Críticas
Crítica: "El asesino de los caprichos", el asesinato como una de las Bellas Artes
Por Nayara Peña
El cineasta Gerardo Herrero, prolífico productor y director español, sin salirse del género preponderante en sus realizaciones propias, el thriller, estrena "El asesino de los caprichos" (2019), en el que en una ciudad madrileña elitista, se ha puesto de moda recrear pinturas del artista Goya para presentar un asesinato. Gracias a la interpretación de la polifacética Maribel Verdú y la tierna Aura Garrido consigue salvar lo que a priori parece ser un thriller policíaco pero desemboca en un drama.
"El asesino de los caprichos" sigue la trama de la inspectora Carmen Cobos (Maribel Verdú) junto a su compañera y subinspectora Eva González (Aura Garrido) quienes deben encontrar al asesino en serie que anda suelto por la capital española. El autor de los crímenes se convierte en todo un artista al simular el lugar de los hechos como si de un Capricho de Goya se tratase. El guion, escrito por Angela Armero, recuerda en primera instancia a la cinta "Se7en" por su recreación criminal, y cuenta con dos personajes protagonistas tradicionalmente masculinos para este tipo de cinta: Carmen y Eva, la poli mala y la poli buena. Dos mujeres totalmente opuestas que cumplen con el estereotipo que ha impuesto a lo largo del tiempo el cine negro. Maribel Verdú, actriz conocida por una gran filmografía en la que se destaca "Blancanieves" o "El laberinto del fauno", da vida a un personaje tradicionalmente masculino pero que integra todos los clichés característicos: un agente de policía malo que no tiene familia, pero que tampoco le hace falta, huye de las personas y de establecer una conexión que pueda ir más allá de la profesional... pero en versión femenina. Por su parte, Aura Garrido hace un papel totalmente opuesto. La actriz, menos veterana que su compañera, pero con una larga carrera tanto en cine ("El aviso" de Daniel Calparsoro) como en televisión ("El Ministerio del Tiempo"), interpreta esta vez a Eva. Su personaje prioriza su familia ante su trabajo, intenta ser buena subinspectora, compañera y amiga de Carmen, aunque en varias ocasiones mantiene la distancia puesto que sabe que solo va a ir a peor. Sin embargo, mientras que en el personaje de Eva se puede ver una cierta evolución de la cual Carmen no es cómplice, Maribel interpreta a un personaje plano, el cual termina teniendo un final que, para bien o para mal, merece.
En el tráiler se vende una película en la que la historia gira en torno al "asesino de los caprichos" como dice su nombre. Sin embargo, parece ser que ese clip que intenta reducir una cinta de una hora y media de duración en menos de dos minutos se queda con todo lo interesante y relacionado de los caprichos. La premisa del guion es bastante buena: los propietarios de los grabados de Goya, en los que se incluye la alcaldesa de Madrid, se encuentran en el punto de mira porque un coleccionista muy seguidor del artista maño decide recrear criminalmente las pinturas de éste. La élite de una ciudad nunca antes se había visto envuelta en algo así.
Además, el asesino se encuentra entre ellos y no se trata de una persona de un barrio menos adinerado, otro punto a destacar. Está claro que el objetivo de la historia sería desenmascarar al autor de los hechos, en cambio este fin empieza a dejar de importar cuando se construye una historia a raíz de los personajes. Aspectos importantes que deberían ir desenvolviéndose a partir del guion, caen en el efecto "Deux ex machina". Un ejemplo: una criada de un muerto que aparece en pantalla aproximadamente dos minutos hace que las inspectoras se den cuenta de que la representación de los asesinatos se debe a una réplica de los Caprichos de Goya.
El universo de cada uno de los personajes es importante para que el espectador comprenda las decisiones de cada uno. No se trata de un thriller psicológico, pero si se obviase la parte policíaca y se centrase en el personaje de Carmen y sus inseguridades y fuerte personalidad, podría serlo. Tampoco es un drama romántico, pero a veces peca. Sobre todo, al integrar dos amores (infieles) a la vida solitaria y denigrante que lleva la inspectora. La trama sí puede darse gracias a los personajes, por ejemplo "Joker" de Todd Phillips se realiza a través del personaje de Arthur (Joaquin Phoenix), pero en ningún momento pierde lo que verdaderamente quiere contar, el (re)nacimiento del payaso. Por ello, al final saber quién es el asesino pierde "gracia" cuando (SPOILER !) minutos después de conocerlo le da un final tan brutal a Maribel. Además, se delata al autor en un plano tan cerrado en una secuencia tan importante. Al final, el espectador no se queda con el nombre de este, sino que se queda con lo que le ha pasado a Maribel.
Planos, contraplanos y algún plano secuencia montan una película que nos hace un recorrido por todo Madrid, llevándonos desde el metro Goya hasta Bruselas. Se ha visto más el coche que conduce Maribel Verdú que la propia comisaria. El paso del tiempo se hace pesado cuando se utiliza el mismo recurso en repetidas ocasiones: una inspectora cansada que persigue durante el día y la noche una furgoneta blanca común.
