Festivales
Se desvela la programación de Seminci
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Fue dada a conocer la programación de la 49 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), que se abrirá oficialmente el 22 de octubre con el film argentino "Luna de Avellaneda", el más reciente trabajo de Juan José Campanella y representante argentino al Goya, y se clausurará el 30 con la francesa "Les choristes", de Christophe Barratier, la elegida de Francia para el Oscar.
Fernando Lara, director del certamen, sostuvo que para seleccionar la programación se inspiró "en los principios de la alternancia, conocimiento y universalidad". Este año Seminci abrirá con una cinta argentina, demostrando una mayor apertura al cine latino, dedicando también ciclos a cinematografías tan diversas como la china, israelí, suiza y rusa. A pesar de la ecléctica selección, Lara afirma que "la prioridad sigue siendo Europa, nuestro medio y continente".
La Sección oficial de Seminci estará conformada por 22 títulos, 4 de ellos fuera de concurso. Este apartado tiene la idea de reunir al mejor cine que se hace hoy en el mundo, que será premiado con las Espigas de Oro y Plata y galardones a la mejor actriz, actor y fotografía, entre otros. La Espiga de Oro tiene una dotación de 35.000 euros y la Espiga de Plata de 17.500 euros, en ambos casos son para el distribuidor español del film vencedor, mientras que el Premio al Mejor Nuevo Director (Premio Pilar Miró) entregará 15.000 euros, destinados al realizador de un primer o segundo largometraje en formato cinematográfico.
Directores de renombre como el chino Wong Kar-Wai, que presentará su película "2046"; el surcoreano Kim Ki-duk, con "Binjip"; el israelí Amos Gitai, con "Tierra prometida"; y el bosnio Emir Kusturica, con "La vida es un milagro", se darán cita en Seminci junto a las producciones del cine francés -con una fuerte representación- y a locales como el español José Luis García Sánchez, que participará con "María querida", un film que mezcla documental y ficción para homenajear a María Zambrano.
Seminci programó un ciclo dedicado a los realizadores chinos de la denominada Sexta Generación, con una decena de películas de realizadores que accedieron al largometraje en los 90, y son ejemplo de la renovación que experimenta el gigante asiático. También expondrá lo más reciente del cine europeo, a través de "Visions of Europe".
El israelí Gitai -autor de "Kadosh"- y el español Imanol Uribe -consagrado con "Días contados- serán los directores homenajeados con una retrospectiva. Por otra parte, este año se eligió como país invitado a Suiza, del cual se proyectarán quince cintas de la última década; y la escuela seleccionada para mostrar los trabajos de sus alumnos fue la VGIK, la más antigua del mundo, creada en 1919, en la que enseñaron maestros como Eisenstein, Kulechov y Tissé.
La programación se completa con las secciones "Punto de encuentro", que ofrecerá cintas de Alemania, Argentina, Grecia, Hungría, Irán, Islandia y Turquía, entre otros países, los cuales podrán ser votados por el público, entregándose un premio para largometrajes y otro para cortometrajes, dotados con 12.000 y 3.000 euros; "Tiempo de Historia", films que recogen cinematográficamente momentos o procesos históricos sobre los que ofrecen un testimonio privilegiado; y "Spanish Cinema 2003-2004", panorámica de lo más destacado del cine español durante la última temporada.
Fue dada a conocer la programación de la 49 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), que se abrirá oficialmente el 22 de octubre con el film argentino "Luna de Avellaneda", el más reciente trabajo de Juan José Campanella y representante argentino al Goya, y se clausurará el 30 con la francesa "Les choristes", de Christophe Barratier, la elegida de Francia para el Oscar.
Fernando Lara, director del certamen, sostuvo que para seleccionar la programación se inspiró "en los principios de la alternancia, conocimiento y universalidad". Este año Seminci abrirá con una cinta argentina, demostrando una mayor apertura al cine latino, dedicando también ciclos a cinematografías tan diversas como la china, israelí, suiza y rusa. A pesar de la ecléctica selección, Lara afirma que "la prioridad sigue siendo Europa, nuestro medio y continente".
La Sección oficial de Seminci estará conformada por 22 títulos, 4 de ellos fuera de concurso. Este apartado tiene la idea de reunir al mejor cine que se hace hoy en el mundo, que será premiado con las Espigas de Oro y Plata y galardones a la mejor actriz, actor y fotografía, entre otros. La Espiga de Oro tiene una dotación de 35.000 euros y la Espiga de Plata de 17.500 euros, en ambos casos son para el distribuidor español del film vencedor, mientras que el Premio al Mejor Nuevo Director (Premio Pilar Miró) entregará 15.000 euros, destinados al realizador de un primer o segundo largometraje en formato cinematográfico.
Directores de renombre como el chino Wong Kar-Wai, que presentará su película "2046"; el surcoreano Kim Ki-duk, con "Binjip"; el israelí Amos Gitai, con "Tierra prometida"; y el bosnio Emir Kusturica, con "La vida es un milagro", se darán cita en Seminci junto a las producciones del cine francés -con una fuerte representación- y a locales como el español José Luis García Sánchez, que participará con "María querida", un film que mezcla documental y ficción para homenajear a María Zambrano.
