio Maillé. En estas mismas fechas del año anterior se esperaba, sin embargo, una cifra mayor, pero algunas cintas no pudieron finalizarse y otras no encontraron respaldo para su lanzamiento comercial.
Entre films listos para la distribución, en filmación o preparación, son doce los títulos colombianos encarrilados para el presente: "La Sargento Matacho", de William González; "Amar para vivir", de Kepa Amuchastegui; "El diario de Ana", de Diego Guerra; "Nochebuena", de Camila Loboguerrero; "Melodrama", de Juan Guillermo Isaza; "El padre Manuel", de Luis Alberto Restrepo; "Del amor y otros demonios", de Hila Hidalgo; "Buscando a Miguel", de Juan Fischer; "Blufff" de Felipe Martinez; "El trato", de Francisco Norden; "La Guaca", de Rodrigo Triana, y "Colombian dream", de Felipe Aljure.
El año pasado se produjeron ocho estrenos colombianos en salas, de los que sólo uno fue totalmente independiente, sin estímulo oficial del Fondo de Desarrollo Cinematográfico. "Perder es cuestión de método", de Sergio Cabrera, premiado en Montreal, fue el primero, y le siguieron "La sombra del caminante", de Ciro Guerra, elegida para aspirar a los Oscars; "Por quién doblan las campanas", de Jairo Pinilla; se reestrenó la colombiano-norteamericana "María llena eres de gracia", de Joshua Marston, por la nominación de Catalina Sandino; además de la ya citada "Rosario Tijeras", que logró más de un millón de espectadores; "Sin amparo", de Jaime Osorio; "Sumas y restas", la largamente gestada cinta de Víctor Gaviria; "La historia del baúl rosado", de Libia Stella Gómez, y en esta temporada navideña "Mi abuelo, mi padre y yo", de Dago García.
Gracias al apoyo de la Ley de Cine, la producción colombiana se asentará en este nuevo año con al menos una docena de nuevas películas, tanto obras de cineastas conocidos como operas primas. El pasado 2005 llegaron a las pantallas nacionales ocho largometrajes, de los que el más exitoso fue "Rosario Tijeras", una coproducción con México y España, dirigida por Emilio Maillé. En estas mismas fechas del año anterior se esperaba, sin embargo, una cifra mayor, pero algunas cintas no pudieron finalizarse y otras no encontraron respaldo para su lanzamiento comercial.
Entre films listos para la distribución, en filmación o preparación, son doce los títulos colombianos encarrilados para el presente: "La Sargento Matacho", de William González; "Amar para vivir", de Kepa Amuchastegui; "El diario de Ana", de Diego Guerra; "Nochebuena", de Camila Loboguerrero; "Melodrama", de Juan Guillermo Isaza; "El padre Manuel", de Luis Alberto Restrepo; "Del amor y otros demonios", de Hila Hidalgo; "Buscando a Miguel", de Juan Fischer; "Blufff" de Felipe Martinez; "El trato", de Francisco Norden; "La Guaca", de Rodrigo Triana, y "Colombian dream", de Felipe Aljure.
El año pasado se produjeron ocho estrenos colombianos en salas, de los que sólo uno fue totalmente independiente, sin estímulo oficial del Fondo de Desarrollo Cinematográfico. "Perder es cuestión de método", de Sergio Cabrera, premiado en Montreal, fue el primero, y le siguieron "La sombra del caminante", de Ciro Guerra, elegida para aspirar a los Oscars; "Por quién doblan las campanas", de Jairo Pinilla; se reestrenó la colombiano-norteamericana "María llena eres de gracia", de Joshua Marston, por la nominación de Catalina Sandino; además de la ya citada "Rosario Tijeras", que logró más de un millón de espectadores; "Sin amparo", de Jaime Osorio; "Sumas y restas", la largamente gestada cinta de Víctor Gaviria; "La historia del baúl rosado", de Libia Stella Gómez, y en esta temporada navideña "Mi abuelo, mi padre y yo", de Dago García.
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Falleció el argentino Carlos Roffé, actor fetiche de Alejandro Agresti
2-I-06
Un problema vascular que obligó a una operación de urgencia provocó la muerte al actor Carlos Roffé, de 62 años, cuya extensa carrera es rápidamente identificada con las películas de Alejandro Agresti, quien lo tenía como uno de sus intérpretes favoritos.
Roffé falleció el sábado 31 de diciembre, de manera totalmente inesperada, ya que no padecía ningún tipo de enfermedad. Nacido el 1 de agosto de 1943 en el barrio de Caballito, inició su andadura en el cine con cortometrajes experimentales de César D'Angiolillo y Carlos Galettini, tras estudiar teatro con Carlos Gandolfo.