El simbolismo con el número dos también es palpable, por casualidad o no, siempre está presente e intenta representar dos ideas o dos mundos contrarios: dos llamadas perdidas importantes, dos veces la escena en el karaoke, dos veces la inspectora en el baño sentada y bebiendo alcohol... Por su parte, la banda sonora acompaña a la película en casi todo momento, acentuándose sobre todo en los tiempos donde más tensión se genera: el final de Carmen.
No solo las actuaciones de Maribel y Aura han podido salvar la cinta; sus compañeros secundarios, Daniel Grao, Ginés García Millán y Roberto Álamo han aportado al largometraje unos personajes muy bien conseguidos. El elenco ha sido una gran elección, y el director Gerardo Herrero lo reconoce al confirmar que desde un principio tenía en mente a los actores.
"El asesino de los caprichos" llega a las salas españolas este viernes 18 de octubre.
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El cineasta Gerardo Herrero, prolífico productor y director español, sin salirse del género preponderante en sus realizaciones propias, el thriller, estrena "El asesino de los caprichos" (2019), en el que en una ciudad madrileña elitista, se ha puesto de moda recrear pinturas del artista Goya para presentar un asesinato. Gracias a la interpretación de la polifacética Maribel Verdú y la tierna Aura Garrido consigue salvar lo que a priori parece ser un thriller policíaco pero desemboca en un drama.
"El asesino de los caprichos" sigue la trama de la inspectora Carmen Cobos (Maribel Verdú) junto a su compañera y subinspectora Eva González (Aura Garrido) quienes deben encontrar al asesino en serie que anda suelto por la capital española. El autor de los crímenes se convierte en todo un artista al simular el lugar de los hechos como si de un Capricho de Goya se tratase. El guion, escrito por Angela Armero, recuerda en primera instancia a la cinta "Se7en" por su recreación criminal, y cuenta con dos personajes protagonistas tradicionalmente masculinos para este tipo de cinta: Carmen y Eva, la poli mala y la poli buena. Dos mujeres totalmente opuestas que cumplen con el estereotipo que ha impuesto a lo largo del tiempo el cine negro. Maribel Verdú, actriz conocida por una gran filmografía en la que se destaca "Blancanieves" o "El laberinto del fauno", da vida a un personaje tradicionalmente masculino pero que integra todos los clichés característicos: un agente de policía malo que no tiene familia, pero que tampoco le hace falta, huye de las personas y de establecer una conexión que pueda ir más allá de la profesional... pero en versión femenina. Por su parte, Aura Garrido hace un papel totalmente opuesto. La actriz, menos veterana que su compañera, pero con una larga carrera tanto en cine ("El aviso" de Daniel Calparsoro) como en televisión ("El Ministerio del Tiempo"), interpreta esta vez a Eva. Su personaje prioriza su familia ante su trabajo, intenta ser buena subinspectora, compañera y amiga de Carmen, aunque en varias ocasiones mantiene la distancia puesto que sabe que solo va a ir a peor. Sin embargo, mientras que en el personaje de Eva se puede ver una cierta evolución de la cual Carmen no es cómplice, Maribel interpreta a un personaje plano, el cual termina teniendo un final que, para bien o para mal, merece.
En el tráiler se vende una película en la que la historia gira en torno al "asesino de los caprichos" como dice su nombre. Sin embargo, parece ser que ese clip que intenta reducir una cinta de una hora y media de duración en menos de dos minutos se queda con todo lo interesante y relacionado de los caprichos. La premisa del guion es bastante buena: los propietarios de los grabados de Goya, en los que se incluye la alcaldesa de Madrid, se encuentran en el punto de mira porque un coleccionista muy seguidor del artista maño decide recrear criminalmente las pinturas de éste. La élite de una ciudad nunca antes se había visto envuelta en algo así.
Además, el asesino se encuentra entre ellos y no se trata de una persona de un barrio menos adinerado, otro punto a destacar. Está claro que el objetivo de la historia sería desenmascarar al autor de los hechos, en cambio este fin empieza a dejar de importar cuando se construye una historia a raíz de los personajes. Aspectos importantes que deberían ir desenvolviéndose a partir del guion, caen en el efecto "Deux ex machina". Un ejemplo: una criada de un muerto que aparece en pantalla aproximadamente dos minutos hace que las inspectoras se den cuenta de que la representación de los asesinatos se debe a una réplica de los Caprichos de Goya.
El universo de cada uno de los personajes es importante para que el espectador comprenda las decisiones de cada uno. No se trata de un thriller psicológico, pero si se obviase la parte policíaca y se centrase en el personaje de Carmen y sus inseguridades y fuerte personalidad, podría serlo. Tampoco es un drama romántico, pero a veces peca. Sobre todo, al integrar dos amores (infieles) a la vida solitaria y denigrante que lleva la inspectora. La trama sí puede darse gracias a los personajes, por ejemplo "Joker" de Todd Phillips se realiza a través del personaje de Arthur (Joaquin Phoenix), pero en ningún momento pierde lo que verdaderamente quiere contar, el (re)nacimiento del payaso. Por ello, al final saber quién es el asesino pierde "gracia" cuando (SPOILER !) minutos después de conocerlo le da un final tan brutal a Maribel. Además, se delata al autor en un plano tan cerrado en una secuencia tan importante. Al final, el espectador no se queda con el nombre de este, sino que se queda con lo que le ha pasado a Maribel.