Seminci programó un ciclo dedicado a los realizadores chinos de la denominada Sexta Generación, con una decena de películas de realizadores que accedieron al largometraje en los 90, y son ejemplo de la renovación que experimenta el gigante asiático. También expondrá lo más reciente del cine europeo, a través de "Visions of Europe".
El israelí Gitai -autor de "Kadosh"- y el español Imanol Uribe -consagrado con "Días contados- serán los directores homenajeados con una retrospectiva. Por otra parte, este año se eligió como país invitado a Suiza, del cual se proyectarán quince cintas de la última década; y la escuela seleccionada para mostrar los trabajos de sus alumnos fue la VGIK, la más antigua del mundo, creada en 1919, en la que enseñaron maestros como Eisenstein, Kulechov y Tissé.
La programación se completa con las secciones "Punto de encuentro", que ofrecerá cintas de Alemania, Argentina, Grecia, Hungría, Irán, Islandia y Turquía, entre otros países, los cuales podrán ser votados por el público, entregándose un premio para largometrajes y otro para cortometrajes, dotados con 12.000 y 3.000 euros; "Tiempo de Historia", films que recogen cinematográficamente momentos o procesos históricos sobre los que ofrecen un testimonio privilegiado; y "Spanish Cinema 2003-2004", panorámica de lo más destacado del cine español durante la última temporada.
- © Redacción-NOTICINE.com
El cine argentino dominó el palmarés de Biarritz
4-X-04
La opera prima de Enrique Piñeyro, "Whisky Romeo Zulú", fue considerado el mejor film del Festival de Cine y Culturas Latinoamericanas de Biarritz, cuyo palmarés fue dominado por el cine argentino, que también consiguió el premio de mejor actriz y el del público.
Piñeyro obtuvo el Sol de Oro por su primer largometraje, que se centra en una experiencia personal y recuerda un grave accidente aéreo de la Argentina. Piñeyro, actor reconocido por sus trabajos en "Garage Olimpo" y "Esperando al Mesías", fue piloto de avión antes de dedicarse a la actuación de manera profesional. En el film, Piñeyro rememora su pasado en la compañía LAPA y la forma en que la empresa hizo oídos sordos a sus pedidos de mejoras en los aviones. "Whisky Romeo Zulú" competía junto a otras nueve películas de seis países.
Como mejor actriz fue distinguida China Zorrilla por "Conversaciones con mamá", de Santiago Carlos Oves, que también fue votada como la favorita del público asistente. Por su parte, la actuación del joven Leonardo Ramírez en "El cielito", de María Victoria Menis, mereció una Mención especial por parte del jurado presidido por Jean-Jacques Bernard.
El venezolano Roque Valero se quedó con el Sol de Oro a la mejor actuación masculina por "Punto y Raya", de Elia Schneider; mientras que su compatriota Lorenzo Vigas Castes fue premiado por su cortometraje "Los elefantes nunca olvidan", que recibió los dos galardones de esta categoría.
Denominado como "La Cita", el Festival de Cine y Culturas Latinoamericanas de Biarritz fue creado por Jean Cazenave trece años atrás, con el objetivo de construir puentes entre los diferentes tipos de expresiones culturales latinoamericanas. Por ello en Biarritz, junto al cine se dan cita otras artes como la literatura o la música.
PALMARES
Sol de Oro al mejor largometraje: "Whisky Romeo Zulú", de Enrique Piñeyro (Argentina).
Sol de Oro a la mejor interpretación femenina: China Zorrilla por "Conversaciones con mamá" (Argentina).
Sol de Oro a la mejor interpretación masculina: Roque Valero por "Punto y raya" (Venezuela).
Mención especial del Jurado: la interpretación de Leonardo Ramírez en "El cielito" (Argentina-Francia).
Premio del público: "Conversaciones con mamá", de Santiago Carlos Oves (Argentina).
Sol de Oro al mejor cortometraje: Los elefantes nunca olvidan", de Lorenzo Vigas Castes (Venezuela-México).
Premio Ciné Court: Los elefantes nunca olvidan", de Lorenzo Vigas Castes (Venezuela-México).
Premio al mejor documental: "Relatos desde el encierro", de Guadalupe Miranda (México).
Mención especial: "Vale a pena sonhar", de Stella Grisotti y Rudi Böhm (Brasil).
La opera prima de Enrique Piñeyro, "Whisky Romeo Zulú", fue considerado el mejor film del Festival de Cine y Culturas Latinoamericanas de Biarritz, cuyo palmarés fue dominado por el cine argentino, que también consiguió el premio de mejor actriz y el del público.
