Crónicas
"Corazón de melón": Una comedia mexicana para superar la gordura
8-VIII-03
Este 8 de agosto se ha estrenado en México con 150 copias "Corazón de melón", comedia nacional en la que se invirtieron cinco millones de pesos (500.000 dólares) para la promoción, según Eckehardt Von Damm, director de Videocine. Se trata de una producción de Rossana Arau, dirigida por Luis Velez, escrita por José Ignacio Valenzuela, e interpretada por Christina Pastor, Ludvika Paleta, Aldonza Velez, Paola Woolrich, Daniel Martínez, José Alonso, y Mauricio Castillo.
"Corazón de melón" es la historia de Rosa Moscoso (Christina Pastor), una cocinera subida de peso que se siente atraída por Tomás, un famoso chef fastidiado con su propia vida. Después de un accidente él padece amnesia, algo que Rosa aprovecha a su favor. El director Luis Velez, cirujano dentista y cineasta con experiencia televisiva, define su ópera prima con un "muy divertido "anti-cuento". La dama joven, protagonista de la historia, es una hermosa gorda que provoca un "happy end" como aquel en que el ogro se enamora de la princesa y todo termina felizmente pues esa bella princesa se convierte en una "ogra" verde".
De acuerdo a la productora Rosanna Arau, hija del director Alfonso Arau y de Magdalena Corona (hermana de Sergio Corona), se trata de una película que apuesta por demostrar que las mujeres latinas no son delgadas, "las latinas estamos bulímicas, anoréxicas, porque efectivamente no somos flacas, ojalá que se granito de arena para que todos los hombres sepan que por ahí no va, así hay mucha gente y son graves las consecuencias que trae en la adolescencia".
La actriz Christina Pastor debuta en cine con su primer protagónico, ella dijo que el mensaje de la película es "chavas no se azoten, chavos abran los ojos de que la belleza existe en todos, y siempre va existir, lo físico se acaba muy pronto, entonces lo que queda es lo que realmente somos".
En la cinta participan otros actores jóvenes como Ludvika Paleta, Aldonza Velez (hija del director) y Daniel Martínez, pero también trabajan actores con gran experiencia como Juan Carlos Colombo, Patricio Castillo y José Alonso; este último habló sobre su personaje: "Lo que no me gusta de Lautaro es que siempre anda cazando patos, y nunca caza uno, y eso es más o menos lo que me pasa a mí en la vida real, que siempre trato de pegar fuerte en una película, me cuesta mucho trabajo porque de "Los cachorros" a "La tarea" fueron 20 años, pero yo le sigo tirando al target", declaró el veterano actor.
Eduardo Gamboa fue el encargado de la banda sonora y participó activamente en el rodaje, al coordinar dos secuencias en las que aparecen músicos. Sólo tuvo un contratiempo considerable a causa de los derechos de la canción original, mismo que se resolvió recientemente. La película significó el reencuentro del grupo Botellita de Jerez, la banda sonora incluye siete canciones interpretadas por ellos, con dos versiones distintas de Corazón de melón. "Una cosa que nos sorprendió mucho fue la coincidencia de que había una canción que se llamaba igualito que la película", dijo Sergio Arau, uno de los integrantes del grupo que estuvo nominado al Ariel por su participación "Piedras Verdes" de Ángel Flores.
El escritor chileno José Ignacio Valenzuela conoció Rossana Arau y a Luis Velez en la época en que trabajaban en televisión. "Yo como escritor me sentí muy respaldado por el talento, por la capacidad y por la entrega que ellos como productor y director han puesto en sus obras". Y más tarde declaró en exclusiva para NOTICINE.com que "Luis y los actores fueron bastante fieles al texto, cosa que me sorprendió y agradezco muchísimo, ahora la gracia de contar con un buen director y buen elenco es que aportan evidentemente, entonces una vez estando en el pueblo (El Chico, Hidalgo), y teniendo y los vestuarios, evidentemente eso se potenció y nacieron u montón de improvisaciones, y de sabe aprovechar el espacio para que pareciera que se hubiese escrito para ese lugar en específico".
Este 8 de agosto se ha estrenado en México con 150 copias "Corazón de melón", comedia nacional en la que se invirtieron cinco millones de pesos (500.000 dólares) para la promoción, según Eckehardt Von Damm, director de Videocine. Se trata de una producción de Rossana Arau, dirigida por Luis Velez, escrita por José Ignacio Valenzuela, e interpretada por Christina Pastor, Ludvika Paleta, Aldonza Velez, Paola Woolrich, Daniel Martínez, José Alonso, y Mauricio Castillo.
"Corazón de melón" es la historia de Rosa Moscoso (Christina Pastor), una cocinera subida de peso que se siente atraída por Tomás, un famoso chef fastidiado con su propia vida. Después de un accidente él padece amnesia, algo que Rosa aprovecha a su favor. El director Luis Velez, cirujano dentista y cineasta con experiencia televisiva, define su ópera prima con un "muy divertido "anti-cuento". La dama joven, protagonista de la historia, es una hermosa gorda que provoca un "happy end" como aquel en que el ogro se enamora de la princesa y todo termina felizmente pues esa bella princesa se convierte en una "ogra" verde".
De acuerdo a la productora Rosanna Arau, hija del director Alfonso Arau y de Magdalena Corona (hermana de Sergio Corona), se trata de una película que apuesta por demostrar que las mujeres latinas no son delgadas, "las latinas estamos bulímicas, anoréxicas, porque efectivamente no somos flacas, ojalá que se granito de arena para que todos los hombres sepan que por ahí no va, así hay mucha gente y son graves las consecuencias que trae en la adolescencia".
