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Hace poco más de una semana, el realizador José Luis Garci, responsable del primer Oscar a un film extranjero que obtuvo el cine español, "Volver a empezar", declaraba a la exministra de Cultura y guionista Angeles González-Sinde, metida a periodista, en una entrevista publicada por la revista cultural Jot Down, que colgaba los hábitos y dejaba el cine. Ahora, en otra entrevista con su buen amigo y mejor crítico Oti Rodríguez Marchante, dice que no pero sí, o sí pero no... O en realidad, que si alguien le financia una película la hará.

Por Sergio Berrocal *

Eran tardes largas y somnolientas  de exquisitos vinos franceses que había que conservar en la nevera para que el sol no los convirtiese en grog desesperado de una tarde fría de París. Estábamos en el Lago Sul, exquisito lugar de Brasilia desde siempre custodiado por el Batallón Blanco de la Policia Militar para evitar que alguien moleste a sus habitantes. En las copas que se alzaban en el cielo eternamente azul de la capital  federal brasileña, muy lejos de los miserables y muy cerca del cine testigo constante de todos nuestros tiempos.

Dos veteranas figuras de la interpretación mexicana, el nonagenario Mario Almada y la primera actriz Diana Bracho, han participado en el doblaje de un docudrama con escenas animadas en "stop motion" dedicado a la obra y vida del artista Guadalupe Posada, dirigido por Antonio Camarillo y producido por Margarita Guillé. Otros actores implicados en el proyecto son Maru Guerrero, Mariana Filio y César Garduza.

Después de obtener el premio del público en el reciente festival de cine venezolano de Mérida, la producción nacional "La casa del fin de los tiempos", opera prima de Alejandro Hidalgo y primera producción nacional del género de suspenso y terror, llegó el pasado viernes a las salas de las ocho principales ciudades del país. La exmiss Venezuela y exchica Bond Ruddy Rodríguez protagoniza esta cinta en la que en dos épocas de su vida, una madre debe confrontar a los espíritus que anidan en su casa familiar.

Ya reposan en el Panteón Español de Ciudad de México los restos del realizador y guionista español afincado en el país latinoamericano Miguel Morayta Martínez, cuyo corazón dejó de latir anteayer, cuando le quedaban pocos meses para cumplir 106 años. Se le considera el director de cine que ha vivido más años, aunque su colega portugués Manoel de Oliveira, unos años más joven, mantiene su título del más tiempo activo profesionalmente. Este exiliado republicano fue además uno de los más prolíficos cineastas mexicanos de la Epoca de Oro, al filmar hasta cinco películas al año.