Piñeyro obtuvo el Sol de Oro por su primer largometraje, que se centra en una experiencia personal y recuerda un grave accidente aéreo de la Argentina. Piñeyro, actor reconocido por sus trabajos en "Garage Olimpo" y "Esperando al Mesías", fue piloto de avión antes de dedicarse a la actuación de manera profesional. En el film, Piñeyro rememora su pasado en la compañía LAPA y la forma en que la empresa hizo oídos sordos a sus pedidos de mejoras en los aviones. "Whisky Romeo Zulú" competía junto a otras nueve películas de seis países.
Como mejor actriz fue distinguida China Zorrilla por "Conversaciones con mamá", de Santiago Carlos Oves, que también fue votada como la favorita del público asistente. Por su parte, la actuación del joven Leonardo Ramírez en "El cielito", de María Victoria Menis, mereció una Mención especial por parte del jurado presidido por Jean-Jacques Bernard.
El venezolano Roque Valero se quedó con el Sol de Oro a la mejor actuación masculina por "Punto y Raya", de Elia Schneider; mientras que su compatriota Lorenzo Vigas Castes fue premiado por su cortometraje "Los elefantes nunca olvidan", que recibió los dos galardones de esta categoría.
Denominado como "La Cita", el Festival de Cine y Culturas Latinoamericanas de Biarritz fue creado por Jean Cazenave trece años atrás, con el objetivo de construir puentes entre los diferentes tipos de expresiones culturales latinoamericanas. Por ello en Biarritz, junto al cine se dan cita otras artes como la literatura o la música.
PALMARES
Sol de Oro al mejor largometraje: "Whisky Romeo Zulú", de Enrique Piñeyro (Argentina).
Sol de Oro a la mejor interpretación femenina: China Zorrilla por "Conversaciones con mamá" (Argentina).
Sol de Oro a la mejor interpretación masculina: Roque Valero por "Punto y raya" (Venezuela).
Mención especial del Jurado: la interpretación de Leonardo Ramírez en "El cielito" (Argentina-Francia).
Premio del público: "Conversaciones con mamá", de Santiago Carlos Oves (Argentina).
Sol de Oro al mejor cortometraje: Los elefantes nunca olvidan", de Lorenzo Vigas Castes (Venezuela-México).
Premio Ciné Court: Los elefantes nunca olvidan", de Lorenzo Vigas Castes (Venezuela-México).
Premio al mejor documental: "Relatos desde el encierro", de Guadalupe Miranda (México).
Mención especial: "Vale a pena sonhar", de Stella Grisotti y Rudi Böhm (Brasil).
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Festivales latinos: "Machuca" es profeta en su tierra, se desvela la programación de Bogotá, Washington se inclina por el cine de Brasil y Chile
4-X-04
- "Machuca", de Andrés Wood, se consagró como el mejor film del Festival de Valdivia por su "coherencia expresiva, la belleza dramática de sus imágenes y la mirada emocional de su realizador", según ha destacado el jurado del certamen. como mejor directora fue elegida la argentina Lucrecia Martel por "La niña santa", film que también recibió el premio de mejor actriz (Mercedes Morán) y el de la crítica; el mejor actor fue Gael García Bernal por "La mala educación"; y el mejor guión fue el de "Los guantes mágicos", del argentino Martín Rejtman.
- Se ha dado a conocer la programación completa del XXI Festival de Cine de Bogotá, que se realizará del 7 al 14 de octubre. Su Sección oficial quedó conformada por "Ana y los otros", de Celina Murga (Argentina); "Corazón de Jesús", de Marcos Loayza (Bolivia); "Dependencia sexual", de Rodrigo Bellot (Bolivia); "Garrincha", de Milton Alencar (Brasil/Chile); "Cenizas de Dios", de Andre Semenza (Brasil); "On the Corner", de Nathaniel Geary (Canadá); "El Rey", de Antonio Dorado (Colombia); "Colombianos, un acto de fe", de Carlos Fernández de Soto (Colombia); "Los debutantes", de Andres Waissbluth (Chile); "Machuca", de Andrés Wood (Chile); "Al sur de las nubes", de Zun Wen (China); "Tarde para amarte", de Wu Bing: "Caribe", de Esteban Ramírez; "La suerte dormida", de Ángeles Sinde; "Cien maneras de acabar el amor"; "Nubes de verano", de Felipe Vega; "La memoria de los peces", de Karen Yedaza (Irlanda); "Or", de Karen Yedaya (Israel); "Ladie´s Night", de Gabriela Tagliavini (México); "Paloma de papel", de Fabricio Aguilar (Perú); "El viaje hacia al mar", de Guillermo Casanova (Uruguay); y "Punto y raya", de Elia Schneider.
- Brasil y Chile han resultado los grandes ganadores del 7 Festival de Washington, una de las muestras de cine latino más relevantes de Estados Unidos. La brasileña "El hombre del año", de José Henrique Fonseca, fue consagrada como la mejor película, en tanto que su protagonista, Murilo benicio, fue el mejor actor. A pesar de que Boris Quercia ya se encuentra inmerso en la preparación de "El rey de los huevones", su exitosa "Sexo con amor" le sigue dando satisfacciones y este fin de semana fue distinguido como el mejor director; mientras que su compatriota Manuela Martelli fue la mejor actriz por "B-Happy", de Gonzalo Jusiniano.
