Ochoa y Zalla

A la pesca de corales en el Festival habanero

12-XII-07

Si bien hasta ahora no era muy frecuente las obras en concurso en la 29 edición del Festival habanero, a estas alturas, por el contrario, poco resta por exhibir. Valoremos algunas de ellas: "Cobrador : In God We Trust", de Paul Leduc (Frida, naturaleza viva) es uno de esos títulos que aspira a alguno de ellos en la categoría de ficción, y marca el regreso del mexicano a las andadas fílmicas tras 17 años sin filmar; parte de varios relatos del prestigioso narrador brasileño Rubem Fonseca para enlazar historias en diversos puntos del planeta, sobre todo de América Latina: Buenos Aires, el DF, Río de Janeiro y Nueva York son las grandes ciudades donde un joven negro, un sesentón blanco y una atractiva fotógrafa protagonizan personajes diversos que realizan otras tantas acciones; como puede apreciarse, el enlace y la dramaturgia de estos seres e historias nada tienen que ver con la manera en que las concibe un coterráneo de Leduc (González Iñárritu, en su reciente Babel, por ejemplo) y aunque a veces sintamos cierta desconexión entre los mismos, lo cierto es que esta denuncia sobre la violencia cotidiana –personal, social, política o todas juntas—encuentra en el nuevo film del también realizador de "Latino", una deslumbrante puesta en pantalla donde la cámara lo mismo proyecta los grandes espacios que caracterizan las monumentales urbes donde transcurre la narración, como los no menos importantes ambientes íntimos donde también ella se desplaza, con la complicidad de una fotografía ora intimista y umbrosa, ora plena de colores vivos y absolutos.

El realismo de las historias, el logrado clima de suspense, la coherencia entre los aparentemente irrelacionados casos y las estimables actuaciones (Lázaro Ramos, Peter Fonda, Antonella Costa…) son otros de sus méritos. Rivaliza con el mexicano Leduc la joven argentina Ana Katz, quien en su film (que también protagoniza) "Una novia errante" se inserta dentro de esa recurrente línea del Nuevo cine argentino encaminada a radiografiar la cotidianidad, esas circunstancias comunes y corrientes en las que, frecuentemente, apenas se repara; esta vez, tras una discusión, los integrantes de una pareja toman rumbos diferentes y aún cuando habían planeado pasar juntos unas vacaciones en un balneario del interior, sólo lo hace ella: sus constantes llamadas al novio que permaneció en Buenos Aires, las gentes que conoce (sobre todo, un amable y obeso arquero), la manera en que enfrenta el “quilombo” de una inminente ruptura, constituyen la médula de esta cinta que concentra de modo acertado el sujet y focaliza con tino las circunstancias aparentemente insignificantes que ocurren; ese sentido de crisis personal, de desorientación sentimental y hasta ontológica por las que todos hemos pasado, resulta atrapado y trasmitido por la joven directora.

En la liza de las óperas primas concursa "A casa de Alice", de Chico Teixeira, también en la cuerda del día a día aparentemente intrascendente; sólo que, en vez de una pareja en Mar de las Pampas (Argentina) se trata de toda una familia disfuncional en el populoso Sao Paulo: la manicura que da título al film, el esposo, la madre y tres hijos varones constituyen el núcleo de este debut donde su realizador demuestra precisión a la hora de comunicar y alternar los diferentes conflictos de cada uno de esos seres; es una lástima que el universo de los jóvenes no ocupara más el interés de Teixeira y que sean los adultos (sobre todo la protagonista) a quienes fundamentalmente sigue su cámara; a pesar de lo cual nos enfrentamos a vidas comunes dentro de una obra que sobresale por la sencillez de su discurso, el cual halla resonancia en un público identificado con situaciones que son comunes a cualquier habitante de nuestras urbes latinas. Película coral, al fin, se apoya en una edición esmerada, sin la cual la alternancia, mixtura y diversificación de las situaciones no hubiera llegado con tal puntería.