La actriz Christina Pastor debuta en cine con su primer protagónico, ella dijo que el mensaje de la película es "chavas no se azoten, chavos abran los ojos de que la belleza existe en todos, y siempre va existir, lo físico se acaba muy pronto, entonces lo que queda es lo que realmente somos".
En la cinta participan otros actores jóvenes como Ludvika Paleta, Aldonza Velez (hija del director) y Daniel Martínez, pero también trabajan actores con gran experiencia como Juan Carlos Colombo, Patricio Castillo y José Alonso; este último habló sobre su personaje: "Lo que no me gusta de Lautaro es que siempre anda cazando patos, y nunca caza uno, y eso es más o menos lo que me pasa a mí en la vida real, que siempre trato de pegar fuerte en una película, me cuesta mucho trabajo porque de "Los cachorros" a "La tarea" fueron 20 años, pero yo le sigo tirando al target", declaró el veterano actor.
Eduardo Gamboa fue el encargado de la banda sonora y participó activamente en el rodaje, al coordinar dos secuencias en las que aparecen músicos. Sólo tuvo un contratiempo considerable a causa de los derechos de la canción original, mismo que se resolvió recientemente. La película significó el reencuentro del grupo Botellita de Jerez, la banda sonora incluye siete canciones interpretadas por ellos, con dos versiones distintas de Corazón de melón. "Una cosa que nos sorprendió mucho fue la coincidencia de que había una canción que se llamaba igualito que la película", dijo Sergio Arau, uno de los integrantes del grupo que estuvo nominado al Ariel por su participación "Piedras Verdes" de Ángel Flores.
El escritor chileno José Ignacio Valenzuela conoció Rossana Arau y a Luis Velez en la época en que trabajaban en televisión. "Yo como escritor me sentí muy respaldado por el talento, por la capacidad y por la entrega que ellos como productor y director han puesto en sus obras". Y más tarde declaró en exclusiva para NOTICINE.com que "Luis y los actores fueron bastante fieles al texto, cosa que me sorprendió y agradezco muchísimo, ahora la gracia de contar con un buen director y buen elenco es que aportan evidentemente, entonces una vez estando en el pueblo (El Chico, Hidalgo), y teniendo y los vestuarios, evidentemente eso se potenció y nacieron u montón de improvisaciones, y de sabe aprovechar el espacio para que pareciera que se hubiese escrito para ese lugar en específico".
- © Víctor Uribe (México)-NOTICINE.com
Antonio Banderas, otra vez de estreno con "Erase una vez en México"
8-IX-03
Varias veces hemos oído a Antonio Banderas quejarse de su mucho trabajo y hablar de sus deseos de poner cierto freno a tal febril actividad. Hace años, su excusa es que había logrado asentarse en Hollywood y estaba "en racha", teniendo lógicamente que aprovecharla. Ahora quizás se trate de explorar nuevos terrenos, como el teatro musical, de la mano de ese éxito "Nine" del que pronto se despedirá, que le ha dado incluso más satisfacciones que el cine. Lo cierto es que por un motivo u otro, el más universal de los actores españoles y probablemente latino no deja de ser noticia. En la reciente Mostra de Venecia se vieron tres películas suyas, "Imagining Argentina", "Erase una vez en México" y "Spy Kids 3-D". La segunda acaba de tener también una "première" neoyorquina, ya que se estrena comercialmente en EEUU el próximo viernes 12. Y este domingo, el canal de cable y satélite HBO ha estrenado su telefilm "And starring Pancho Villa as himself". El omnipresente Antonio resumía con una simple frase, en el diario norteamericano en español La Opinión, toda esta vorágine: "La verdad es que me siento muy agradecido con la vida por todo lo bueno que he recibido".
Después de que el próximo 5 de octubre se despida de Broadway y de la obra "Nine", basada en la película de Fellini "Ocho y medio", por la que fue nominado a un premio Tony, Banderas regresará una vez más a México, donde le espera la segunda parte de "La máscara del Zorro". Reitera el malagueño lo que ya en varias ocasiones ha dicho sobre este país, que considera su segunda patria: "México ha jugado un papel muy importante dentro de mi carrera, es el lugar en el que fuera de España he pasado más tiempo trabajando y creo que, por esa y otras razones, parte de mi destino está profundamente ligada a su cultura y a su gente. Por más de un motivo, que todos pueden comprender muy bien, yo siento que a pesar de ser un actor español tengo una relación muy estrecha con México y la cultura latinoamericana en general. Esto se debe a que me ha tocado la suerte de interpretar tres personajes a los que yo considero fundamentales para entender cuál será el futuro que vamos a tener todos nosotros en este país: Pancho Villa, El Zorro y El Mariachi. El éxito de cada uno de ellos en el cine y la televisión estadounidenses ayudará a cambiar las ideas erroneas que Hollywood ha tenido sobre el público latino desde hace muchos años".
