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Mientras la opera prima de Fernando Castellani, "Pájaros negros", se encuentra en pleno rodaje, ha finalizado el de la cinta de Juan Dickinson "Destino anunciado". Ambas son "thrillers" con protagonistas masculinos -Luciano Cazaux y Luis Machín- enfrentados a acontecimientos imprevistos, y llegaran a las salas argentinas el próximo 2014.

Hablábamos la víspera de incertidumbre y dudas sobre el resultado, y en efecto, los premios Ariel de la Academia mexicana de cine brindaron un reparto de recompensas entre cuatro títulos, dos de los cuales, "El premio", de Paula Markovitch, y "La demora", de Rodrigo Plá, ambos de temática austral y filmados respectivamente en Argentina y Uruguay, acapararon los mejores premios. Para el primero fueron los Arieles de mejor película, guión original y opera prima, y para el segundo mejor realización y guión adaptado. Sin embargo, los galardones interpretativos recayeron en otras cintas: "El sueño de Lú" (Ursula Pruneda, actriz protagonista), "El fantástico mundo de Juan Orol" (Roberto Sosa, actor protagonista), "Colosio, el asesinato" (Daniel Giménez Cacho, coactuación masculina) y "La vida precoz y breve de Sabina Rivas" (Angelina Pelaez, coactuación femenina). La sorpresa principal fue que "Los últimos cristeros" (8 nominaciones) no recibiera nada.

Lluís Homar, Emma Vilarasau y Àlex Monner preparan "La fosa", una producción de bajo presupuesto (36.000 euros), en 16 mm. y blanco y negro, que dirigirá Pere Vilà Barceló ("Paso a nivel", "La Lapidation de Saint Étienne"). La película buscará una estética cercana a la Nouvelle Vague y se estructurará en tres bloques muy bien definidos. Con forma de tríptico retablo medieval, "La fosa" interactuará con tres historias muy diferenciadas pero a la vez muy vinculadas entre ellas a lo largo de la vida del protagonista, en un viaje, histórico y emocional, de la Guerra Civil a la actualidad.

El cine mexicano hará gala este martes de apertura y variedad en la edición 55 de los Premios Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), que se conceden un año más en el Palacio de Bellas Artes de la capital federal, con entre sus favoritas tres historias con personajes centrales que no son mexicanos, como las argentinas "El premio", de Paula Markovitch; los uruguayos de "La demora", de Rodrigo Plá o la centroamericana de "La vida precoz y breve de Sabina Rivas", de Luis Mandoki.

Matías Meyer, director de "Los últimos cristeros", con ocho nominaciones al Ariel que se entrega este martes, incluyendo mejor película, nunca pensó en ser considerado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, casi dos años después de hacer el film: "Me acuerdo que cuando hice mi corto de tesis 'Verde', mientras lo realizaba estaba yo muy emocionado y pensé: '¡Wow, le va a ir increíble a este corto, está super bueno y ya empezaba a soñar yo a colores!', ahí me di cuenta que eso me distraía del rodaje, estar pensando en el futuro, que si va a ir a tal o cual festival… Ahí la lección fue no pensar en expectativas, sino concentrarte en lo que estás haciendo, hacer tu trabajo lo mejor que puedas. Con esta película lo que hice fue eso, no pensar en premios sino en hacer bien la película con rigor hasta el final".