"Padre nuestro", de Christopher Zalla, en la sección Latinos en USA (aunque compitiendo también en largos de ficción) matiza el tópico de la inmigración hacia Nueva York con un tema tampoco ajeno al cine internacional: la usurpación de identidad, en este caso, la que ocurre entre dos jóvenes, uno de los cuales busca a su padre, ya establecido, en la inmensa y cosmopolita ciudad; el director se las ingenia por atrapar el clima de marginalidad, zozobra y exclusión de los viajantes una vez anclados en el lugar de sus sueños (devenidos casi siempre pesadillas) pero si esto no pasara de ahí estaríamos sólo ante otra buena película sobre el tema; sin embargo, Zalla logra desarrollar la historia del intercambio de personalidades (que confiere al título del film una irónica literalidad) con un sentido de la ironía y el sarcasmo rayanos en la tragedia; entre los aspectos que refuerzan ese tono figura en primer plano la soberbia banda sonora que mezcla piezas latinas con los ruidos tan especiales de Manhattan; luego está esa fotografía de penumbras y rincones que no se limitan a la cueva del padre, sino que incluye la luminosa urbe, a la que atrapa en su pátina más oscura, aún de día; está asimismo un montaje que con sapiencia alterna las circunstancias de los dos jóvenes en torno al mismo objetivo encauzándolas por un feliz cauce narrativo; por último, unas actuaciones que podrían aspirar legítimamente a los corales respectivos, ante todo la de Jesús Ochoa, ese marginal simpático y farsante atrapado en un ardid que se vuelve contra todos, incluyéndolo.

Otra sobre profundas grietas familiares es la ópera prima "XXY", dirigida por la argentina Lucía Puenzo y también por ella escrita, aunque partiendo de un referente literario; si bien determinados sujetos de la diversidad sexual (el gay propiamente dicho, la lesbiana, el travestí…) han salido a la palestra con cierto empuje en los últimos años, no ha corrido la misma suerte, quizá por más infrecuente, el que ahora protagoniza este film: el hermafrodita; la joven cineasta se acerca a Alex, la adolescente con ese conflicto, pero no se limita a ella, también lo hace a otros que le rodean y que padecen otros no menos agudos: sus padres, una pareja (médico él) que los visita para familiarizarse con el asunto, el jovencito hijo de ellos (atrapado a partir de la relación con la protagonista, en otro dilema), otro buen amigo de ella con quien ha reñido.

La paulatina evolución y madurez de los caracteres desde un tempo que rechaza las prisas hollywoodenses, es el primer gran mérito atribuible a la hija del célebre Luis Puenzo (La historia oficial), todo encaminado a potenciar la gran tesis del film: si hay que elegir puede ser que la no-decisión sea lo mejor, como parece opinar la propia Alex, y la apertura del desenlace refuerza.

Los desempeños de la muy dúctil Inés Efron, de un (afortunadamente) desestereotipado Ricardo Darín, y del resto del elenco, contribuyen al éxito de la cinta, por otra parte, una de las fuertes aspirantes al premio de la popularidad.

Gente aislada o unida en ciudades del mundo; parejas, familias o miembros de ellas en pugnas entre sí o consigo mismos; intimismo y coralidad en el cotidiano de América Latina y mucho más allá…porestos títulos ¿no andarán algunos de los corales?
© Frank Padrón-NOTICINE.com
Carmelo Romero

Méndez-Leite afirmó que se perdió la batalla contra Hollywood

12-XII-07

El Cuarto Encuentro Cinematográfico Argentino-Europeo, Pantalla Pinamar, fue centro de debate del mayor problema que enfrenta el cine iberoamericano, que es la dificultad de exhibición y distribución internacional, por el control férreo que tiene Hollywood del cine mundial. Ello llevó a Fernando Méndez-Leite, director de la ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid), a la reflexión de que la batalla ante el gigante estadounidense ya está perdida, y que sólo queda unirse para lograr la supervivencia.

"Esta es una historia muy vieja. Es la historia de una guerra entre el cine americano y el resto de los países del mundo. Es una guerra en la que los norteamericanos invirtieron todo su talento y sus medios a lo largo de muchos años, y creo que es una guerra perdida desde hace mucho tiempo", precisó Méndez-Leite acerca de la dificultad que encuentra el cine español y latino, al igual que otras cinematografías del mundo, para conseguir un lugar en el mercado que domina a placer Hollywood.

