Festivales
Pitt, Farrell, McGregor, Allen: Asesinatos y estrellas en el domingo de Venecia
2-IX-07
El cine anglosajón un día más campó por sus respetos en una laguna veneciana más hollywoodiense que nunca. Siguen desembarcando astros de delante y atrás de la cámara. Aunque continúe enfrascado en su film español, Woody Allen ha encontrado un hueco para presentar fuera de concurso su tercer film británico, "Cassandra's dream", un "thriller" con Colin Farrell y Ewan McGregor convertidos en hermanos que planifican un asesinato. Por su parte, en la lucha por el León de Oro, Brad Pitt se ha hecho acompañar por su familia para presentar a mayor delicia de las damas (hoy estuvieron bien servidas) "The assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford", un western del neozelandés Andrew Dominik ("Chopper"), que retoma la etapa final del famoso delincuente del Oeste.
De excelente factura, fotografía y ambientación, pero demasiado larga (alrededor de tres horas) esta nueva aproximación al asesinato de James por parte de Robert Ford (Casey Affleck), miembro de su banda, admirador primero y luego enemigo, esta basada en una novela de Ron Hansen -adaptada por Dominik- que ahonda en los origenes familiares del popular pistolero, la decadencia de su familia tras la derrota del Sur en la guerra civil norteamericana y la aureola mítica que Jesse James va a tener como "pistola más rápida del Oeste", la misma que le acabará llevando a la muerte por la traición de su ambicioso compañero.
Probablemente el trabajo del hermano pequeño de Ben Affleck, visto en la trilogía de Soderberg "Ocean's...", es lo mejor de "The assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford", la cual dificilmente será recordada por el jurado internacional en el palmarés del próximo fin de semana.
De esa competencia ha huido un habitual de Lido, Woody Allen, quien esta misma semana terminaba el rodaje en Barcelona de su nueva película (ha dicho desmintiendo algunas informaciones que aún no sabe cómo la llamará), que a diferencia de la estrenada mundialmente este domingo en Venecia es más cómica que dramática. Y es que en "Cassandra's dream" nos reencontramos con el Allen de "Match point", en la que el destino, la culpa, la ambición y el crimen superaban al humor que quiera o no siempre se le escapa al célebre cineasta neoyorquino.
En su nuevo trabajo británico, Colin Farrell y Ewan McGregor son dos hermanos, dos tipos corrientes que se van a poner de acuerdo para hacerle un "favor" a su tío de América (Tom Wilkinson), a cambio por supuesto de una sustanciosa cantidad de dinero. Se tratará de asesinar a uno de sus supuestos enemigos.
Allen retoma algunos elementos que ya nos son familiares en su filmografía dramática, como el remordimiento, la sed de riqueza, y dibuja en tonos ácidos una sociedad dominada por el materialismo y la falta de ética, en la que "todo vale".
El ya septuagenario autor de "Anna y sus hermanas", "Annie Hall" o "Scoop" ha contado aquí que aunque la mayor parte de sus películas han sido comedias, "porque estaba más dotado para ellas", siempre se ha visto inclinado a historias más profundas y dramáticas, "y ahora que he envejecido no me reprimo y puedo atreverme a lo que quiera".
En su opinión, "Cassandra's dream" tiene algo de tragedia griega, movida por el sentimiento de culpa, que es vivido de manera diferente por sus dos protagonistas, "dos miembros de la misma familia, hermanos que crecieron en un mismo ambiente y fueron educados en los mismos principios, pero que interpretan los hechos trágicos en los que han intervenido de un modo completamemte diferente", ha contado Woody.
También naturalmente como evento fuera de competición, Ridley Scott ha traído a Venecia su dice que "final y definitiva" versión de "Blade runner", que coincide más o menos con el 25 aniversario de este clásico de culto de la ciencia-ficción. La verdad es que la mayoría de los fans que la han visto aquí han pensado que este segundo "director's cut" (Ya hizo uno en 1992) no aporta gran cosa, y más bien huele a encargo de la Warner para seguir sacándole tajada al producto, ya que el plan no es tanto lanzarla en salas (en EEUU apenas se verá en Los Angeles y Nueva York) sino vender a partir de diciembre varias ediciones en DVD incluida una completísima de 5 discos en alta definición.
De hecho, entre lo estrenado en EEUU y Europa desde 1982, han llegado a circular hasta cinco versiones diferentes, con más o menos violencia, con final feliz o no tanto, con mayor o menor duración. Incluso este "Blade Runner: The Final Cut" no es siquiera la versión más larga. En fin, que muchos han pensado que no nos extrañaría una "Aged director's cut" en diez o 15 años si Scott no deja antes este mundo.
El cine anglosajón un día más campó por sus respetos en una laguna veneciana más hollywoodiense que nunca. Siguen desembarcando astros de delante y atrás de la cámara. Aunque continúe enfrascado en su film español, Woody Allen ha encontrado un hueco para presentar fuera de concurso su tercer film británico, "Cassandra's dream", un "thriller" con Colin Farrell y Ewan McGregor convertidos en hermanos que planifican un asesinato. Por su parte, en la lucha por el León de Oro, Brad Pitt se ha hecho acompañar por su familia para presentar a mayor delicia de las damas (hoy estuvieron bien servidas) "The assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford", un western del neozelandés Andrew Dominik ("Chopper"), que retoma la etapa final del famoso delincuente del Oeste.