Este fin de semana, Antonio participaba con su esposa Melanie, quien también está ahora mismo trabajando como él en Broadway (en la obra "Chicago"), en el pre-estreno neoyorquino de "Erase una vez en México", su sexta colaboración con el director texano Robert Rodríguez, a quien considera uno de sus grandes amigos. "Cuando Robert -dice el astro español- me habló para decirme que íbamos a hacer otra película del Mariachi en México yo no dije nada. Simplemente acepté como si fuera una orden terminante. Trabajar con alguien como él siempre es un placer porque en todo momento sabe lo que quiere. Nunca tiene dudas acerca de la película que está filmando. En la trilogía de El Mariachi, por ejemplo, introdujo en el gusto del público estadounidense la cultura visual y el sentido que tienen la vida y la aventura para nosotros los latinos. Fue por eso que nunca me pidió que tratara de ser como los héroes de las películas estadounidenses".
"No me fue difícil -añade Banderas- volverme a meter en un personaje como El Mariachi, porque ya lo conocía bastante bien. Las instrucciones que me dio Robert fueron muy simples: ‘Desarrolla la actitud de El Mariachi como tú quieras, sólo te pido que pienses que no eres la misma persona que en "Desperado", ahora lo que te mueve es el deseo de cobrar venganza por el crimen de tu esposa Carolina (Salma Hayek) y la hijita de ustedes dos".
En opinión del protagonista de "Desperado", "La máscara del Zorro", "Two much", "Femme fatale" o "Pecado original", aparte de entrener, su amigo Rodríguez está teniendo un papel determinante en favor de su comunidad latina en Estados Unidos: "Creo que gracias a la saga de "Spy Kids" los niños afroamericanos, latinos, asiáticos y anglosajones entienden mejor ahora la diversidad étnica y racial en la que viven. Lo que ha hecho Robert es, creo yo, algo increíble, porque con sus películas le ha demostrado a los estudios de Hollywood que las historias interpretadas por personajes como los de la familia Cortez pueden ser un enorme y lucrativo negocio. La verdad es que yo me siento muy orgulloso por haber podido ser parte de muchos de sus proyectos cinematográficos".
En "Erase una vez en México", Antonio tuvo la oportunidad de volver a colocarse ocasionalmente tras la cámara, recuperando una actividad que ejerció en su opera prima como director, "Locos en Alabama": "Robert me permitió dirigir algunas secuencias de esta película. Fue bastante divertido para mí hacer algo así. Yo nunca creí que llegaría a dirigir un film de acción. Después comprendí por qué él se divierte tanto haciendo sus películas. Por eso mismo pienso que a lo mejor no sería mala idea volverme director de cintas de aventuras como "Erase una vez en México".
Varias veces hemos oído a Antonio Banderas quejarse de su mucho trabajo y hablar de sus deseos de poner cierto freno a tal febril actividad. Hace años, su excusa es que había logrado asentarse en Hollywood y estaba "en racha", teniendo lógicamente que aprovecharla. Ahora quizás se trate de explorar nuevos terrenos, como el teatro musical, de la mano de ese éxito "Nine" del que pronto se despedirá, que le ha dado incluso más satisfacciones que el cine. Lo cierto es que por un motivo u otro, el más universal de los actores españoles y probablemente latino no deja de ser noticia. En la reciente Mostra de Venecia se vieron tres películas suyas, "Imagining Argentina", "Erase una vez en México" y "Spy Kids 3-D". La segunda acaba de tener también una "première" neoyorquina, ya que se estrena comercialmente en EEUU el próximo viernes 12. Y este domingo, el canal de cable y satélite HBO ha estrenado su telefilm "And starring Pancho Villa as himself". El omnipresente Antonio resumía con una simple frase, en el diario norteamericano en español La Opinión, toda esta vorágine: "La verdad es que me siento muy agradecido con la vida por todo lo bueno que he recibido".
Después de que el próximo 5 de octubre se despida de Broadway y de la obra "Nine", basada en la película de Fellini "Ocho y medio", por la que fue nominado a un premio Tony, Banderas regresará una vez más a México, donde le espera la segunda parte de "La máscara del Zorro". Reitera el malagueño lo que ya en varias ocasiones ha dicho sobre este país, que considera su segunda patria: "México ha jugado un papel muy importante dentro de mi carrera, es el lugar en el que fuera de España he pasado más tiempo trabajando y creo que, por esa y otras razones, parte de mi destino está profundamente ligada a su cultura y a su gente. Por más de un motivo, que todos pueden comprender muy bien, yo siento que a pesar de ser un actor español tengo una relación muy estrecha con México y la cultura latinoamericana en general. Esto se debe a que me ha tocado la suerte de interpretar tres personajes a los que yo considero fundamentales para entender cuál será el futuro que vamos a tener todos nosotros en este país: Pancho Villa, El Zorro y El Mariachi. El éxito de cada uno de ellos en el cine y la televisión estadounidenses ayudará a cambiar las ideas erroneas que Hollywood ha tenido sobre el público latino desde hace muchos años".
Este fin de semana, Antonio participaba con su esposa Melanie, quien también está ahora mismo trabajando como él en Broadway (en la obra "Chicago"), en el pre-estreno neoyorquino de "Erase una vez en México", su sexta colaboración con el director texano Robert Rodríguez, a quien considera uno de sus grandes amigos. "Cuando Robert -dice el astro español- me habló para decirme que íbamos a hacer otra película del Mariachi en México yo no dije nada. Simplemente acepté como si fuera una orden terminante. Trabajar con alguien como él siempre es un placer porque en todo momento sabe lo que quiere. Nunca tiene dudas acerca de la película que está filmando. En la trilogía de El Mariachi, por ejemplo, introdujo en el gusto del público estadounidense la cultura visual y el sentido que tienen la vida y la aventura para nosotros los latinos. Fue por eso que nunca me pidió que tratara de ser como los héroes de las películas estadounidenses".