"La única posibilidad de sobrevivir es seguir luchando, y luchando con legislaciones que impidan que se hagan con el control total del cine del mundo. Creo que hay que crear legislaciones muy proteccionistas, porque el público no elige lo que quiere ver, va a ver lo que se le ofrece dentro de determinadas condiciones, y no se puede luchar en plan demócrata y permitir que se doblen las películas. Ponen la película y la sacan cuando les da gana. Esta ley que está ahora es enemiga de los exhibidores y distribuidores porque mantiene la cuota de pantalla", detalló Méndez-Leite, sintetizando: "Creo que hay un enemigo común. Los malos sé perfectamente quienes son, y los buenos tenemos que apoyarnos mutuamente. He tenido mucha relación con los grandes capos de las multinacionales, y son encantadores y listísimos, pero son halcones. La única posibilidad es dar palos en las legislaciones".

Por su parte, Carmelo Romero, director del Mercadoc del Festival de Málaga, se refirió particularmente a la dificultad de que el cine de un país pueda trascender en otro de la región iberoamericana, precisamente por la estructura armada por Hollywood: "Uno de los grandes problemas que enfrentamos son los canales de distribución, que están controlados directa o indirectamente por el cine norteamericano. Eso hace que queda muy poco espacio para las películas no norteamericanas, y las nacionales buscan -con dificultad- su forma de abrirse camino. Pero las que no son nacionales o norteamericanas tienen un margen muy pequeño. Por otro lado, las televisiones tienen cada vez más mayores dificultades y no se abren a películas no muy comerciales, salvo en horarios extrañísimos y canales muy pequeños. Entonces si no tienes el conocimiento por parte del público de la producción de esos países a través de las salas de cine y la televisión, es difícil tener una presencia constante en otros mercados, sólo es una presencia episódica, destinada a grandes películas o directores que los distribuidores piensan que pueden funcionar bien. Entonces hacemos acciones como Argencine o Madridcine, o venir a Pinamar para revertir eso. Pero si no tenemos el apoyo de las salas y televisiones, siempre seremos un producto desigual".
© Cynthia García Calvo (Pinamar)-NOTICINE.com
La extranjera

El argentino Fernando Díaz regresa al cine con "La extranjera"

11-XII-07

Casi una década ha pasado desde que Fernando Díaz debutó en el mundo del cine con "Plaza de almas", un drama que tocaba el tema del aborto con Vera Fogwill como protagonista, el cual tuvo su presentación oficial en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en 1998. Este año, el director argentino ha comenzado a transitar el recorrido para poner punto final a su segunda obra, "La extranjera", una historia donde se analiza el sentido de pertenencia a un sitio, a una cultura, que recientemente obtuvo el premio Signis en Cine en construcción y acaba de presentarse en la sección work in progress del Cuarto Encuentro Cinematográfico Argentino-Europeo, Pantalla Pinamar.

"La extranjera" es la historia de una mujer que vuelve a su tierra natal, luego de vivir mucho tiempo en España. Ese viaje conlleva un cúmulo de emociones que la conecta con el pasado, con una tierra, costumbres, colores y olores que le son propios, pese a no sentirlo así. "El personaje viene de una estrato muy humilde. No le gusta volver al país. Tiene problemas para relacionarse, de ahí que sea una extranjera en España o en el lugar donde nació. El desarraigo va con ella. Y se siente observada por la gente que considera de su clase. Se siente incómoda", explica Díaz sobre el personaje central, interpretado por María Laura Cali, actriz proveniente del mundo del teatro.

Precisamente Cali fue -de alguna manera- la artífice de esta película: "La provincia de San Luis hace dos o tres años sacó una ley provincial de cine. Con María Laura, que ya trabajó en 'Plaza de almas', somos amigos desde hace mucho, y da la casualidad que ella es de San Luis, así que se nos ocurrió presentar un proyecto que pasara en San Luis. Yo estaba viviendo en Francia, donde viví seis años y ahora por la película de alguna manera volví, y el tema del regreso era algo que quería desarrollar. No tiene nada que ver conmigo pero sí el tema de ir encontrando el lugar del que te sientas parte, de ese cielo, esa tierra, esa gente...Yo no sabía si iba a volver a Argentina, entonces tenía ganas de que la extranjera encontrara su lugar en el mundo".