De excelente factura, fotografía y ambientación, pero demasiado larga (alrededor de tres horas) esta nueva aproximación al asesinato de James por parte de Robert Ford (Casey Affleck), miembro de su banda, admirador primero y luego enemigo, esta basada en una novela de Ron Hansen -adaptada por Dominik- que ahonda en los origenes familiares del popular pistolero, la decadencia de su familia tras la derrota del Sur en la guerra civil norteamericana y la aureola mítica que Jesse James va a tener como "pistola más rápida del Oeste", la misma que le acabará llevando a la muerte por la traición de su ambicioso compañero.
Probablemente el trabajo del hermano pequeño de Ben Affleck, visto en la trilogía de Soderberg "Ocean's...", es lo mejor de "The assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford", la cual dificilmente será recordada por el jurado internacional en el palmarés del próximo fin de semana.
De esa competencia ha huido un habitual de Lido, Woody Allen, quien esta misma semana terminaba el rodaje en Barcelona de su nueva película (ha dicho desmintiendo algunas informaciones que aún no sabe cómo la llamará), que a diferencia de la estrenada mundialmente este domingo en Venecia es más cómica que dramática. Y es que en "Cassandra's dream" nos reencontramos con el Allen de "Match point", en la que el destino, la culpa, la ambición y el crimen superaban al humor que quiera o no siempre se le escapa al célebre cineasta neoyorquino.
En su nuevo trabajo británico, Colin Farrell y Ewan McGregor son dos hermanos, dos tipos corrientes que se van a poner de acuerdo para hacerle un "favor" a su tío de América (Tom Wilkinson), a cambio por supuesto de una sustanciosa cantidad de dinero. Se tratará de asesinar a uno de sus supuestos enemigos.
Allen retoma algunos elementos que ya nos son familiares en su filmografía dramática, como el remordimiento, la sed de riqueza, y dibuja en tonos ácidos una sociedad dominada por el materialismo y la falta de ética, en la que "todo vale".
El ya septuagenario autor de "Anna y sus hermanas", "Annie Hall" o "Scoop" ha contado aquí que aunque la mayor parte de sus películas han sido comedias, "porque estaba más dotado para ellas", siempre se ha visto inclinado a historias más profundas y dramáticas, "y ahora que he envejecido no me reprimo y puedo atreverme a lo que quiera".
En su opinión, "Cassandra's dream" tiene algo de tragedia griega, movida por el sentimiento de culpa, que es vivido de manera diferente por sus dos protagonistas, "dos miembros de la misma familia, hermanos que crecieron en un mismo ambiente y fueron educados en los mismos principios, pero que interpretan los hechos trágicos en los que han intervenido de un modo completamemte diferente", ha contado Woody.
También naturalmente como evento fuera de competición, Ridley Scott ha traído a Venecia su dice que "final y definitiva" versión de "Blade runner", que coincide más o menos con el 25 aniversario de este clásico de culto de la ciencia-ficción. La verdad es que la mayoría de los fans que la han visto aquí han pensado que este segundo "director's cut" (Ya hizo uno en 1992) no aporta gran cosa, y más bien huele a encargo de la Warner para seguir sacándole tajada al producto, ya que el plan no es tanto lanzarla en salas (en EEUU apenas se verá en Los Angeles y Nueva York) sino vender a partir de diciembre varias ediciones en DVD incluida una completísima de 5 discos en alta definición.
De hecho, entre lo estrenado en EEUU y Europa desde 1982, han llegado a circular hasta cinco versiones diferentes, con más o menos violencia, con final feliz o no tanto, con mayor o menor duración. Incluso este "Blade Runner: The Final Cut" no es siquiera la versión más larga. En fin, que muchos han pensado que no nos extrañaría una "Aged director's cut" en diez o 15 años si Scott no deja antes este mundo.
- © E.E. (Venecia)-NOTICINE.com-Fotos: AP/Reuters
Mostra de Venecia: Haggis vuelve a acertar, ahora con una crítica de la guerra y de la juventud USA
1-IX-07
"In the Valley of Elah", la primera obra del guionista Paul Haggis como realizador desde que ganó el Oscar de la mano de "Crash", puso este sábado sobre la mesa de la 64 Mostra de Venecia un nuevo cadáver relacionado con la ocupación norteamericana de Irak. A diferencia de "Redacted", vista el viernes, se trata del de un soldado norteamericano, y no muerto por una bomba de la resistencia, sino asesinado a su regreso a territorio norteamericano. Espléndidas interpretaciones, un guión impecable y un mensaje contra esta y todas las guerras, han hecho de este film norteamericano una referencia casi segura para el palmarés final. Por su parte, Ken Loach le hinca el diente a otra injusticia, la moderna esclavitud de los emigrantes, en "It's a Free World", que tiene la originalidad de plantear el tema no desde el habitual punto de vista de los explotados, sino del del explotador, en este caso una casi "glamourosa" explotadora. También para él hubo calurosos aplausos.
Basada al igual que la cinta sobre el mismo tema presentada la víspera por Brian de Palma, en un hecho real, "In the Valley of Elah" narra la historia de un soldado modelo que desaparece tras regresar del invisible frente de Irak. Hank, su padre (un impagable Tommy Lee Jones que huele a premio de interpretación), emprende junto a su esposa Joan (Susan Sarandon) y a la detective de la policía Emily Sanders (Charlize Theron) una investigación que les hará enfrentarse al horror de las armas muy lejos de tierras orientales.