"No me fue difícil -añade Banderas- volverme a meter en un personaje como El Mariachi, porque ya lo conocía bastante bien. Las instrucciones que me dio Robert fueron muy simples: ‘Desarrolla la actitud de El Mariachi como tú quieras, sólo te pido que pienses que no eres la misma persona que en "Desperado", ahora lo que te mueve es el deseo de cobrar venganza por el crimen de tu esposa Carolina (Salma Hayek) y la hijita de ustedes dos".
En opinión del protagonista de "Desperado", "La máscara del Zorro", "Two much", "Femme fatale" o "Pecado original", aparte de entrener, su amigo Rodríguez está teniendo un papel determinante en favor de su comunidad latina en Estados Unidos: "Creo que gracias a la saga de "Spy Kids" los niños afroamericanos, latinos, asiáticos y anglosajones entienden mejor ahora la diversidad étnica y racial en la que viven. Lo que ha hecho Robert es, creo yo, algo increíble, porque con sus películas le ha demostrado a los estudios de Hollywood que las historias interpretadas por personajes como los de la familia Cortez pueden ser un enorme y lucrativo negocio. La verdad es que yo me siento muy orgulloso por haber podido ser parte de muchos de sus proyectos cinematográficos".
En "Erase una vez en México", Antonio tuvo la oportunidad de volver a colocarse ocasionalmente tras la cámara, recuperando una actividad que ejerció en su opera prima como director, "Locos en Alabama": "Robert me permitió dirigir algunas secuencias de esta película. Fue bastante divertido para mí hacer algo así. Yo nunca creí que llegaría a dirigir un film de acción. Después comprendí por qué él se divierte tanto haciendo sus películas. Por eso mismo pienso que a lo mejor no sería mala idea volverme director de cintas de aventuras como "Erase una vez en México".
- © Redacción-NOTICINE.com
Breves: Amenazas de demolición para la casa de Banderas, Paz Vega repite en Ibiza con Ornella Muti, Jsu García alcanza protagonismo con "Klepto"
6-VIII-03
- Antonio Banderas, que este viernes estrena en su país natal "Femme fatale", película ya vista en EEUU y buena parte de América Latina en la que fue dirigido por Brian de Palma, ha visto en peligro su casa en Marbella, ciudad envuelta en diversos escándalos y corrupciones urbanísticas. La Gaviota, nombre que recibe la propiedad, se construyó ilegalmente, en terrenos calificados para "equipamiento sanitario", pero -además- según sentencia judicial "invade la zona de dominio público marítimo terrestre". El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, basándose en esta circunstancia, ha dejado sin efecto el permiso municipal de obras concedido por el polémico ayuntamiento marbellí en 1995, por lo que la construcción podría ser demolida. No obstante, según la agencia EFE, La comunidad de propietarios de la urbanización Los Monteros, donde se ubica, asegura que quiere seguir teniendo como vecino al actor malagueño, Melanie Griffith y sus hijos. Maticemos que en cualquier caso el pobre Banderas es sólo una víctima, ya que La Gaviota la compró a los herederos de su original propietaria, la popular locutora radiofónica prematuramente muerta de cáncer Encarna Sánchez.
- Paz Vega no va a tener vacaciones, porque cuando termine en septiembre su actual trabajo en la comedia "Di que sí", de Juan Calvo, la esperan en la mediterranea isla de Ibiza para rodar su segundo film a las órdenes de un director francés, "Jet Set 2", secuela dirigida por Fabien Onteniente. El reparto incluye al británico Rupert Everett, la italiana Ornella Muti (quien casualmente también participa en la citada "Di que sí"), Samuel Le Bihan y Rossy de Palma. En la primera parte, que fue vista en Francia por casi dos millones de espectadores, participó otra actriz española, Ariadna Gil. Iba de los propietarios de un bar en declive que contrataban a un actor para que lograra atraer a la jet set al local. Conocida fuera de España sobre todo gracias a la cinta de Julio Medem "Lucía y el sexo", Paz debutó fuera de las fronteras nacionales al lado de Eduardo Noriega en la también francesa "Novo".
- Se llama Jsu García y probablemente le hayan visto -sin fijarse demasiado en él- en películas como "Pesadilla en Helm Street", "Traffic", "Daño colateral" o "Cuando éramos soldados", donde tuvo papeles secundarios. Este actor neoyorquino hijo de cubanos, que comenzó su carrera como Nick Corri, acaba de presentar su último trabajo, donde esta vez sí es protagonista. Se llama "Klepto", la ha dirigido Thomas Trail, y en ella aparte de actuar ejerce como productor ejecutivo. "Creo que estoy pasando por un momento fundamental dentro de mi vida. Ahora conozco mejor lo que es el cine. Entiendo cómo debe producirse una película y la forma en que funciona la parte empresarial del cine. Creo, por eso mismo, que tengo delante de mí un futuro lleno de cosas buenas e interesantes", ha dicho el actor, que realizó en 1998 el corto "My little Havana", al diario La Opinión.