- "Machuca", de Andrés Wood, se consagró como el mejor film del Festival de Valdivia por su "coherencia expresiva, la belleza dramática de sus imágenes y la mirada emocional de su realizador", según ha destacado el jurado del certamen. como mejor directora fue elegida la argentina Lucrecia Martel por "La niña santa", film que también recibió el premio de mejor actriz (Mercedes Morán) y el de la crítica; el mejor actor fue Gael García Bernal por "La mala educación"; y el mejor guión fue el de "Los guantes mágicos", del argentino Martín Rejtman.
- Se ha dado a conocer la programación completa del XXI Festival de Cine de Bogotá, que se realizará del 7 al 14 de octubre. Su Sección oficial quedó conformada por "Ana y los otros", de Celina Murga (Argentina); "Corazón de Jesús", de Marcos Loayza (Bolivia); "Dependencia sexual", de Rodrigo Bellot (Bolivia); "Garrincha", de Milton Alencar (Brasil/Chile); "Cenizas de Dios", de Andre Semenza (Brasil); "On the Corner", de Nathaniel Geary (Canadá); "El Rey", de Antonio Dorado (Colombia); "Colombianos, un acto de fe", de Carlos Fernández de Soto (Colombia); "Los debutantes", de Andres Waissbluth (Chile); "Machuca", de Andrés Wood (Chile); "Al sur de las nubes", de Zun Wen (China); "Tarde para amarte", de Wu Bing: "Caribe", de Esteban Ramírez; "La suerte dormida", de Ángeles Sinde; "Cien maneras de acabar el amor"; "Nubes de verano", de Felipe Vega; "La memoria de los peces", de Karen Yedaza (Irlanda); "Or", de Karen Yedaya (Israel); "Ladie´s Night", de Gabriela Tagliavini (México); "Paloma de papel", de Fabricio Aguilar (Perú); "El viaje hacia al mar", de Guillermo Casanova (Uruguay); y "Punto y raya", de Elia Schneider.
- Brasil y Chile han resultado los grandes ganadores del 7 Festival de Washington, una de las muestras de cine latino más relevantes de Estados Unidos. La brasileña "El hombre del año", de José Henrique Fonseca, fue consagrada como la mejor película, en tanto que su protagonista, Murilo benicio, fue el mejor actor. A pesar de que Boris Quercia ya se encuentra inmerso en la preparación de "El rey de los huevones", su exitosa "Sexo con amor" le sigue dando satisfacciones y este fin de semana fue distinguido como el mejor director; mientras que su compatriota Manuela Martelli fue la mejor actriz por "B-Happy", de Gonzalo Jusiniano.
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OPINION: Secretos y estrellas tras el Festival de San Sebastián
1-X-04
Por María Iglesias
Con la digestión ya realizada de lo que fue el último Festival de San Sebastián, vamos a hacer balance de los fueron sus nueve días (uno menos que los últimos años) desde el punto de vista del "glamour" y de los detalles de los que poco se puede hablar en las crónicas diarias más propias de la urgencia informativa y del análisis de las películas proyectadas.
Pocos pudieron ver en vivo los andares tímidos y nerviosos de Woody Allen por las calles de Donostia. Con el cineasta neoyorquino y la presentación de su nueva película "Melinda y Melinda" se abrió el certamen y se tocó techo pues después todo supo a poco. La rueda de prensa de Woody Allen fue la más numerosa de los últimos años, ni siguiera superada por la convocatoria de Francis Ford Coppola hace dos años, y hay que retrotraerse a la visita de Bette Davis en 1989 para encontrar un parangón similar. La excusa pública de la visita fue la entrega del Premio Donostia a su trayectoria, premio sin importancia para el realizador de "Annie Hall" ya que detrás sólo se mueven un ramillete de intereses. ¿Esperaban algo más místico? En el mundo real no.
Al festival donostiarra le interesaba la visita de Allen para acrecentar su credibilidad, tener un verdadero estreno mundial de primer nivel y atraer a un buen número de medios. Esta 52º edición ha logrado reunir a más de 1.200 periodistas acreditados, procedentes de 49 países. Y entre ellos se encontraban 45 canales de televisión. Mikel Olaciregui, director de este circo del séptimo arte, aprovechó un concierto ofrecido por Allen y su banda de jazz, en San Sebastián, el 5 de septiembre de 2003, para convencerlo de las virtudes del Festival. Olaciregui estuvo cinco minutos en el camerino y ofreció todo tipo de sonrisas al cineasta mientras calentaba sus dedos en el clarinete antes de salir al escenario. Pero donde se cerró un 'acuerdo hablado' para garantizar la visita de Woody Allen al certamen fue minutos después cuando Olaciregui departió muchos minutos con las productoras del director de "Balas sobre Broadway", Letti Aaronson y Lucy Darwin. Estas expertas en contabilidad saben que la 'pegada' de Allen es cada vez menor en Estados Unidos, donde ya no puede ni rodar debido al acoso de los ejecutivos pocos juiciosos con el trabajo creativo.