A partir de un artículo en Playboy de Mark Boal, Haggis convierte este suceso real en un poderoso "thriller" a la vez coyuntural y permanente, sobre el significado cruel de una guerra no sólo para sus víctimas directas, sino también para los que vuelven con vida. A la vez, el autor de otras emotivas historias como "Million dollar baby", "Cartas desde Iwo Jimah" o "Banderas de nuestros padres / La conquista del honor", dibuja una juventud norteamericana en absoluta decadencia moral, violenta, adicta a cualquier sustancia que la aleje de la realidad y sedienta de placer. Una nueva generación muy diferente de la del padre protagonista, Tommy Lee Jones, sargento retirado.
El cine norteamericano, al menos el originalmente independiente (aunque en el caso de "In the Valley of Elah" la Warner haya adquirido la cinta para distribuirla dentro y fuera de EEUU) ha asumido de la mano de De Palma y Haggis la responsabilidad de mostrar en imágenes lo que la televisión de su país -autocensurada por presiones políticas o empresariales- no cuenta de la guerra de Irak.
Por mucho que el canadiense Haggis esté colaborando con enriquecedora eficiencia en la modernización de la saga de 007, la esencia de su trabajo está en el terreno del compromiso humano, social y político. El de su colega británico Ken Loach tampoco es nuevo. Si hace años en "La canción de Carla" ya tocó la explotación de los emigrantes latinos en Estados Unidos, ahora se trata de todos esos exiliados económicos que buscan en la Europa desarrollada un paraíso de supervivencia.
Loach también disfruta de un excelente guión, escrito como siempre en su reciente filmografía por Paul Laverty. Este gira en torno a una madre soltera, Angie (Kierston Wareing, féliz descubrimiento), que tras una breve experiencia en una empresa de trabajo temporal, decide junto a una amiga montar su propio negocio en Londres, utilizando como materia prima sin papeles venidos de la antigua URSS, Afganistán, Irak o Polonia.
El tema no es nuevo, pero sí quizás el tratamiento desde el punto de vista del explotador, una mujer con la que a veces es inevitable simpatizar, cuyas ambiciones de estabilidad económica la hunden en las arenas movedizas de esta moderna esclavitud. "Es una mujer que comercia con inmigrantes con una increíble naturalidad. El hecho de que sea simpática y vital nos la acerca mucho", ha dicho Loach en su rueda de prensa.
La jornada se ha completado con un absolutamente prescindible film italiano, "Nessuna qualitá agli eroi" (Ninguna cualidad a los héroes), de Paolo Franchi, historia de un joven psicótico que sólo ha dado que hablar por sus ya poco originales atrevimientos sexuales.
"In the Valley of Elah", la primera obra del guionista Paul Haggis como realizador desde que ganó el Oscar de la mano de "Crash", puso este sábado sobre la mesa de la 64 Mostra de Venecia un nuevo cadáver relacionado con la ocupación norteamericana de Irak. A diferencia de "Redacted", vista el viernes, se trata del de un soldado norteamericano, y no muerto por una bomba de la resistencia, sino asesinado a su regreso a territorio norteamericano. Espléndidas interpretaciones, un guión impecable y un mensaje contra esta y todas las guerras, han hecho de este film norteamericano una referencia casi segura para el palmarés final. Por su parte, Ken Loach le hinca el diente a otra injusticia, la moderna esclavitud de los emigrantes, en "It's a Free World", que tiene la originalidad de plantear el tema no desde el habitual punto de vista de los explotados, sino del del explotador, en este caso una casi "glamourosa" explotadora. También para él hubo calurosos aplausos.
Basada al igual que la cinta sobre el mismo tema presentada la víspera por Brian de Palma, en un hecho real, "In the Valley of Elah" narra la historia de un soldado modelo que desaparece tras regresar del invisible frente de Irak. Hank, su padre (un impagable Tommy Lee Jones que huele a premio de interpretación), emprende junto a su esposa Joan (Susan Sarandon) y a la detective de la policía Emily Sanders (Charlize Theron) una investigación que les hará enfrentarse al horror de las armas muy lejos de tierras orientales.
A partir de un artículo en Playboy de Mark Boal, Haggis convierte este suceso real en un poderoso "thriller" a la vez coyuntural y permanente, sobre el significado cruel de una guerra no sólo para sus víctimas directas, sino también para los que vuelven con vida. A la vez, el autor de otras emotivas historias como "Million dollar baby", "Cartas desde Iwo Jimah" o "Banderas de nuestros padres / La conquista del honor", dibuja una juventud norteamericana en absoluta decadencia moral, violenta, adicta a cualquier sustancia que la aleje de la realidad y sedienta de placer. Una nueva generación muy diferente de la del padre protagonista, Tommy Lee Jones, sargento retirado.
El cine norteamericano, al menos el originalmente independiente (aunque en el caso de "In the Valley of Elah" la Warner haya adquirido la cinta para distribuirla dentro y fuera de EEUU) ha asumido de la mano de De Palma y Haggis la responsabilidad de mostrar en imágenes lo que la televisión de su país -autocensurada por presiones políticas o empresariales- no cuenta de la guerra de Irak.
Por mucho que el canadiense Haggis esté colaborando con enriquecedora eficiencia en la modernización de la saga de 007, la esencia de su trabajo está en el terreno del compromiso humano, social y político. El de su colega británico Ken Loach tampoco es nuevo. Si hace años en "La canción de Carla" ya tocó la explotación de los emigrantes latinos en Estados Unidos, ahora se trata de todos esos exiliados económicos que buscan en la Europa desarrollada un paraíso de supervivencia.