- Antonio Banderas, que este viernes estrena en su país natal "Femme fatale", película ya vista en EEUU y buena parte de América Latina en la que fue dirigido por Brian de Palma, ha visto en peligro su casa en Marbella, ciudad envuelta en diversos escándalos y corrupciones urbanísticas. La Gaviota, nombre que recibe la propiedad, se construyó ilegalmente, en terrenos calificados para "equipamiento sanitario", pero -además- según sentencia judicial "invade la zona de dominio público marítimo terrestre". El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, basándose en esta circunstancia, ha dejado sin efecto el permiso municipal de obras concedido por el polémico ayuntamiento marbellí en 1995, por lo que la construcción podría ser demolida. No obstante, según la agencia EFE, La comunidad de propietarios de la urbanización Los Monteros, donde se ubica, asegura que quiere seguir teniendo como vecino al actor malagueño, Melanie Griffith y sus hijos. Maticemos que en cualquier caso el pobre Banderas es sólo una víctima, ya que La Gaviota la compró a los herederos de su original propietaria, la popular locutora radiofónica prematuramente muerta de cáncer Encarna Sánchez.
- Paz Vega no va a tener vacaciones, porque cuando termine en septiembre su actual trabajo en la comedia "Di que sí", de Juan Calvo, la esperan en la mediterranea isla de Ibiza para rodar su segundo film a las órdenes de un director francés, "Jet Set 2", secuela dirigida por Fabien Onteniente. El reparto incluye al británico Rupert Everett, la italiana Ornella Muti (quien casualmente también participa en la citada "Di que sí"), Samuel Le Bihan y Rossy de Palma. En la primera parte, que fue vista en Francia por casi dos millones de espectadores, participó otra actriz española, Ariadna Gil. Iba de los propietarios de un bar en declive que contrataban a un actor para que lograra atraer a la jet set al local. Conocida fuera de España sobre todo gracias a la cinta de Julio Medem "Lucía y el sexo", Paz debutó fuera de las fronteras nacionales al lado de Eduardo Noriega en la también francesa "Novo".
- Se llama Jsu García y probablemente le hayan visto -sin fijarse demasiado en él- en películas como "Pesadilla en Helm Street", "Traffic", "Daño colateral" o "Cuando éramos soldados", donde tuvo papeles secundarios. Este actor neoyorquino hijo de cubanos, que comenzó su carrera como Nick Corri, acaba de presentar su último trabajo, donde esta vez sí es protagonista. Se llama "Klepto", la ha dirigido Thomas Trail, y en ella aparte de actuar ejerce como productor ejecutivo. "Creo que estoy pasando por un momento fundamental dentro de mi vida. Ahora conozco mejor lo que es el cine. Entiendo cómo debe producirse una película y la forma en que funciona la parte empresarial del cine. Creo, por eso mismo, que tengo delante de mí un futuro lleno de cosas buenas e interesantes", ha dicho el actor, que realizó en 1998 el corto "My little Havana", al diario La Opinión.
- © Redacción-NOTICINE.com
Ana Katz estrena "El juego de la silla" tras varios premios en festivales
6-VIII-03
Víctor Lujine vuelve por un breve período de tiempo a la Argentina luego de varios años trabajando para su empresa en Canadá. Su llegada conmueve a toda su familia y ex novia que se esfuerzan por darle todo el cariño y comodidad posible; todo se desarrolla en una aparente armonía hasta que se proponen jugar al juego de la silla y toda esa forzada situación se quiebra. Esta es la historia de "El juego de la silla", film escrito, dirigido, producido y hasta actuado por Ana Katz, que llega este jueves 7 a las salas argentinas precedida de una exitosa carrera por festivales internacionales, con un total de nueve premios, de los cuales dos recayeron en la gran actuación de Raquel Blank, quien da vida a la madre de esta particular familia. Diego De Paula, Verónica Moreno, Luciana Lifschitz y la propia Katz completan el reparto.
No es común que una mujer se decante por el humor para narrar una historia y lo es aún menos que se muestre de una forma nada complaciente a una típica familia de clase media argentina, generalmente descritas como criaturas entrañables. "El humor y la familia se trabaja desde un lugar muy hecho, muy común; a mi me interesaba meterme en la intimidad de la cuarentena esa que ellos forman e investigar que pasan en esas zonas de pudor, de vergüenza ajena, esas que uno no desearía que hubiesen en su familia; El género de familia viene con un acompañante de confesión, que es lo que no me gustaba, no creo en eso, además no quería que en ningún momento se dijesen las verdades, que se sienten a la confesión; creo que la gente esconde mucho y eso me interesa mostrar", explica Katz sobre la idea del film que tuvo un inicio con bastante de experimental.
"El juego de la silla" nació a partir de una imagen - un grupo de familia jugando al juego de la silla-, que se convirtió en un cuento, "a partir de eso llamé a un grupo de actores que conocía de los diez años que estudié teatro, y les propuse formar un grupo de improvisación, de investigación, con el objetivo de no se sabía todavía qué; pero para que yo pudiera avanzar en la escritura en función de lo que pasara ahí", cuenta la directora, quien viendo luego los videos que grababa de esos ensayos, que se extendieron por un año y medio, notó que aparecía "algo extraño, desconocido, muy cargado de humor porque describía todo ese entorno lleno de frases hechas, pero por otro lado también lo extraño; esto le dio el tono del tipo de película que quería hacer, una comedia oscura".