Allen es rotundo: "Para rodar sólo me hace falta que alguien ponga el dinero y se marche". Esto no ocurre en América y prefiere ir a rodar a Londres. En su propósito por cuidar el público europeo, la "guardia contable" de un Allen, que no ha recogido nunca sus tres Oscar, le ha empezado a despabilar para que enseñe sus películas no ya en Venecia -como hace desde siempre sin acudir- sino en Cannes y, ahora, en San Sebastián. Pedro Almodóvar fue reclamado para darle el premio, el viernes 17 de septiembre, al genio neoyorkino, en un encuentro tímido y algo frío, en una gala falta de famosos y llena de políticos y esposas, empresarios y demás jerarquía vasca.
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, no se cortó en entrar en una sala privada para saludar a un agobiado Allen, acompañado de los actores, su productora y a la vez protectora hermana, Letti Aaronson, su joven esposa Soon Yi y sus dos hijos. Allen pidió disculpas por si a alguien no le había gusta "Melinda y Melinda" y avisó chistoso que no se preocupara porque ya ha terminado la siguiente. "Cada año presento una película, espero seguir este ritmo hasta que me muera, algo que me parece fácil porque tengo muchas ideas que creo que son buenas para el cine", dijo el autor de "La rosa púrpura del Cairo". La visita furtiva de un Woody Allen exageradamente amable no defraudó. Llegó en un jet privado desde Londres, solicitó una suite en un piso bajo del hotel -tiene miedo a las alturas- y fue a comer al restaurante Aldanondo acrecentando el orgullo culinario de los vascos.
En una máxima de este festival de los últimos años de que todo invitado norteamericano dedica una lindura a George Bush, iniciada por Jessica Lange, quien llamó "estúpido" al presidente estadounidense y declaró "sentirse avergonzada en estos momentos de ser estadounidense", Allen no bajó el listón al afirmar: "Bush en sí mismo es cómico, pero si sale reelegido será una tragedia".
La actriz Annette Bening conjugó también la promoción de su nueva película "Being Julia", de István Szabó, ante cientos de periodistas con la gentileza de recoger el premio Donostia a su corta y fructífera carrera. La protagonista de "Los Timadores" empezó a hacer películas pasado los treinta años, todo un mundo en Hollywood. Annete Bening estuvo tan exultantemente brillante en la interpretación de la comedia ligera "Being Julia" como algo estirada en la vida real, al menos esa imagen dio pero en la entrevista que mantuvimos con ella fue realmente encantadora, dulce y muy creíble. Ella dijo no estar suficiente cualificada para hablar de política, pero si tuvo tiempo para reafirmarse en defensora del partido demócrata y votante de John Kerry. Un sobreactuado Imanol Arias entregó al premio a la esposa de Warren Beaty, quien lo excusó con mentiras piadosas como que se quedaba cuidando a sus cuatro hijos en casa. ¿Alguien se cree que este matrimonio multimillonario no tenga niñeras para cuidar a sus hijos? ¿Alguien se cree que el mujeriego Warren se quede en el hogar más de dos horas?
Causó sorpresa la llegada de Jeff Bridges a Donostia, que vino para recoger el tercer galardón del certamen a toda su carrera y de paso, como no, promocionar su nueva película "The door in the floor" (Una mujer difícil), que interpreta junto a Kim Basinger. Bridges llamó la atención por su imagen desaliñada, distinta a la de madurito y rudo galán, y más cercana al excéntrico personaje que representa en "El Gran Lewoski", de los hermanos Coen. Fue difícil diferenciar realidad y ficción entre el actor y ese personaje ya de culto creado por los Coen. Bridges dominó todo los registros: amable con la prensa, seductor con el público y bastante cínico y mortífero con la política norteamericana.
De igual forma se comportaron otros cineastas estadounidenses. John Sayles presentó a competición oficial el retrato venenoso de un político republicano en "Silver City". El director destripó las ansias de poder de los republicanos y tachó a los medios de comunicación americanos de "ser muy blandos" con el poder. Aunque quien estuvo más ácido fue Oliver Stone. El director de "JFK" acudió a San Sebastián a presentar "Looking for Fidel", segundo documental que realiza sobre la figura de Fidel Castro después de que el primero ("Comandante") fuera tachado de procastrista y censurado en su país. Stone subrayó que "en la historia a Bush se le conocerá como el malo de la película y al final se verá todo el daño que ha hecho". El cineasta, que en enero estrenará en España la superproducción con más de tres años de trabajo "Alejandro Magno", ofreció la mejor intervención del festival por su lucidez, tono y compromiso. De Castro aventuró a decir que "durará 10 años más". Él opinó que EEUU no las tiene todas consigo cuando fallezca Castro. "La lucha va a durar mucho, más de lo que se piensa", profetizó. El realizador de "Platoon" buscando símiles cinematográficos indicó que en un "Jurassic Park" el comandante cubano se encontraría en su hábitat natural, ya que "es un dinosaurio que representa un ideal antiguo".