Loach también disfruta de un excelente guión, escrito como siempre en su reciente filmografía por Paul Laverty. Este gira en torno a una madre soltera, Angie (Kierston Wareing, féliz descubrimiento), que tras una breve experiencia en una empresa de trabajo temporal, decide junto a una amiga montar su propio negocio en Londres, utilizando como materia prima sin papeles venidos de la antigua URSS, Afganistán, Irak o Polonia.
El tema no es nuevo, pero sí quizás el tratamiento desde el punto de vista del explotador, una mujer con la que a veces es inevitable simpatizar, cuyas ambiciones de estabilidad económica la hunden en las arenas movedizas de esta moderna esclavitud. "Es una mujer que comercia con inmigrantes con una increíble naturalidad. El hecho de que sea simpática y vital nos la acerca mucho", ha dicho Loach en su rueda de prensa.
La jornada se ha completado con un absolutamente prescindible film italiano, "Nessuna qualitá agli eroi" (Ninguna cualidad a los héroes), de Paolo Franchi, historia de un joven psicótico que sólo ha dado que hablar por sus ya poco originales atrevimientos sexuales.
- © E.E. (Venecia)-NOTICINE.com
Brian De Palma deja muda a la Mostra de Venecia con su denuncia de la locura de Irak
31-VIII-07
Día de denuncias, este viernes, en el Lido. El veterano rey del suspense Brian de Palma se aleja de su habitual temática y de los grandes estudios de Hollywood para a través de "Redacted" (que podríamos traducir libremente como "editado"), contar lo que él considera se silencia por parte de los medios de prensa de su país, las atrocidades y la incongruencia de la ocupación norteamericana de Irak, a partir del hecho real de la violación y asesinato de una adolescente y su familia por parte de un pelotón de soldados USA. Su forma de trabajar -mezclando imágenes de internet, TV y su propia dramatización con estilo documental- ha molestado a algunos, pero sobre todo ha sido el impacto y la crudeza de la denuncia del cineasta norteamericano lo que provocaba el silencio más absoluto en el primer pase de prensa. Por su parte, también crítica pero esta vez con el beneplácito del "stablishment", el "thriller" judicial "Michael Clayton", escrito y dirigido por el debutante Tony Gilroy, para lucimiento de George Clooney, a quien la visita a Venecia esta vez no le ha salido del todo redonda por una pregunta impertinente en su rueda de prensa.
De Palma dice que "Redacted" (termino que se emplea para definir las informaciones autocensuradas por parte de la prensa tradicional al referirse a temas espinosos políticamente o susceptibles de demandas judiciales) es un "documental ficcionado". Por una parte, el autor de "Los intocables" o "Carrie" toma un hecho real, las atrocidades cometidas el año pasado por soldados norteamericanos en Mahmoudiya, contra la irakí Abeer Qasim Hamza, de 14 años, violada y luego asesinada y quemada junto a otros miembros de su familia. Este episodio de la sórdida e indignante campaña irakí del presidente Bush, de casi todos conocido, fue publicitado por los propios militares y aunque con evidente contención también por las cadenas de TV y los grandes diarios estadounidenses. Sin embargo, sólo sería -considera De Palma- la punta de un iceberg de ignominia que -a diferencia de lo que ocurrió en Vietnam- está resultando silenciado para la opinión pública de su país.
El realizador, que no ha dudado en escribir personalmente el guión, sostiene que lo de Irak es igual o peor que lo de Vietnam, sólo que entonces la prensa ejercició un sano contrapoder frente al Pentagono y la Presidencia de su país, mostrando lo que realmente estaba pasando. Ahora, siempre en su visión de las cosas, es más fácil encontrar la verdad en internet, a través de páginas irakíes, blogs de soldades y otras fuentes independientes, que en la CNN (no digamos en la Fox News...).
Y es precisamente con un estilo visual "bloggero" que De Palma narra su historia, a veces con imágenes auténticas y otras con reconstrucciones -sin que sepa (y de ahí las principales alegaciones contra el film) muy bien donde empieza lo uno y acaba lo otro, la vida diaria de unos soldados invasores, odiados y temidos por la población, torpes, profundamente sólos, incapaces de comunicarse con los irakíes y por tanto de gatillo más que fácil. Con una baja preparación intelectual y militar, lejos de sus familias y aterrorizados ellos mismos por los atentados de la resistencia, son presa del odio y la crueldad.
"Redacted" acaba con fotos -esta vez sin ninguna duda reales- de decenas de víctimas civiles, con una moraleja que Brian de Palma encuentra evidente: "En la época de Vietnam cenábamos con imágenes muy parecidas en la televisión, ahora, no hay víctimas nunca... ni siquiera las nuestras". Y, para él, la responsabilidad es de la propia prensa.
Lástima que esta película vaya a tener en su propio país una distribución muy limitada, ya que no hay famosos en el reparto, y su producción y distribución son independientes.
La segunda película del dia, en cambio, sí cuenta con el beneplácito de la industria, y un buen puñado de rostros conocidos, encabezado por George Clooney. "Michael Clayton", de Tony Gilroy, nos presenta al galán convertido en abogado adicto al juego, divorciado y perdedor, que se ve implicado en un proceso judicial contra una multinacional agroquímica que ha estado fabricando productos cancerígenos y a través del asesinato pretende silenciar a quien está dispuesto a darlo a conocer.