La composición del personaje resultó todo un reto para Cali, quien tuvo bastante en cuenta la obra de Albert Camus, "El extranjero", pese a no ser la película una adaptación. "Cuando Fernando me propuso el guión, me interesó esto del observador permanente, el observar esté donde esté. No tiene amigos, es muy solitaria. Tiene muchos complejos. Tiene un enojo con el pasado, y no tiene futuro", describe la intérprete sobre su rol, agregando: "Esto era muy difícil de recrear. Me lo presentaba siempre en tiempo presente, es como si el personaje solo pudiera vivir el hoy, pero sin alegría. Esto le pasa al personaje. A mí hay una imagen de 'El extranjero', de Camus, que me la representaba siempre y me parecía fantástica. Esto del observador permanente, de cómo estar con los otros, pero no estar presente. Ese aislamiento. Ese silencio interno".

El regreso es una palabra que se asocia con facilidad a la película, y se extiende más allá de su historia, ya que además de ser un retorno al largometraje para el propio director, significa el retorno a la pantalla grande de Arnaldo André, el popular actor paraguayo que en la Argentina es sinónimo de telenovela, que con esta cinta inició lo que puede considerarse un momento bisagra en su larga carrera, al comenzar a incursionar en proyectos que se alejan del perfil que se ha forjado con los años. "Su personaje es una especie de adolescente viejo. Un inmaduro. Un tipo de mucha plata, separado, con hijos grandes, que va a un campo abandonado a escuchar música, a hacerse el amigo del pueblo. Es un benefactor del pueblo. Cuando llega la extranjera, se interesa mucho en ella, son casi vecinos. Él la mantiene los primeros meses que ella está ahí, con afecto además, aunque ella se muestre distante", detalla sobre el personaje de André el director.

La idea de convocar al actor para el proyecto fue otorgarle un cariz diferente: "La película iba a ser mucho más de autor, al menos como yo había imaginado. Y la presencia de Arnaldo me pareció que podía darle una cosa distinta. Yo había leído que hacía como 35 años que no hacía cine y que le encantaría hacer cine. Así que nos pareció una propuesta muy válida. Me reuní con él porque yo no lo conocía y lo que había hecho no lo había visto, porque no veía sus telenovelas. Y me encontré con una persona fantástica. Cambió mucho de la película, cambió el tono. Realmente tiene mucha profundidad su personaje", dice Díaz. Cali añade: "Es un gran actor. Lo interesante de su personaje es que es también un extranjero, pese a que él no lo vea y no se lo muestren. Pero la llegada de un otro, de mi personaje, le hace descubrirse como extranjero también. El personaje muestra cómo todos podemos ser extranjeros, pero no lo notamos porque estamos como alienados al entorno".
© Cynthia García Calvo (Pinamar)-NOTICINE.com
There Will Be Blood

El mexicano Fernando Eimbcke estrenará su segundo largo en la Berlinale

10-XII-07

"¿Te acuerdas de Lake Tahoe?", segunda realización del mexicano Fernando Eimbcke (Temporada de patos), y "Tropa de Elite", del brasileño José Padilha, forman parte del primer anuncio de películas que se incluirán en la sección competitiva de la próxima 58 Berlinale, primer certamen de "clase A" que se celebra anualmente. De esta forma, parece que el cine latino podría contar con una importante presencia en el festival alemán.

Tres años después de su aplaudida opera prima, Eimbcke vuelve al universo adolescente que ya describió en "Temporada de patos", aunque ya fuera del claustrofóbico universo de un apartamento de Ciudad de México. "¿Te acuerdas de Lake Tahoe?", filmada el pasado verano en el norte del país, es la historia de un muchacho de 16 años que debe confrontar la repentina muerte de su padre. Diego Cataño, Héctor Herrera, Daniela Valentine, Juan Carlos Lara y Yemil Sefani conforman el reparto.