Con un discurso más diluido se presentó el director de origen indio Night Shyamalan, responsable de "El sexto sentido". Ofreció fuera de concurso su nueva película "El bosque" con una buena aceptación, aunque por debajo del nivel de las anteriores "Señales" o "El protegido". Shyamalan resultó ser una especie de Amenábar pero a la americana: con mucho más dinero para hacer la película. Vino acompañado de la actriz protagonista Bryce Dallas Howard, hija de mítico Ron Howard, una trepadora nata que llegará lejos porque encima hace una interpretación muy creíble. Otros dos puntos llamaron también la atención esta 52 edición: el esperado estreno de la tachada como pornográfica "Nine songs" (Nueve canciones), de Winterbotton, y la presentación de la historia del travesti boxeador tailandés "Beautiful Boxer", de Uekrongtham.
El número de estrellas y famosos fue más escaso que otros años en el certamen, debido posiblemente a la disminución de fondos. El certamen cuenta con un presupuesto de 800 millones, financiados en un 50% por las instituciones (Ministerio de Cultura, Gobierno vasco, Diputación Foral de Guipúzcoa y Ayuntamiento donostiarra, que aportan cada una 100 millones) y el otro 50% de patrocinadores y autofinanciación por la venta de entradas. Las versiones oficiales prefieren decir que existe un "reajuste" de los recursos, pero lo cierto es que este apretón del cinturón se debe a la salida del patrocinio financiero de Canal Plus. La empresa Sogecable concluyó en 2003 un contrato de diez años de apoyo financiero al festival y en esta nueva etapa, tras la fusión de las dos plataformas, decidió ofrecer sólo una aportación en bienes traducido en una presencia física.
La publicidad baja y los costes suben. El festival se vio obligado a reducir de 10 a 9 días el certamen, a quitar con mezquindad la fiesta de bienvenida a los medios y profesionales del sector el día de inauguración del certamen y a cobrar 30 euros a los periodistas por cubrir la información (50 a los invitados), provocando una agitada polémica entre los medios. La maquinaria del certamen está bien engrasada gracias a un equipo permanente durante todo el año de 15 personas, que aumenta a 40 durante los tres meses de verano. Aunque la organización donostiarra contrata a unas 600 personas los diez días del festival para poder manejar el operativo, entre azafatas, exhibidores, traductores, seguridad y un sin fin de puestos necesarios. La crisis no ha impedido tener a pleno rendimiento sus 20 salas de cine donde exhibir las más de 200 películas -con un total de 656 proyecciones- incluidas en esta nueva edición del certamen. Y el público responde. El festival ha logrado un aforo de 200.000 espectadores, según informaron los organizadores.
Por María Iglesias
Con la digestión ya realizada de lo que fue el último Festival de San Sebastián, vamos a hacer balance de los fueron sus nueve días (uno menos que los últimos años) desde el punto de vista del "glamour" y de los detalles de los que poco se puede hablar en las crónicas diarias más propias de la urgencia informativa y del análisis de las películas proyectadas.
Pocos pudieron ver en vivo los andares tímidos y nerviosos de Woody Allen por las calles de Donostia. Con el cineasta neoyorquino y la presentación de su nueva película "Melinda y Melinda" se abrió el certamen y se tocó techo pues después todo supo a poco. La rueda de prensa de Woody Allen fue la más numerosa de los últimos años, ni siguiera superada por la convocatoria de Francis Ford Coppola hace dos años, y hay que retrotraerse a la visita de Bette Davis en 1989 para encontrar un parangón similar. La excusa pública de la visita fue la entrega del Premio Donostia a su trayectoria, premio sin importancia para el realizador de "Annie Hall" ya que detrás sólo se mueven un ramillete de intereses. ¿Esperaban algo más místico? En el mundo real no.
Al festival donostiarra le interesaba la visita de Allen para acrecentar su credibilidad, tener un verdadero estreno mundial de primer nivel y atraer a un buen número de medios. Esta 52º edición ha logrado reunir a más de 1.200 periodistas acreditados, procedentes de 49 países. Y entre ellos se encontraban 45 canales de televisión. Mikel Olaciregui, director de este circo del séptimo arte, aprovechó un concierto ofrecido por Allen y su banda de jazz, en San Sebastián, el 5 de septiembre de 2003, para convencerlo de las virtudes del Festival. Olaciregui estuvo cinco minutos en el camerino y ofreció todo tipo de sonrisas al cineasta mientras calentaba sus dedos en el clarinete antes de salir al escenario. Pero donde se cerró un 'acuerdo hablado' para garantizar la visita de Woody Allen al certamen fue minutos después cuando Olaciregui departió muchos minutos con las productoras del director de "Balas sobre Broadway", Letti Aaronson y Lucy Darwin. Estas expertas en contabilidad saben que la 'pegada' de Allen es cada vez menor en Estados Unidos, donde ya no puede ni rodar debido al acoso de los ejecutivos pocos juiciosos con el trabajo creativo.