El problema principal del film, aparte del hecho que este planteamiento ha sido contado cien veces en el cine, de "Erin Brockovich" a "Acción civil", es lo intrincado de la trama, que apabulla de información al espectador.
Normalmente considerado un tipo simpático y "progre", con actividades humanitarias más que destacadas sobre Darfur, Clooney ha perdido un poco los papeles en la rueda de prensa del film, cuando se le ha preguntado cómo lleva eso de hacer cintas reivindicativas contra las multinacionales alimentarias y a la vez prestar su palmito para publicitar un producto de la corporación Netslé, contestada en varios países por diversos motivos.
El atractivo astro consideró que la periodista le había planteado una duda "irritante", y dejando de lado su sonrisa habitual, subrayó que él no era empleado de la firma alimentaria, sino que sólo había hecho anuncios de "Nespresso", porque "tengo que ganarme la vida y no hay sólo cine...". Agregó el realizador, guionista, productor e intérprete que trabaja mucho "lo que no me impide comprometerme en causas como la de Darfur... Intento conciliar esas dos partes de mi vida... y no tengo más que decirle como respuesta".
Día de denuncias, este viernes, en el Lido. El veterano rey del suspense Brian de Palma se aleja de su habitual temática y de los grandes estudios de Hollywood para a través de "Redacted" (que podríamos traducir libremente como "editado"), contar lo que él considera se silencia por parte de los medios de prensa de su país, las atrocidades y la incongruencia de la ocupación norteamericana de Irak, a partir del hecho real de la violación y asesinato de una adolescente y su familia por parte de un pelotón de soldados USA. Su forma de trabajar -mezclando imágenes de internet, TV y su propia dramatización con estilo documental- ha molestado a algunos, pero sobre todo ha sido el impacto y la crudeza de la denuncia del cineasta norteamericano lo que provocaba el silencio más absoluto en el primer pase de prensa. Por su parte, también crítica pero esta vez con el beneplácito del "stablishment", el "thriller" judicial "Michael Clayton", escrito y dirigido por el debutante Tony Gilroy, para lucimiento de George Clooney, a quien la visita a Venecia esta vez no le ha salido del todo redonda por una pregunta impertinente en su rueda de prensa.
De Palma dice que "Redacted" (termino que se emplea para definir las informaciones autocensuradas por parte de la prensa tradicional al referirse a temas espinosos políticamente o susceptibles de demandas judiciales) es un "documental ficcionado". Por una parte, el autor de "Los intocables" o "Carrie" toma un hecho real, las atrocidades cometidas el año pasado por soldados norteamericanos en Mahmoudiya, contra la irakí Abeer Qasim Hamza, de 14 años, violada y luego asesinada y quemada junto a otros miembros de su familia. Este episodio de la sórdida e indignante campaña irakí del presidente Bush, de casi todos conocido, fue publicitado por los propios militares y aunque con evidente contención también por las cadenas de TV y los grandes diarios estadounidenses. Sin embargo, sólo sería -considera De Palma- la punta de un iceberg de ignominia que -a diferencia de lo que ocurrió en Vietnam- está resultando silenciado para la opinión pública de su país.
El realizador, que no ha dudado en escribir personalmente el guión, sostiene que lo de Irak es igual o peor que lo de Vietnam, sólo que entonces la prensa ejercició un sano contrapoder frente al Pentagono y la Presidencia de su país, mostrando lo que realmente estaba pasando. Ahora, siempre en su visión de las cosas, es más fácil encontrar la verdad en internet, a través de páginas irakíes, blogs de soldades y otras fuentes independientes, que en la CNN (no digamos en la Fox News...).
Y es precisamente con un estilo visual "bloggero" que De Palma narra su historia, a veces con imágenes auténticas y otras con reconstrucciones -sin que sepa (y de ahí las principales alegaciones contra el film) muy bien donde empieza lo uno y acaba lo otro, la vida diaria de unos soldados invasores, odiados y temidos por la población, torpes, profundamente sólos, incapaces de comunicarse con los irakíes y por tanto de gatillo más que fácil. Con una baja preparación intelectual y militar, lejos de sus familias y aterrorizados ellos mismos por los atentados de la resistencia, son presa del odio y la crueldad.
"Redacted" acaba con fotos -esta vez sin ninguna duda reales- de decenas de víctimas civiles, con una moraleja que Brian de Palma encuentra evidente: "En la época de Vietnam cenábamos con imágenes muy parecidas en la televisión, ahora, no hay víctimas nunca... ni siquiera las nuestras". Y, para él, la responsabilidad es de la propia prensa.
Lástima que esta película vaya a tener en su propio país una distribución muy limitada, ya que no hay famosos en el reparto, y su producción y distribución son independientes.
La segunda película del dia, en cambio, sí cuenta con el beneplácito de la industria, y un buen puñado de rostros conocidos, encabezado por George Clooney. "Michael Clayton", de Tony Gilroy, nos presenta al galán convertido en abogado adicto al juego, divorciado y perdedor, que se ve implicado en un proceso judicial contra una multinacional agroquímica que ha estado fabricando productos cancerígenos y a través del asesinato pretende silenciar a quien está dispuesto a darlo a conocer.
El problema principal del film, aparte del hecho que este planteamiento ha sido contado cien veces en el cine, de "Erin Brockovich" a "Acción civil", es lo intrincado de la trama, que apabulla de información al espectador.