En la víspera del estreno de su ópera prima en Argentina, Katz siente mucha ansiedad y satisfacción por poder cerrar finalmente un ciclo con esta película, que desde su concepción hasta el momento de llegar a los cines locales representan más de tres años de trabajo a pulmón, pero que tuvo sus frutos por la aceptación de diversos festivales del mundo, que continúan invitándola; razón por la cual Katz realmente vive con la maleta preparada. Sus planes próximos incluyen una participación como actriz en la uruguaya "Whisky", ser jurado del Festival de San Sebastián en la sección nuevos directores, donde aprovechará para reunirse con exhibidores y productores para conseguir estrenar la cinta en España, luego seguir mostrando "El juego de la silla" por Europa y el año que viene comenzar el rodaje de su próximo largometraje, cuyo guión asegura: "Está sufriendo una mutación importante en estos días".
Víctor Lujine vuelve por un breve período de tiempo a la Argentina luego de varios años trabajando para su empresa en Canadá. Su llegada conmueve a toda su familia y ex novia que se esfuerzan por darle todo el cariño y comodidad posible; todo se desarrolla en una aparente armonía hasta que se proponen jugar al juego de la silla y toda esa forzada situación se quiebra. Esta es la historia de "El juego de la silla", film escrito, dirigido, producido y hasta actuado por Ana Katz, que llega este jueves 7 a las salas argentinas precedida de una exitosa carrera por festivales internacionales, con un total de nueve premios, de los cuales dos recayeron en la gran actuación de Raquel Blank, quien da vida a la madre de esta particular familia. Diego De Paula, Verónica Moreno, Luciana Lifschitz y la propia Katz completan el reparto.
No es común que una mujer se decante por el humor para narrar una historia y lo es aún menos que se muestre de una forma nada complaciente a una típica familia de clase media argentina, generalmente descritas como criaturas entrañables. "El humor y la familia se trabaja desde un lugar muy hecho, muy común; a mi me interesaba meterme en la intimidad de la cuarentena esa que ellos forman e investigar que pasan en esas zonas de pudor, de vergüenza ajena, esas que uno no desearía que hubiesen en su familia; El género de familia viene con un acompañante de confesión, que es lo que no me gustaba, no creo en eso, además no quería que en ningún momento se dijesen las verdades, que se sienten a la confesión; creo que la gente esconde mucho y eso me interesa mostrar", explica Katz sobre la idea del film que tuvo un inicio con bastante de experimental.
"El juego de la silla" nació a partir de una imagen - un grupo de familia jugando al juego de la silla-, que se convirtió en un cuento, "a partir de eso llamé a un grupo de actores que conocía de los diez años que estudié teatro, y les propuse formar un grupo de improvisación, de investigación, con el objetivo de no se sabía todavía qué; pero para que yo pudiera avanzar en la escritura en función de lo que pasara ahí", cuenta la directora, quien viendo luego los videos que grababa de esos ensayos, que se extendieron por un año y medio, notó que aparecía "algo extraño, desconocido, muy cargado de humor porque describía todo ese entorno lleno de frases hechas, pero por otro lado también lo extraño; esto le dio el tono del tipo de película que quería hacer, una comedia oscura".
En la víspera del estreno de su ópera prima en Argentina, Katz siente mucha ansiedad y satisfacción por poder cerrar finalmente un ciclo con esta película, que desde su concepción hasta el momento de llegar a los cines locales representan más de tres años de trabajo a pulmón, pero que tuvo sus frutos por la aceptación de diversos festivales del mundo, que continúan invitándola; razón por la cual Katz realmente vive con la maleta preparada. Sus planes próximos incluyen una participación como actriz en la uruguaya "Whisky", ser jurado del Festival de San Sebastián en la sección nuevos directores, donde aprovechará para reunirse con exhibidores y productores para conseguir estrenar la cinta en España, luego seguir mostrando "El juego de la silla" por Europa y el año que viene comenzar el rodaje de su próximo largometraje, cuyo guión asegura: "Está sufriendo una mutación importante en estos días".
- © Cynthia García (Argentina)-NOTICINE.com
Entrevista con Fernando León de Aranoa: "Los géneros cinematográficos me parecen aburridos"
5-VIII-03
Fernando León de Aranoa es un apasionado del cine. Está convencido de que una película se construye a partir de los personajes, y no en base a fórmulas o guiones preestablecidos. Por ello, se puede decir que este joven director español, de paso en Lima para presentar "Los lunes al sol" (cinta ganadora de la ultima edición del Festival de San Sebastián, candidata al Oscar extranjero por España y ahora al Premio Luis Buñuel de la Federación de Productores Iberoamericanos - FIPCA), hace un cine a contracorriente de las tendencias que marca Hollywood. En tiempos como este, obras como la suyas siempre son bien recibidas.
- Su cine se caracteriza por poseer una temática realista, creas personajes urbanos para hablar sobre cuestiones sociales. ¿Considera que estos temas se pueden tocar mucho mejor desde este enfoque, y no desde otros géneros del cine más centrados en la ficción, como el cine de época, por citar un ejemplo?
Mira, de hecho las mejores películas, incluso las de época, son las que te cuentan algo actual, aquello que esta pasando ahora. Se hacen muy buenas películas que hablan del presente por hacia atrás, algo que, a fin de cuentas es como hablar a través de una metáfora. A mi personalmente me interesa más el mundo que me rodea, que me es más cercano, el que creo que voy a poder contar mejor. Me cuesta el cine de época, me gusta si que cuente historias reales. Para ser franco, en realidad no me gustan mucho los géneros, me parecen aburridos, como si tuvieran algo de plantilla, de salvavidas para los directores que los hacen, algo así como un mínimo garantizado. Me atrae más cruzar los géneros. Por ejemplo, hacer comedia con elementos de drama, o drama con chispas de humor. Lo encuentro un poco más divertido. Suelo hablar sobre las cosas que suceden ahora, las que para mi tienen un sentido. Los personajes que protagonizan mis películas, "Barrio", "Los lunes al sol" o "Caminantes", son un poco como los héroes modernos, son la gente que tiene que salir de su país para trabajar.