Allen es rotundo: "Para rodar sólo me hace falta que alguien ponga el dinero y se marche". Esto no ocurre en América y prefiere ir a rodar a Londres. En su propósito por cuidar el público europeo, la "guardia contable" de un Allen, que no ha recogido nunca sus tres Oscar, le ha empezado a despabilar para que enseñe sus películas no ya en Venecia -como hace desde siempre sin acudir- sino en Cannes y, ahora, en San Sebastián. Pedro Almodóvar fue reclamado para darle el premio, el viernes 17 de septiembre, al genio neoyorkino, en un encuentro tímido y algo frío, en una gala falta de famosos y llena de políticos y esposas, empresarios y demás jerarquía vasca.
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, no se cortó en entrar en una sala privada para saludar a un agobiado Allen, acompañado de los actores, su productora y a la vez protectora hermana, Letti Aaronson, su joven esposa Soon Yi y sus dos hijos. Allen pidió disculpas por si a alguien no le había gusta "Melinda y Melinda" y avisó chistoso que no se preocupara porque ya ha terminado la siguiente. "Cada año presento una película, espero seguir este ritmo hasta que me muera, algo que me parece fácil porque tengo muchas ideas que creo que son buenas para el cine", dijo el autor de "La rosa púrpura del Cairo". La visita furtiva de un Woody Allen exageradamente amable no defraudó. Llegó en un jet privado desde Londres, solicitó una suite en un piso bajo del hotel -tiene miedo a las alturas- y fue a comer al restaurante Aldanondo acrecentando el orgullo culinario de los vascos.
En una máxima de este festival de los últimos años de que todo invitado norteamericano dedica una lindura a George Bush, iniciada por Jessica Lange, quien llamó "estúpido" al presidente estadounidense y declaró "sentirse avergonzada en estos momentos de ser estadounidense", Allen no bajó el listón al afirmar: "Bush en sí mismo es cómico, pero si sale reelegido será una tragedia".
La actriz Annette Bening conjugó también la promoción de su nueva película "Being Julia", de István Szabó, ante cientos de periodistas con la gentileza de recoger el premio Donostia a su corta y fructífera carrera. La protagonista de "Los Timadores" empezó a hacer películas pasado los treinta años, todo un mundo en Hollywood. Annete Bening estuvo tan exultantemente brillante en la interpretación de la comedia ligera "Being Julia" como algo estirada en la vida real, al menos esa imagen dio pero en la entrevista que mantuvimos con ella fue realmente encantadora, dulce y muy creíble. Ella dijo no estar suficiente cualificada para hablar de política, pero si tuvo tiempo para reafirmarse en defensora del partido demócrata y votante de John Kerry. Un sobreactuado Imanol Arias entregó al premio a la esposa de Warren Beaty, quien lo excusó con mentiras piadosas como que se quedaba cuidando a sus cuatro hijos en casa. ¿Alguien se cree que este matrimonio multimillonario no tenga niñeras para cuidar a sus hijos? ¿Alguien se cree que el mujeriego Warren se quede en el hogar más de dos horas?
Causó sorpresa la llegada de Jeff Bridges a Donostia, que vino para recoger el tercer galardón del certamen a toda su carrera y de paso, como no, promocionar su nueva película "The door in the floor" (Una mujer difícil), que interpreta junto a Kim Basinger. Bridges llamó la atención por su imagen desaliñada, distinta a la de madurito y rudo galán, y más cercana al excéntrico personaje que representa en "El Gran Lewoski", de los hermanos Coen. Fue difícil diferenciar realidad y ficción entre el actor y ese personaje ya de culto creado por los Coen. Bridges dominó todo los registros: amable con la prensa, seductor con el público y bastante cínico y mortífero con la política norteamericana.
De igual forma se comportaron otros cineastas estadounidenses. John Sayles presentó a competición oficial el retrato venenoso de un político republicano en "Silver City". El director destripó las ansias de poder de los republicanos y tachó a los medios de comunicación americanos de "ser muy blandos" con el poder. Aunque quien estuvo más ácido fue Oliver Stone. El director de "JFK" acudió a San Sebastián a presentar "Looking for Fidel", segundo documental que realiza sobre la figura de Fidel Castro después de que el primero ("Comandante") fuera tachado de procastrista y censurado en su país. Stone subrayó que "en la historia a Bush se le conocerá como el malo de la película y al final se verá todo el daño que ha hecho". El cineasta, que en enero estrenará en España la superproducción con más de tres años de trabajo "Alejandro Magno", ofreció la mejor intervención del festival por su lucidez, tono y compromiso. De Castro aventuró a decir que "durará 10 años más". Él opinó que EEUU no las tiene todas consigo cuando fallezca Castro. "La lucha va a durar mucho, más de lo que se piensa", profetizó. El realizador de "Platoon" buscando símiles cinematográficos indicó que en un "Jurassic Park" el comandante cubano se encontraría en su hábitat natural, ya que "es un dinosaurio que representa un ideal antiguo".