Normalmente considerado un tipo simpático y "progre", con actividades humanitarias más que destacadas sobre Darfur, Clooney ha perdido un poco los papeles en la rueda de prensa del film, cuando se le ha preguntado cómo lleva eso de hacer cintas reivindicativas contra las multinacionales alimentarias y a la vez prestar su palmito para publicitar un producto de la corporación Netslé, contestada en varios países por diversos motivos.
El atractivo astro consideró que la periodista le había planteado una duda "irritante", y dejando de lado su sonrisa habitual, subrayó que él no era empleado de la firma alimentaria, sino que sólo había hecho anuncios de "Nespresso", porque "tengo que ganarme la vida y no hay sólo cine...". Agregó el realizador, guionista, productor e intérprete que trabaja mucho "lo que no me impide comprometerme en causas como la de Darfur... Intento conciliar esas dos partes de mi vida... y no tengo más que decirle como respuesta".
- © E.E. (Venecia)-NOTICINE.com-Fotos: AP/Reuters
Ang Lee, más atrevido que nunca, seduce a la Mostra con "Se jie"
30-VIII-07
Pudoroso y sutil en "Brockeback Mountain-En terreno vedado / Secreto en la montaña", Ang Lee ha ido mucho más lejos en "Se jie" ("Lujuria, precaución"), una historia en la que otra relación prohibida cargada de tensión sexual vuelve a interesar al cineasta taiwanés. Además de la aplaudida producción norteamericana, concursó la nueva versión de "La huella", clásico de Mankiewicz que ya protagonizó hace más de tres décadas Michael Caine, aunque esta vez haya intercambiado su personaje por el que entonces hizo Laurence Olivier.
Un Oscar es un gran respaldo, y a veces puede hasta convertirse en antídoto contra la censura. "Si jie" es sexualmente explícita, atrevida y provocadora. Dialogada en chino, el dinero -entre 15 y 20 millones de dólares de coste- sin embargo proviene de Hollywood, de la filial de un gran estudio (Focurs Features). Pero hasta ellos han asumido que ni por intereses comerciales había que cortar las escenas de sexo oral, dominación y otras delicias eróticas entre Tang Wei y Tony Leung, a pesar de que la MPAA la ha clasificado para mayores de 17 años, lo que restringe su público. "La sexualidad es parte del argumento", ha dicho Lee, quien ha reconocido que hasta ahora no se había adentrado por semejantes vericuetos, aunque confesaba no haberse sentido incómodo.
La nueva cinta de Lee se desarrolla en el Shanghai invadido por los japoneses de los años 40 cuando una joven y bella actriz, que trabaja en el seno de un grupo de jóvenes revolucionarios de la resistencia, recibe el encargo de vigilar y seducir a un poderoso colaboracionista y torturador para su posterior eliminación. Entre ellos va a surgir una relación apasionada, un juego de gato y ratón en el que los papeles se intercambian, y todo vale en favor de la manipulación, de la humillación del otro.
A "Si jie" -basada en un relato de Eileen Chang- le cuesta arrancar, empieza lenta, pero a pesar de su largo metraje -dos horas y media- consigue un "in crescendo" que arrastra al espectador, fascinado por la textura de sus imágenes, el guión de James Schamus (habitual cómplice de Lee desde "Comer, beber, amar") y lo morboso de su erotismo. El pase fue muy aplaudido, y muchos la consideran ya una buena candidata al León.
Un año después de haber estrenado en este mismo escenario su "Flauta mágica", el británico Kenneth Branagh, capaz con el mismo desparpajo de hincarle el diente a Shakespeare, imitar a Hitchcock o versionear a Mozart, se atreve a hacer un "remake" de "La huella", de Joseph Mankiewicz, otro juego de gato y ratón, esta vez entre dos hombres, uno maduro y otro en la plenitud de la vida (Michael Caine y Jude Law), que pugnan por una mujer. Harold Pinter le ha acompañado como guionista en la aventura de modernizar esta claustrofóbica historia, de orígenes indiscutiblemente teatrales (prácticamente escenario único), escrita para el escenario por Anthony Shaffer.
Aunque la película quita y pone del original (acertijos en el primer verbo e insinuaciones homosexuales en el segundo) mantiene la brillantez de sus diálogos, y la pugna entre dos grandes actores sigue aquí presente, como ese cinismo tan "british". Obviamente gustará más a quienes no conozcan la primera "Huella", y ya se sabe que a muchos críticos por definición los "remakes" de films tan inolvidables son sacrilegio. Por tanto, ha habido diversidad de opiniones.
Pudoroso y sutil en "Brockeback Mountain-En terreno vedado / Secreto en la montaña", Ang Lee ha ido mucho más lejos en "Se jie" ("Lujuria, precaución"), una historia en la que otra relación prohibida cargada de tensión sexual vuelve a interesar al cineasta taiwanés. Además de la aplaudida producción norteamericana, concursó la nueva versión de "La huella", clásico de Mankiewicz que ya protagonizó hace más de tres décadas Michael Caine, aunque esta vez haya intercambiado su personaje por el que entonces hizo Laurence Olivier.