- Por lo general, sus guiones no mantienen un esquema clásico, como un principio, medio y final o giros dramáticos claramente establecidos, pese a que en ellos hay nexos con la forma de crear historias en el cine, como la creación de personajes, su crecimiento argumental, o la elaboración de obstáculos, retos, en la historia. ¿Qué es lo primero en lo que centra su atención a la hora de elaborar un guión de ficción?
Primero, considero a la creación de historias como un proceso, es una cuestión a la que voy llegando y me voy reforzando cada día mas. Pero, un poco a partir de Barrio, traté de olvidarme de todo lo aprendido: el plot, la trama, la evolución de personajes. Yo tengo muy en cuenta aquello de que para hacer una historia primero tienes que aprender a destruirla, olvidándote un poco de los trucos, de las historia ya conocidas. Me centro mucho en los personajes. Lo último que he realizado, desde "Barrio" a "Los Lunes al sol", y en adelante, va más por allí. Miro más a los personajes y trato de que la trama que los soporta sea los más invisible posible. Intento que los andamios que sujetan todo ese edifico, que es una película, no se vean, porque te distancian mucho de la historia.
- ¿Cree que eso es muy notorio en el cine actual?
Absolutamente. Hace poco fui al cine con un sobrino mío de siete años a ver una película de "estudio", con los quiebres muy impuestos y toda la parafernalia. En la tercera secuencia veías que el protagonista estaba fuera de su cabaña, y era muy bueno tirando con la ballesta. Él me dijo: al final éste lo va a matar con la ballesta, en tal lugar, y de tal forma. Al final, desde luego, acertó. Este es un claro ejemplo de lo estandarizadas que están estas cintas: los adultos nos podemos dejar llevar por todas esas cortinas de humo que aparecen en el argumento, pero los niños lo ven muy claro. Mucho de este cine está hecho de plantillas, y las plantillas son muy aburridas.
- Aunque se le puede sacar la vuelta muchas veces...
Sí, de hecho cuando juegas con eso es mucho más divertido: cuando tomas los elementos y los perviertes, los cambias y amoldas a tu gusto. Pero con ello muchas veces se corre el riesgo de convertir lo realizado en un ejercicio de estilo, ejercicio ingenioso para tratar de reconstruir la percepción clásica del guión, pero que a la larga puede ser un problema. Por eso, para mi lo principal es mirar a los personajes. Yo intento mirarlos por igual, siempre pienso que con cada personaje de una película debo ser capaz de hacer algo... como irme un fin de semana a vivir con ellos. Si tu estableces un vínculo con ellos, es más probable que el espectador cree un vinculo con los mismos. Cuando esta conexión existe, el espectador puede disfrutar mucho más la película, le va a importar lo que pasa con los personajes que ve en pantalla: si sufren, ríen o gozan. Se crea empatía. Cuando le pasé a un amigo el guión de "Barrio", para que me lo criticara, me aseguró que "estaba perdido", porque el primer plot sucedía a los catorce minutos. "Se van a ir del cine", me dijo. Yo le respondí: me importa una mierda el primer plot, o que se vayan del cine, lo que quiero es contar una historia, si consigo que la gente se enamore de estos tres tíos, sin consigo eso en diez, doce, quince o veinte minutos, se van a quedar, no se van a ir porque les va a importar lo que les pase.
- En este sentido, ¿qué importancia le da a la cuestión visual, la composición, los planos, el color...?
Le doy más importancia de la que pueda parecer, si uno mira mis películas. Las películas las planifico, dibujo las escenas, de hecho fui dibujante antes de cineasta. Lo que intento es hacer una planificación muy transparente, intento que no se vea la cámara. Me interesa que la historia llegue al espectador de la forma más nítida posible. Por ahí que sigo prestando más atención a la dirección de actores que a la dirección de cámara. Ahora bien, creo mucho en la funcionalidad de la cámara. Hace poco vi una cinta de Ford, de los años cuarenta "Qué verde era mi valle", donde no encontrabas un plano detalle de nada. Sin embargo, ahora nos volvemos locos por ello. Ahora tienes que ver el plano de un dedo apretando el botón. ¿Por qué? ¡Si todos sabemos cómo se aprieta un botón! En ese sentido, creo que cada día soy más riguroso en esas cosas. Intento rodar representando la mirada de los personajes.
Fernando León de Aranoa es un apasionado del cine. Está convencido de que una película se construye a partir de los personajes, y no en base a fórmulas o guiones preestablecidos. Por ello, se puede decir que este joven director español, de paso en Lima para presentar "Los lunes al sol" (cinta ganadora de la ultima edición del Festival de San Sebastián, candidata al Oscar extranjero por España y ahora al Premio Luis Buñuel de la Federación de Productores Iberoamericanos - FIPCA), hace un cine a contracorriente de las tendencias que marca Hollywood. En tiempos como este, obras como la suyas siempre son bien recibidas.
- Su cine se caracteriza por poseer una temática realista, creas personajes urbanos para hablar sobre cuestiones sociales. ¿Considera que estos temas se pueden tocar mucho mejor desde este enfoque, y no desde otros géneros del cine más centrados en la ficción, como el cine de época, por citar un ejemplo?