Con un discurso más diluido se presentó el director de origen indio Night Shyamalan, responsable de "El sexto sentido". Ofreció fuera de concurso su nueva película "El bosque" con una buena aceptación, aunque por debajo del nivel de las anteriores "Señales" o "El protegido". Shyamalan resultó ser una especie de Amenábar pero a la americana: con mucho más dinero para hacer la película. Vino acompañado de la actriz protagonista Bryce Dallas Howard, hija de mítico Ron Howard, una trepadora nata que llegará lejos porque encima hace una interpretación muy creíble. Otros dos puntos llamaron también la atención esta 52 edición: el esperado estreno de la tachada como pornográfica "Nine songs" (Nueve canciones), de Winterbotton, y la presentación de la historia del travesti boxeador tailandés "Beautiful Boxer", de Uekrongtham.
El número de estrellas y famosos fue más escaso que otros años en el certamen, debido posiblemente a la disminución de fondos. El certamen cuenta con un presupuesto de 800 millones, financiados en un 50% por las instituciones (Ministerio de Cultura, Gobierno vasco, Diputación Foral de Guipúzcoa y Ayuntamiento donostiarra, que aportan cada una 100 millones) y el otro 50% de patrocinadores y autofinanciación por la venta de entradas. Las versiones oficiales prefieren decir que existe un "reajuste" de los recursos, pero lo cierto es que este apretón del cinturón se debe a la salida del patrocinio financiero de Canal Plus. La empresa Sogecable concluyó en 2003 un contrato de diez años de apoyo financiero al festival y en esta nueva etapa, tras la fusión de las dos plataformas, decidió ofrecer sólo una aportación en bienes traducido en una presencia física.
La publicidad baja y los costes suben. El festival se vio obligado a reducir de 10 a 9 días el certamen, a quitar con mezquindad la fiesta de bienvenida a los medios y profesionales del sector el día de inauguración del certamen y a cobrar 30 euros a los periodistas por cubrir la información (50 a los invitados), provocando una agitada polémica entre los medios. La maquinaria del certamen está bien engrasada gracias a un equipo permanente durante todo el año de 15 personas, que aumenta a 40 durante los tres meses de verano. Aunque la organización donostiarra contrata a unas 600 personas los diez días del festival para poder manejar el operativo, entre azafatas, exhibidores, traductores, seguridad y un sin fin de puestos necesarios. La crisis no ha impedido tener a pleno rendimiento sus 20 salas de cine donde exhibir las más de 200 películas -con un total de 656 proyecciones- incluidas en esta nueva edición del certamen. Y el público responde. El festival ha logrado un aforo de 200.000 espectadores, según informaron los organizadores.
- © NOTICINE.com / Fotos: FICSS
Festivales: Concha Velasco distinguida en Islantilla, se inició Carmona, Mar del Plata convoca a directores argentinos
30-IX-04
- Concha Velasco será la gran homenajeada del 6 Festival Internacional de Cine Inédito de Islantilla, que se desarrollará del 16 al 23 de abril de 2005, donde se le entregará el Premio Camaleón de Honor y se presentará un libro homenaje, escrito por las periodistas Leticia P. Rivillas y Rut Melero. La publicación de este libro se enmarca en el programa de actos que conformarán el homenaje que el certamen dedicará a la actriz, que incluirá un ciclo cinematográfico con largometrajes protagonizados por ella, además de una mesa redonda a la que acudirán compañeros de profesión de esta gran intérprete.
- El II Festival Internacional de Cortometrajes de Ficción y Documentales de Arqueología y Patrimonio, el Carmona Filmfest, inició su nueva edición con un tributo y homenaje a Amparo Rivelles, de quien se proyectó en la jornada inaugural la película "Malvaloca", de Luis Marquina, con la que sé reinauguró el Teatro Cerezo de Carmona como cine en 1942.
- La organización del 20 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata anunció que se abrió la inscripción para "Vitrina argentina", sección dedicada a los largos y mediometrajes, tanto documental como ficción, de directores argentinos. Los interesados pueden entregar el material personalmente en las oficinas del festival -Teatro Avenida (Av. de Mayo 1222-3er. piso)- o enviarlo al Instituto de Cine y Artes Audiovisuales. Para mayor información dirigirse a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
- Concha Velasco será la gran homenajeada del 6 Festival Internacional de Cine Inédito de Islantilla, que se desarrollará del 16 al 23 de abril de 2005, donde se le entregará el Premio Camaleón de Honor y se presentará un libro homenaje, escrito por las periodistas Leticia P. Rivillas y Rut Melero. La publicación de este libro se enmarca en el programa de actos que conformarán el homenaje que el certamen dedicará a la actriz, que incluirá un ciclo cinematográfico con largometrajes protagonizados por ella, además de una mesa redonda a la que acudirán compañeros de profesión de esta gran intérprete.
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