Un Oscar es un gran respaldo, y a veces puede hasta convertirse en antídoto contra la censura. "Si jie" es sexualmente explícita, atrevida y provocadora. Dialogada en chino, el dinero -entre 15 y 20 millones de dólares de coste- sin embargo proviene de Hollywood, de la filial de un gran estudio (Focurs Features). Pero hasta ellos han asumido que ni por intereses comerciales había que cortar las escenas de sexo oral, dominación y otras delicias eróticas entre Tang Wei y Tony Leung, a pesar de que la MPAA la ha clasificado para mayores de 17 años, lo que restringe su público. "La sexualidad es parte del argumento", ha dicho Lee, quien ha reconocido que hasta ahora no se había adentrado por semejantes vericuetos, aunque confesaba no haberse sentido incómodo.
La nueva cinta de Lee se desarrolla en el Shanghai invadido por los japoneses de los años 40 cuando una joven y bella actriz, que trabaja en el seno de un grupo de jóvenes revolucionarios de la resistencia, recibe el encargo de vigilar y seducir a un poderoso colaboracionista y torturador para su posterior eliminación. Entre ellos va a surgir una relación apasionada, un juego de gato y ratón en el que los papeles se intercambian, y todo vale en favor de la manipulación, de la humillación del otro.
A "Si jie" -basada en un relato de Eileen Chang- le cuesta arrancar, empieza lenta, pero a pesar de su largo metraje -dos horas y media- consigue un "in crescendo" que arrastra al espectador, fascinado por la textura de sus imágenes, el guión de James Schamus (habitual cómplice de Lee desde "Comer, beber, amar") y lo morboso de su erotismo. El pase fue muy aplaudido, y muchos la consideran ya una buena candidata al León.
Un año después de haber estrenado en este mismo escenario su "Flauta mágica", el británico Kenneth Branagh, capaz con el mismo desparpajo de hincarle el diente a Shakespeare, imitar a Hitchcock o versionear a Mozart, se atreve a hacer un "remake" de "La huella", de Joseph Mankiewicz, otro juego de gato y ratón, esta vez entre dos hombres, uno maduro y otro en la plenitud de la vida (Michael Caine y Jude Law), que pugnan por una mujer. Harold Pinter le ha acompañado como guionista en la aventura de modernizar esta claustrofóbica historia, de orígenes indiscutiblemente teatrales (prácticamente escenario único), escrita para el escenario por Anthony Shaffer.
Aunque la película quita y pone del original (acertijos en el primer verbo e insinuaciones homosexuales en el segundo) mantiene la brillantez de sus diálogos, y la pugna entre dos grandes actores sigue aquí presente, como ese cinismo tan "british". Obviamente gustará más a quienes no conozcan la primera "Huella", y ya se sabe que a muchos críticos por definición los "remakes" de films tan inolvidables son sacrilegio. Por tanto, ha habido diversidad de opiniones.
- © E.E. (Venecia)-NOTICINE.com-Fotos: AP/Reuters
Elegante comienzo de la Mostra con la británica "Expiación"
29-VIII-07
De la mano del estreno mundial del melodrama romántico "Atonement" (Expiación), reencuentro entre la actriz Keira Knightley y su director de "Orgullo y prejuicio", el también británico Joe Wright, alza el vuelo la 64 edición de la Mostra de Venecia, que celebra sus bodas de diamante (debutó hace 75 años, aunque dejó de celebrarse por culpa de la II Guerra Mundial y a finales de los 60). Con más estrellas y más atención que nunca al cine anglosajón -cerca de la mitad de los films a concurso son estadounidenses o británicos- el festival italiano despide de paso al histórico Palazzo del Cinema, inaugurado por Mussollini y que quedó enseguida pequeño para las ambiciones del certamen.
Por cuarto año, al frente del mismo está Marco Müller, que por fin ha conseguido que un gobierno italiano se rasque el bolsillo para edificar una nueva sede que pronto empezará a construirse. Algunos medios, sin embargo, apuntan a que Müller no llegará a verlo terminado, al menos no en el cargo, ya que su contrato acaba este 2007 y no está clara su renovación.
La panoplia de novedades (51 estrenos mundiales en sus secciones más destacadas), cine de autor, rostros conocidos de Hollywood, y celebración lúdica, ha convertido al otrora conservador festival veneciano en el acontecimiento cultural italiano más conocido en el mundo, con una cobertura mediática -estrellas mediante- que da la vuelta al mundo. La Fiesta de Roma, que mes y medio después celebrará su segunda edición con planteamientos no muy alejados de los de la Mostra, se perfila en el horizonte como su principal competencia.
"Atonement", basada en una novela de Ian McEwan que ha adaptado Christopher Hampton y dirigido Joe Wright ("Orgullo y prejuicio"), se desarrolla en el cálido verano de 1935, cuando la adolescente Briony Tallis, que aspira a ser escritora (Saoirse Ronan / Romola Garai) malinterpreta los escarceos amorosos de su hermana mayor Cecilia (Keira Knightley) con Robbie Turner (James McAvoy), hijo de uno de sus sirvientes, en su casa de campo, y acusa posteriormente al joven de un crimen que no ha cometido. Ello va a traer una serie de penosas circunstancias durante los años siguientes, durante la II Guerra Mundial.
Las tradicionales virtudes del buen cine británico (excelentes interpretaciones, fotografía, banda sonora, ambientación...) brillan en esta "Expiación" cuyos aplausos han constituido un buen punto de partida para una edición que mantendrá al menos sobre la alfombra roja el listón bien alto hasta el próximo día 8 de septiembre. Después del primer desfile de hoy (Knightley, Vanessa Redgrave y el resto del elenco del film) se espera en Venecia a Jude Law, Michael Caine, George Clooney, Scarlett Johansson, Brad Pitt, Johnny Depp, Richard Gere, Charlize Theron, Colin Farrell, Julianne Moore, Tony Leung, Quentin Tarantino, Adrien Brody, Tommy Lee Jones, Bill Murray, Sidney Pollack, Susan Sarandon, Cate Blanchett, Brian de Palma y si puede hasta Woody Allen (quien rueda en España ahora mismo) se sumaran a la celebración del Lido. Owen Wilson también tenía previsto viajar, aunque la convalecencia tras su intento de suicidio probablemente se lo impida.