Mira, de hecho las mejores películas, incluso las de época, son las que te cuentan algo actual, aquello que esta pasando ahora. Se hacen muy buenas películas que hablan del presente por hacia atrás, algo que, a fin de cuentas es como hablar a través de una metáfora. A mi personalmente me interesa más el mundo que me rodea, que me es más cercano, el que creo que voy a poder contar mejor. Me cuesta el cine de época, me gusta si que cuente historias reales. Para ser franco, en realidad no me gustan mucho los géneros, me parecen aburridos, como si tuvieran algo de plantilla, de salvavidas para los directores que los hacen, algo así como un mínimo garantizado. Me atrae más cruzar los géneros. Por ejemplo, hacer comedia con elementos de drama, o drama con chispas de humor. Lo encuentro un poco más divertido. Suelo hablar sobre las cosas que suceden ahora, las que para mi tienen un sentido. Los personajes que protagonizan mis películas, "Barrio", "Los lunes al sol" o "Caminantes", son un poco como los héroes modernos, son la gente que tiene que salir de su país para trabajar.
- Por lo general, sus guiones no mantienen un esquema clásico, como un principio, medio y final o giros dramáticos claramente establecidos, pese a que en ellos hay nexos con la forma de crear historias en el cine, como la creación de personajes, su crecimiento argumental, o la elaboración de obstáculos, retos, en la historia. ¿Qué es lo primero en lo que centra su atención a la hora de elaborar un guión de ficción?
Primero, considero a la creación de historias como un proceso, es una cuestión a la que voy llegando y me voy reforzando cada día mas. Pero, un poco a partir de Barrio, traté de olvidarme de todo lo aprendido: el plot, la trama, la evolución de personajes. Yo tengo muy en cuenta aquello de que para hacer una historia primero tienes que aprender a destruirla, olvidándote un poco de los trucos, de las historia ya conocidas. Me centro mucho en los personajes. Lo último que he realizado, desde "Barrio" a "Los Lunes al sol", y en adelante, va más por allí. Miro más a los personajes y trato de que la trama que los soporta sea los más invisible posible. Intento que los andamios que sujetan todo ese edifico, que es una película, no se vean, porque te distancian mucho de la historia.
- ¿Cree que eso es muy notorio en el cine actual?
Absolutamente. Hace poco fui al cine con un sobrino mío de siete años a ver una película de "estudio", con los quiebres muy impuestos y toda la parafernalia. En la tercera secuencia veías que el protagonista estaba fuera de su cabaña, y era muy bueno tirando con la ballesta. Él me dijo: al final éste lo va a matar con la ballesta, en tal lugar, y de tal forma. Al final, desde luego, acertó. Este es un claro ejemplo de lo estandarizadas que están estas cintas: los adultos nos podemos dejar llevar por todas esas cortinas de humo que aparecen en el argumento, pero los niños lo ven muy claro. Mucho de este cine está hecho de plantillas, y las plantillas son muy aburridas.
- Aunque se le puede sacar la vuelta muchas veces...
Sí, de hecho cuando juegas con eso es mucho más divertido: cuando tomas los elementos y los perviertes, los cambias y amoldas a tu gusto. Pero con ello muchas veces se corre el riesgo de convertir lo realizado en un ejercicio de estilo, ejercicio ingenioso para tratar de reconstruir la percepción clásica del guión, pero que a la larga puede ser un problema. Por eso, para mi lo principal es mirar a los personajes. Yo intento mirarlos por igual, siempre pienso que con cada personaje de una película debo ser capaz de hacer algo... como irme un fin de semana a vivir con ellos. Si tu estableces un vínculo con ellos, es más probable que el espectador cree un vinculo con los mismos. Cuando esta conexión existe, el espectador puede disfrutar mucho más la película, le va a importar lo que pasa con los personajes que ve en pantalla: si sufren, ríen o gozan. Se crea empatía. Cuando le pasé a un amigo el guión de "Barrio", para que me lo criticara, me aseguró que "estaba perdido", porque el primer plot sucedía a los catorce minutos. "Se van a ir del cine", me dijo. Yo le respondí: me importa una mierda el primer plot, o que se vayan del cine, lo que quiero es contar una historia, si consigo que la gente se enamore de estos tres tíos, sin consigo eso en diez, doce, quince o veinte minutos, se van a quedar, no se van a ir porque les va a importar lo que les pase.
- En este sentido, ¿qué importancia le da a la cuestión visual, la composición, los planos, el color...?
Le doy más importancia de la que pueda parecer, si uno mira mis películas. Las películas las planifico, dibujo las escenas, de hecho fui dibujante antes de cineasta. Lo que intento es hacer una planificación muy transparente, intento que no se vea la cámara. Me interesa que la historia llegue al espectador de la forma más nítida posible. Por ahí que sigo prestando más atención a la dirección de actores que a la dirección de cámara. Ahora bien, creo mucho en la funcionalidad de la cámara. Hace poco vi una cinta de Ford, de los años cuarenta "Qué verde era mi valle", donde no encontrabas un plano detalle de nada. Sin embargo, ahora nos volvemos locos por ello. Ahora tienes que ver el plano de un dedo apretando el botón. ¿Por qué? ¡Si todos sabemos cómo se aprieta un botón! En ese sentido, creo que cada día soy más riguroso en esas cosas. Intento rodar representando la mirada de los personajes.
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