A diferencia de la cinta mexicana, que recibirá su bautizo mundial en la capital germana, "Tropa de Elite" ya se ha enfrentado con enorme éxito al público en Brasil, obteniendo además no poca polémica, al poner en discusión la actuación del grupo policial militar de Río de Janeiro (BOPE), que en pantalla no duda en torturar y matar a sangre fría a los narcos y otros delincuentes. Algún crítico local no dudó en calificarla de "fascista" por la crudeza de sus imágenes. Wagner Moura, Caio Junqueira y André Ramiro interpretan la nueva cinta del autor del exitoso documental "Bus 174".

Las otra cintas anunciadas este lunes por la Berlinale para su principal apartado son "Kirschblüten–Hanami" (Alemania), de Doris Dörrie; "There Will Be Blood" (EEUU), de Paul Thomas Anderson; "Zuo You" (China), de Wang Xiaoshuai; "Gardens of the Night" (Gran Bretaña/EEUU), de Damian Harris; "S.O.P. Standard Operating Procedure" (EEUU), de Errol Morris, y -fuera de concurso- "Katyń" (Polonia), de Andrzej Wajda.

A mediados del mes próximo se completará la lista de films en la Sección Oficial de la Berlinale, que tendrá lugar del 7 al 17 de febrero.
© François Sifferlé-NOTICINE.com
Films de Becker, Tamovic y Wright

Lo mejor en la primera parte del Festival habanero

10-XII-07

La Habana y el resto de las provincias cubanas arden de entusiasmo ante las proyecciones del 29 Festival del Nuevo cine latinoamericano. Y de veras que hay cosas excepcionales. Digamos, el último Lars von Trier ("El jefe de todo esto", coproducción entre Dinamarca, Suecia, Francia e Italia) llegó sin la exuberancia visual ni las complejidades narrativas de su trilogía sobre Norteamérica, que tantas polémicas causó, pero dentro de una historia bien sencilla (el dueño de una empresa de tecnología informática que decide venderla contrata a un actor para ocultarse tras de su identidad y no dar la cara a sus empleados) insiste en un ítem que ya había desarrollado en aquellos films: la impostura de la representación escénica, mal necesario y bendito más allá del bien y el mal, incluso de los límites éticos que sus personajes imponen; con una sobria puesta en pantalla, el danés vuelve por sus fueros desde un guión rebosante de ironía e inteligentes subtextos que se apoya en notables desempeños histriónicos y se disfruta de principio y fin.

Un asombrado y agradecido Fito Páez (invitado al Festival) ante la multitudinaria y entusiasta recepción de su nuevo film, "¿De quién es el portaligas?", asistió a las dos presentaciones en el Yara; conectado con su ópera prima (el mediometraje "La Balada de Doña Helena) en tanto barroquismo expresivo y parodia al cine de género, el nuevo empeño del cantautor devenido cineasta muestra logros parciales en el manejo de la ironía y en el expresionista diseño de personajes, ambientes y guión; sin embargo, no logró contener el torrente de situaciones, que simplemente, desbordan el conjunto: su película es en todos sentidos, excesiva, peca de varios finales y por tanto, anticlímax y no consigue mantener con la misma facilidad el ritmo, a pesar de lo cual es a ratos muy divertida y portadora de esa energía radiante de su autor

Provechosas resultaron las "Conversaciones con mi jardinero", del francés Jean Becker, las cuales vuelven a poner el dedo en la llaga sobre la vieja pugna civilización-barbarie: troca de roles, inversión de valores, sabiduría popular en los aparentemente simples y torpeza en los “iluminados” conforman este excelente guión que, sobre todo, loa la amistad por encima de cualquier barrera, como una ósmosis donde lo mejor de cada integrante enriquece a ambos; la limpieza y gracilidad de la puesta en pantalla corresponde perfectamente a la escritura previa sobre la relación entre un pintor y su hortelano, que se apoya sobre todo en los superlativos desempeños de dos ranqueados de la actuación francesa: Daniel Auteuil y Jean-Pierre Darroussin...