La representación latina es más bien discreta un año más en Venecia. A concurso, un sólo film, "En la ciudad de Sylvia", del español José Luis Guerín, mientras que fuera de concurso el portugués Manoel de Oliveira presentará su defensa del origen luso del descubridor de América, "Cristovão Colombo - O enigma"; Paco Plaza y Jaume Balagueró darán miedo con "Rec"; los españoles Adrià García y Víctor Maldonado estrenarán la animada "Nocturna"; del brasileiro Glauber Rocha se verá una edición restaurada de su "A Idade da Terra". En el apartado Orizzonti se han programado "Mal nascida", del portugués Joao Canijo; "Cochochi", de los mexicanos Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas; "Die Stille vor Bach", del español Pere Portabella, y "Andarilho", del brasileiro Cao Guimaraes.
De la mano del estreno mundial del melodrama romántico "Atonement" (Expiación), reencuentro entre la actriz Keira Knightley y su director de "Orgullo y prejuicio", el también británico Joe Wright, alza el vuelo la 64 edición de la Mostra de Venecia, que celebra sus bodas de diamante (debutó hace 75 años, aunque dejó de celebrarse por culpa de la II Guerra Mundial y a finales de los 60). Con más estrellas y más atención que nunca al cine anglosajón -cerca de la mitad de los films a concurso son estadounidenses o británicos- el festival italiano despide de paso al histórico Palazzo del Cinema, inaugurado por Mussollini y que quedó enseguida pequeño para las ambiciones del certamen.
Por cuarto año, al frente del mismo está Marco Müller, que por fin ha conseguido que un gobierno italiano se rasque el bolsillo para edificar una nueva sede que pronto empezará a construirse. Algunos medios, sin embargo, apuntan a que Müller no llegará a verlo terminado, al menos no en el cargo, ya que su contrato acaba este 2007 y no está clara su renovación.
La panoplia de novedades (51 estrenos mundiales en sus secciones más destacadas), cine de autor, rostros conocidos de Hollywood, y celebración lúdica, ha convertido al otrora conservador festival veneciano en el acontecimiento cultural italiano más conocido en el mundo, con una cobertura mediática -estrellas mediante- que da la vuelta al mundo. La Fiesta de Roma, que mes y medio después celebrará su segunda edición con planteamientos no muy alejados de los de la Mostra, se perfila en el horizonte como su principal competencia.
"Atonement", basada en una novela de Ian McEwan que ha adaptado Christopher Hampton y dirigido Joe Wright ("Orgullo y prejuicio"), se desarrolla en el cálido verano de 1935, cuando la adolescente Briony Tallis, que aspira a ser escritora (Saoirse Ronan / Romola Garai) malinterpreta los escarceos amorosos de su hermana mayor Cecilia (Keira Knightley) con Robbie Turner (James McAvoy), hijo de uno de sus sirvientes, en su casa de campo, y acusa posteriormente al joven de un crimen que no ha cometido. Ello va a traer una serie de penosas circunstancias durante los años siguientes, durante la II Guerra Mundial.
Las tradicionales virtudes del buen cine británico (excelentes interpretaciones, fotografía, banda sonora, ambientación...) brillan en esta "Expiación" cuyos aplausos han constituido un buen punto de partida para una edición que mantendrá al menos sobre la alfombra roja el listón bien alto hasta el próximo día 8 de septiembre. Después del primer desfile de hoy (Knightley, Vanessa Redgrave y el resto del elenco del film) se espera en Venecia a Jude Law, Michael Caine, George Clooney, Scarlett Johansson, Brad Pitt, Johnny Depp, Richard Gere, Charlize Theron, Colin Farrell, Julianne Moore, Tony Leung, Quentin Tarantino, Adrien Brody, Tommy Lee Jones, Bill Murray, Sidney Pollack, Susan Sarandon, Cate Blanchett, Brian de Palma y si puede hasta Woody Allen (quien rueda en España ahora mismo) se sumaran a la celebración del Lido. Owen Wilson también tenía previsto viajar, aunque la convalecencia tras su intento de suicidio probablemente se lo impida.
La representación latina es más bien discreta un año más en Venecia. A concurso, un sólo film, "En la ciudad de Sylvia", del español José Luis Guerín, mientras que fuera de concurso el portugués Manoel de Oliveira presentará su defensa del origen luso del descubridor de América, "Cristovão Colombo - O enigma"; Paco Plaza y Jaume Balagueró darán miedo con "Rec"; los españoles Adrià García y Víctor Maldonado estrenarán la animada "Nocturna"; del brasileiro Glauber Rocha se verá una edición restaurada de su "A Idade da Terra". En el apartado Orizzonti se han programado "Mal nascida", del portugués Joao Canijo; "Cochochi", de los mexicanos Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas; "Die Stille vor Bach", del español Pere Portabella, y "Andarilho", del brasileiro Cao Guimaraes.
- © E.E. (Venecia)-NOTICINE.com/Fotos AP-Reuters-AFP