Planos, contraplanos y algún plano secuencia montan una película que nos hace un recorrido por todo Madrid, llevándonos desde el metro Goya hasta Bruselas. Se ha visto más el coche que conduce Maribel Verdú que la propia comisaria. El paso del tiempo se hace pesado cuando se utiliza el mismo recurso en repetidas ocasiones: una inspectora cansada que persigue durante el día y la noche una furgoneta blanca común.
El simbolismo con el número dos también es palpable, por casualidad o no, siempre está presente e intenta representar dos ideas o dos mundos contrarios: dos llamadas perdidas importantes, dos veces la escena en el karaoke, dos veces la inspectora en el baño sentada y bebiendo alcohol... Por su parte, la banda sonora acompaña a la película en casi todo momento, acentuándose sobre todo en los tiempos donde más tensión se genera: el final de Carmen.
No solo las actuaciones de Maribel y Aura han podido salvar la cinta; sus compañeros secundarios, Daniel Grao, Ginés García Millán y Roberto Álamo han aportado al largometraje unos personajes muy bien conseguidos. El elenco ha sido una gran elección, y el director Gerardo Herrero lo reconoce al confirmar que desde un principio tenía en mente a los actores.
"El asesino de los caprichos" llega a las salas españolas este viernes 18 de octubre.
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Crítica: "Rosita", mujeres en lucha
Por Juan Pablo Russo
La argentina Verónica Chen ("Vagón fumador", "Mujer conejo") regresa al cine después de cinco años con un film concordante a los tiempos que corren, "Rosita", con una mujer en lucha.
La argentina Verónica Chen ("Vagón fumador", "Mujer conejo") regresa al cine después de cinco años con un film concordante a los tiempos que corren, "Rosita", con una mujer en lucha.
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Crítica: "El ombligo de Guie'dani", mirada desafiante sobre el racismo en México
Por Frida Jasso
En las carteleras de los cines se puede ver estos días "El ombligo de Guie'dani" (2018), ópera prima de Xavi Sala que resulta una propuesta llamativa por su mirada sobre el mundo de las trabajadoras domésticas y que, necesariamente, se puede contrastar con "Roma" (2018), el film más reciente de Alfonso Cuarón que causó revuelo hace unos meses. Ambas películas se filmaron casi al mismo tiempo y cada una tiene sus propias virtudes y singularidades.
En las carteleras de los cines se puede ver estos días "El ombligo de Guie'dani" (2018), ópera prima de Xavi Sala que resulta una propuesta llamativa por su mirada sobre el mundo de las trabajadoras domésticas y que, necesariamente, se puede contrastar con "Roma" (2018), el film más reciente de Alfonso Cuarón que causó revuelo hace unos meses. Ambas películas se filmaron casi al mismo tiempo y cada una tiene sus propias virtudes y singularidades.
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Crítica: "Pistolero", bandidos rurales
Por Emiliano Basile
La película de Nicolás Galvagno "Pistolero" (2019) es un wéstern criollo aunque el propio director asegure en declaraciones lo contrario. Uno en el que la transposición del género a la Argentina extrae conclusiones interesantes: por ejemplo la decisión de anclar la historia en el interior del país en tiempos de Onganía. No es necesario trasladarse al 1800 para encontrar una argentina rural, injusta y arcaica.
La película de Nicolás Galvagno "Pistolero" (2019) es un wéstern criollo aunque el propio director asegure en declaraciones lo contrario. Uno en el que la transposición del género a la Argentina extrae conclusiones interesantes: por ejemplo la decisión de anclar la historia en el interior del país en tiempos de Onganía. No es necesario trasladarse al 1800 para encontrar una argentina rural, injusta y arcaica.
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Crítica: "Todas las pecas del mundo", comedia adolescente que voltea los estereotipos
Por Frida Jasso
"Todas las pecas del mundo" es la opera prima del director Yibran Asuad, quien ha hecho su carrera dentro del cine mexicano como editor de largometrajes (entre ellos "Güeros" y "Museo" ambos dirigidos por Alonso Ruizpalacios, quien por cierto hace un breve papel y su apellido también lo lleva uno de los personajes secundarios). "Todas las pecas del mundo" está basada en un guión de Javier Peñalosa y Gibrán Portela, y es un relato sobre el paso de la infancia a la adolescencia, lo que se conoce como el subgénero "coming of age".
"Todas las pecas del mundo" es la opera prima del director Yibran Asuad, quien ha hecho su carrera dentro del cine mexicano como editor de largometrajes (entre ellos "Güeros" y "Museo" ambos dirigidos por Alonso Ruizpalacios, quien por cierto hace un breve papel y su apellido también lo lleva uno de los personajes secundarios). "Todas las pecas del mundo" está basada en un guión de Javier Peñalosa y Gibrán Portela, y es un relato sobre el paso de la infancia a la adolescencia, lo que se conoce como el subgénero "coming of age".
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