Ahora, película redonda, perfecta, de lo mejor visto por el crítico hasta ahora: "El infierno", de Danis Tanovic, que partiera del guión de dos ilustres Krzysztof (Piesiewicz y Kiewlovski): cinta de atmósferas, cuya diégesis va cerrando de modo progresivo y equilibrado, hasta llegar a un contundente (que no efectista) desenlace, el seguimiento de una familia destruida por causa de un mal entendido y, en última instancia, una intolerancia, luce asimismo una puesta en cámara excepcional; los casos de esas tres hermanas llenas de fobias y frustraciones descuella por un montaje exquisito, cuidadoso y como si fuera poco, creativo (no sólo en continuidad, también en sobreimpresiones, en alternancias y sutiles mixturas), aunque no quedan atrás la armoniosa fotografía, la música (en cuya autoría participó el propio director) y varias actuaciones inolvidables, entre ellas Emmanuelle Béart, Karin Viard, Marie Gillain y la mítica Carole Bouquet.

Sin embargo, pocas veces una "Expiación" ha sido tan grata como la que implicó la cinta así titulada en español: se trata de "Atonement", propuesta británica al Oscar este mismo año que, si les da por ser justos a los señores académicos, dará guerra en la próxima premiación. La cinta de Joe Wright relata el proceso de remordimiento y evolución de una escritora que, siendo adolescente, comete un acto que arruina varias vidas; la Inglaterra desde los años 30 hasta que ya la protagonista es una anciana, sirve de marco a esta moderna tragedia que tiene la potencia de los griegos, aunque en un tono menor correspondiente a la posmodernidad: uno de los oscares indudables deberá ser el de sonido, y otro el de diseño de la banda sonora (incorporando incluso a la partitura los golpes de la vieja máquina de escribir y hasta los pasos de los personajes) para seguir por las actuaciones; claro que la fotografiable Keira Knightley (Orgullo y prejuicio) aunque nada mal, repite su rostro siempre amado por la cámara, que en sus minutos finales Vanessa Redgrave nos recuerda su clase inmarcesible, pero en este sentido, las verdaderas revelaciones son James McAvoy y, sobre todo, una inmensa, intimista y perfecta Salirse Ronan como la Briony adolescente, de los platos fuertes del festival, como lo es también, a no dudarlo, la rumana "4 meses, 3 semanas, 2 días", de Cristian Mungiu, uno de los más justas palmas doradas de las entregadas en Cannes; el problema del aborto en el período terminal de los 80, antes de la caída del Muro, agita un telón de fondo mucho más complejo, porque por encima del tema específico la incisiva cámara del realizador evalúa comportamientos y conflictos sociales que lo incluyen pero lo trascienden; la puesta en pantalla es austera y fría como el cuchillo del inescrupuloso médico, pero la planimetría y todo el andamiaje tecno-expresivo es de una calculada perfección, incluyendo el final, sí, porque he oído por ahí a muchos decepcionados con la manera abrupta en que el último plano cierra la historia, mas ¿qué querían?: a mí me parece super consecuente con todo lo visto antes; quizá esos insatisfechos esperaban la boda de la amiga, el ajusticiamiento del médico, etc: se equivocaron de film.

Y, hablando de matrimonios, otra buenísima, y que ya está siendo de las perseguidas por los cines festivaleros es "La boda de Tuya" (China), de Wang Quan´an, suerte de odisea que protagonizara una Penélope no sólo es fiel, como la homérica, al amor del esposo (aquí postrado) sino que rechaza hasta a los mejores pretendientes que no lo incluyan en la futura familia: un certero equilibrio entre comedia y drama, una narración serena y limpia, varias actuaciones (comenzando por la protagónica Yu Nan y Senge) y una agradecible apelación a la honestidad y la coherencia ética son el saldo de este logrado título del Oriente.

Decepcionante, sin embargo, "Tiempos de amor, juventud y libertad", del taiwanés Hou Hsiao-hsien, porque estas historias que abarcan diversos períodos (1911, 1966 y 2005) reflejados en el respectivo lenguaje fílmico de cada época brilla por la reconstrucción de los mismos , pero no logra insertarse en un todo coherente y sobre todo, extravía la comunicación con el público ante lo anémico y moroso de la narración. Seguiremos comentando...
© Frank Padrón-NOTICINE.com