En los 80 comenzó a trabajar en cine con asiduidad en cintas tan diferentes como "Pobre mariposa", "Brigada explosiva contra los ninjas" o "Los amores de Laurita". Pero fue Agresti quien le otorgó su primera oportunidad de destacarse y convertirse en uno de sus actores fetiches con "El amor es una mujer gorda", una coproducción con Holanda lanzada en 1988 y que retrataba el desencanto de la generación que sobrevivió a la dictadura.
A partir de aquel film, Roffé volvería a colaborar con Agresti en "Boda secreta", "El acto en cuestión", "Buenos Aires viceversa", "Un día para siempre", "La cruz", "El viento se llevó lo que", "Una noche con Sabrina Love", "Valentín" y "Un mundo menos peor".
Además de sus intervenciones en buena parte de la filmografía de Agresti, también se lo pudo ver en "Mala época", "Plata quemada", "Cacería" y viviendo un bizarro romance con una oveja en "Animalada".
Un problema vascular que obligó a una operación de urgencia provocó la muerte al actor Carlos Roffé, de 62 años, cuya extensa carrera es rápidamente identificada con las películas de Alejandro Agresti, quien lo tenía como uno de sus intérpretes favoritos.
Roffé falleció el sábado 31 de diciembre, de manera totalmente inesperada, ya que no padecía ningún tipo de enfermedad. Nacido el 1 de agosto de 1943 en el barrio de Caballito, inició su andadura en el cine con cortometrajes experimentales de César D'Angiolillo y Carlos Galettini, tras estudiar teatro con Carlos Gandolfo.
En los 80 comenzó a trabajar en cine con asiduidad en cintas tan diferentes como "Pobre mariposa", "Brigada explosiva contra los ninjas" o "Los amores de Laurita". Pero fue Agresti quien le otorgó su primera oportunidad de destacarse y convertirse en uno de sus actores fetiches con "El amor es una mujer gorda", una coproducción con Holanda lanzada en 1988 y que retrataba el desencanto de la generación que sobrevivió a la dictadura.
A partir de aquel film, Roffé volvería a colaborar con Agresti en "Boda secreta", "El acto en cuestión", "Buenos Aires viceversa", "Un día para siempre", "La cruz", "El viento se llevó lo que", "Una noche con Sabrina Love", "Valentín" y "Un mundo menos peor".
Además de sus intervenciones en buena parte de la filmografía de Agresti, también se lo pudo ver en "Mala época", "Plata quemada", "Cacería" y viviendo un bizarro romance con una oveja en "Animalada".
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Campanella estrena su ambiciosa serie de TV "Vientos de agua"
2-I-06
Este martes se producirá en la cadena privada española Tele 5 el estreno de "Vientos de agua", un ambicioso proyecto capitaneado por el prestigioso cineasta argentino Juan José Campanella, protagonizado por Héctor Alterio, su hijo Ernesto (quienes interpretan el mismo personaje a lo largo de más de medio siglo) y Eduardo Blanco. A través de una historia familiar que comienza durante la II República española y termina con las consecuencias de la crisis financiera argentina, se plantea la emigración como única salida.
La historia se inicia a mediados de los años 30 en la cuenca minera asturiana, cuando un joven iletrado elige el camino de la emigración a Argentina en medio de la conflictividad política y la crisis económica, y culmina en 2001, coincidiendo con el "Corralito" en el país austral, momento en que el hijo del inicial protagonista no tiene más remedio que a su vez trasladarse a España para sobrevivir.
Aparte de la presencia de tres actores experimentados en la gran pantalla, el realizador de "El hijo de la novia" y "Luna de Avellaneda" se ha rodeado por un equipo técnico-artístico de película, como la guionista de "La historia oficial", Aida Bortnik (autora de la trama junto a Juan Pablo Doménech y Áurea Martínez), el director de fotografía Félix Monti y la directora de arte Mercedes Alfonsín, todos ellos argentinos.
"Es un tema muy complejo: las motivaciones, las aventuras y las vicisitudes por las que han pasado los emigrantes, tanto los de hoy en día como lo de antes, son muchísimas y dan para mucho y es entonces cuando surge la idea de hacer 13 películas, nosotros lo pensamos así. Aunque se trata de una serie de 13 capítulos, en su estructura son prácticamente 13 películas, por longitud y por envergadura", ha dicho Juan José Campanella.
Aparte de los Alterio y Blanco, el elenco incluye conocidos rostros cinematográficos, como los españoles Marta Etura, Bárbara Goenaga, Silvia Abascal, Rubén Ochandiano, Gran Wyoming o Joan Dalmau, la colombiana Angie Cepeda y la argentina Valeria Bertucelli. "El orgullo de esta producción es el elenco de actores, que ha realizado una actuación excepcional. Para mí, el objetivo es que la audiencia llegue a ver a estos personajes como individuos y olvide su país de origen", ha explicado el realizador.
"Vientos de agua" es la primera gran serie dramática en formato cine y la más cara del canal privado Tele 5 (aunque el presupuesto no ha sido revelado), que hasta ahora ha apostado sobre todo por las "sitcoms" o las series grabadas en estudio. El arranque de esta ambiciosa producción se enfrentará a una dura competencia en "prime time" por parte de la pública TVE, que estrena simultaneamente un nuevo espacio de variedades familiares conducido por la actriz Concha Velasco, y la popular película de fantasía y terror "La momia", en Antena 3. En este debut, Tele 5 emitirá los dos primeros capítulos de los trece de 72 minutos realizados. Según los responsables de la cadena de no alcanzar las cotas de audiencia esperada intentarán mantenerla en este horario privilegiado el máximo tiempo posible, al ser una "apuesta estratégica".
Campanella, a pesar de alcanzar fama con sus comedias sentimentales para el cine tiene una amplia experiencia en trabajos para la gran pantalla, ya sea en Estados Unidos (entre ellos capítulos de "Ley y orden") o en Argentina, donde dirigió la premiada serie "Culpables", en 2002.
Este martes se producirá en la cadena privada española Tele 5 el estreno de "Vientos de agua", un ambicioso proyecto capitaneado por el prestigioso cineasta argentino Juan José Campanella, protagonizado por Héctor Alterio, su hijo Ernesto (quienes interpretan el mismo personaje a lo largo de más de medio siglo) y Eduardo Blanco. A través de una historia familiar que comienza durante la II República española y termina con las consecuencias de la crisis financiera argentina, se plantea la emigración como única salida.
La historia se inicia a mediados de los años 30 en la cuenca minera asturiana, cuando un joven iletrado elige el camino de la emigración a Argentina en medio de la conflictividad política y la crisis económica, y culmina en 2001, coincidiendo con el "Corralito" en el país austral, momento en que el hijo del inicial protagonista no tiene más remedio que a su vez trasladarse a España para sobrevivir.
Aparte de la presencia de tres actores experimentados en la gran pantalla, el realizador de "El hijo de la novia" y "Luna de Avellaneda" se ha rodeado por un equipo técnico-artístico de película, como la guionista de "La historia oficial", Aida Bortnik (autora de la trama junto a Juan Pablo Doménech y Áurea Martínez), el director de fotografía Félix Monti y la directora de arte Mercedes Alfonsín, todos ellos argentinos.
"Es un tema muy complejo: las motivaciones, las aventuras y las vicisitudes por las que han pasado los emigrantes, tanto los de hoy en día como lo de antes, son muchísimas y dan para mucho y es entonces cuando surge la idea de hacer 13 películas, nosotros lo pensamos así. Aunque se trata de una serie de 13 capítulos, en su estructura son prácticamente 13 películas, por longitud y por envergadura", ha dicho Juan José Campanella.
Aparte de los Alterio y Blanco, el elenco incluye conocidos rostros cinematográficos, como los españoles Marta Etura, Bárbara Goenaga, Silvia Abascal, Rubén Ochandiano, Gran Wyoming o Joan Dalmau, la colombiana Angie Cepeda y la argentina Valeria Bertucelli. "El orgullo de esta producción es el elenco de actores, que ha realizado una actuación excepcional. Para mí, el objetivo es que la audiencia llegue a ver a estos personajes como individuos y olvide su país de origen", ha explicado el realizador.
"Vientos de agua" es la primera gran serie dramática en formato cine y la más cara del canal privado Tele 5 (aunque el presupuesto no ha sido revelado), que hasta ahora ha apostado sobre todo por las "sitcoms" o las series grabadas en estudio. El arranque de esta ambiciosa producción se enfrentará a una dura competencia en "prime time" por parte de la pública TVE, que estrena simultaneamente un nuevo espacio de variedades familiares conducido por la actriz Concha Velasco, y la popular película de fantasía y terror "La momia", en Antena 3. En este debut, Tele 5 emitirá los dos primeros capítulos de los trece de 72 minutos realizados. Según los responsables de la cadena de no alcanzar las cotas de audiencia esperada intentarán mantenerla en este horario privilegiado el máximo tiempo posible, al ser una "apuesta estratégica".
Campanella, a pesar de alcanzar fama con sus comedias sentimentales para el cine tiene una amplia experiencia en trabajos para la gran pantalla, ya sea en Estados Unidos (entre ellos capítulos de "Ley y orden") o en Argentina, donde dirigió la premiada serie "Culpables", en 2002.
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